Destino (IX)

Patrica consigue formalizar su relación con Fernanda y la cosecha al fin se da y con ella se dan otros problemas.

Estimados lectores, espero la hayan pasado muy bien estas fiestas navideñas. Les dejo un fuerte abrazo.

Dejo aquí la novena entrega de Destino, disfrutenla y ojala les guste. Dejen sus cometarios y por favor valoren la historia.

Saludos.


-¡No me pidas que me tranquilice carajo, no entiendes nada!- le gritaba furiosa a Patricia.

-Realmente no entiendo por qué estás tan molesta, esto era un secreto a voces para todo mundo.- Respondió Patricia enojada, pero más calmada que Fernanda.

-Pues como secreto se hubiera quedado, no entiendo por qué mi intimidad se tiene que ver ventilada a los ojos de todo el mundo.- Respondí.

-Tarde o temprano sucedería, soy una figura pública.-

-No veo la necesidad de verme inmiscuida en todo esto. Es demasiado tarde para contener la información, Rebeca no pudo dar con alguien para evitar su distribución, portales de internet, periódicos, revistas. ¿No alcanzas a dimensionar, verdad? ¿Sabes el shock que será para mis padres? Esto no solo me involucra a mí, sino a mi familia.- Caminaba nerviosamente en la sala de un lado a otro.

-No veo ningún problema, es decir, estamos juntas, ¿no? ¿O es que te avergüenzas de mí o de lo que eres?-

-Mis padres tenían que enterarse por mí y tenían que enterarse cuando fuera algo serio.- había soltado esas palabras sin pensar.

-Bueno al menos yo ya me enteré que en todo este tiempo solo he sido sexo, un buen sexo, debes admitir.- Dijo con tono triste y tratando de evitar perder la poca calma que aún le quedaba.

-Lo siento, no quise decir eso.- trate de acercarme a ella.

-Bueno pues lo dijiste y tienes razón, no quieres una relación, soy yo quien está insistiendo con todo esto.- levantándose para salir a fumar.

-Patricia, escúchame, no eres tú. Es que no me gusta estar en una situación donde todos me estén señalando. Pase por esto cuando plante a Mauricio. Créeme que fue bastante desagradable lo que decían algunas revistas, el acoso de los fotógrafos después que regresé por todos lados, no me gustan esos perfiles. Por eso evito posar en las alfombras, tus eventos de moda, no me gusta a dar pie a verme expuesta, lo hago por complacerte, por pasar tiempo contigo, porque entiendo que es tu trabajo, eres importante para mí, no seas tonta. Simplemente aún no me sentía lista para hablar con mis padres.- mientras la abrazaba por la espalda.

-Me quieres, pero en secreto. Soy importante, pero no para que los Salvatierra me conozcan, entiendo.- dijo soltando mis brazos de su cintura.

-Patricia, no distorsiones mis palabras, yo no he dicho eso. Me siento bien a tu lado, pero debes estar consciente de que es poco el tiempo, esperaba un poco más para ver cómo se iban dando las cosas, hablar con mis padres, que se hicieran a la idea de una mujer y luego presentarla. ¿No crees que es mucho y de golpe?-

-Entiendo, no me hagas pasar por una egoísta. Es solo que mi mamá sabe de ti, lo importante que eres, lo enamorada que me tienes y lo mucho que te amo. Lo siento si te molesta, te amo y probablemente te lleve más tiempo a ti sentirlo, pero yo estoy que muero de amor por ti, desde que te conocí.- se había quitado su armadura y me daba su corazón. Ella había soltado bomba. Guardé silencio ante su declaración, pues era la cereza que faltaba para el pastel que tenía en el horno.

