Destinos unidos ¨volver a creer¨ 2

Viaje

La cara de Daniela era de sorpresa pero a la misma vez sus ojos reflejaban un brillo que me decía que la idea le hacía mucha ilusión..

—De verdad? a donde iremos? —Preguntó emocionada

—A la casa que tengo en la playa, Pedro y Elisa irán con nosotros será un fin de semana muy divertido..

Su cara me lo decía todo estaba muy emocionada y yo también, tenía demasiadas ganas de pasar un día con mi hermosa familia.

A la mañana siguiente desperté algo tarde ya que había decidido no ir al despacho, era jueves y quería ayudar a Daniela a arreglar las cosas para el fin de semana, me duché y me vestí lo mas cómoda que pude y me puse a preparar el desayuno para mis hijos y mi esposa, una vez que estuvo listo ellos solos llegaron a la mesa, sus caras eran de felicidad pura y ya me imaginaba cual era la razón, los tres me miraban esperando a que yo hablara, Daniela tenía una cara de felicidad y parecía una niña pequeña y eso me encantaba de ella, me tenía fascinada.

—Creo que su madre ya les contó —Reí —Parece que está mas emocionada que ustedes, pero es cierto niños.. nos vamos a la playa mañana por la mañana..

Los gritos de Fabiolita no se hicieron esperar y corrió y me abrazó lo mas fuerte que pudo, y Carlitos abrazó a Daniela, ambos estaban sumamente contentos con la aventura que se venía este fin de semana.

El día lo pasamos de compras y arreglando nuestras maletas, nos encontrábamos muy emocionados y desesperados por que el día terminara y poder irnos al mar.

Mientras tomaba una cerveza observando el cielo un poco nublado, me perdí en mis pensamientos pensando en mi madre Elizabeth, a pesar de haber encontrado a Sandra mi madre biológica me seguía sintiendo triste, la extrañaba tanto y hubiera deseado tanto que conociera a mis hijos, pero así era la vida y no había otra que seguir adelante.

—Que piensas mami? —Dijo mi pequeña Fabiola sentándose a mi lado .

—En tu abuela Elizabeth que está en el cielo pequeña..

—Hay veces que aparece en mis sueños.. —Dijo la niña algo triste

—Cuando sueñes con ella ahí es cuando debes de aprovechar para abrazarla pequeña..

—Si mami siempre lo haré..

—Eso me parece bien peque

Me abrazó y yo le correspondí a su abrazo sintiéndome la mujer mas feliz del planeta, tenía todo en la vida no podía pedir nada más.

—Mamá, cuando podré ver a Melissa de nuevo?

Su pregunta me dejó completamente sorprendida, ya que de Melissa no habíamos vuelto a saber desde la fiesta que Estela organizó ya hace dos años atrás y que la pequeña lo recordara se me hacía muy extraño.

—Amm —No tenía idea de que decirle a la pequeña —No lo sé, ya no he hablado con ella desde la fiesta tu lo recuerdas??

—Nunca se me va a olvidar —dijo suspirando algo triste —Es muy bonita...

—Tu crees?? —Pegunté algo sorprendida

—Si, me puedas dar permiso de verla?

—Pequeña no sé si es posible, no tengo su número ni nada.

Su cara reflejó mucha tristeza y yo me sentí mal por verla así..

—Intentaré comunicarme con ella Faby pero no te prometo nada hija..

—Gracias mamá —besó mi mejilla y corrió hacia adentro feliz y eso me hizo sonreír tontamente.

Me preguntaba que había sido de la vida de Melissa, habían pasado dos años de la última vez que la vi y lo último que supe fue que su familia la había desheredado y estaba trabajando en una universidad dando clases.

Lamentaba mucho como habían terminado las cosas pero por otro lado me alegraba que se hubiera librado de su horrible familia.

La tarde pasó tranquilamente y Dany se la pasó el resto de la tarde con los niños, ya en la noche mi cansancio era extremo, las cervezas jugaban un papel y hacían que el sueño me ganara esta vez.

—Ya duérmete mi amor —Dijo Dany entrando al cuarto -No puedes ni con tu alma..

—Dormiré hasta que estés tu a mi lado ahora mismo abrazándome

Sonrió y se acostó a mi lado yo rápidamente busqué sus brazos y me abracé a ella, me encantaba la sensación de tranquilidad al estar en sus brazos.

Los ojos se me cerraron y no supe en qué momento amaneció solo recuerdo despertar algo alarmada pensando que se había hecho tarde, tomé el móvil y revisé el teléfono y verifiqué la hora y vi que apenas serían las 5 am, me levanté y fui a ducharme y a subir todo a la camioneta y cuando tuve todo listo entré a la casa a ver a mis pequeños quienes ya se encontraban en la sala esperando muy animadamente.

