Destino (x)
En ese camino teníamos la casa de huéspedes y me llamó la atención que hubiera unas luces encendidas, me acerqué para ver que podía ver quién se encontraba ahí y mi sorpresa al ver que Alexandra y la veterinaria de quinta se estaban besando.
Hola. Antes que nada, quiero ofrecer una enorme disculpa por esta ausecia tan larga, fui promovida en mi empleo y tengo un desborde de trabajo horrible. Me es dificil encontrar tiempo para escribir, más dificil no perder el hilo de la historia y seguir ofreciendoles algo bueno.
Espero que este capitulo les guste. Aprecio el tiempo que se toman en leerme, comentar y volorame. No dejen de hacerlo, me ayuda mejorar. Tratré de no desaparecer tanto y ojala este capítulo llene la ausencia de tanto tiempo. Un fuerte abrazo y saludos para todos.
Me levanté antes que mi alarma sonará y es que no deseaba despertar a Patricia, debía hablar con Alexandra a solas y saber en qué términos estábamos, la llegada de mi novia, me había traído de vuelta en cuanto a cómo estaba viviendo mi vida.
-Alexandra, buenos días. Necesitamos hablar.-
-Arquitecta, buenos días. Como dijo ayer, hoy mandaré a la mitad de las cuadrillas color blanco a apoyar a la zona morada.-
-Niña, buenos días. En un momento traigo tu desayuno.- intervino Tita.
- Gracias, buenos días.- Respondí, esperando que se fuera para seguir hablando. –Alexandra, no es de trabajo de lo que quiero hablarte, quiero explicarte algunas situaciones.-
-Usted es mi jefa y no tiene qué explicarme otra cosa que no tenga que ver con lo estrictamente profesional. Me quedó claro que esa es la única línea que quiere seguir y así será.-
-Por favor, escúchame. Patricia llegó en un momento en el que asumí mi sexualidad. Coincidimos por casualidad y de ahí todo ha venido como bola de nieve, de repente estaba en una relación, si tú me hubieras dicho…
-¿Dicho qué? O ¿Para qué Fernanda? Permití que me utilizarás la primera vez, cuando me dejaste en tu cama y te largaste a casar con tu novio.-
-Estássacando las cosas de contexto porque no me casé.-
-Permití que me utilizaras una segunda vez, sin importarme todo lo que se decía de ti y tu novia en las revistas, no creía que fueras capaz de rebajarme a ser solo tu entretenimiento.-
-Es que no te estoy rebajando a nada, estar contigo nunca ha sido un acto premeditado, ¿acaso crees tú que me gusta verme en esta situación? ¿O que planeo acostarme contigo a todo momento?-
-Lo que sé es que tú no eres la persona que yo creía, pero está bien, es mi culpa por haber esperado tanto de alguien que es tan poco...- creo que fue lo más hiriente que alguien me había dicho en la vida y aunque sin duda dolió, no dejaría verme vulnerable o afectada.
-Tienes razón, si recibes tan poco de mí, es porque significas igual o menos de lo que te imaginas.- mi orgullo y ego estaban heridos y era la causa por la que vomitaba estas palabras.
-Aquí tienen, para hoy les preparamos huevos estrellados y tocino frito, frijolitos con queso y pico de gallo.- llegó Tita con el desayuno y ambas nos callamos aunque era evidente que entre nosotros había molestia.
-Gracias.- respondimos, aunque seguramente sin apetito.
-Buenos días gente bonita- dijo Patricia acercándose a nosotros, lo que faltaba. -¿Por qué no me despertaste cielo? Me sentí abandonada.- y me dio un par de besos cortos.
-Así pasa, pero ya se acostumbrará, ¿no Arquitecta? Es común en esta casa.- dijo Alexa picándome aún más.
-Creí que por el cambio de horarios, sería lo mejor.- respondí, evadiendo el hecho de que ahí sucedía algo.
-Señorita, en un momento le traemos el desayuno.- dijo Tita.
-Que sea un desayuno ligero. Tres claras de huevo revueltas, sin sal, sin aceite, acompañadas de rebanadas de queso panela, con la guarnición que tiene Fernanda, sin picante. Nada más. Un poco de fruta con yogurt natural, un jugo de preferencia toronja o piña y café americano, gracias.- haciendo un ademán con la mano para que se retirara, algo que me molestó pues ni yo lo hacía.
-Gracias Tita, me disculpé en nombre de Patricia- se retiró. –Patricia, no estamos en la ciudad. Los desayunos son más fuertes, porque la jornada es más larga y pesada, no hay cosas Gourmet, porque nadie, absolutamente nadie las pide. Así que no salgas con tus extravagancias y pedidos especiales, no tengo tiempo para eso, ¿está claro?-
-Eso no está peleado con comer y descuidarme como si no hubiera un mañana. Regresando tengo sesión con Testino y no voy a presentarme en modo ballena. ¿En qué parte de la Finca tienes el gimnasio?- y reí ante su pregunta.
-Aquí no hay ningún gimnasio, cielo- enfatizando tiernamente lo último y Patricia llevo la mano a su pecho como si fuera una de las cosas más terribles que había escuchado.
-¿Me estás diciendo que llevas semanas aquí ingiriendo carbohidratos y grasas sin hacer ejercicio? suerte que traigo tenis y ropa para al menos salir a correr. ¿Qué haremos hoy?-
-Tú saldrás a correr y yo a trabajar, la Ingeniera tiene tiempos acelerados con una parte de la cosecha.-
- Entonces es usted la famosa Ingeniera Cohen, debo confesarte que hay veces que me siento tan celosa de ti, tienes toda la atención y tiempo de Fernanda.-
-¿Celosa de mí? Para nada, soy tan poco... Importante en la ocupada vida de mi Patrona.- y sin duda quería que reventara y perdiera la compostura con sus palabras, sabía darle el tono.
-Cielo- tomando su mano en la mesa y fuera visible para Alexandra –Debo ver unos documentos para mi padre, después de eso te llevaré a conocer lo que más pueda de las tierras, te enseñaré a recolectar ¿te gusta la idea?-
-¡Me encanta hermosa!- Y fui yo quien la besó.
- Antes de irnos haz una lista de alimentos especiales, no salgas con algo complicado, solo para compensar el no tener gimnasio. Mandaré a alguien a la ciudad a conseguirlo.
-¿De verdad amor? ¡Gracias! Por eso te amo.- dijo muy emocionada.
-Yo también.- Respondí y Alexandra se levantó de la mesa.
-Con su permiso, pero olvidé dar unas instrucciones a los peones y la jornada ya empezó.- dijo Alexa. Estaba molesta, lo sabía.
-¿Por qué se va Señorita Cohen? Terminé de desayunar con nosotras, seguro que lo que tiene que hacer puede esperar.
-Discúlpeme, pero esto siempre es así, en esta temporada hay demasiado ajetreo, será en otra ocasión.- y se retiró sin decir más.
