Destrucción de una familia 6

Con Eleanor y Maite como protagonistas principales. Madre e hija son inculcadas en el arte de la sumisión.

Capítulo 6 – Educación

Fabián se acercó a Eleanor que colgada en posición ginecológica se recuperaba de su orgasmo forzado chorreando semen por su vagina depilada de labios hinchados por la excitación. Llorando sin consuelo la madura empresaria no dejaba de maldecir su cruel destino que la llevó de ser una respetable mujer de familia a ser degradada continuamente por perversos sujetos ávidos de sus encantos.

Con unos paños húmedos le limpió toda la corrida de la concha y le colocó un pequeño aparatito metálico en su interior asegurándolo con los anillos que tenía en sus labios vaginales. Le puso también una delgada cadena que iba desde el anillo del clítoris hasta sus pezones. Una cadena un tanto tirante que mantenía su clítoris en ebullición.

Luego bajó sus piernas dejándolas muy abiertas y elevó las cuerdas de la cintura dejando a la mujer con el culo bastante elevado. Totalmente abierta y estaqueada permanecía Eleanor emitiendo sordos sollozos cuando Fabián le separó las nalgas con ambas manos.

-Qué culo Ely!!! Desde que te conozco me calentó tu culo. Si habré fantaseado que te lo rompía jajaja!!!!  ¿Y tu cara de mojigata y puta a la vez? No te das una idea… -expresó el amigo de su cuñado.

Acto seguido enterró cara entre esas potentes nalgas abiertas y con voracidad procedió a lamer, morder, fregar la zona, logrando que Eleanor siguiera teniendo descargas placenteras en sus terminales nerviosas. Su respiración se agitó cada vez más y su ano que hasta hace pocos días nadie había profanado comenzó a dilatar a la vez que se tensaban sus músculos.

Cuando la lengua del hombre comenzó a ser insuficiente para incitar ese agujero trasero, le introdujo los dedos, uno a uno la fue penetrando con ellos hasta alojar cuatro de su mano derecha.

Ya los gemidos de Eleanor eran notorios aunque seguía derramando lágrimas. Era la peor humillación sufrida en su vida sin dudas. Las anteriores veces que fue sodomizada al menos su conciencia la reconfortaba con una negación rotunda del hecho. No así esta vez que sentía que su intimidad pedía más, su culo se puso rojo y su vagina segregaba flujo como un manantial.

Fabián atacó con ímpetu con dedos y lengua observando el inminente orgasmo de la madurita.

Eleanor se agitaba en espasmos y su boca abierta solo emitía un continuo y prolongado gemido. Su espalda se llenó de un frío sudor que bañó su piel de gallina y acabó. En pocos minutos acabó por segunda vez en contra de su voluntad, pero fue sorprendida esta vez en medio de su grito de éxtasis por la verga de Fabián que se coló en su ano.

No lo vio venir, no había alcanzado a relajar su cuerpo cuando fue invadida analmente.

-Aghhh!!! Noooo, otra vez nooo!!!! – fue el desgarrador grito de la empresaria.

Con un frenesí diabólico Fabián bombeó ese dilatado ano dejándolo en carne viva, sintiendo cada pliegue rodeando su pene, y cuando empezó a expulsar su leche se aferró con manos como garras de las tetas, apretándolas con saña y haciendo que la pobre sufriera más aún.

-Uf! Putita… - se fue relajando él. – Ahora si estoy más tranquilo… me hacía falta descargar un poco para hacer el trabajo que me encomendaron…

No bien retiró su casi flácida verga del culo apretó un botón de un mando a distancia que guardó siempre en su bolsillo. Una descarga eléctrica se desprendió del aparatito incrustado en la vagina de Eleanor que la hizo dar un alarido a la vez que tensaba sus músculos al límite. Un chorro de lefa y alguna otra sustancia salió despedido del ano de la mujer. Luego se desmayó.

Cuando reaccionó unos minutos después se hallaba acostada en el piso. Ahora sus manos se encontraban esposadas en la espalda. La cadenita y el aparato seguían en su lugar, pero la habían liberado de las cuerdas que la colgaban. Tenía una cola de caballo hecha en el pelo, con seguridad para que se pudiera ver perfectamente su cara y cierto escozor y  molestia en su ano indicaba que había algo alojado allí. Ella no podía saberlo pero tenía insertado un plug anal con una cola de zorro colgando.

