Destino xiii

Reconexión.

Hola a todos. Espero disfruten este capitulo, sus críticas y valoraciones son siempre bien recibidas. Se que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos por aquí y sé que muchos no han olvidado esta historia y por ustedes es que he decidido terminarla. Y es que entre tanto trabajo, debí superar una ruptura, bueno en eso estoy... perdí las ganas de escribir y de cierta manera perdí el rumbo. Empece a escribir pero nada me satisfacía, por un momento pensé en dejar la historia así y que cada uno de ustedes, la imaginara como quisiera. Ha sido difícil reconectarme con esta historia, pero me parece que lo he logrado o al menos estoy en el camino. Disfrutenlo y nos vemos en el XIV.

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-Esto es un infierno ¿a quién le importa lo que haga o deje de hacer?- dijo Fernanda entrando a la estancia familiar de su finca en Francia. Bueno no era suya aún, pero lo sería algún día.

-Sabíamos que esto sucedería Fernanda, déjalo pasar.- respondió Constanza, levantándose y abriéndole los brazos amorosamente a su hija. Ambas se dieron un par de besos y se abrazaron fuertemente.

-Madre, tengo un fotógrafo a cada paso que doy. Tuve que contratar seguridad en New York.- respondió Fernanda mientras iba directo a servirse un whisky.

-Podemos poner una demanda a cada uno de los fotógrafos, a las revistan que vendan y compren fotografías tuyas, si así lo quieres.

-Sí eso me encantaría si sirviera de algo, seamos realistas es un litigio que no necesitamos y tengo mejores cosas en qué gastar mi dinero, no les daré más motivos para que me sigan acosando.-

-Pasará hija y si sigues como hasta la fecha ignorándolo, pronto se habrá olvidado.¿Cómo estuvo el viaje?

-Sin novedades, ni contratiempos madre, gracias por preguntar. ¿Tenemos listo el asunto Bauer?- dijo mientras mirada su iPhone, esperando encontrar alguna señal de comunicación por parte de Alexandra, pero no fue así, respiro pesadamente, pues había pasado poco más de dos meses en los que por cuestiones de trabajo por parte de Fernanda, no habían podido reunirse.

-Sí, todo preparado como lo hablamos. Mañana mismo terminamos con este problema.

-Revisé nuevamente todos los documentos madre y están listos, por favor mira el correo que te envíe con asunto Relación Salvatierra – Bauer.- miro su iPhone ante la notificación que recibió “Estoy en camino a la finca junto a tu padre. ¿Sabes? Hablas idéntico a él, no cabe duda que eres toda una Salvatierra. Te extraño.”- Este mensaje provocó en Fernanda una sonrisa de la que Constanza no se percató, mientras le respondía “Yo también te extraño mucho mi amor, estoy ansiosa por verte”.

-¡Es un bastardo! Cómo se ha atrevido a sentarse en mi mesa, estrechando al hombre que traiciona su confianza sin el menor escrúpulo.-

-Lo sé, ¿te imaginas que hubiéramos emparentado y haber descubierto todo esto? El escándalo nos hubiera destruido, quizá no en bancarrota, pero a como esta la bolsa actualmente, sin duda nos estaríamos en aprietos.-

-Hija el escándalo aún se puede desatar, pero podemos anticiparnos a daños colaterales y si todo sale como lo tenemos planeado, no habrá ningún escándalo.-

-Eso espero, por cierto ¿papá tardará mucho en llegar? Digo estaría bien que cuando llegue la Ing. Cohen y papá pasemos a cenar, seguramente no han probado alimento desde la comida.-

-No deben tardar… Gertrude- dijo girándose para ver de frente a la mujer blanca de mediana edad que atendía esa finca.-por favor que la mesa y cena estén listas.- Gertrude asintió servicialmente sin decir más. -Tú padre no suelta a Alexandra, la trae de una lado a otro en la finca y hoy decidió llevarla a las oficinas para ver números en cuanto a la sustentabilidad de la finca. ¿Qué sabes de eso?-

-Sí, es algo que estamos probando. Verás, la Ing. Cohen, dice que la finca puede mantenerse sola, de hecho lo hace, la Finca genera dinero para mantenerse, lo que Alexandra quiere probarme es que puedo ahorrarme parte de ese dinero si aprovechamos todos y cada uno de los recursos que tenemos y el dinero invertirlo en otras cosas para mejoramiento. Tiene a prueba un tiempo para ver resultados y si no volvemos a como estábamos.-

-Nunca has estado interesada en eso, Fernanda, ¿por qué dejas que lo haga?, no es algo que no supieras.-

-Tiene razón, no me interesa.- respondí riéndome ya que solo lo hacía por Alexandra.