-No sé qué decir al respecto, no me esperaba esto, es demasiado para mi.-

-No quiero una respuesta por obligación, "un paso a la vez"- puso el cigarro en mi boca e inhalé sin problemas, (sí desde que llegué a esa Ciudad me hice adicta al cigarro), haciendo uso de su sensualidad, se acercó a mí y rodeo mi cuello, con sus brazos, exhalé el humo en su boca y ella lo recibió. –Pedí a Robert que mande un comunicado, pidiendo respeto a nuestra privacidad, confirmo las fotos y no haré ninguna afirmación o negación a mi sexualidad. No hay ninguna mención o referencia a tu persona o familia. No es vergüenza, solo es protección para ti.- eso me alivio mucho.

-Gracias, de verdad. Pero no los frenará, el morbo vende y de eso seremos objeto por un rato, eso no me preocupa, ni declararme o no. Es por mi padres, debían enterarse solo por mí, nuevamente los expuse.- la tome por la cintura y la acerqué a mí. -Un paso a la vez, lo sé. Disculpa la paranoia.-Nos besamos.

-Te amo Fernanda Salvatierra, no digas nada, tú sabrás el momento.- Nos despedimos, teníamos cosas por resolver de trabajo. Al irse llame a Lorena por FaceTime.

-¡Amore! ¿De casualidad has visto las noticias del día de hoy?

-Buenos días Lorena.- Respondí sarcásticamente.-

-Baby, no quiero alarmarte, pero hay unas fotografías tuyas con la modelo y son muy claras.-

-Lo sé, nunca lo vi venir. No pensé verme en una revista nuevamente y menos por otro escándalo. Rebeca no pudo comprar las fotografías y bueno, ya ni decir que nada se pudo contener y si la lo viste tú, probablemente mis padres también.- llevé mis manos a la cabeza esperando que una idea para resolver esto llegará casi por magia.

-Y los Bauer, la Ing. Cohen, tu familia lejana, mucha gente que siente que tiene el derecho a señalarte…-remató mi dulce amiga.

-Todo el mundo Lorena, lo sé, no me lo restriegues en la cara. Debí haber sido más cuidadosa.-

-Fernanda, no podías preverlo. Tu chica- haciendo énfasis en la posesión- está con todo por todos lados. Era cuestión de tiempo esperar especulaciones, colocándose con las mejores modelos, debió interesarles con quién sale, dado que en sus entrevistas dice lo siguiente: -Tomo una revista y comenzó a leer. “-Es complicado encontrar una pareja que entienda este ritmo de vida, pero afortunadamente tengo a mi lado a una persona que aunque no pertenece al medio, tiene un trabajo muy demandante. Nuestros horarios son muy complicados, viajamos mucho y encontrar tiempo es un reto, pero estoy muy contenta, me tiene enamorada completamente.- -Dinos cómo se llama- -No doy detalles de mi vida privada, debo dejar algo para mí.-“. –Esto sólo el principio, se pondrá peor.-

-¿Me estás insinuando algo?-

-No insinuó nada, yo no mando sobre ti, pero quiero que hagas conciencia de que no vas a poder contener nada, esto forma parte de estar con ella. Así que procura dar mejores ángulos a los fotógrafos amor.-

-Simpática –forcé mi sonrisa-, en la noticia que leíste ¿aparece mi nombre?-

-En letras mayúsculas, negras y subrayadas. ¿Qué piensas hacer Baby?-

-Arreglar algunas cosas y volar en cuanto pueda a Francia.-

-Muy bien y ¿qué hay con la Ing. Cohen?, ¿hablaras con ella?-

-No veo por qué debo hablar con ella, es mi empleada nada más.-

-Mmmjmm.-

-OK. No veo qué decirle, Patricia me acaba de decir que me ama y que le habla a su mamá de mi. Tengo mucho en qué pensar y no defino que siento. Esa magia que había con Alex, se terminó, finito, over. Sólo hablamos de trabajo, distante, frío. Fue un momento nada más, primero debo hablar con mis padres.-

-Vaya, la modelo sabe lo que quiere. Sobre Alexa, es una pena, presiento que debe de estar dolida. Sentía algo por ti, algo que suprimiste y minimizaste. Hasta a mí me dolería ver a mi crush saliendo con otra en una revista, súmale que es una espectacular modelo del momentoTe ha de odiar en estos momentos.-

-¿Sabes? Tienes suerte de estar lejos, ya te habría golpeado.- El teléfono sonó y al voltear a ver la pantalla palidecí.

