Destino o Casuliad

Siempre he querido saber lo que es el amor, ese sentimiento que te hace hacer locuras por esa persona amada como Cleopatra y Marco Antonio, casi todos mis amigos tenían pareja o estaban iniciando una relación, yo no quería iniciar una relación por el temor de estar solo sino por sentirme amado, y quería vivir, notar esa experiencia.

Por eso decidí meterme en una página de contactos, quería conocer gente nueva. Estuve hablando con muchas personas, casi todos buscaban lo mismo, que era follar. En ese momento que me había dado por vencido, vi la foto de un hombre que me pareció atractivo, y su biografía decía: Chico simpático 28 años dispuesto a conocer gente nueva.

Sin dudar cliqué sobre el icono de mensajes y le dije hola. Este hombre resulto ser un encanto de hombre, muy simpático, con los gustos musicales muy parecidos a los míos, me dijo que se llamaba Alex y estaba acabando un grado de filología inglesa, y me pidió el teléfono para hablar por WhatsApp. Mientras Alex me hablaba me fui a cenar con mi amiga Claudia que es con quien comparto piso aquí en Madrid, ya que mi familia vive en Mérida y yo me vine aquí cuando acabe mis estudios universitarios en busca de trabajo. Cuando estaba cenando me hablo y lo primero que me dijo hola Hugo, me puedes pasar una foto para ver si es verdad como dices ser, le envié una foto del otro día en el parque del retiro sentado,  aunque ahí no se me aprecia mi altura, mi pelo moreno y mis ojos marrones si se me aprecian, me dijo que era muy guapo y acto seguido me envió una foto suya, se veía a un hombre muy guapo, rubio ojos verdes, pero había algo de el que no me gustaba, llamadme loco pero es verdad.

Los días pasaron y Alex cada vez me resultaba mas extraño, me preguntaba cosas sin sentido como que champo utilizo, bueno si tuviera el pelo largo, a lo mejor es compresible pensé yo, pero yo lo tengo corto y con tupe hacia arriba. Pero lo que si me resultaba aún más extraño es que cada vez que yo le preguntaba algo relacionado con su vida, familia, amigos, él me esquiva la pregunta y me vuelve a preguntar a mí.

Alex parecía un hombre muy amable pero muy raro y cuando hablo con él parece que no tiene veintiocho años sino diez menos.

Una mañana estaba desayunando con mi amiga Claudia, y le hable sobre Alex, entre ella y yo no había secretos, y más que quería hablar sobre la actitud tan extraña que tenía el hacia mí. Ella solo me respondió con su gran sabiduría, qué más da si solo es para un polvo.

Yo no quería solo follar y ya está, quería sentir algo más, los libros de Jane Austen me están haciendo mucho daño pensé. Estaba limpiando cuando escuché la puerta de casa cerrarse, pensé que mi pelirroja amiga se fue a trabajar ya que ella hoy trabajaba, pero yo hoy descansaba. En ese momento pensé cuando me vine aquí a Madrid, me vine porque estaba en bucle, estaba estancado cuando acabe mi grado, pero aquí también sigo estancado.

Llame a mi madre, pero no me respondió la llamada, conociéndola estaría haciendo algo y no se habría enterado de mi llamada, por eso le mande un WhatsApp, Mamá te he llamado, ¿Cómo estáis? Llámame cuando lo leas, besos para todos.

Mi familia, sabía que era gay desde pequeño siempre se lo olían, cuando fui creciendo se lo comenté a todos, y su contestación fue, por fin lo dijiste, ya lo sabíamos y te queremos como eres. Es verdad que cuando eres más pequeño tienes miedo, a que no te acepten, pero ahora yo os digo una cosa, solo son prejuicios de la sociedad, pero por suerte la sociedad está cambiando.