Mi alma se alivió, era bastante la tensión, me levanté esa mañana con la intención de aclarar las cosas con Alexandra, pero ella y sus estúpidas ideas se desviaron del punto y terminé diciendo cosas que no eran ciertas. Yo era incapaz de entender que es lo que me sucedía, me sentía cómoda con Patricia, pero odiaba verme expuesta por estar a su lado, pasé a hacer cosas que no gustaban como hacer apariciones públicas más constantes por llenar mi falta de atención y tiempo con ella. Alexandra Cohen me hacía perder el control de mis emociones y odiaba sentirme tan vulnerable.
Como lo prometí, llevé a Patricia a cosechar cosa que resultó un poco desastroso, pues todo le molestaba, que si el sol, el calor, la gente, el trabajo rudo. Así que después de eso no lo volví a intentar. Tuve que adelantar unos días mi salida de la Finca, Patricia no se encontraba a gusto del todo, volvió un caos al servicio de la casa con múltiples pedidos. No hablé con Alexandra nuevamente si no era de trabajo, no me interesaba disculparme por algo que ella sabía. Actuaba bajo suposiciones, en vez de sentarse a escuchar la única versión que podía darle. Quería que la tratara como una empleada más, eso haría.
Regresamos a NY y parecía que todo estaba en su lugar. Aunque mi relación con Patricia estaba pasando a otro nivel. Conocí a su mamá y me sentí obligada a hacer lo mismo en algún momento, nuestra relación ya no era un secreto y cuando Patricia les envío a mis padres una invitación para presenciar su pasarela en uno de los eventos de moda más importantes en Francia, no puede ver manera de salir de ello.
-Después del desfile dormiremos en el hotel, luego partiremos a la Finca- dije.
-Pero cielo, reservé las suites por toda la semana. No veo necesidad de movernos.- replicó ella.
-Bueno, enviaste una invitación a la que ellos cortésmente aceptaron, aún cuando mi padre tiene mucho trabajo con las operaciones del Corporativo y mi madre esta a semanas de la primera competición ecuestre de sus alumnos, se dan el tiempo para acompañarnos.-
-Soy una mujer de Ciudad.-
-No me gusta definirme, me gusta la ciudad y me gusta el campo. Mis deberes tienen esa dualidad, hay tiempos para estar en cada lugar, deja de verlo como un suplicio, el lugar tiene su encanto.-
- Esta bien, te daré gusto si lo que quieres es que vayamos a la Finca. Pero debes darme gusto tu también, nunca hemos tomado unas vacaciones juntas y me muero por hacerlo. Promete que en cuanto terminé tu semestre, lo haremos. No trabajo, no estudios, no fincas, solo tú y yo.-
-Ya veremos, en estos momentos no tengo mucho tiempo disponible.-
Llegamos directamente a París y mis padres tuvieron un pequeño retraso, así que literalmente los presentaría en el evento. Reunidos en el carro que nos transportaba al desfile pudimos conversar un poco y aunque evitaba nombrar a Patricia, mi madre fue quien atacó.
-Parece que finalmente te has acostumbrado a los reflectores.- me dijo sarcásticamente.
-Sé que se muere por oírlo y te complaceré madre, no imagino mi vida sin un solo flash.- Repuse en un tono más irónico aún. –Trato de verle algo bueno, la alfombra al menos me permite ofrecer mi mejor ángulo, el paparazzi solo busca dinero con la primera imagen borrosa y de mal gusto que suele tomar.-
-Posas muy natural.-
-Son los minutos más largos de mi vida, pienso una barbaridad de tonterías.-
-Aprovechando que estás aquí, daremos una entrevista y una sesión fotográfica en la Finca, como Familia.- mis ojos se abrieron como platos y miré a mi padre para una respuesta.
-A mí no me mires, es cosa de tu madre- respondió papá y volví a mirarla a ella.
-Quita esa cara, tampoco es que nunca lo hayamos hecho. Es una buena idea para dar a conocer mi Proyecto con los Caballos, la nueva Finca y lo que estás desarrollando desde que tomaste la presidencia.- dijo muy tranquila.
-Entiendo la parte en posar como familia, entiendo que ustedes hablen de lo hacen, pero de qué voy a hablar yo, que pude haber en mi vida de interés.- respondí un tanto en blanco.
-Tienes mucho de que hablar, la nueva marca que estás integrando a nuestra familia de vinos, la campaña de consumo responsable, tus continuación de estudios de Arquitectura y Administración Financiera, la Finca es tu primer Proyecto desde interiores, hasta las bodegas. Hay mucho que saber de ti, no solo eres la novia de Patricia Oporto, cariño.- dijo evidenciando que le molestaba que estuviera en un segundo plano.
-Prefiero no hacerlo, no dar ninguna entrevista. Sabes que no me gusta y no me molesta si solo soy la novia de…- dije tratando de ignorar su punto.
-Y yo sé que eres así, pero es bueno mostrar tus cualidades y capacidades. Confía en mi, todo saldrá bien, me enviaron las preguntas que nos harán y aunque la revista desea que hables de tu relación con Patricia, eso no sucederá. Puedes salirte por la tangente, lo haces muy bien, relájate. – respondió sin más.
-Bueno, parece que aunque quisiera, no hay opción ¿cierto?- dije evidentemente forzada.
-No tenemos opción- dijo papá.
Al llegar, descendimos del auto y papá nos escoltó a ambas. Robert, estaba ahí como siempre para hacer mis recorridos lo más breves, pero sin verme apresurada. Era de esperarse que al verme llegar acompañada de mis padres, al evento donde Patricia sería el centro de atención, suscitó gran alboroto entre los fotógrafos y periodistas, fue toda una locura y aunque duró un poco más de lo acostumbrado, sobreviví.
Estaba escrito que Patricia triunfara, el maquillaje, los diseños, la luz, la música, los tiempos, cada detalle la engrandecía. Se adueño del evento y sobra decir que me sentí muy orgullosa de ella, por otra parte, este sería el parte aguas en su carrera, tendría lluvia de contratos, mucho trabajo, lo que implicaba muchos viajes, o sea, tiempo lejos de mi. Y no piensen que deseaba eso, pero era muy demandante, quería toda mi atención, tiempo y dedicación y todo eso se lo podía dar, más no en la cantidad que ella deseaba y eso siempre nos ponía a discutir, acerca de quién quería más.
Al estar en el coctel, pude hacer las presentaciones pertinentes, mis padres (especialmente mamá), supieron manejar la situación para evitar que muriera ahí mismo. Patricia intentó por todos modos darnos todas las comodidades y atenciones, pero no pudo permanecer mucho con nosotros pues por todos lados solicitaban su presencia.
Pasada la noche, nuestros planes no resultaron, pues su agenda cambió repentinamente y tuvo que atender entrevistas, lo cual ayudó a trasladarme con mis padres a la Finca sin ella y hacer más sencilla la entrevista (cosa que ella aún no sabía). Vi que revistas, periódicos, portales dieron demasiada notoriedad a la presencia de mi familia en el evento. Las revista de corazón hicieron su propia versión del porqué de su asistencia y una que otra, indicaba hasta inminente boda, dada la aprobación de mis padres. Por un momento la idea de que Alexandra leyera todo esto, me hizo sentir culpable por no sé qué, pero esperaba fervientemente que ella estuviera concentrada en su trabajo y no leyendo estas noticias en internet.