-¿Quién es?- Preguntó Lorena y parecía que quería salir por el iPad para ver por ella misma quién era.

-Alguno de mis padres.-

-Ok, comprendo. Llámame en cuanto cuelgues con ellos, ¿entendido?-

-¡Noo!- Respondí alarmada. –Pondré el altavoz, quédate conmigo ¿sí?-

-¡Contesta ya!- Me gritó desesperada.

Tomé la llamada.

-Diga.-

-Buenos días hija.- Dijo del otro lado mi papá.

-Hola papá, buenos días, ¿cómo está?- dije tratando de que mi voz no delatara mi nerviosismo.

-Bien, bien. ¿Tú cómo estás?- respondió el muy cortés.

-Trabajando como siempre, padre. Estoy terminando de revisar el presupuesto de la cosecha, empezaremos la primera ronda en semanas, la uva estará en su mejor momento, será una buena cosecha Señor la Ing. Cohen está haciendo un buen trabajo.-

-Es correcto hija, ¿recibiste ayer la propuesta para la siembra de Francia?-

-Vi que llegó ayer, lo puse para los pendientes de hoy, ¿Le urge?-

-No mucho, me parece correcto. Solo hace falta que lo confirmes y lo agendes, te quiero aquí en la primera cosecha. Libera una semana al menos, de ser posible.-

-¿Ustedes vendrán?-

-No creo debo andar detrás del Arquitecto, es terrible que debo estar corrigiendo los detalles una y otra vez, deberías venir y supervisar, desde mi punto de vista, va muy lento. Termino los interiores de la casa y tú madre no quedó conforme, ya está haciendo modificaciones y se salió del presupuesto. ¿Por qué es tan difícil encontrar gente competente?-

-Puedo salir hoy por la noche y estaríamos viendo esos pendientes mañana por la mañana, tendríamos todo el fin para poner orden.-

-¿Estás seguras, no te afecta alguna entrega en la Universidad? Puedo enviarte fotos y planos.-

-Para nada, es más dígale a su bendito Arquitecto que lo quiero mañana a medio día.-

-Me parece bien. ¿Necesitas algo más?-

-No, todo bien.-

Guardamos silencio un momento, sabiendo que había algo importante de qué hablar.

-¿Mamá está bien?- Pregunté.

-Está bien, tampoco es para morirse Fernanda, creo, lo demuestra el hecho de que seguimos aquí. Tienes maneras muy peculiares de enterarnos de tus decisiones de vida, ¿no crees?- no estaba enfadado, su tono era bastante tranquilo y cariñoso. Hasta comprensivo diría, lo cual me sorprendía. –Le hará bien que vengas y hables con ella. Avísame la hora de tu vuelo para ir por ti al Aeropuerto, le darás una bonita sorpresa a tu madre. Te amamos hija.-

-Ya vieron las fotos, ¿verdad?-

-Entonces sí eres tú, ¿Verdad?-

-Sí papá, soy yo.-

-Fernanda, Fernanda, Fernanda… Nunca he creído que haya un hombre digno de ti, pero una mujer tampoco me alivia. Hablamos mañana. Recuerda lo del viaje. Cuídate y procura no perder la calma.-

-Gracias papá.- Colgamos.

Estaba sorprendida ante la reacción de mi papá, esperaba todo menos una aceptación tan rápido. Quizá de verdad intentaba cambiar.

-No resultó tan malo como creías, quita esa cara Baby. Creo que te estás ahogando en un vaso de agua. De haberse molestado, habría dicho otras cosas.- me dijo Lorena en modo maternal.

-Es que no sonó como mi papá, es decir, no replicó, ni se enfadó o reclamó.-

-Tú tampoco eres la Fernanda al que todos estábamos acostumbrados. No lo percibes, pero los que te conocemos, vemos que eres otra y desde mi punto de vista, te sentó mejor el cambio.