Los dos hombres estaban ahí también. Antonio filmaba y sacaba fotos de su cuñada sometida, mientras Fabián mostrando su control remoto le explicaba a Eleanor para que servía apretando reiteradamente el botón lo cual producía gritos de agonía en la madura mujer. Era como si una brasa invadiera su interior, primero, para dar paso luego a millones de agujas que se clavaban a la vez entumeciendo las delicadas paredes vaginales.

Se retorcía desparramada en el suelo mientas sus esfínteres eran incapaces de retener. Un charco de orina se había formado y en él se revolcaba Eleanor cada vez que el maldito sádico accionaba el botón.

No solo el placer de la tortura hacía que el sádico Fabián abusara del electrificador vaginal, sino también el terminar de doblegar su voluntad, que su espíritu fuera quebrado para disponer de ella con total libertad y sin barreras. Durante una larga hora se entretuvo aterrorizando, degradando, humillando y torturando a Eleanor.

Le soltó las manos y alcanzándole diferentes dildos y vibradores hizo que ella misma se penetrara anal y vaginal. La obligó a que se la chupe con devoción, cosa que ella hizo para evitar el dolor físico. Mil aberraciones y bajezas la obligó a hacer hasta degradarla completamente y convertirla en un animalito temeroso.

Antonio que observó todo, sintió como se renovaban sus energías y no se quiso despedir de su cuñada sin sodomizarla. Pero primero hizo que ella se lo pidiera, le rogara que le rompa el culo porque se lo merecía por haber sido una chica mala en el pasado que le calentó la pija cuando él era un hombre felizmente casado.

Fue el gozo supremo de Antonio cuando su verga venció la barrera anal de Eleanor. Ese culito tan deseado por años e inspirador de cientos de pajas al fin era suyo. Y lo atacó con violencia, deleitándose con los gritos de dolor de ella. Fue taladrándola por el culo y la concha alternativamente pero concentrando su ímpetu en el ano, un ano enrojecido y maltratado en extremo. Agarrado como un ave de presa de las tetas de su cuñada le imprimió un brutal ritmo dejándole el ano blandito y receptivo. Ella se ahogaba en su propio llanto al sentir la verga de su cuñado castigando su agujero y presa de la más atroz humillación tuvo que soportar esa tremenda violación como despedida de sus seres queridos.

-Esto está apretado aún Ely jajajaja!!!! –la gozaba Antonio. –Mucho mejor que la chupadita sin ganas que me diste en tu casa… ¿te acordás? ¿Cuándo te obligaron?... Tus hijitas también me la chuparon, ahora vos corrés con ventaja porque a ellas aún no me las cogí JAJAJAJA!!!

-Malditoooo hijo de putaaaaa!!!! – se angustiaba Eleanor. –Dejá mis hijas en paz que no te hicieron nadaaaaa buahhhh!!!!!.

-Veremos, veremos putita… y no me jodas más que me desconcentro… -sentenció él imprimiéndole velocidad a la penetración anal a su cuñada,  hasta que sintió como su leche comenzaba a recorrer toda la extensión de su pene para salir al aire libre, o mejor dicho, para conocer otro cuerpo por dentro.

Luego de dejarle su carga de esperma en los intestinos y antes de que se repusiera fue Fabián quién la volvió a violar, también por el ano mientras tironeaba de la cadenita que unía sus pezones con el clítoris.

Fue el colmo de la resistencia para la distinguida hembra. Tanto tratamiento humillante y doloroso resintieron sus nervios y cayó desmayada unos segundos antes que su violador acabara.

Como conclusión de la parte de Eleanor habría que destacar que higienizada y repuesta en parte fue trasladada a su nueva morada, donde su nuevo dueño tomó posesión de ella.

Toda su vida anterior desapareció en un cerrar de ojos y pasó de ser una respetable señora, trabajadora y buena esposa a una esclava de tiempo completo de un sujeto lleno de dinero con fantasías extravagantes y sádicas.

Los dos hombres volvieron a sus hogares con la promesa de volver en una semana para visitar a las niñas.

Antonio fue directamente al hospital a visitar y relevar a su otra cuñada, Yamila.

Miranda había despertado pero no estaba en sus cabales completamente, se la notaba perdida, ida, como en shock permanente. No obstante reconoció a su marido al que saludó con una mueca imitación de sonrisa. Sus heridas estaban casi curadas y fueron informados por el personal médico que en uno o dos días sería dada de alta.