La gente de la revista llegó desde muy temprano para preparar las instalaciones, aprovechar el máximo la luz del día, mamá se ocupó de cuidarnos hasta el más mínimo detalle, como yo me enteré a escasas horas, no pude ver lo de la ropa, lo cual no resultó tan malo pues mi madre y su excelente gusto hizo buenas elecciones. Hicimos las fotografías primero, recorridos a caballo por la finca, entre los futuros viñedos, bodegas, establos etc, eso al menos nos llevo la mitad del día para finalmente terminar en la casa y por fin comenzar con la conversación, que yo sentía más un interrogatorio.
“Se respira tranquilidad, teniendo de fondo tierra en espera de semilla. La peculiaridad de su belleza radica en ese encanto único que las fincas poseen. La familia Salvatierra de la Parra, nos abre las puertas de su nueva residencia en Francia, nos comparten el cambio que el crecimiento les ha dejado. Un hermoso porche es el marco ideal para empezar esta platica, con un estilo clásico, elegante, sin dejar de ser rústico, fue diseñado por la Arquitecta y también Directora General de “Salvatierra de la Parra”, Fernanda Salvatierra de la Parra que junto a sus padres Constanza y Mario Salvatierra, han puesto su marca de vinos en los mejores puestos a nivel mundial. Con una mesa de carnes frías, quesos, semillas y por supuesto un Merlot de la casa, nos dan la bienvenida.
Se muestran tranquilos ante las cámaras, muy atentos, sin poses, bromistas, con una sonrisa eterna y miradas de complicidad entre ellos.
-Gracias por recibirnos, es un lugar hermoso, ¿está listo para su primera cosecha?- dijo la periodista.
-Gracias a ustedes. En efecto será nuestra primera cosecha aquí en Francia, aún faltan un par de meses para sembrar, había que darle cierto tratamiento a la tierra y esperar su debido tiempo, pero marcha de maravilla, nuestra Ingeniera a cargo Alexandra Cohen, ha hecho un maravilloso trabajo, estamos muy emocionados y con mucho trabajo.- respondió mi padre.
-¿Qué es lo que hace que tomen tan drástica decisión de cambiar de residencia? Es decir, no es solo un cambio de casa, de amigos, de costumbres. Es dejar a vida que conocen.-
-Bueno usted lo pone muy extremo. Sabíamos que este punto iba a llegar un día desde que fundamos la exportadora, el trabajo, calidad y dedicación que le hemos puesto, es lo que hoy nos tiene aquí. Cuando conocí a Mario, sus vinos ya eran conocidos, pero necesitaban a la exportadora y nosotros sus vinos.-respondió mi madre, tomando la mano de mi papá todo el tiempo, él nunca la soltó.
-Es cierto, pero no aunque los vinos ayudaron fue difícil atraer nuevos clientes, todos en esta familia, nos hemos empeñado y hemos sacrificado algo por lograr ser los mejores. Yo sacrifiqué tiempo con mi familia al hacerme cargo de la finca de mis padres, fundadores de los “Vinos Salvatierra”, Constanza dejó de lado su pasión a la equitación y diseño de modas y se enfocó a vender la marca y hacer crecer nuestra cartera de clientes. Fernanda tuvo que adaptarse a esta vida, teníamos temporadas en la finca, en la ciudad, viajábamos constantemente. No nos establecimos hasta hace unos años, cuando Fernanda con 16 años asumió su primer cargo en la Exportadora.-
-¿No era mucha responsabilidad para alguien tan joven Fernanda? Es decir a esa edad los adolescentes no se caracterizan por ser los más serios y responsables-
- El ejemplo de mis padres y abuelos siempre ha sido trabajar duro, fue lo que me inculcaron y es lo que he venido haciendo. Desde niña mis abuelos me enseñaron a sembrar, a cosechar, aprendí con trabajo de campo todo y cada uno de los procesos que se necesitan para producir vino. A los 12 años se me involucró oficialmente en el corporativo, mis padres personalmente me enseñaban y explicaban el trabajo que realizaban y para que lo realizaban, el funcionamiento de cada uno de los departamentos, comencé a hacer mis primeros viajes de negocios. A los quince años en la finca supervisaba y llevaba a cabo el inicio y termino de cada proceso en una cosecha de principio a fin. En el Corporativo era Asistente de mis padres, con mi mamá me ocupaba de conocer el perfil de los clientes, y futuros prospectos para personalizar la atención de nuestros servicios y con mi padre llevaba a cabo las estrategias de venta, comercialización, muchos números, contratos. Eso y tenía que rotar por los distintos departamentos de la empresa. Por eso a los dieciséis me otorgaron la Jefatura de Presupuestos en el Área Comercial y mi voto en la mesa Directiva del Corporativo, si bien no era un puesto que pusiera en riesgo la estabilidad económica de la Exportadora, era un puesto para medir mi nivel compromiso y responsabilidad.**
-Y como llevabas todo este trabajo junto con los deberes escolares, tus amigos, tu novio, finalmente eras una señorita de dieciséis años y a esa edad también se tiene otras expectativas personales, ¿Cómo asumiste todo ese cambio?- Reí ante su pregunta.
-No extrañas lo que no conoces, tengo una vida muy afortunada. Claramente no tuve una niñez “normal” pero no significa que no fuera feliz-simule las comillas con ambas manos –No asistí a la escuela regularmente hasta la Universidad y un poco en el HighSchool, porque tenía tutores privados, solo iba a presentar mis exámenes. Dos veces al año, durante dos meses iba a internados en el extranjero. Si por la época del año estábamos en la ciudad, seguía mi rutina y se agregaban los clubes deportivos. Convivía con los hijos de los amigos de mis padres, con los niños de los internados y nunca les pregunté qué hacían o si tenían Fincas o si iban a la escuela, porque para mí, es normal y feliz la vida que llevo.**
-Puede creerse que fuimos padres muy estrictos y en muchos aspectos lo fuimos-intercedió mi papá- pero hasta el día de hoy creemos que era lo correcto. Debido a las metas que nos pusimos y a que no pudimos tener más hijos, en Fernanda recayó lo que una vez pensamos para 4 o 5 hijos, la hicimos participe de su futuro, sabría que la vida que tenía se debía a los esfuerzos que hacíamos todos como familia, debía valorar el trabajo, amarlo y conocer todo para poder controlarlo cuando decidiera hacer otra cosa.-**
-¿Ya tenías toda está preparación y conocimientos, por qué inclinarte por la Arquitectura y no por una carrera Financiera o Administrativa que te ayudará a manejar todo esto Fernanda?-
- Porque ya que iba a dedicar tiempo regular de asistencia a un conocimiento, que mejor que fuera algo nuevo y que a la vez me permitiera tomar mi propio camino, era algo que me atraía, que deseaba aprender y sabía podía dárseme bien, tengo mis talentos.- reí brevemente. -No representaba un reto irme por una Administración porque desde los doce tengo tutorías especializadas en ese ramo, incluso cuando estudiaba Arquitectura a la par las seguía llevando. Incluso ahora que estoy en New York con mi Master de Diseño de Interiores, llevo un diplomado de Finanzas.-**
-Claramente vemos que esto es un negocio familiar, y muchas veces es difícil separar este lazo del trabajo. ¿En qué momento ustedes decidieron que su hija estaba lista para asumir por completo el control de la mitad de todas sus operaciones?-
-Bueno, es que como lo has dicho. Dentro de la empresa no es mi hija, es un recurso que al igual que mi esposa, las personas que laboran en nuestros corporativos y las fincas, me incluyo en esto. Trabajamos juntos para alcanzar un objetivo. Esa es nuestra forma de trabajo. No es mi empresa, no es la empresa de mis padres o la empresa de mi hija, es la empresa de todos. Si nosotros ganamos, la gente que está con nosotros gana.Fernanda es responsable y comprometida. Cuando estaba a mitad de carrera, asumió la Dirección de Operaciones sabiendo la seriedad que representaba, debía asumir los errores que cometería y repartir la gloria que obtuviera. Para ese entonces, mis suegros ya habían fallecido y la Finca pasó a ser su completa responsabilidad, debía organizarse y sacar a flote sus proyectos.- dijo mi madre.
