Desventuras de sum12cm (4)

Una amiga del chat me propuso un intercambio simulado,dado que mi mujer y su marido pasan de estos temas, decidimos ser pareja por una noche...

DESVENTURAS DE SUMISO12CM (4ª parte) Por fin cumpli mi sueño de intercambiar pareja, aunque solo fuese una amiga la que se hiciera pasar como mi mujer

Todos los que ya habéis leído alguno de mis relatos ya me conocéis, soy el "anti-heroe" sexual español, gordito, vergonzoso, pollita pequeña y siempre preocupado de servir y agradar a mis "jefes" de juegos.

Disfruto llevando a la realidad situaciones reales y morbosas que vosotros mismos me proponéis, para después contarlas aquí. Mi ultima hazaña llevaba bastante tiempo planeada, esperando con ansia el momento que me pudiese desplazar a Galicia con alguna excusa de trabajo. Tengo allí una buena amiga del chat, que está un poco cansada (como yo) de la monotonía del matrimonio y le encantan las situaciones morbosas. Habíamos planeado en hacernos pasar por un matrimonio para entrar en algún local de intercambio y allí ella poder disfrutar de la sensación de estar con varios hombres mientras su pareja ( O sea… yo) le miraba y se excitaba, pero era algo bastante fácil y común, así que decidimos darle más morbo intentándolo en algún local que no fuese de intercambio. Fuimos a una discoteca de una ciudad cercana a donde vive Nerea, mi amiga. La verdad es que al ser jueves había muy poca gente y casi todos resultaron ser chicos jóvenes de unos 20 a 30 años, por lo que casi mejor para nuestros planes. Nerea me comentó que había elegido esta discoteca por que dispone de una zona con sillones a modo de reservados, pero con vistas desde parte del local. Ella iba espectacular, con una faldita corta y una camiseta ajustada, marcando sus bonitas tetas. Entramos al local, pedimos unas bebidas y nos pusimos cerca de la pista, donde empezamos a bailar, yo tímidamente y Nerea provocativamente.

Bromeábamos y nos reíamos al ver las miradas que le lanzaban algunos de los chicos que estaban cerca cuando ella se movía en plan sexy, meneando el culo y provocándome. También bromeaba con los camareros, me presentó como a su marido y les contaba que me encantaba verla bailar así, provocando a la gente, que me excitaba y cosas así que hicieron que ellos se rieran mientras yo asentía avergonzado.

Los camareros, Pedro y Dani, que eran dos chicos muy agradables, guapos y cachitas, estaban alucinando con Nerea, que parecía empeñada en ponerme en ridículo a la vez que les calentaba a ellos. Me decía divertida: - Anda cariño, tócame, excita a tu mujercita para que baile aun mejor para todos estos chicos! Y me cojía la mano llevándosela a las tetas y al culo mientras seguí bailando y se reía junto a los chicos. - Pobrecito! Mirarle, tanto tocarme que se le pone durita enseguida, la tiene pequeñita pero juguetona! Jajaja, creo que nos vamos a ir al reservado un ratito, le tendré que bailar en privado a mi maridito… - Les dijo guiñándoles un ojo a los camareros. Acto seguido, mientras ellos seguían riendo divertidos, Nerea me pilló de la mano y me arrastró hacía la zona de reservados, que efectivamente no eran tal reservados… Había varios sofás, separados entre si con abundantes y grandes plantas artificiales y unas rejas tipo jardín que aunque parece que daban una sensación de aislamiento visual con el resto del local, no ocultaban para nada lo que allí se hacía. Nerea estaba muy excitada, ella sabía que antes o después los chicos se acercarían, aunque solo fuese a disfrutar del espectáculo.

Comenzamos a enrollarnos y a meternos mano, yo también estaba muy cachondo, le tocaba las tetas y el coñito por debajo de la falda. Le quité es sujetador para tocarla mejor y pronto le subí la camiseta para chuparle los pezones a gusto.

También le quité las bragas que estaban super mojadas, dejándole el coñito al aire debajo de la falda arremangada en la cintura.

Entonces advertimos que ya había varios chicos espiando entre los huecos de las plantas, lo cual nos excitó aun más.

Nerea se tumbó hacia arriba en el sofá, con las tetas fuera, abrió las piernas y me pidió que le comiese el coño.

