Desventuras de sum12cm (2)

Un lector me propuso una aventura interesante y que me dio mucho morbo...

Desventuras de Sum12cm (2ª parte)

Se llamaba Raul, es un chico casado de 33 años, contactó conmigo por mail y me describió una de sus fantasias a la que poco poco, entre los dos fuimos dándole forma para llevarla a la realidad.

El nunca había tenido ninguna relación con chicos, pero le excitaba mucho pensar que un hombre le masturbaba y le mamaba la polla, aunque no podía ser un hombre cualquiera, tenía que ser un hombre que llevase puestas las bragas de su mujer y que se comportase como una autentica puta barata. Excitante y morbosa fantasía verdad?? Yo no pude resistirme a semejante petición.

Preparamos el encuentro, Raul es de Madrid pero por cuestiones de trabajo pasa mucho por Zaragoza, así que utilizamos una parada de el por mi ciudad.

Anteriormente el me había mandado un paquetito con unas bragas de su mujer, mi sorpresa fue cuando abrí el paquete y vi las braguitas, eran blancas, muy transparentes y excitantes… y estaban usadas! Olían claramente a coñito, me excité mucho al oler la entrepierna de la mujer de Raul.

Dos días más tarde era la cita, me vestí normalmente pero con la diferencia de mi ropa interior, los habituales calzoncillos los cambié por las braguitas usadas de la mujer de mi "cliente". Me dirige nervioso hacia donde habíamos quedado y me puse a esperarle a pie de carretera, como una puta barata. Estaba muy nervioso pero muy excitado. Me encontraba raro con las braguitas usadas apretandome la polla y esperando a mi cliente, me sentía puta. Por fin llegó, reconocí el coche que me había indicado, un todoterreno bastante grande, paró a mi lado, bajó la ventanilla y me preguntó descaradamente: -¿Eres puta, verdad? Cuanto cobras por una mamada?

  • Soy una puta muy barata, por 10 euros serás mi señor – Le contesté avergonzado y excitado. Me hizo subir y nos apartamos del camino, hasta meternos en un pequeño campo con árboles que tapaban parte del coche. Por supuesto, yo haciendo mi papel, fui todo el camino sobándole el paquete y metiéndole la mano por los pantalones, por lo que cuando aparcó y paró el motor ya llevaba un buen empalme.
  • A ver tus bragas puta, quiero que me enseñes las bragas. Yo no le hice esperar, en el asiento como pude me quité los pantalones quedándome en bragas, mi pollita que estaba dura casi se salía de las pequeñas braguitas y Raul me miró excitado comprobando que llevaba las braguitas usadas por su mujer.

El comenzó a tocarme por encima de las bragas, me hizo abrir las piernas y se agachó a olerme la entrepierna y dijo que efectivamente era una puta, que olía a su mujer, me ordenó ponerme a cuatro patas encima del asiento para poder verlas mejor mientras me sobaba el culo y la entrepierna y me llamaba puta y cosas por el estilo. - Vamos puta, hazme una paja que para eso te pago!

  • Si señor – Dije humillado, mientras tal como estaba a cuatro patas encima del asiento me acerqué al suyo, le bajé los pantalones y los calzoncillos dejando a la vista una polla dura bastante más grande y gorda que la mía. Comencé a acariciarle y a masturbarle con una mano, lentamente, mientras también le acariciaba los huevos. Me encantaba tener una polla así de grande en mis manos, sentir como le daba placer a este hombre que me estaba humillando.
  • Venga mala puta, chúpamela un poco, quiero que me la comas toda! A la vez que me dijo esto me propinó un cachete en el culo que hizo que me inclinase del golpe sobre su polla, dejándome la cara a escasos centímetros de sus huevos y mi culo en pompa encima del asiento. Lo primero que advertí así fue el olor a macho, un olor mezcla de sudor y genitales, que lejos de asustarme me puso aun más cachondo, así que comencé a lamerle sus huevos, fui subiendo poco a poco por su polla, después me dediqué a besar con mis labios el capullo a la vez que le daba lametones como había visto mil veces en las películas porno, hasta que decidí metérmela toda en la boca. No fue fácil, era una polla muy grande y si me la metía mucho me daban arcadas.

El cliente se reía y se burlaba mientras me seguía sobando el culo por encima de las bragas.

Yo seguí un rato chupándole la polla, lo mejor que pude, primero lento y después más rápido jugando también con mi lengua y mis labios en su capullo. Mi cliente ya estaba muy excitado, porque metió su mano en mi entrepierna y comenzó a sobarme y menearme la polla con rapidez, pero siempre por encima de las braguitas. Entonces cojí su polla con una mano, los huevos con la otra y empecé a masturbarle rápidamente mientras se la chupaba. Mi cliente gemía y me decía cosas hasta cuando sentí que se iba a correr saqué la polla de mi boca, la agité fuertemente con mis manos y comenzó a saltar semen de aquella bonita polla, mientras mi cliente se relajaba.

Yo a la vez también me corrí dentro de las bragas y seguí meneando la polla de Raul hasta que ya estuvo bien pequeñita. - Ahora quiero que te quites las bragas!- Me ordenó con autoridad.- Tal y como me ordenó me quité las bragas ante su atenta mirada, me las quitó de las manos comprobando la rara mezcla y olor entre las manchitas de flujo o pis de su mujer y mi corrida, las metió en una bolsa y me ordenó que me vistiera sin ellas. Yo me puse los pantalones sin la ropa interior, arrancó el coche y sin más palabras me llevó a donde me había recogido. Me tendió un billete de 10 euros y me dijo sonriendo: - Un trato es un trato, este es tu pago, has sido buena puta, quizás otra día te contrate. Yo aun me sentí más humillado con el pago, me bajé del coche y satisfecho me fui. Seguiré contando aquí para todos mis experiencias y os animo a que si alguna chica, chico o pareja le apetece disfrutar de mis servicios o hacer realidad vuestras fantasias, no dejeis de escribirme a mi mail: charlis6x@hotmail.com

Hasta la proxima!