-Sin duda lo llevó a cabo, porque pareciendo que no había más tiempo para nada, ni nadie, planificaste tu boda con Mauricio Bauer ¿Qué pasó ahí?-Comenzaba el ataque.
-Siempre habrá tiempo para el amor, pero yo no planifiqué la boda porque en efecto tenía mucho de qué ocuparme, recién había terminado mi carrera, la Exportadora empezó a llevar a cabo sus planes de crecimiento y la Finca cerraba un ciclo con Don Chuy Fernández, Ingeniero de Producción–Alexandra pasó por mi mente, ya que fue aquel tiempo que la conocí- y no pasó nada, nada que no sepan ya.- Reí tranquilamente, aunque por dentro comenzaba sentirme incómoda, pero sentía que no debía dar esa impresión.
-¿Y crees que pasará algo con la guapísima Patricia Oporto?-preguntó como si fuera de su incumbencia. Vi evidente la molestia de mi madre, pues habían acordado no tocar ninguno de esos puntos.
-Ahora mismo, terminé la remodelación en esta Finca, toda la decoración de la casa y las habitaciones, este porche, las bodegas estaban a un 50% al igual que los establos, aún me falta tiempo para finalizar mis estudios en NY, la cosecha en mi finca fue espectacular y tengo un nuevo proyecto en puerta referente a eso. La campaña de “Educación y Consumo Moderado de Vino” verá la luz pronto y tengo otros planes a desarrollar en el corporativo para mejoras con los empleados. La remodelación de las oficinas corporativas es un hecho así que hasta ahora ya me está pasando mucho.-
-Eso y tu vida dentro de la moda se empieza a mostrar interesante, dado que tienes el gusto por parte de tu madre y ahora a lado de tu actual pareja Patricia Oporto, ¿veremos a una Fernanda pronto en alguna pasarela?-
-No, realmente no lo creo. Soy principalmente viticultora, empresaria y arquitecta en eso se resume mi vida. No tengo absolutamente nada que hacer dentro del mundo de la moda más que comprar ropa.-reí un poco tratando de no explotar.
-Siendo una joven empresaria con muchos proyectos a la vez, ¿cómo le haces para mantener una relación tan bella y estable con Patricia?-
-Puede haber muchas respuestas a eso, pero creo que se mantiene teniendo a raya esos detalles del lado que les corresponde, del lado privado. Mi vida privada y demás detalles que de ello surjan no le corresponde a nadie saberlo más que a mi, ¿me entiendes?-.Respondí con una sonrisa en mi boca (de esas que me tengo bien ensayadas) tranquila, pero en un tono alto y mirando fijamente a la entrevistadora, esperando que no fuera tan tonta para seguir con esa línea. Se sonrojó y vaciló un momento antes de continuar sus preguntas.
-Por otro lado, vemos que usted Constanza regresa a lo que hace un momento su esposo nos contó es una de tus pasiones, la equitación, pero no regresas sola, cuéntanos ¿cómo se te da la enseñanza y que representa para ti trabajar con niños?.-
-Trabajar con niños es una retroalimentación constante, siempre te van a sorprender, tengo la fortuna de tener a unos niños bellísimos en toda la extensión de la palabra, pero no puedo permitirme ser tan blanda con ellos todo el tiempo. Soy muy estricta y es fundamental para que estén en los entrenamientos que mantengan buenas notas, hagan sus deberes, sean unos buenos niños, eso se los dejé claro desde un principio, pero también soy muy consentidora con ellos y es que en este tiempo nos hemos encariñado mucho, es una gran responsabilidad enseñarles, pues no solo se trata de que dominen y hagan unos saltos con el caballo. Me gusta que no solo me vean como su entrenadora, sino que a la vez me puedan ver como una amiga, que cuando que en casa por cualquier motivo no pueden hablar con sus padres, me tiene a mi para darles el mejor consejo posible, trato de inculcarles valores y responsabilidades, amor y respeto a sí mismos, es dejarles una lección para su futura vida.
-¿Cuántos chicos son?-
-Ya son 8, Angelique tímida pero dedicada, Bernard súper bromista, Jean Claude inteligente pero perezoso, Paulette talentosa y vanidosa, Aimé el más travieso, Jacques el intrépido, Antoine el más pequeño, son todos brillantes y un amor. Están listos para su primera competición.
-Constanza, ¿has decido retirarte de la Exportadora en pleno crecimiento?-
-Para nada, mantengo mis funciones en ambos corporativos. Fernanda es mi mayor inspiración, es decir, para ella el día tiene como 72 hrs. hace muchísimas cosas y no renuncia a su amor por la Arquitectura, la mía siempre fueron los caballos y bueno, los niños son maravillosos, muy dedicados y sobre todo talentosos.-
Mamá llevó de su lado la conversación y fue suficiente un par de preguntas más para que la diera por terminada, pues como ella sabía las preguntas que en un principio se habían acordado y que al final no se habían respetado, motivo suficiente para mi madre de anular dicho acuerdo. Hicimos las fotografías que nos solicitaron y todo terminó ahí.
Horas más tarde nos encontrábamos mis padres y yo cenando en el comedor principal, hablando de cómo habíamos sentido la entrevista, cuando Gertrude, una mujer de unos cuarenta años y de complexión algo robusta, ama de llaves del lugar, entro para anunciar la llegada de Patricia.
-Familia, buenas noches. Ahora sí espero que podamos tener más tiempo juntos.- Entró haciendo su entrada en grande, como le gustaba. Mi padre se levantó inmediatamente para recibirla y la llevo hasta donde nos encontrábamos, saludo a mi mamá con dos besos en la mejilla y un abrazo, cosa que la sorprendió pues nosotros somos menos afectuosos.