Antonio fingió alegrarse mientras su pervertida mente maquinaba oscuros padeceres para su esposa.

Pasado ese tiempo fue dada de alta efectivamente. Ya instalada en su casa junto a su marido y su hijo, Miranda comenzó a mejorar. También Yamila se quedó unos días más hasta que estuviera lo suficientemente recuperada su hermana, a pesar que extrañar a su esposo y sus hijos que no habían podido viajar, la apetecible cuñada de Antonio sentía día a día más calentura ya que era de una dinámica muy caliente, tantos días sin sexo la estaban alterando y se sentía irritada y malhumorada.

Fabián, como profesional y amigo personal de la familia comenzó a tender a Miranda para una óptima recuperación. Para ello comenzó a visitar la casa todos los días donde pasaba una hora a solas con Miranda escuchándola y aconsejándola. Eso, pensaban todos, en realidad estaban de acuerdo con Antonio para psíquicamente quebrar definitivamente a esa mujer, ayudados con procesos de hipnosis más alguna que otra droga solo de conocimiento de psiquiatras administrada de forma tal de ir minando su voluntad y desarrollarle una doble personalidad.

El rencor de Antonio no tenía límites y su amigo psiquiatra no tenía escrúpulos, por lo que con paciencia fueron llevando la frágil mente de la adultera hacia donde ellos querían.

Mientras tanto en la quinta, las dos hijas de Eleanor eran entrenadas diariamente en el antiguo arte de la prostitución y para tal fin eran sometidas a castigos y privaciones con lo que sus voluntades fueron destruidas. De esto Fabián recibía informes detallados que comunicaba inmediatamente a Antonio.

-No doy más de calentura… tenemos que hacerles una visita a mis sobrinitas. Todavía me acuerdo la mamada que me hicieron a medias cuando estaba atado jajaja!!! –exclamó Antonio.

-Tenés razón viejo, pronto iremos, no te preocupes… son tuyas y te las podes coger cuando quieras. –le respondió Fabián, y continuó diciendo:

-A propósito me mandaron un pen drive  con un incidente que ocurrió con la más chica, parece que se les reveló con su primer cliente y la tuvieron que castigar. ¿Quién hubiera pensado no?  Con el carácter dócil de la piba… yo me hubiese imaginado que Karina les daría más problema, con lo loca que es… pero no. Y como todas las habitaciones y celdas tienen cámaras como ya sabés, quedó registrado y me lo mandaron. Dicen que la nena ya aprendió la lección.

-Dámelo que lo pongo.

La primera  toma era de una cámara que estaba en un pasillo, donde se veía una mujer caminando desde arriba y alejándose de la filmadora.

-¿Esa es Maite???!!! – exclamó sorprendido Antonio. Al no ver la cara solo imaginó que era ella reconociendo solo su cabello…

La mujer se detiene en una puerta y golpea tímidamente y ahí pasa a verse la filmación de la cámara de la habitación.

Un viejo va a abrir mientras otro espera en una barra tomando algo. La puerta se abre y efectivamente ahora que se le ve de frente es Maite.

Estaba irreconocible, con tacos, una micro mini escocesa y una camisita blanca anudada sobre el ombligo, con una corbata bordó media suelta.

Su pelo estaña dividido en dos colas a ambos lados de la cara. Estaba preciosa la pendeja se decían Antonio y Fabián. Esas tremendas piernas completamente desnudas, más esa faldita tan corta que vislumbraba el comienzo de las nalgas de la nena hicieron erectar sus vergas inmediatamente.

Aunque su cuerpo decía que tenía más años que los que representaba, su carita aún infantil surcada con algunas huellas de sufrimiento demostraba que no, era una apenas adolescente aún.

Quien sabe que aberraciones habían hecho con ella para doblegar su voluntad, si bien es cierto que Maite era dócil por naturaleza, es difícil creer que entregue su cuerpo a viejos degenerados como esos dispuestos a someter a sus más bajos instintos a una nena de 15 añitos.

A todas luces se veía que la fantasía de esos viejos verdes era fornicar una menor de edad vestida con su uniforme escolar… quizá una de las fantasías más recurrentes pero no por eso menos efectiva.

-Holaa… me dijeron que querían verme… -dijo muy tímida sus letras aprendidas Maite.