Yo no puse más impedimento y hundiendo mi cabeza en su entrepierna comencé a lamerle. Ella consciente de que afuera tenía expectación gemía, me acariciaba la cabeza, se acariciaba las tetas y arqueaba la espalda, nos estaba poniendo a todos a mil. De repente, entró Dani, uno de los camareros con un par de cubatas en las manos, con la excusa de invitarnos y se hizo el sorprendido y avergonzado. - Anda! Disculpar… esto… yo… solo quería invitaros a otra copa, no pensaba que Yo levanté la cabeza de entre las piernas de Nerea asustado, pero ella sin inmutarse me empujó otra vez la cabeza abajo aplastándome contra su coñito y diciendo: - Tu a lo tuyo! - Y sonriendo al camarero le dijo – Dani cariño, eres un sol , no pasa nada, no te preocupes… No te dará vergüenza vernos asi ¿no?

  • No mujer, vergüenza no, pero no quiero interrumpir, os dejo las bebidas aquí y me voy

  • No, no te vayas… quédate un poquito conmigo, ven siéntate aquí alado mío Dani no se lo pensó mucho, y se sentó alado de donde estaba apoyada Nerea, que enseguida cogió sus manos y las llevo a sus tetas desnudas. Daniel se agachaba para besarle, comiéndole la boca y jugando con sus lenguas mientras le sobaba las tetas y le pellizcaba los pezones. Ella enseguida le pidió que se quitase los pantalones y los calzoncillos y rápidamente alargó sus manos para sobarle los huevos y menearle la polla. Tenía una polla bastante grande, nada que ver con la mía y eso que parecía que aun no estaba erecta del todo. Cuando el se volvió a agachar para comerle las tetas, pude oir como Nerea le decía casi susurrando:

  • Quiero que venga también tu compañero Pedro, quiero que me folleis fuerte entre los dos!

  • Y tu marido? No le importa?

  • Este es un cornudo! Le excita verme así, quiero que le enseñeis como disfruta su mujer con dos buenas pollas! Pedro también estaba mirando afuera, por que Dani no tuvo que salir del reservado, miró hacia fuera, hizo una señal y Pedro y otro de los chavales que había antes entraron con grandes bultos en sus pantalones que descubrían que no se habían perdido ningún detalle… A Nerea no pareció importarle los refuerzos porque quitándome de su entrepierna y mandándome al otro sillón se quitó la ropa mal puesta que le quedaba encima, se sentó en el sofá desnuda y comenzó a comerle la polla a Dani mientras los otros dos se desnudaban. Pedro y el otro chico no tardaron en estar frente a ella, con las pollas apuntándole a la cara y sobandole las tetas y todo lo que podían mientras ella les iba chupando y meneando la polla alternativamente a los tres.

Yo no sabía que hacer y estaba sentado en el otro sofá, mirando como sobaban a la que se suponía que era mi mujer mientras esta les chupaba la polla como una loca. Pero ella me miró con lujuria y enseguida me sacó de atontamiento - Has visto como hacen gozar a tu mujercita?? Si ya sabes lo que te digo siempre, soy demasiada mujer para ti solo, jajaja. ¡Vamos carnudo mío, enseñales tu cosita pequeñita a mis amigos! Yo baje la cabeza avergonzado y ella me gritó:

  • Vamos, rápido, he dicho que les enseñes tu mierda de polla a mis amigos y que te masturbes viendo como me follan! Me apresuré a bajarme los pantalones torpemente y los calzoncillos dejando al aire mi pollita, que aunque estaba en plena erección, ni se acercaba en tamaño a las pollas enormes de los otros chicos, ellos me miraron fijamente mientras se cachondeaban y me humillaban.
  • Jajajaa, no me extraña que tu mujer esté tan necesitada de macho, con esa cosita ni lo notará! Jajajaa

  • Ahora vas a ver lo que hacen las pollas de verdad, pequeñin. Tumbaron a Nerea, le abrieron las piernas, Dani se puso encima y le metió la polla hasta dentro, ella alargó su mano para coger la polla de Pedro y acercarsela a la boca, para lo que el se tuvo que poner a horcajadas encima del sillón, casi encima de su cabeza.

Mientras Dani meneaba su culo con fuerza penetrando a mi "mujer" que incluso metía la cabeza debajo del culo de Pedro, lamiéndole los huevos y acercándose al ano. El otro chico se dedicaba a sobar a mi chica y a introducirle un dedo por el culo.