-Sea bienvenida y siéntase en su casa.- le dijo mi mamá. –Tomé asiento y acompáñenos a cenar. Gertrude ponga un lugar más en la mesa.-
-Muchas gracias Constanza, si se me permite, solo me gustaría una ensalada.- respondió Patricia y dirigiéndose a mi para besarme. A lo cual, reaccioné rápidamente y la besé en la mejilla prolongadamente, a lo cuál ella se incómodo un poco, pero no dijo nada más.
-Claro que sí, Gertrude prepárale a la Señorita Oporto esa ensalada que les diste a los chicos después del entrenamiento, por favor.- indicó mi madre.
-Cómo estuvo su traslado, ¿estuvo cómodo? ¿Pudo disfrutar la vista?- dijo mi padre.
-Le seré sincera, dormí desde el momento en que dejé el hotel, desde el desfile no he podido descansar y estuve moviéndome de un lado a otro, así que apenas subí al carro y empezó a avanzar yo comencé a dormir, no desperté hasta aproximadamente unos quince minutos cuando el chofer amablemente me informó que estábamos por llegar.-
-Entiendo, nadie dijo que ser modelo fuera justamente vivir una vida de ensueño.- intervino mi madre.
-Lo sé Constanza, generalmente creen que solo es pararse frente a una cámara y sonreír, pero y el tiempo del maquillaje, de peinado, el gimnasio, la alimentación, el tiempo que implica una solo sesión más los cambios de ropa, esto sólo para una sesión de fotos, ni mencionar lo que implica todo un desfile. La preparación en esta vida es de disciplina, es una utopía creer que solo voy de fiesta en fiesta.-
-Para logar el éxito hay que mantener cierta disciplina, por mucho que lo que nos guste no nos resulté un trabajo o una carga. Se trata de nunca perder de vista el objetivo aunque hayas llegado a la cima, porque siempre habrá una montaña más alta.- le respondí a Patricia, volviendo a mi comida nuevamente.
-Hermosa filosofía cielo.- respondió acariciando suavemente mi mejilla.
Estuvimos cenando tranquilamente y mi madre que era la indicada para llevar la conversación hacía las preguntas para conocer más de Patricia, que debo decir se entendían muy bien, ninguno de mis padres parecía incómodo, sólo yo que de alguna manera no me terminaba de hallar. Estuvimos así un par de horas hasta que el sueño retiro a mis padres del comedor y pudimos tener un momento a solas.
-Cielo, te he extrañado mucho. Tengo que decirte algo importante.- dijo Patricia.
-¿Estás embarazada?- dije irónica, pues lo importante de ella y lo importante mío, nunca tenía mucho que ver.
-Nooo!! Eso sería algo devastador, no está en mi planes debes saberlo. Además no hay manera. Cielo, es serio lo que quiero decirte.-
-Tienes mi atención, te escucho.-
-He estado haciendo audiciones para algunas películas y al fin tengo resultados. Grabaré mi primera película en una semana, es un papel secundario, pero es una muy buena oportunidad, tendré que irme lo que dure el rodaje a Vancouver porque ahí es la locación, eso y que tengo varias campañas en puerta cariño, nuestras vacaciones tendrán que esperar, lo siento amor.-
-Tranquila, estás en el camino correcto para llegar al punto donde quieres estar, me da gusto por ti, por mi no hay problema lo sabes.-
-Otra cosa, solo puedo quedarme aquí con ustedes un par de días, debo volver a NY a hacer unas presentaciones, lo siento deseaba pasar más tiempo con tu familia.-
-No hay problema, yo de cualquier modo no hubiera podido volver contigo a NY, directamente, debo ir al corporativo y quizá si aún tengo el suficiente tiempo vaya exprés a la finca, mis clases empiezan nuevamente en dos semanas.-
-Bueno, que más ocupadas no podemos estar ¿cierto?-
-Cierto. Ven debo checar los correos que tengo pendientes, seguramente dejaron tus cosas en la habitación de huéspedes. Deseo descansar.-
Subimos a las habitaciones y nos despedimos en la puerta de ella, yo me retiré a mi habitación me desvestí y como siempre, me puse unos cómodos bóxer y una camisa de tirantes blancos, me desmaquillé y me dispuse a abrir mi computadora y responder los correos que tenía pendientes con Rebeca, quien cada día mantenía al tanto de todas las operaciones y había sido un hilo conductor en desenmarañar los hilos que Bauer había tejido en torno al fraude.
-Cielo, ¿ya terminaste?- entro Patricia a mi habitación.
-Estoy terminado, ¿falta algo en tu habitación?-
-Sí, me faltas tú.- Se acercó a mi cama lentamente, quitó la computadora de mi regazo y comenzó a besarme lento y pasionalmente. –Te necesito, quiero que me hagas el amor.-
Seguimos con los besos, despacio y subiendo de tono. Mis manos recorrían su trasero adornado por su tanga roja, bajé con besos hasta su cuello mientras ella mordía mis orejas. Quité esa bata que traía que me estorbaba para tocar sus senos, la recosté en la cama y yo me recosté sobre ella. Mi mano subió por sus caderas hasta llegar a sus senos el cual apreté y ella gimió suavemente mordiendo sus labios. Les di a ambos senos un tratamiento particular, tomé el derecho entre mi mano y comencé a besarlo húmedamente, mientras al seno izquierdo lo apretaba levemente luego lo movía en círculos, la punta de mi lengua la pasaba alrededor de su clara areola mientras su pezón duro estaba a la expectativa de que lo chupara por completo. Patricia sacó con maestría mi blusa y aprovechó para girarme y ser ella la que quedará sobre mi, tomó mis manos y las pasó sobre mi cabeza sujetándome por las muñecas mientras devoraba mi cuello, juntó sus senos a los míos para que nuestros pezones comenzaran a jugar el encantador juego de la excitación, movió ágilmente sus piernas para quedar recargada en mi muslo en el cual ella se rozaba sensualmente de adelante hacia atrás, podía sentir en mi pierna sus jugos calientes, a la par que con su rodilla podía rozarme levemente a mi también. Su mano pasó encima de mi monte venus excitándome aún más, Patricia quitó mis bóxer y sin previo aviso metió su lengua en mi vagina, me arqueé ante la hermosa sensación que tenía entre las piernas, la introducía lo más que podía intentando llenarme, salía para recorrerme y llegar hasta mi hinchado clítoris el cual dolía placenteramente cuando ella lo rodeaba con la punta de su lengua, metió lentamente un dedo y gemí quedamente, así unas par de veces más, pero quería más y ella lo sabía, así que introdujo dos dedos, despacio nuevamente. Me encantaba como lo hacía, me volvía loca que sus dedos jugaran despacio mientras que con su boca atacaba ávidamente mi clítoris, mis caderas comenzaban a moverse lentamente y mis manos se posaron en el cabello de Patricia sujetando su cabeza y atrayendo lo más posible a mi, sentía formarse y estaba por llegar el ansiado orgasmo, mis caderas comenzaron a sacudirse sin control y sentía como mi vientre explotaría en algún momento, llevé un pedazo de mi edredón a la boca pues aunque nuestras habitaciones eran lo suficientemente grandes y estaban lejos una de otra, no quería que por ningún motivo mis padres escucharan a algún tipo de ruido. Como estaba previsto, exploté y un cúmulo de emociones a flor de piel me tenían en lo más cercano que conocía del paraíso. Patricia subió a mi cuerpo y nuevamente me rodeo con mis piernas, con sus manos me tomo por el cuello y comenzó a besarme –Ha sido mucho tiempo sin ti cielo, no sé como sobreviré lo que viene sin tenerte cerca. Te amo.