-¿Entonces qué pretendes?- respondió mi madre interesada por mi respuesta.

-Vera madre, cuando contraté a la Ing. Cohen le di carta abierta a a que tomara ciertas decisiones por el bien de la finca, a fin ella es experta en esas cuestiones. Contrató una veterinaria 24/7 para la finca- mi madre intentó refutar eso con lo que ya sabemos, nuestros veterinarios nunca han tenido ese esquema de trabajo, así que antes de que pudiera decir algo, levanté mi mano derecha para que no me interrumpiera y me dejará continuar. –La idea no me gusta del todo, pero le otorgué cierto “control”- simulando comillas con mis dedos indice y medio de ambas manos. -en las decisiones y no quería restarle autoridad; además la Ing. Cohen tuvo a bien instalar a doctora en la casa de visitas y no viene sola, trae a su hermana a la que he matriculado en una buena Universidad con el mejor plan de estudios para medicina.- nuevamente mi madre intentó interrumpirme para hacer la serie de preguntas que ya imaginaba así que nuevamente con el gesto de la mano le indiqué que me dejara terminar. –La beca ya la teníamos pensada, solo nos estamos adelantando un poco, además bajo esa circunstancia no la podía despedir; Pamela Duarte es joven, tiene un currículum y referencias aceptables, me parece que de alguna forma la puedo hacer a la manera que requiero que me funcione en la Finca, quiero ver qué tal maneja a los animales y soltarle los caballos, que se enfoque en ello además necesito hacerme de mi personal de confianza, la mayoría esta acercando a una edad de retiro así que no puedo seguir dependiendo de ellos. Estás invirtiendo una suma muy grande en caballos madre, hay que tener a alguien de confianza, démosle una oportunidad y respecto a la sustentabilidad no estaría mal añadir a nuestra empresa un “socialmente responsable”, no es por el dinero, la finca da para mantenerse, pero si eso con lo que se mantiene lo podemos en utilizar en que produzca más o destinarlo a algún programa, valdrá la pena. Debo apoyar las ideas de mi gente, si no ¿qué tipo de líder sería?- dije seriamente, en ese tono en que aunque me cuestionaran algo, mi decisión ya estaba tomada.

-Por lo que veo, está muy bien organizado.- dijo Constanza sonriendo de satisfacción por las decisiones de su hija.

-Es correcto.- y Fernanda sonrió.

-Me parece bien, solo me gustaría que pasara la primera cosecha aquí para tener un cantidad real de lo que esta finca puede producir, ya conforme a esos números y los planes de a Alexandra podremos echarlo a andar aquí, ¿te parece?-

-Me parece justo señora.-

Justo en ese momento, entraron el padre y la ¿novia? De Fernanda.

-Buenas noches hermosas- dijo el hombre de aquella familia con una sonrisa de felicidad, al ver a las mujeres de su vida. Primero saludó y besó a su esposa, mientras Fernanda y Alexandra intercambiaban miradas, que fueron cortadas por su padre que la abraza fuertemente en señal de bienvenida, pero más que nada de extrañarla profundamente.

-Sr. Salvatierra hasta que se deja ver, qué mal anfitrión es.-

-Perdona princesa, sabes que cuando tenemos a Alexandra hay que trabajar a marchas forzadas.-

-Ing. Cohen, buenas noches. Un gusto verla.- Extendiéndole la mano para un saludo demasiado formal para ellas -¿qué tal la trata mi padre? ¿La está explotando?-

-Buenas noches Arq. Salvatierra. Nada de eso, su familia me trata muy bien.- respondió Alexandra, soltando, sin querer soltar la mano de la mujer a la que se moría por besar. -¿Qué tal estuvo su viaje?- pasando sus brazos por detrás de su espalda para reprimir ese deseo.