Yo mientras tanto me masturbaba viendo la escena. Daniel no aguantó más y se corrió dentro de Nerea a la vez que ella también tenía un violento orgasmo, que produjo también que Pedro al verlos se corriese por encima de la cara y tetas de mi chica.

El otro chico, que ya había dilatado el culo de Nerea de tanto meterle los dedos, la cogió en volandas y la puso a cuatro patas en el sofá, se puso detrás y enfiló su polla por el agujerito trasero. Ella al principio gritó un poquito, pero enseguida comenzó a mover su culo como una puta en busca de su ración de polla por detrás. Entonces ella me llamó. - Ven aquí cariño, quiero beber también tu lechecita. Tráeme tu cosita a mi boca. Yo fui y le coloqué mi polla delante de su cara mientras le cogía fuertemente las tetas que le colgaban, me encantaba verla así, moviendo el culo mientras la follaba un cachitas por detrás.

Cada vez la follaban con más fuerza y más rápido, provocando que ella misma de los empujones se tragaba mi polla hasta dentro en cada metida. Yo ya no iba a aguantar mucho más.

Empecé a correrme mientras ella seguía con mi polla dentro de su boca, tragando toda mi leche mientras el chico también se corría en su culo y ella se relajaba. En ese momento noté a alguien detrás de mí, buscándome el culo con algo que me pareció reconocer y me desconcertó un poco, pues los tres chicos estaban delante mía sobando a Nerea con las pollas flácidas recién descargados de leche.

Entonces intenté girarme y ví a un hombre delgadito y mas bien pequeño, que desnudo de cintura para abajo intentaba penetrarme y refrotaba su polla en mi culo, incluso se había puesto ya un condón. Los chicos y Nerea se reían mirándonos y después me enteré que era el jefe del garito y que tampoco se había perdido ningún detalle de nuestra fiesta. Los chicos me decían que le dejase hacer al jefe y Nerea se reía divertida con ellos, hasta que de pronto se puso muy seria y me gritó: - Ya está bien de tanta tontería! El jefe te hará lo que le apetezca, haz el favor de agacharte y levantar tu culo para el, maldito cornudo! Sumiso asentí, y tal como me dijo agache mi pecho en los sillones e intenté abrir las piernas y levantar el culo hacia el jefe, este también se reía y se cachondeaba de mi. - Así me gusta, cornudo y bien mandado, ya verás como disfruta tu maridito, jajaja. A ver, maricón, menea el culo para mi. Yo intentaba mover el culo lo más sexy posible, a la vez que todos se reían a carcajadas y me decían muchas cosas y el jefe me daba palmadas en el culo y me escupía untándome de saliva y metiendo los dedos dentro de mi.

Al principio me hacía daño, pero después comencé a disfrutar.

Entonces apuntó su polla en mi culo y la metió poco a poco, menos mal que su polla era más pequeña y delgada que la de los chicos! Comenzó a bombear, primero despacio, pero después fuerte mientras me pedía que moviese el culo como una puta.

Pedro se le había puesto dura de nuevo al vernos y se puso sentado delante de mí, ofreciéndome la polla delante de mi cara, Nerea excitada me ordenó que se la chupase mientras ella se masturbaba.

No pude negarme, Pedro me pilló de los pelos y me obligó a meterme su polla en mi boca, yo intenté chuparsela lo mejor que pude, a la vez que el jefe me daba ya muy fuerte y me palmeaba el culo con sus manos, gritandome puta, maricon, mueve el culo y cosas así. Yo como veía que el jefe iba a terminar pronto, pillé con la mano la polla que tenía delante y comencé a masturbarla rápidamente a la vez que la chupaba hasta que por fin, el jefe se corrió dentro de mi culo y Pedro comenzó a soltar leche que impactó por toda mi cara. Estábamos todos cansados y yo algo avergonzado por todo lo que había pasado, me vestí, fui a lavarme a los servicios y ya con Nerea también vestida y aseada nos despedimos de nuestros amigos.

Por supuesto nos hicieron prometer que volveríamos . Por cierto, este relato se lo dedico a una amiga de Barcelona que me da mucho morbo y que ambos esperamos que tenga oportunidad de escaparme por Barna para ser su perrito… Ojalá os lo pueda contar en mi próximo relato.