- dijo Patricia a ras de mis labios. –Ya encontraremos la forma, para todo hay una manera.- le respondí. Me incorporé sin dejar de besarla, mientras mis manos resbalaban entre sus nalgas, me excitaba lo buena que ella estaba y mi sabor, en su boca. Me senté sobre mis piernas para poder rozarla más a ella, la tome más fuerte por su trasero y la llevaba hasta mi pubis donde con los movimientos de cadera, podía sentir su húmedad, le gustaba tanto como a mi, pues a cada roce, me regalaba su gemido ras de labios. Metí mis manos entre su tanga y comenzar a bajarla, pero por la posición fue algo complicado por lo que ella, se movió y se la bajo de golpe, cuando deseaba incorporarse nuevamente, la empuje un poco brusco sobre la cama dándome la espalda, mordí y apreté sus glúteos y comencé a subir con besos por toda su espalda, la posición ayudo a colocar sus nalgas sobre mi pubis y conforme más excitaba se encontrara Patricia, más se movía sobre mi. Así en esa posición comencé a penetrarla, de golpe le metí tres dedos, al sentirlos ella se tenso, mi mano izquierda, le apretaba los senos mientras que mis besos trataban de llenarle la espalda, se apoyo por completo en cuatro y moví más rápido mi mano, ella movía más rápido sus caderas y sus gemidos estaban subiendo de todo, mientras yo sentía que nuevamente me iba a venir, pues Patricia sabía como moverse y era sensacional la forma de hacer círculos con sus nalgas en mi pubis, sabía que ella tampoco tardaría mucho así que me fui recostando sobre ella, y metí un dedo en su boca, para mitigar sus gemidos, mientras los dedos que permanecían en su vagina no daban tregua, entraban y salían de ella rapidísimo, podía sentir entre ellos como sus jugos resbalaban y escuchaba el sonido tan familiar que producían mis dedos con sus jugos al entrar y salir, me excitaba aún más, coloqué mi mano en sus caderas para atraerla más a mi, y fue cuando ella se corrió sin más quedando las dos sin aire, pero sumamente satisfechas de ese encuentro. Me tiré a un lado de ella para reponerme y dejé que el sueño se apoderara de mi, solo recuerdo sentirme cobijada por ella y rendirme ante los brazos de Morfeo.
-Buen viaje y mucho éxito.- le dije mientras nos abrazamos, Patricia estaba por dejar la finca y trasladarse a NY.
-Gracias cielo, si tienes algún tiempo libre me encantaría que fueras a visitarme.- respondió ella colgada mi cuello.
-Lo creo imposible, verás que con tanto trabajo apenas tendremos oportunidad de hablar. Debes irte ahora o perderás el vuelo.- le dije un tanto evasiva.
-Te amo, te llamo en cuanto este instalada.- y nos despedimos con un beso fugaz. Subió al Jeep y comenzó a alejarse rápidamente entre el camino que llevaba directamente a la entrada principal de la finca.
- Esa chica es todo un caso, no entiendo su relación. No me has contando ¿cómo es que se conocieron?- preguntó mi madre quien ya me esperaba hacer una pequeña competencia ecuestre entre nosotras.
-Sé que no es la persona más activa y que no gusta del campo, pero se esmera por estar aquí y compartir conmigo.-
-Eso no lo pongo en duda, pero has pensado en un futuro con ella. Estás consiente que una vez que termines lo que tienes pendiente en NY, volverás al Corporativo, a tu Finca, el tiempo que pases ahí será más que un par de días, son incluso meses. ¿Cómo crees que ella se adaptará a esa vida?-
-No le cayó bien, ¿verdad?- repuse un poco defensiva.
-Nada de eso, es una chica muy agradable. Es solo estuve reflexionando, al menos con Mauricio se veían un poco más equilibrados, compartían una carrera, era proactivo en el campo. Tenían intereses en común y con esta chica, no logro ver que es lo que te une a ella. Cuéntame.-
-Madre, no por favor.- y comencé a dar pequeños con saltos con Greco, un caballo que extrañamente, cuando estaba en los establos me seguía y buscaba mi atención, comencé la teoría de que tenía complejo de humano, se inquietaba si alguien más lo cepillaba o aseaba, cuando me escuchaba andar cerca. Era un alazán bellísimo, vanidoso y caprichoso, que por tener patas blancas creía ser merecedor de todo, sobre todo de mi atención, lo curioso es que lo había logrado.
- María Fernanda, estoy segura que a estas alturas y por todo lo que has pasado, entiendes que en esta vida hay algo más que una cara bonita y buen sexo, ¿Cierto? Endereza más la espalda, pareces un camello saltando.- Y ante de poder responder algo hizo el mismo recorrido que yo, pero mejor.
-Madre, como dije en la entrevista “eso pertenece a mi vida PRIVADA”- dije entre sonrrojada y asombrada por la actitud de mi mamá.
-Soy tu madre, eso no aplica para mi. Me preocupa porque sin temor a equivocarme, tú no amas a esa chica y no quiero que repitas una historia como la que tuviste con Mauricio.- Hizo un breve recorrdio para mostarme lo que debía ejecutar. Dejé que terminará y comencé a ejecutarlo.
-Mejor, pero hazlo más liviano no te tenses tanto, no olvides que debes mostrarte segura y natural.-
-Sé que no iré muy lejos con ella, todo este tiempo se fue rápido no lo he sentido, en parte porque no tenemos mucho tiempo para estar juntas y porque es sencillo estar con ella, hasta cierto punto.-
-Hay alguien más ¿verdad?.- y antes de poder responder, hice un parde saltos más. Mi mamá sabía por dónde llegarme. –si no deseas contarme entiendo, solo quiero lo mejor para ti hija.-
-No sé exacatmente si hay alguien, es tremedamente extraño y confuso mamá. Me irrita, me reta, hace lo que quiere y al final sé que no habrá nada porque me cree el peor ser humano sobre esta Tierra y tiene razón en pensarlo, porque me empeño en mostrar mi lado más oscuro, y nisiquiera sé que siento. Es más como una pasión arrebatada, no creo que eso sea amor, es que quiero ser su todo, pero a la vez quiero salir huyendo.- habalama mientras hacia algunas suertes con Greco.
-Ya tienes experiencia de haber vivido esto una vez, ya sabes lo que no es el amor. Descubre lo que sí es amar y que te amen, no repitas tu error nuevamente. Quizá necesites un tiempo a solas y meditar que es lo que quieres. Si quieres seguir con Patricia y vivir está vida está bien, pero piensa, ¿por qué no recuperar a la persona que amas? Si ella no desea volver contigo, bueno al menos lo habrás intentado, ayudará a despejar tus dudas y al menos ya tendrás una idea sobre qué hacer. La decisión que tomes hija la apoyaremos así que quita tus miedos, si eso es lo que te frena.- dijo mi madre, caballo a caballo.