-Tengo que trabajar cariño, partiré por la noche.-

-Te quiero amiga.-

-Yo más.-

El día se me fue entre ir a la Universidad a un par de clases y resolver los pendientes que siempre tenía. No tenía noticias sobre Patricia, la llamé un par de veces antes de abordar mi avión, pero no contestó, solo le envié un pequeño texto: “Salgo para Francia, vuelvo pronto. Cuídate. Besos.”

Al descender del avión, comencé a experimentar mucha ansiedad, me odie por haber decidido no llevar equipaje, me habría dado más tiempo de pensar mis palabras antes de ver a papá.

-Buenas tardes señorita.-

-Buenas tardes papá.- Nos abrazamos.

-¿Tu equipaje?- Preguntó al separarnos.

-No traje.-

-Pues vayamos de compras, tenemos conversación pendiente y será mejor ahora, antes que tu madre te acose con mil preguntas.-

-Vayamos pues, pero tú pagas.-

Salimos del aeropuerto y nos dirigimos antes que a cualquier tienda por un café, sentía que mis sentidos no estaban despiertos después de todo.

-No necesito nada papá, ninguno de los dos quiere ir a comprar, mejor caminemos, no conozco casi nada de París.-

-¿Estás experimentando con tu sexualidad?- Su pregunta fue directa, mi padre quería entender.

-Sí y no.- Me miró con cara de expectación.

-Nunca había sentido atracción por ninguna mujer, fue una la que desató mi gusto y aunque en un principio me costó asumirlo, lo tomo como la parte que me llena de luz, dejo de sentirme gris, esta revelación me hace sentir plena, me siento liberada y puedo asegurarle que no volveré a tener ningún otro hombre en mi vida.-

-¿Estás segura?-

-Tan segura como que me llamo María Fernanda Salvatierra.- él sonrió.

-¿Fue por esa mujer que no te casaste?-

-Papá, fue solamente por mí que no me case. Sería el error más grande mi vida, Mauricio es un buen tipo, pero tampoco me amaba, ambos cumplíamos algo que considerábamos nuestro deber.-

-¿Y entonces, porque no te das la oportunidad con otro hombre?-

-Porque ningún hombre tiene lo que yo busco, que aún no deduzco qué busco, en fin, ¿que no dice que no hay hombre digno de mí? ¿Por qué me quiere aventar a otro?-

-No busco aventarte a otro hombre, busco ver que estés segura.-

-¿Le molesta?-

-Me molesta enterarme por una revista, me molesta que creas que no cuentas con nosotros, me molesta no ser digo de tu confianza. Sé que soy duro contigo. Cuando supe que tú madre no podría tener más hijos, eras un bebé muy pequeñito, al tenerte en mis brazos, me propuse hacer de ti una mujer de bien, de provecho, te prepararía y educaría para heredar mi trabajo, quería ver en ti las cualidades que quería de un hijo varón y que no tendría, siempre superaste mis expectativas, no hubo reto que fallaras o meta que no lograrás, demostraste y me restregaste en la cara que eras mejor que cualquier hipotético hijo varón que tuviera. Nunca te pregunté si preferías cabalgar a danzar, nadar a catar, en fin, decidir por ti hizo que no juzgarás ni experimentaras por ti misma, solo te hice débil y frágil por anteponer lo que creía tus deberes conmigo a tus deseos. Quiero Fernanda que seas feliz, con lo que sea que eso involucre, solo evita las drogas por favor.-

-Entiendo perfecto- y me abracé más a él mientras caminábamos. -No es culpa de nadie, uno vive lo que quiere, lo que cree que se merece, por ejemplo: yo sabía que Mauricio me engañaba mucho antes de la boda, con varias y aun así me iba a casar, él es un buen tipo, pero me engañaba y a mí me gustaba pasarlo por alto antes que enfrentarlo, consideraba que tenía cosas más importantes de que ocuparme.-

-Dejarlo en el altar tampoco era lo mejor- Dijo mi papá en su típico tono de reproche.