-Si alumna, adelante… hay quejas de los profesores señorita, dicen que no estudia y que hace alboroto en clase. Se merece un correctivo. –dijo uno de los viejos sosteniendo a duras penas las babas en su boca y con mirada lujuriosa.

Acto seguido se posicionó uno delante y otro detrás de la chica. Mientras el de atrás se aferraba con ambas manos a esas generosas y juveniles caderas el de adelante le sacó la corbata y abrió la camisa para después sacarla completamente.

Los adolescentes pechitos de Maite quedaron a la vista de los pervertidos y fueron sobados por los dos a la vez.

Poniéndola de rodillas sobre la cama el veterano del frente se bajó los pantalones dejando a la vista su pene viejo pero completamente duro. De unos 15 o 16 centímetros apuntaba arriba desprendiendo gotas de líquido pre seminal.

Maite lo tuvo que agarrar con su manita y después de pajearlo un poco lo engulló. Sus tiernos labios se cerraban abarcando la cabeza de la verga del viejo y dando largos chupetones trataba de introducirlo todo. Desde la posición de la cámara no se podía apreciar la carita de la niña pero los videntes estaban seguro que alguna lágrima se descorría por sus grandes ojos.

El de atrás manoseó largo rato las potentes nalgas para luego levantar completamente la pollerita y bajarle la tanga, una tanga de esas tipo hilo dental que se perdía dentro de los poderosos glúteos.

Luego de retirarla los abrió con ambas manos y se sumergió con alma y vida a devorar literalmente la almejita de la chica.

Entre los resoplidos de los repugnantes vejestorios se escuchaba alguna vez algún tierno quejido de Maite que hacía que las pijas de Antonio y Fabián dieran saltos.

El viejo decrépito lamia toda la vagina de la niña desde el clítoris ascendiendo hasta el anito al que remojaba y hasta introducía la lengua en él. Algo que siempre repudió y le dio asco a la pequeña a pesar de haber sido vejada, golpeada, torturada y educada rigurosamente fue el tratamiento que los hombres daban a su ano. Lo odiaba con todas sus fuerzas, pero había aprendido a disimular y aguantar lo que sea a fin de no recibir más castigos.

Ella continuaba chupando la verga del otro viejo a la vez que su desalmado compañero ensalivaba toda la zona baja y entre nalgas de Maite.

De pronto, un movimiento veloz tuvo lugar en el viejo de atrás. Se paró, sacó su pene, más o menos del tamaño que el del otro y arremetió brutal y sorpresivamente contra ese anillito de carne estrecho y delicado.

Debido al dolor y la sorpresa del ataque fue que la niña no pudo controlarse y aplicó un feroz mordisco al pene que mamaba.

Allí se desencadenó el incidente mencionado, porque grito de dolor atroz del viejo, retiró su pene del alcance de esos dientes y le propinó un terrible golpe de puño en el lateral de la cara a la nena que la arrojó sobre la cama haciendo que se desclave la pija del otro violador de su anito.

En pocos segundos entraron cuatro gorilas en la habitación para poner orden. Tanto como protección de los clientes como de la muchacha. Dos de ellos la agarraron de los brazos y la sacaron mientras los otros dos calmaban a los viejos que estaban iracundos de ira.

La imagen que continuaba era cuando los dos gorilas introducían a Maite en una celda, su celda separada con barrotes solamente de otras celdas y donde mediante la variedad de cámaras instaladas pudieron ver en la celda vecina a Karina desesperada gritando piedad para con su hermanita, mientras los gorutas inconmovibles colgaban de las muñecas a Maite, sus brazos fueron atados juntos y luego elevada hasta que sus pies agatas apoyaban el suelo.

Suplicas entre llantos dejaba salir la niña con un tono lamentoso que helaba la sangre y conmovía a los observadores. Pero los guardaespaldas eran otra cosa, habían hecho este trabajo mucho tiempo y no había llanto ni súplica que los amilanara.

Pocos minutos después llegó un tercer sujeto con instrucciones:

-Es nuestra. –expresó. –Dicen que la castiguemos con lo acostumbrado pero sin daños permanentes.

Le arrancaron la falda escocesa que era la única prenda que le quedaba, puesto que los tacones los había perdido y se posicionaron uno delante y otro detrás de la colgada y humillada niña.