-Muy bien, muchas gracias Ingeniera, ¿qué tal su estancia aquí?- preguntó Fernanda manteniéndose seria.

-Con mucho trabajo y muy productiva.- respondió Alexandra siguiéndole el juego a su ¿novia?

-Vaya señoritas, parece que cada centavo gastado en su educación valió la pena, ya pocas personas de su edad se dirigen con la propiedad y el respeto con la que ustedes de hablan.- intervino Constanza, a quien no le sorprendía eso en Fernanda, pero sí en Alexandra ya que al menos entre ellas se tuteaban. –Continuemos esto en el comedor, la mesa ya está puesta.-

-Sí, en un momento los alcanzo, pasaré primero a lavarme las manos.- contestó Fernanda dándole el tono necesario para que Alexandra lo entendiera.

-Yo también, ¿puedo acompañarla?- intervino rápidamente Alex.

-Claro, es por acá.- y antes de que alguno de los dos Salvatierra que quedaban ahí pudieran decir algo, ellas ya habían desaparecido.

Bastó con que Alexandra cerrara la puerta tras de ella para que Fernanda la aprisionara entre su cuerpo y esa puerta. Fue un beso ansioso y torpe pues al primer contacto más allá de besar sus labios, chocaron sus dientes. Ambas rieron y fue Fernanda que sin controlar más su impulso volvió a besarla tomándola con ambas manos por la cara y con desesperación buscaba recuperar todo el tiempo que con el que la había anhelado. Sus labios no le daban tregua a Alexandra, y ella a pesar de las mordidas un tanto dolorosas ni de la falta de aire de la que era víctima paraba esos besos.

-Arq. Salvatierra, debemos volver.- dijo Alexandra aún agitada por lo sucedido.

-Lo sé Ing. Cohen, solo que no podía reprimirme más tiempo, la he extrañado demasiado.-

-Y yo a ti mi amor ¿nos lavamos las manos?-

-No queda de otra ¿verdad?-

-No Arq. Salvatierra, dese prisa o vendrán a buscarnos.- y así lo hicieron no sin antes, darse un par de besos fugaces más.

-¿Cómo te va en los estudios hija?- preguntó Mario a su Fernanda.

-Bien como siempre, a veces las investigaciones se me hacen tediosas, sobre todo las de economía-

-No me sorprende, nunca te ha gustado.-

-No es eso papá, la considero útil en algunos aspectos, pero no me parece interesante.-

-¿Y qué le parece interesante Arq. Salvatierra?- intervino Alexandra, quien se encontraba al otro lado de la mesa, junto a Constanza.

-A decir verdad llegué a un módulo donde nos dan introducción a la fabricación de muebles, eso es bastante entretenido. Dejé una materia para el próximo semestre para poder pasar más tiempo en el taller.-

-¿Crees inclinarte hacia ese lado?- preguntó Constanza.

-No creo, al menos no por ahora. Estoy terminado de armar una cabecera, digo no es la gran cosa, ni el gran diseño- y sacó su iPhone para buscar unas fotos y enseñarles a los presentes -más bien como ejercicio de entender el proceso y llevarlo a cabo, me gusta y bueno lo he integrado a las cosas que he proyectado, me gusta la idea de que los espacios tengan algo único en todo sentido.-

-Es muy bonita, ¿Y tú cortaste y uniste todo? ¿No es peligroso?- dijo su madre quien después de haber mirado junto con Alexandra, le dio el dispositivo a su padre.

-Nos dieron capacitación para utilizar las herramientas y en el taller siempre hay un auxiliar al que deberíamos pasarle los planos, haga los cortes y hasta puede armarlo , hay quienes así lo hacen, pero siento que si no lo hago yo, no lo entiendo.-

-Me gusta, simple y elegante, procura tener cuidado en el taller, por favor.- le respondió su papá dándole nuevamente su teléfono. – ¿cuáles proyectos Fernanda?-

-Nada en específico, desde que entré a la carrera, hice levantamientos de la casa, la oficina, la finca, cualquier lugar que me guste, algunos están completos como la casa de la ciudad, otros solo son áreas y así conforme se me ocurre algo lo voy cambiando, por el momento estoy bastante satisfecha con la parte de interiores.-

-Ya estás en New York, aprovecha y prepárate ahora.- le dijo Constanza.