-Y estaba dispuesta a casarme, pero seguramente seriamos infelices, engañándonos, siempre me reprocharía traer hijos sin el amor con el que deben ser concebidos.-

-Debes querer mucho a la modelo para haber botado todo de esa manera.-

-Se llama Patricia papá y no fue por ella, la conocí después de que me diste la presidencia. Fue otra mujer, pero no quiero hablar de ella. Quiero a Patricia, pero es pronto para hablar en serio de ella. Creí que me despreciarías o enfadarías conmigo, que no me hablarías, no sé, esperaba todo menos que lo tomarás como lo estás haciendo.

-Bueno, bien dicen por ahí “renovarse o morir”. Eres lo más valioso que tengo, no podría despreciarte o alejarte de mi lado. Debemos trabajar en comunicarnos más, con este carácter que tengo, que sé que es difícil y que dicho sea de paso es el mismo que el tuyo, hay un hombre que sabe escuchar y que por ti, va a cambiar cualquier idea que tenga en su cabeza para comprenderte y darte el mejor consejo. Tampoco creas que es fácil, pero lo intento. Es hora de volver y que tengas un tiempo a solas con tu madre.-

Cuando llegamos a casa, mamá no estaba. Así que tuve tiempo suficiente para dar un recorrido y familiarizarme con el espacio. Tomé algunas notas sobre lo que debía discutir con el Arquitecto que estaba llevando la obra, si bien sé que yo no tenía experiencia en el ramo más que lo de mis prácticas profesionales, era evidente que había un desastre. Me sorprendí cuando en el espacio de los establos había una gran arena de equitación. Mamá era un buen jinete, en su juventud ganó varios premios en Salto Ecuestre y yo lo practiqué por un tiempo aunque nunca fue espectacular, al parecer la amenaza de mi mamá de enseñar a niños iba muy en serio. Hice un recorrido del cual me sentí muy satisfecha y hasta creí tener el talento de mi mamá.

-Desastroso María Fernanda.- Dijo mi mamá detrás de mí caballo.

-¡Claro que no!- Respondí indignada.

-Forzaste a Greco, tus saltos fueron deficientes, nunca vi una sola postura correcta, no hubo elegancia y ni siquiera estas vestida correctamente. –

-Es la segunda vez que me subo a este equino y creo que no tenemos conexión, si fuera Rey o Tifón, estaría de campeonato madre.- dije bajando de mi caballo para saludarla.

-No es el caballo el que hace mal las cosas, tú eres quien da las órdenes recuerda que “el caballo es reflejo del jinete”- dijimos al mismo tiempo. –Me da mucho gusto verte.- Lo dijo con tanta ternura y con su voz quebrada, suprimiendo su llanto.

-A mí también me da gusto verla. Veo que es enserio esto de dar clases.- siguiendo otro tema, para no llorar yo también.

-Así es, empiezo en tres semanas con 5 niños, me siento muy emocionada.-

-Me da mucho gusto de verdad, la arena está muy padre, seguro que hará un buen trabajo, aunque siento pena por sus pequeños futuros alumnos.-

-Pensaba en comprarte un nuevo caballo, ¿te gusta la idea?- preguntó mi madre mientras caminábamos al establo a dejar a Greco.

-Me gustaría, pero dejémoslo para cuando pase más tiempo en este lugar, ni siquiera tengo tiempo para mis niños de la finca mamá, ahora que si usted personalmente se ocupa de él, prometo venir más seguido.-

-Será mejor que conectes con alguno de los que tenemos aquí, porque solo te veo por el iPad.-

-El Arquitecto no entendió lo que usted quería para la casa, digo, lo que usted me platicó no tiene nada que ver con lo que vi.-

-Sería bueno despedirlo ahora y que otro termine el trabajo ¿qué opinas? No veo caso estar pagando por algo que no es lo que queremos.-

-Bien sabe que yo no tengo mucha experiencia, pero tiene razón, mañana hablamos con él y que ya dejé las cosas como están.-

-Eso haremos entonces.-

Y seguimos caminando sin decir nada más.