-Así que tenés el culito sensible todavía, nenita? –preguntó el de atrás abriéndole los cachetes del culo mientras Maite jadeaba desesperada imaginando lo que iba a pasar.

Y eso pasó, el grandote de atrás se escupió en la palma de la mano y se untó la verga antes de apuntar al anito y le descerrajó un pijazo tremendo que inscrustó media pija dentro.

-AAGGGGHHHH!!!!! NOOOOOO AYYYY!!!!! –La pobre Maite dejó salir un alarido fortísimo cuando la verga del sujeto la penetró.

Retiró un poco su pene y otro envión temerario que alojó toda la extensión del palo de carne en el recto de la nena.

-AH AH AH AYYYYY!!!! NOOOO!!!! ME DUELEEEE!!!! –gritaba sin poder respirar la muchachita mientras el desalmado le castigaba el anito a vergazo limpio.

-Tenés que obedecer piba si no querés que te castiguemos. –dijo el que estaba adelante mientras le apretaba los pechitos con furia. –Y ahora me toca a mí.

Y ahí fue cuando apuntó su pene a la vagina y cuando colocó el glande entre los labios mayores la ensartó.

-AYYYYYYYY!!!!!! ME ROMPEN!!!! BASTAAAAA!!!! AYYYYYY!!!! –Sollozaba ella lagrimeando de angustia y dolor.

En la celda contigua, Karina observaba todo y no paraba de suplicarles que dejaran a su hermanita en paz, los trataba de hijos de puta cobardes que atacan a una niña de 15 años indefensa.

A lo cual el tercer gorila le dijo:

-Quedate piola vos pendeja… no querrás ocupar su lugar ¿no?... jajaja

Largo rato siguieron violando desgarradoramente a la pobre niña en medio de sus gritos de dolor y súplicas de piedad.

De pronto los dos a la vez sacaron sus pijas del cuerpo de Maite y el otro sujeto empuñando una picana eléctrica le aplicó un par de descargas en los pezoncitos y la conchita haciendo que la nena se mee del dolor mientras alaridos de terror escapaban de su garganta.

Luego los otros dos empuñando esos látigos de sado con muchas puntas que golpean pero no lastiman comenzaron a la vez a aplicarle latigazos por delante y por detrás haciendo colorear las nalgas, espalda, piernas, abdomen y pechos de la nena.

-Basta por favor!!!!! – suplicaba Maite. –Bastaaaa!!!! No lo vuelvo a hacerrrrr!!!!!. Voy a portarme bien!!! Sniffff…

-Veremos nenita. -dijo uno de ellos clavándose impúdicamente en su culo nuevamente.

La sodomizó largo y tendido y acabó dentro de ella con un estertor de placer.

Después los otros dos la volvieron a penetrar a la vez arrancándole nuevos gritos, para acabar ambos con poca diferencia entre uno y otro dejando a Maite abatida y desmoronada en su celda.

Se fueron los tres y la imagen se cortó.

-La mierda! –exclamó Antonio. –Pobre Maite! La trataron rudamente esos tipos… me da un poco de lástima porque es tan buena la pendeja…

-Si querés que se convierta en una puta sumisa que te haga ganar plata, deberá aprender a obedecer… -se explicó Fabián. –El viejo al que mordió la pija es un cliente de los buenos, ni hablar que hubo que reintegrarle lo pagado y obsequiarle con pases gratis para que no arme despelote…

-Si, tenés razón, pero me dio un poco de cosa como la trataron, no es más que una nena! Aunque tengo que reconocer que la pija se me puso a full!!! –expresó Antonio.

-No veo la hora de cogerme a esa pendejita y a su hermana. Porque ¿las vamos a coger no????!!! –preguntó Fabián.

-Obvio amigo, yo también me deslecho por ensartar esas conchitas jovencitas y esos anitos estrechos. Pero tenés que terminar de quebrar a Miranda así la llevamos ahí también para que me rinda unos pesos mientras nosotros nos ensartamos a las pendejas. –explicó Antonio.

-Ya falta poco… una semana más de sesiones y empastillada no va a saber donde está y la podremos dominar a placer. Ah, primero me quiero coger yo a tu mujer eh!!!! Me lo prometiste.

-Por supuesto, vos y varios más se van a culear a esa puta adultera… kilómetros de vergas de va a tragar y miles de pesos me embolsará… jajaja!!!!

CONTINUARA...