-No es tan fácil como usted dice, pero pensaré en ello, se lo prometo. – le sonreí sinceramente.
-Lo que sea por verte feliz. Haz el recorrido completo y bien hecho.- palmeo mi caballo y este comenzó a galopar.
Estuvimos un buen rato practicando, había olvidado muchas cosas y fue bueno probarme nuevamente, mandaría a renovar la pista de mi Finca para no perder la práctica y así poder competir mejor con mi madre. Después de eso, tomé una refrescante ducha y comimos en familia, me gustaba mucho la relación que estábamos construyendo. Me sentía más relajada a su lado y sobre todo, querida. Todos estábamos poniendo de nuestra parte para hace el cambio y eso se estaba viendo en nuestra vida y hasta en los negocios, pues como bien dijimos, es un negocio familiar y aunque yo tuviera el 50% de control, se me comenzó hacer hábito el consultar a mi padre, como él lo hacía conmigo también.
-Papá hay algunas cuestiones que deseo discutir contigo, ¿podemos ir al estudio?- Le dije mientras me levantaba de la mesa.
-Claro en un momento te alcanzo.- respondió él.
Por mi parte me encaminé al estudio junto a mi madre y comencé a sacar documentos que juntas y con ayuda de Rebeca, estuvimos recabando.
-Listo, tienes mi atención. ¿De qué se trata?-
Por un momento dudé un poco al hablar, pues sabía la estima que mi padre le tenía a Bauer, sería muy duro para él ver como la persona en que confiaba todo, al que consideraba y veía como un hermano, le diera tremenda puñalada por la espalda.
-Como sabes, desde que me entregaste las operaciones al 100% del Corporativo, he estado cambiando la mayoría de los procesos que manteníamos, incluso, llegué a remover gente que había entrado en una zona de confort y que ya no nos generaban absolutamente nada. En mi afán de tener todo controlado encontré algunos documentos que a simple vista, no tenían nada de malo. El problema vino después cuando estos documentos se repetían constantemente y al revisarlos pertenecían a “Servicios Administrativos” del Sr. Bauer.-
-Sí lo sé, eran las consultorías especiales que realizaba para el Corporativo y la finca, es el mismo trabajo que realiza aquí.-
-No entiendo exactamente qué clase de Consultorías, pero la cuestión es que una misma consultoría se repite de 8 a 15 veces, por montos aproximados a los $100,000.00 USD.-
-¿Estás diciendo que me robó? No puedo ser posible la contabilidad lo hubiera arrojado.- replicó mi padre un tanto asombrado y dudoso.
-No está insinuando nada Mario, te está asegurando que ese tipo nos ha estado robando y lo está haciendo también aquí.- intervino mi madre.
-Nunca saltó el desfalcó por Jiménez, divide la orden de pago en 10 extensiones que obviamente apruebas, con una cantidad de $10,000.00, al firmar tú 10 de esas órdenes crees que estás pagando $100,000.00, la cuestión es que después ellos lo modifican agregándole un cero más, pasando a $100,000.00 cada orden de pago, y al final, sin saberlo autorizaste $1,000.000.00.-
-¿Por qué esto no nos ha afectado? ¿Por qué esta fuga de dinero no ha mermado el estado financiero?- preguntó mi padre confundido.
-Porque tenía a cargo el fondo de reserva, de ahí ha jalado todo el tiempo el dinero, nosotros creemos que tenemos capital para emergencias y la cuestión es que si en este momento, alguna inversión o negocio de alto riesgo falla, la empresa no tendría la suficiente liquidez para responder a esa eventualidad.- dije yo tratando ocultando mi preocupación.
-En cantidades pequeñas le fue fácil mover tanto dinero.- dijo para si mismo mi padre-
-No es que le haya sido fácil, nunca nos preocupamos por el estado del fondo de reserva, hemos creído que está intacto y desbordado. Esto comenzó cuando consideré que teníamos mucho dinero, y que tal vez, podríamos tomar algo de dinero de ahí para patrocinar algunas becas y obras benéficas. Bauer planea hacer lo mismo aquí, está esperando el momento en que los fondos de emergencia empiecen a llenarse. He cortejado toda la información “Servicios Administrativos” coinciden con las salidas del fondo, hay fechas de transacciones, nombres de los responsables para que la Policía se haga cargo de Bauer.-
-No podemos hacer un escándalo sabiendo que no tenemos dinero para enfrentar una contingencia, si esto sale a la luz, nuestros clientes, nuestras acciones en la bolsa corren mucho peligro.- dijo mi padre bastante pensativo. –Pueden decidir rescindir los contratos y aunque las penalizaciones nos favorecen, no es un a buena idea. Yo lo resolveré, hablaré con Bauer, evidentemente no podrá devolvernos exactamente esta suma, pero haremos un acuerdo.-
-¡De ninguna manera Mario! Se hará con la policía, no más concesiones con él, él no tuve miramientos para robar de la mano que el daba de comer, pues ahora la mano, no tendrá miramientos en quitarle el alimento. Tiene propiedades, acciones, cuentas, inversiones, nos devolverá hasta el último centavo tomado a la mala. Si tiene que quedarse en la ruina, será su problema y no nuestro, lo siento. En esta ocasión te exijo que hagas las cosas a nuestra manera, o puedes ir pensando en que nuestro divorcio será un hecho.- Papá y yo mirábamos a mamá sorprendidos, pues claramente ella este no es su proceder, estaba muy enojada, pues desde que le comenté este asunto, se dedico a ser la sombra de Bauer en Francia y ahora veía como es que este hombre se movía para lograr su objetivo, pero ¿divorciarse?.
-Mamá creo que usted se está alterando, sé que mi padre tendrá el proceder más correcto y que sabe que no hay ningún acuerdo justo que no sea que nos devuelvan lo que es nuestro, el divorcio me parece extremo, además no les doy ni una semana antes de que ya estén reconciliándose.- Dije mirando a mi padre que no daba crédito a las palabras que mi madre le había dicho, para que reaccionará e hiciera algo.
-Constanza, sabes que no hay anda que yo no haría por el bienestar de ustedes, mi familia. Yo no tengo una vida sin ti, soy el hombre que tienes en frente gracias a ti. Hemos tenido crisis de las que con amor, respeto y honestidad. Y puedes estar segura que si eso no nos separó, no lo hará el dinero ni los asuntos que de el provengan. Confía en que lo haré pagar.- Respondió mi padre, directo y tomándolas manos de mi madre.
-Eso espero Mario.- dijo mi madre un tanto más tranquila.
A partir de este momento mi padre tomó las riendas del asunto y comenzó el proceso para acorralar a Bauer, solo era cuestión de tiempo para que esto reventara y llegara a su fin. Regresé a la mi Ciudad y detalle algunas cosas con Rebecca sobre este asunto, como ella ya lo tenía prácticamente organizado, di una revisión a cuentas y demás estado en el se encontraban los departamentos del Corporativo, me llevó prácticamente solo dos días así que tenía por lo menos 3 días para ir a la finca y ver como se encontraba. Me llevé el estudio de Mercado para poder revisarlo a detalle. Como ya era costumbre llegué sin avisar.