-Creí que no te gustaban las revistas, últimamente apareces en muchas publicaciones.-

-Y no me gustan, nunca sé dónde aparezco, no presto atención a esas cosas y las fotos que vio ayer, nunca supe en qué momento las tomaron, sé que debí ser más cuidadosa.- dije yo.

-¿Cuidadosa porque no nos enteráramos o cuidadosa de no exponerte?-

-Esperaba el momento adecuado.-

-Ya deberías saber que nunca hay un momento adecuado. Patricia Oporto es una chica muy bonita. Esto apenas empieza, ¿crees poder lidiar con los paparazzi? Sin duda y sin poder evitarlo estarás expuesta y entre más te resistas, será peor.-

-Estamos bien, vamos “un paso a la vez”. ¿No está molesta?-

-Claro que sí, pero no porque te gusten las mujeres, sino porque no te reconozco, no entiendo porque no te acercas a mí y me cuentas, seguramente crees que no soy una mala madre y tienes tus motivos para ser guardar tu distancia conmigo, crees que soy tonta, que me importan solo las apariencias y que no tengo sentimientos. Te conozco y sé que no es solo por probar, te gustan las mujeres, tanto que no has venido a retractarte, vienes a tranquilizarme y a hablarme de esa muchacha para que la conozca.-

-Jamás me ha pasado por la cabeza que usted sea tonta, jamás. Y si no quiere conocerla, yo no voy a obligarla.-

-¿Hice algo mal? ¿Te fallé como madre?-

-No tiene nada que ver con usted o con lo que me enseñó o no. Ni siquiera yo sabía que me gustaban las mujeres. Solo hice lo que sentí mejor.-

-¿Patricia viene contigo?-

-No, es pronto para tanta formalidad, además, no sé, no lo entendería, solo quiero que usted este tranquila.-

-Lo estoy, si tú lo estás. ¿Cómo sabes que no entenderé si no me explicas? esto es a lo que me refiero. Inténtalo, explícame. Soy tu madre, no estoy para juzgarte.-

-Ella es muy linda, le gusta ser el centro de atención, nos vemos poco porque ella viaja constantemente y yo siempre estoy ocupada en algo. Cuando me vi circulando en las fotos, entre en crisis y dije algunas cosas sin pensar, me disculpé y ella me dijo que me ama, yo no supe qué decir, no sé qué siento, la quiero, pero no creo amarla, no sé. No esperaba esa declaración.-

-Bueno si algo seguramente debes saber, es que el amor se siente o no se siente, no es algo en lo que puedas mandar. Quizá por estar tan ocupada o preocupada no te has dado la oportunidad de sentir o es que hay alguien más. Nunca decimos algo sin pensar, solo es algo que sentimos y no decimos.-

-Estoy confundida. Hay otra cosa y es más serio que este asunto, no sé cómo decírselo. Necesito su opinión antes de hablar con papá.-

-Te escucho.-

-El Sr. Bauer nos robó dinero como consultor-

-¿Qué? ¡María Fernanda, es una acusación muy seria! Los estimamos demasiado, él no sería capaz.-

-Pues tengo las pruebas y seguramente si me lo permiten, puedo demostrar que lo está haciendo aquí, ¿por qué vino tras de ustedes si yo le di un buen puesto? No sabe trabajar. ¿Por qué papá no lo hizo su socio si tanta confianza hay? ¿Consultor de qué? Mamá hay muchas consultorías fantasmas, ¡Es un ladrón!-

-Pero ¿Por qué haría eso? Tu padre siempre ha sido un hombre generoso, sobre todo con él-

-Y de eso él se aprovechó, de esa confianza ciega que le tenía. Mamá le retiro el habla a Mauricio, por no perseguirme para convencerme de casarnos, le quitó su fideicomiso, lo corrió de su casa y vive en mi Departamento. Yo le hice un préstamo para su maestría y realmente está mejor sin ellos, ¿Cuál es la versión de ellos?- mi madre guardó silencio.