—Vaya pensé que tendría que despertarlos —Dije besando la frente de los dos pequeños

—Mami nos despertó, ella también está muy emocionada —Dijo Fabiolita riendo

—Todos estamos muy emocionados, será muy divertido ya lo verán

Cuando estuvimos listos, minutos después llego Pedro junto con su esposa y su pequeño, pedro se miraba muy ilusionado y Elisa muy contenta.

—Primas! —dijo Pedro abrazándonos —ya estoy muy emocionado

—Tu prima está igual que tu —dije burlona

—Cállate que tu estas igual de emocionada —reímos todos

Una vez estuvimos listos cada quien subió a su respectivo coche y emprendimos camino hacia la playa que quedaba a tres horas de la ciudad, En el camino Dany le contaba a los niños sobre adonde iríamos y los planes que ya tenía hechos, mis hijos miraban con fascinación a su madre y es que era imposible no hacerlo esa mujer era única.

Sonreí al pensar eso ultimo y Dany me miró con una sonrisa demasiado coqueta que erizó mi piel. lo que ella causaba en mi no tenía comparación, era la única que había podido provocar tantos sentimientos en mi a la misma vez.

Seguí manejando, Pedro venía detrás de mi en su coche siguiéndonos, todos estábamos impacientes por llegar a la playa. Horas después de manejar por fin llegamos, era simplemente relajante, la brisa pegaba en mi cara y se sentía increíble la sensación de libertad, definitivamente había sido la mejor decisión que había tomado.

Los niños inmediatamente corrieron a la orilla del mar junto a Dany para apreciar aquella belleza de lugar, el clima era fresco y las nubes nublaban casi por completo el cielo, era el clima ideal para apreciar un lugar así de bonito.

—Es genial no crees? —Dijo Pedro abrazándome —Gracias Faby por hacer esto por mi.

Besó mi frente y se fue al lado de su esposa y su pequeño, desde lejos yo miraba a mi familia mojarse los pies en la orilla del mar, era la imagen perfecta y me tenían sumamente embobada, me sentía una cabrona con suerte, esta era la vida que siempre había soñado y mi pecho estaba apunto de estallar de la felicidad que sentía en ese momento tan perfecto y único.

Después de un rato de estar observándolos recordé que tenía que ir al hotel a recoger las llaves, caminé hasta donde se encontraba Pedro y le avisé que iría y le pedí que se encargara de cuidar a todos mientras yo regresaba, una vez que puse a Pedro al tanto, me puse en camino al hotel, quedaba cerca de ahí por lo cual no tardaría en llegar caminando, mientras caminaba perdida en mis pensamientos sentí como tomaban mi mano y al girarme Fabiolita me miraba con una gran sonrisa.

—Mami dijo que podía venir contigo para cuidarte de las perras de aquí —Dijo encogiendo los hombros mientra la miraba sorprendida y apunto de reír.

—De verdad dijo eso? —Pregunté

—A mi no —Cubrió su boca riendo —Se lo estaba contando a tío Pedro y escuché y me ofrecí a venir..

Me tenía totalmente sorprendida mi pequeña, era muy inteligente para su edad y su forma de entender las cosas era totalmente sorprendente.

Decidí no decir nada respecto al tema y seguir mi camino hasta el hotel con mi pequeña de la mano, al llegar a recepción una joven bonita me miraba sonriendo desde que entre y yo amablemente le sonreía de vuelta, cosa que no pasó desapercibida por mi hija y apretó mi dedo haciéndome gritar un poco de dolor, había entendido el mensaje y dejé de sonreírle a la chica.

—Buen día señorita—dije llegando hasta donde estaba —Tengo reservación de dos cuartos a nombre de Fabiola Contreras.

—Claro que si guapa dame un momento —Sonrió y se fue a buscar las llaves mientras yo recibí otro apretón mas fuerte de mi hija.

—Oye! porque haces eso —Dije dolida

—No creas que no te estoy viendo Contreras —Dijo y solté una carcajada, definitivamente amaba esa niña era una copia mía pero con todo el carácter de Dany, era una combinación perfecta.

—Yo soy inocente pequeña, me estoy portando bien —dije riendo

—Bueno, eso lo decidirá mamá —Dijo enojada viéndome

—Creo que estas en problemas Faby —Dijeron a mis espaldas una voz conocida y al ver a mi hija pude ver como su cara se iluminó por completo

—Melissa —Dijo mi hija totalmente emocionada.