-Será después mamá, quiero terminar esto y regresar a la ciudad, tengo planes y en su momento lo sabrán.-

-Qué misteriosa es usted Arquitecta.- le dijo Alexandra con una mirada lo suficientemente penetrante para ponerla nuevamente nerviosa.

-Bueno, siempre hay que tener un as bajo la manga, odio ser predecible. ¿Cómo está todo por allá? ¿Algo qué deba saber?- respondió Fernanda sintiéndose fuertemente intimidada.

-Todo en perfecto orden Arquitecta, como le gusta-. Repuso Alex.

-No es como me gusta Ingeniera, es cómo debe ser. ¿Cómo va aquí?-. Respondió Fernanda en ese tono de mando, seguro y hasta altivo que cautivó a Alex desde la primera vez, pero no lo sabia.

-Ya tengo el análisis de la tierra actualmente, está reaccionando bien a los nutrientes que se pusieron para poder avanzar solo necesito elegir a quien nos apoyara de tiempo completo aquí.-

-Sí, algo vi de eso en un correo, de que ha entrevistado previamente a los candidatos varías veces. Me parece que ha sido un proceso muy largo y me sorprende que los candidatos no hayan tomado otra oportunidad laboral.-

-Sé que ha sido largo arquitecta, pero es un proceso y el día de mañana finaliza.-

-Entonces ya podría decirnos de quién se trata.-

-Aún no lo decido, tengo dos candidatos, un hombre y una mujer, ambos son egresados de mi alma mater y ambos han estado trabajando en la zona hace un par de años, trabajaron con productores chicos, pero su conocimiento acerca de las zona es muy bueno y es lo que me interesa.-

-Sin duda Ingeniera tendrá mucho que meditar con la almohada.-

-¿Y cómo está Don Chuy, Alex?- preguntó mi padre.

-Bien, muchas gracias. Disfrutando su retiro, ya se mudo de forma permanente a la playa, por su salud es lo mejor y mi mamá ya puede estar más tranquila.-

-Hablé con tu madre la semana pasada y me dijo que pasaría una temporada con ella en California, para sus chequeos.- comentó mi madre.

-¿A qué se dedican sus padres ingeniera?- pregunté curiosa y un tanto avergonzada, por no saber nada respecto a la vida de Alex.

-Mis padres, ambos son médicos, mi padre es cardiólogo en Washington DC y mi madre es obstetra en California.-

-Qué interesante y por qué no se inclinó por esa carrera.-

-Lo hice, adelante durante los veranos algunas materias en el HighSchool, por lo que me gradué un año antes y entre a John Hopkins, me iba bien, pero no era algo que me emocionara y lo dejé me vine con el abuelo un tiempo, ya que mis padres creían que probablemente lo que necesitaba era un descanso y volver a reintegrarme, pero no fue así, mi abuelo me pagó la Universidad en España y el resto ya es historia.-

-Eso sí fue un gran cambio, no tenía que ver una cosa con la otra.-

-Sí y no fue un cambio Arquitecta, desde que tengo uso de razón, pasaba mis vacaciones con mi abuelo en su Finca, así que de alguna manera no me era tan desconocido. Dejé de venir cuando tomé las materias en verano y porque bueno, había mucha presión por la carrera de medicina, recuerdo que durante todo el HighSchool, mis padres hablaban de Harvard, Stanford, Yale, Pennsylvania y bueno siento que nunca procesé lo que yo quería. Cuando me tomo el descanso me vengo con el abuelo y me doy cuenta que eso quería hacer, mi descanso se acabó y él me propuso escoger cualquier otra carrera, porque veía que estudiar medicina, no me hacia feliz.-

-¿Y tus padres cómo lo tomaron?.-

-Bueno al momento no muy bien, les hubiera gustado que fuera médico, pero cuando vieron mi cambio al estar en España, haciendo algo con pasión, dejaron de insistir en que volviera a la Estados Unidos y me apoyaron. ¿Usted por qué estudio Arquitectura?-