-Mi niña, no te esperaba hasta el sábado. ¿Por qué no nos avisas para irte a recoger?- dijo tita desde la cocina.
- Porque nuevamente no lo sabía, es mejor así créeme. Me gusta dar la sorpresa y ver comprobar por mi misma que esto funciona bien.- Dije abrazándola, tenía mucho tiempo sin verla.
-Eres idéntica a tu abuelo, Q.E.P.D. mira que por eso tu abuelo hacia muchos corajes todo el tiempo, te va a dar la bilis niña.- dijo en tono de reprimenda.
- No haré corajes si todo está en orden, como debe ser y como sé que así es. La Ingeniera, ¿dónde está?- pregunté
-Por los establos, ahora siempre está ahí con la nueva doctora.-
-Nueva doctora, no entiendo Tita, explícate.-
-Si niña, la que mandaste traer para los animales.-
-Qué raro, no recuerdo nada de eso. No le digan a la Ingeniera que llegué, voy a cambiarme y de ahí a los establos.-
Era pasado del medio día y el calor estaba insoportable, me duché rápidamente, me puse mi ropa de trabajo. Opté por unas nuevas botas color ocre, pantalón negro y una camisa de mezclilla, con las mangas dobladas ¾ y mis lentes con reflejos entre amarillo y anaranjado. Tomé un sombrero y me dispuse a ir a los establos para ver a mis niños y de paso dar las instrucciones para la reconstrucción de mi pista.
-José, buenas tardes. ¿Cómo está?- también le di un abrazo.
-Patrona, buenas tardes. No la esperábamos, porque no me llamo para ir por usted.-
-Acabé antes unas cuestiones en la Ciudad. Me dijo Tita, que la Ingeniera estaba con la nueva veterinaria. ¿Dónde están?- Pregunté ansiosa por ver a Alexandra, pero mostrándome normal.
-Se fueron hace un rato, yo creo que a las bodegas patrona.-
-Ensille a mi Rey por favor y necesito que junte un grupo de dos personas para que limpien y nivelen esta área, vamos a armar la pista de mi madre nuevamente. Cheque que la madera este en buenas condiciones, cepíllenla, píntenla y pónganlas en su sitio y compren lo que falta, acuérdeme de darle el nuevo plano, tiene unas modificaciones.-
-Patrona, no tiene ningún caballo disponible, bueno ninguno de los suyos.- dijo un poco apenado.
-¿Qué? ¿Dónde están mis caballos?.- Respondí molesta.
-La yegua usted se la dio a la Ingeniera, a Rey lo dispone la nueva veterinaria y su otro caballo, disculpe pero no sé dónde está, en la mañana le juro por dios que estaba aquí.- Dijo queriendo que se lo tragara la tierra.
-¿Quién dio semejante orden, cómo es posible que no tenga un solo caballo y que usted no sepa dónde están José?!- Dije molesta y alzando un poco el tono. Ensille cualquier caballo que tenga y tráigamelo rápido, por favor.-
Monte al caballo de trabajo que me dio José y más me enfurecí, porque no me hallaba con ese caballo. ¿Qué quieren? No me gusta que nadie toqué mis cosas y menos mis caballos sin permiso. Fui a las bodegas y no estaban ahí, recorrí varios lugares hasta que por fin las encontré. Estaban en aquel punto en que llevé a Alex la primera vez, ese que tenía una vista de Dioses. Si mi humor ya estaba de los mil carajos, ver tan sonriente a Alex con esa mujer, empeoró aún más las cosas.
-Ingeniera, buenas tardes.- dije evidentemente furiosa.
-Arquitecta Salvatierra, no la esperábamos hasta el sábado.- dijo sorprendida aquella hermosa mujer.
-¿Que en este lugar no saben decir otra cosa? Todo mundo dice lo mismo, ya basta de eso, carajo.- Greco comenzó a relinchar y a ponerse sobre dos patas, él también estaba enfadado. Me bajé del caballo que traía y con mucho cuidado comencé a acercarme y a hablarle a Rey para que se calmara y no pusiera nervioso a los otros caballos.
-Tranquilo bonito, qué pasa? Aquí estoy relájate, así no eres tú. ¿Qué pasa eh? Tranquilito mi Rey no pasa nada, aquí estoy. -Usted es la nueva veterinaria, ¿cierto?- Dije aún molesta a aquella mujer a la que no había visto a la cara.
-Sí Arquitecta, soy Pamela Duarte.- Extendiéndome su mano.
-Bueno, no sé quién ni porqué le hayan asignado mi caballo, no me importa. Pero como referencia, mis caballos no son de uso común… ¿me entiende? Solo vigílelos y cuídelos, de asearlos, pasearlos y demás está José, que no se vuelva a repetir.- dije aún sin voltear y mucho menos sin darle la mano.
-Entiendo, lo siento mucho, Alex me dijo que podía tomar cualquiera y bueno Rey es de los más…- La interrumpí.
-Como le dije, no me importa quién haya dado esa orden, queda totalmente anulada, ahora podría alguna de ustedes dónde está Tifón.
-Bueno es que mi hermana vino de visita y estaba haciendo el recorrido con nosotras y Alex le permitió tomar ese caballo, no tiene de qué preocuparse es una chica muy responsable y su caballo está en excelentes manos.-
Apreté la mandíbula, inhale y exhalé pesada y furiosamente.
-Que José le asigné uno de nuestros caballos de trabajo, pruebe ese- señalando el equino en que yo había llegado.- Ingeniera la veo después de la comida para ver todos lo que hay pendiente. Con permiso.- Y me retiré de ahí a todo galope, furiosa por todo.
Llegué nuevamente, a los establos y yo misma dejé a rey en su sitio. José ya tenía a los muchachos trabajando en la tierra, me fui al estudio por el plano y hacerle las modificaciones a la pista y unos bocetos más de las barras que quería para que las pintaran en esos tonos. Tita me llegó a tocar para que saliera comer, pero no estaba de humor y estaba bastante ocupada trabajando en lo de mi pista. Así que pedí que me excusaran. Terminé y llevé los planos a José y los muchachos para explicarles el proyecto. Bañé y cepille a Tifón y después me fui con Tifón a la bodega a checar que los programas de la Ingeniera estuvieran en orden, fue ahí cuando me acordé que había quedado con ella de reunirme después de comer y el sol ya se estaba ocultando. Tomé mi caballo y tomé el camino más largo para llegar a casa.
En ese camino teníamos la casa de huéspedes y me llamó la atención que hubiera unas luces encendidas, me acerqué para ver quién se encontraba ahí y cuál fue mi sorpresa al ver que Alexandra y la veterinaria de quinta se estaban besando.
El mundo se paró un momento, sentí una patada en el estomago, una bofetada en la cara, pude sentir como la sangre subía por mi cabeza, mi temperatura cambio y la boca se me puso seca como nunca, algo comenzó a oprimirme el pecho, el cuerpo me dolía, pero nada comparado en como me dolía el orgullo.