-Que está estudiando en Oxford-

-Bueno, no está ahí. Llama a mi casa y compruébelo.-

-Te creo, es sólo que estoy sorprendida. Creí que eran ideas mías su comportamiento, desde lo que pasó en la Iglesia, está altanero y siento que tu padre lo pasa por alto como un intento de disculpa en tu nombre. Tu padre es un hombre cabal, jamás he cuestionado sus decisiones, porque creo que son correctas sus apreciaciones, pero si es cierto, será un golpe terrible para él. ¿A cuánto asciende la suma?-

-La cuenta de asciende es de 7 millones usd, desde mi administración como directora, estoy yendo más atrás y seguramente aumentará, está muy bien maquillados sus balances. Estamos disponiendo mucho dinero, en este momento puede aprovecharse de eso.-

-Haremos algo mejor, tú sigue investigando y llega al origen del desfalco, yo puedo investigar aquí, ver si está tomando dinero. Hagamos esto con maestría, es un golpe que él no espera y es nuestra única carta, no podemos ponerlo bajo aviso. Para hablar con tu padre, necesitas tener cerrada cualquier puesta de escape, si Alberto Bauer nos está robando, lo va a pagar. Mantengamos esto entre tú y yo cariño, resolveremos ese problema. Volviendo a lo importante, date la oportunidad de disfrutar lo que la vida te da. Descubre si de verdad quieres a Patricia y evita lastimarte y lastimarla. ¿Entendido? Ahora explícame cómo es eso de que tú provees a Mauricio Bauer.-

-No lo proveo, bueno no de una mala manera. Mira Mauricio y yo hablamos lo que teníamos pendiente y estamos en buenos términos, de hecho sabe lo de Patricia. Jamás me contó lo de su padre, llegué a esa conclusión después de algunos sucesos, investigué y le hice el ofrecimiento de dejarlo en mi apartamento, y pago su maestría en calidad de “préstamo” que jamás cobraré porque él se niega a aceptar de vuelta el anillo de compromiso. Está trabajando y paga todos los gastos de la vivienda y los propios. Estoy segura que no tiene idea de lo que su padre hace, será un golpe duro para él y espero que no le acarree consecuencias.-

-No esperaba menos de ese muchacho. ¿Cómo es que te supiste que te gustaban las chicas?-

-No es enserio verdad madre-

-No estoy bromeando María Fernanda, quiero saberlo todo.-

-Madre, simplemente pasó, no quiero hablar más, usted ya lo sabe, estamos bien. No empuje mis límites.-

-Está bien, pero quiero que cambiemos ciertas cosas, no puedo forzar tu confianza lo sé, pero sí quiero que nos acerquemos más. Conóceme y quizá cambie en algo la perspectiva en la que me tienes.-

-Yo no tengo ninguna mala perspectiva, gracias a ustedes soy una mujer fuerte, responsable, madura (creo). Tomaron muchas decisiones por mí, ahora es tiempo de que yo tome las mías y me responsabilice por ellas. Pasé mucho tiempo con los hombres de esta familia, quizá por eso a veces pareciera que usted y yo no tenemos mucho en común, usted sabe que me gusta montar, leer, dibujar, nadar, ir de compras, decoración, en fin, odio cocinar o cualquier tipo de tarea doméstica, soy toda una cajita de sorpresas.- cerré coquetamente mi ojo.