-Pues por gusto, me dejaron escoger cualquier carrera, mientras no descuidara mis responsabilidades con la finca y la empresa, hacer un grado financiero o en administración, no me representaba un reto así que me fui por algo que me gustara y de lo que no supiera nada. Perdón que insista en su vida Ingeniera, cuando venía con Don Chuy, entiendo que venía a mi finca, ¿por qué no nos conocimos antes?-

-Yo puedo explicar eso, creo- intervino mi madre- es porque en los veranos cariño te mandábamos a los internados para tus evaluaciones, al estudiar en casa, debíamos asegurarnos de que tu educación estuviera al nivel de tu edad.-

-Todo tiene sentido, el DESTINO por fin nos puso en tiempo y lugar ingeniera- dije intentando que mis sentimientos no me delataran ante mis padres y sin más una idea me aterró al mirar de reojo mi reloj.- Maldita sea, es tarde. Perdón debo retirarme, tengo que enviar un trabajo que es muy importante para mis notas. Lo terminé en el vuelo, pero necesito revisarlo por si debo hacer cambios, con permiso.- y desaparecí a paso apresurado para ir a mi habitación.

No supe en qué momento terminó la cena, estaba con el tiempo en mi contra para revisar y enviar mi trabajo, terminé justo a tiempo aunque ya era algo tarde y no sabía si era prudente ir a buscarla. Fui hasta su habitación y entre sin tocar la puerta.

La encontré plácidamente dormida sobre su lado derecho y su bata aún puesta, me acerqué lenta y sigilosamente, ya que no quería despertarla y con el mayor de los esfuerzos posibles me acosté en la cama para quedar, frente a ella y mirarla dormir. Me acerqué tímidamente a ella y le robé un beso que la despertó.

-Mi amor, pensé que no vendrías.-

-Siento mucho despertarte hermosa, eso era muy importante.-

-Lo sé, por eso es que no fui a buscarte, no quería interrumpirte, ¿terminaste?-

-Sí, al límite... Te he extrañado muchísimo Alexandra.- y volvieron a besarse, está vez sin prisas, sin nada que pudiera interrumpir ese momento. Besos que expresaban la necesidad de extrañarse y de tenerse cerca y fue Alexandra quien tomó la iniciativa recostado por completo sobre su espalda a Fernanda que se dejó hacer no sin antes desabrochar esa bata. –Amor por favor espera, debo decirte algo antes de que pierda la cabeza.-

-Pues apresúrate, no te queda mucho tiempo.- y le dio un suave mordisco en su cuello debajo de su oreja izquierda.

-Quiero que consideres contratar a los dos candidatos.- dijo sin más Fernanda

-¿Qué?-

  • Sí, considera a los dos, no sé nada de ellos, confío plenamente en tu juicio. Necesito que estés más tiempo entre ambas fincas, se te viene mucho trabajo y solo quiero que tengas todo los recursos para que salgamos adelante con esto. Además si tienes a dos personas rotando entre ambas fincas, podrás darte unos días conmigo en New York.-

-¿Por qué?.-

-No es una imposición, solo quiero que sepas que puedas hacerlo, no te molestes.-

-No estoy molesta amor, te lo agradezco mucho y claro tomaré tu propuesta.De hecho tienes que saber que necesito que me autorices contratos especiales, entre otras cosas.- dijo como si de una niña tratando de cumplir su capricho.

  • Y entonces ¿qué es lo que quiere mi Ingeniera?-

  • Quiero que el tiempo de prueba sea de un año.-

  • Alex, es demasiado riesgo si al final no tienen la química necesaria para trabajar juntos.-

  • Lo sé, eso me lleva a lo siguiente. También necesito pagarles un retroactivo.-

  • Pero un retroactivo es solo para alguien que ya está trabajando.- y Alex la miro con mirada de travesura. –Y entonces entenderé que ya los pusiste a trabajar, ¿verdad?-

  • Por eso es que el proceso ha sido tan largo, están haciendo una especie de “pasantías” y ambos me han ayudado muchísimo.-

  • ¿Y quieres quedarte solo a uno a los dos?-

  • Pues a estas alturas es más difícil solo elegir a uno, porque entre ellos trabajan muy bien y aún no se con quién me quedaré, porque son listos y han entendiendo lo que pido, entregándolo como lo necesito, así que cualquiera que se vaya para el otro será una pérdida porque están trabajando en equipo.-

-Bueno- y la mirada de Fernanda se desvió un momento para pensar económicamente como darle gusto a su mujer -no puedo pagar ahora dos sueldos, sabes que no es sólo eso.-

  • Lo sé amor, por eso no te lo pedí.- y Fernanda guardó silencio un momento haciendo un flujo en su cabeza y cuando por fin tuvo claridad volvió su mirada a su mujer.

  • Diles que puedes pagarles el 75% del sueldo a cada uno, de lo que inicialmente era la oferta de trabajo, puedes incluso ofrecer el 80%, has énfasis en las prestaciones, prestigio, becas, las rotaciones, etcétera, pero también en las cláusulas, nada está sujeto a discusión, después de un año si ambas partes estamos de acuerdo, renovaremos.-

  • Pero mi...- y callándola suavemente con mi mano.

  • Pero nada Ingeniera, se puede, hágalo si es lo que quiere.-

  • Lo pensaré Arquitecta, gracias.-

Fernanda la tomó por la cintura para acomodar su cuerpo entre sus piernas, hundiendo su cara entre su cuello para exhalar el aroma de Alex quien al sentir la respiración soltó una pequeño gemido.

-Fernanda, una cosa más.- dijo aguantándose las ganas que tenía de que “su amor” le hiciera el amor.

-Te escucho- sin dejar de besarla o tocarla.

-Me platicó tu mami que no la estás pasando bien con los paparazzi.-

-Mjm, pero no quiero hablar de eso.-

-¿Estás bien mi amor?- le preguntó amorosamente, pues no quería presionarla, pero la plática con Constanza le hizo saber que algo podía no estar del todo bien.

  • Mira desde que recuerdo, estoy en expuesta. De alguna manera antes solo eran eventos y apariciones controladas. Desde mi intento de boda, cada paso que doy es meticulosamente observado, captado y vendido, dandole idea a la gente de que me conoce y peor aún, que puede opinar sobre mi vida, haciéndolos jueces y verdugos de mis actos.-

  • Fernanda, ese poder se los das cuando dejas que te afecte.-

  • Lo sé amor, pero llevarlo a la práctica no es fácil, lidiar con personas que me siguen con una cámara esperando que me limpie los mocos para captar el momento. Últimamente odio salir de casa, hay gente afuera del edificio, en la tienda donde compro cigarros, o donde se me de la gana pararme.-

  • Por qué no te das un descanso y te pierdes en algún lugar del mundo, también te hace falta eso amor.-

  • ¿Se perdería conmigo Ingeniera?-

  • Ni siquiera lo pensaría Arquitecta, pero yo tengo que trabajar no puedo darme ese lujo.-

-Yo también trabajo Ingeniera, tampoco me puedo dar ese lujo. Además quiero terminar ya la escuela, me encanta N.Y. pero prefiero dormir a lado suyo cada noche.- y regresó a besar su cuello, pero se arrepintió en el último momento y solo exhaló el aroma de Alex rozando su cuello con la punta de su nariz.

  • ¿Me prometes que si puedo hacer algo por ti, si te sientes mal, o lo que sea que te pase me lo vas a decir? No estás sola, estoy para lo que necesites mi amor.-

  • Lo prometo.- y tomo la mano de su ingeniera para besarla. - Y tú ¿cómo estás?- Le preguntó Fernanda, entrelazando su mano con la de ella, pues eran pocos los momentos que tenían para estar juntas así que todo tiempo tenía que ser bien aprovechado.

  • Con mucho trabajo mi amor, aunque iba a pedirte permiso para tomar un fin de semana personal, necesito salir del país y por la finca ya lo tengo todo arreglado.-

  • ¿Todo bien? ¿Necesitas algo? ¿Tienes algún problema?-

  • Nada de eso, volaré a California por el cumpleaños de mi mamá, ya tiene tiempo que no veo a mi familia, estará mi abuelo, mi papá y algunos amigos.-

  • Bueno primeramente no tienes que pedirme permiso, si ya tienes todo en la finca controlado, con que notifiques con tiempo es más que suficiente y solo es por re programar los viajes en caso de que los haya.-

  • Entiendo. Lo segundo es que si tienes tiempo me gustaría que fueras, sé que estás muy ocupada y probablemente lo encuentres muy aburrido, igual serviría para que te relajes.-

  • ¿En serio quieres que vaya?- le preguntó Fernanda algo sorprendida por la invitación.

  • Sólo si tú quieres. Yo saldré el jueves por la noche y regresaré el domingo por la noche.-

  • Hecho, ahí nos vemos. Yo volaré a medio día y para el regreso solo coordinamos que salgamos casi al mismo tiempo.-

  • Bien y tú me avisas la hora de llegada, para irte a recoger.

  • Me gusta la idea, ¿Qué le regalo a tu mamá?-

  • Nada, no es necesario.-

  • No me parece correcto llegar sin nada, ayúdame a quedar bien con ella.- y sin previo aviso la atacó a besos, tiernos y cortos retomando “eso” que habían dejado pendiente.

  • Pues tampoco me parece correcto que entres a mi habitación, te acuestes conmigo en la cama y no me hagas llegar…-

  • Eso me hace ver como una mala anfitriona, pero no te preocupes podemos solucionarlo.-

Se besaron con mucha pasión, sus labios no se daban tregua. Alex siempre mordía el labio inferior de Fernanda, y ella siempre sonreía. Maliciosamente Fernanda subía sus manos desde las piernas hasta sus caderas, regresaba tímidamente hacia su ingle pero no iba mas allá. Alex, la tomo por la blusa para sentarla y comenzar a sacársela con prisa, Fernanda por su parte, aprovechando donde se encontraban sus manos subió sin dificultad su camisón y bata, dejando solamente con tanga a su querida ingeniera. Se aprovechó de eso y fue directamente a su seno derecho, con la punta de la lengua recorría su areola sintiendo como su pezón reaccionaba ante eso, mientras que con su otra mano masajeaba al otro. Les diría que nuevamente juntaron sus labios, pero no, el deseo era mayor así que en esta ocasión sus lenguas se envolvían una a la otra en una guerra sin tregua en la que recorrían cada rincón entre jadeos, respiraciones pesadas mientras sus manos subían y bajaban sin control. Fue Alexandra quien ordenó: -Quítate los pantalones- y una Fernanda que sin chistar obedeció llevándose consigo la tanga de Alex, quien desbordaba lujuria y ansiedad, mientras veía como se desvestía Fernanda, quien estaba por quitarse la tanga, cuando las manos veloces de Alex se adelantaban. Fueron esas mismas manos que la tomaron por los nalgas y la dirigió ante unas piernas bien abiertas dispuestas y ansiosas por recibirla. Gimieron al contacto y es que esa su forma favorita de hacer el amor, Fernanda comenzó a subir y bajar rápidamente, aferrandose y mordiendo el cuello de Alex para ahogar sus propios gemidos producto del roce que estaba teniendo, como de los rasguños de los que era víctima por una Alex que estaba teniendo su orgasmo y se dejo ir mientras Fernanda, cada vez se mecía mas rápido acercándose al suyo. Alex, quería que Fernanda terminara, pero no así. Cerro sus piernas para frenarla, girar y quedar arriba. Malvadamente había interrumpido la faena de su amada, pero la recompensaría. Le abrió las piernas a su antojo y se acomodó entre ellas, para lentamente comenzar a cabalgarla, Fernanda alzaba su pelvis ante cada embestida para que fuera mas profunda. Alex sabia por los gemidos y movimientos de Fernanda que se acercaba al climax y nuevamente bajo la velocidad, pero fue mas profunda y mas lenta, Fernanda un tanto desesperada por la acción de Alex, quiso tomar el control pero ella se lo impidió y la castigó haciéndolo más lento. Fernanda apretaba las nalgas de Alex ante cada vaivén. La velocidad subió como sus gemidos, Alex, se aferró a los senos de una Fernanda que no cabía del placer, por la forma y las ganas con las que Alex se la cogía, pues era ella quien marcaba el ritmo, un ritmo que demostraba la buena condición física que gozaba y cuando vio que Fernanda se contraía dandole la bienvenida a su orgasmo, ella fue aun mas rápido, alargándole y regalándole un orgasmo más, mientras ella nuevamente se dejaba ir.

No dijeron nada más, no podían. Fernanda se abandonó a un sueño sintiéndose protegida por el cuerpo de Alex.