Pasé un fin de semana muy raro, pues mis padres realmente se veían interesados por integrarse a mi vida y yo feliz porque así fuera. Volví a NY con una seguridad renovada, fuerte y sintiendo que si quería podía comerme el mundo. Rendí algunos exámenes e hice mis maletas para irme a unos días al corporativo a checar por mí como caminaban las cosas, después como iría a la Finca para la cosecha. La relación con ellos ante mi revelación mejoró notablemente, hablamos más y no sólo cosas de negocios, cosas de nosotros, de nuestro día, de algo que leíamos, cualquier cosa es buena para hablarnos. Las cosas con Patricia estaban en un punto medio, aposté por lo que ella apostaba en este relación y tomé el consejo de mamá, disfrutar de su compañía y de lo que me ofrecía. Dejé de preocuparme por las revistas y cualquier tipo de información que corriera aunque no dejaba de ser molesto cada rato ver a un loco con su cámara y fotografiar hasta el café que me tomaba. Ni decir que por poco quedo ciega, en el estreno de una película en la cual desfilé cual diva por la alfombra roja al lado de Patricia, la lluvia de flashes y de preguntas por parte de los reporteros y fotógrafos fue impresionante para mí y decepcionante para ellos al solo obtener un “Thanks”.

No hubo muchas novedades más que el Sr. Bauer tenía como cómplice al contador maquillando los balances de las consultorías y facturando empresas fantasmas. Rebeca hacía un excelente trabajo, pero dados los últimos eventos que descubrí, mantenía una vigilancia constante, llegar de improvisto era siempre la mejor opción. Llegar a la finca fue otra historia, había mucha gente en la zona y la mayoría buscaba trabajo con nosotros, pues siempre se procuraba dar un salario un poco más alto que en otros lados.

-Buenas tardes Patrona, aún no la esperábamos.- Dijo uno de los peones al verme.

-Eso está bien, quería supervisar personalmente algunas cosas ¿Dónde están todos?-

-Su nana en la casa Grande, José y la Ingeniera están por las bodegas viendo las cuadrillas de trabajo, voy a avisarles de su llegada.-

-Nada de eso, se lo prohibo ¿me entiende? Vayamos donde Tita y usted comerá algo rápido y luego ensillara a Rey.-

Entre directamente por la cocina para poder sorprender a Tita.

-Como siempre esta cocina huele delicioso gracias a ti Tita.-

-¡Mi niña, llegaste!- respondió Tita abrazándome fuertemente. –Ven siéntate a comer, cada que vienes estás más flaca, te vas a enfermar, debes descansar.-

-También me da gusto verte, descansaré a la hora de dormir o como decía mi abuelo, “descansar cuando me muera”– imitando su voz roca. -Hay mucho por hacer. Desayuné tarde, así que esperaré la hora de la cena. Dale algo a este muchacho, que él sí está flaco, no yo. Tomaré una ducha rápida y recuerden, no le avisen a la Ingeniera, quiero ver en qué está trabajando. No olvide ensillar mi caballo.- y me perdí en el pasillo para subir a mi habitación.

Pese a esta actitud que pueden notar, un hueco en el estómago y una especie de ansiedad se apoderó de mí. Deseaba ver a la Ingeniera pero a la vez, comencé a temer algún desprecio de su parte y es que, estando bien con Patricia, cualquier cosa que tuviera que ver con Alexa, me confundía. Plantaba la situación al repetirme que ella solo era una empleada que trabaja conmigo, yo como su jefa no tenía por qué darle algún tipo de explicación, es más ¿explicar qué? Es mi vida. Así que después de mi baño, monté a mi hermoso y siempre amoroso Rey y tomé camino a las bodegas. Al llegar, Alexandra estaba de espaldas, inclinada sobre la mesa de trabajo, demasiado sexy para mi entrepierna que de la excitación pasé al dolor.

-Buenas tardes señores, Ingeniera Cohen.-

-Buenas tardes patrona- dijeron al unísono los trabajadores, no así Alexa, que apenas contestó, mucho menos me miraba. Aquí íbamos nuevamente, pero esta vez no seguiría este infantil y tonto juego.

-La esperábamos hasta el día de la cosecha, llegó antes.- dijo en ese tono irónico.

-Bueno es mi Finca, vengo cuando quiero y la hora que quiero. ¿Con cuántas cuadrillas contamos?-

-Siete de cincuenta.-

-Lo bueno es que la gente sigue llegando.-

-¿Y por dónde empezaremos?-

-Ya lo tengo todo listo Patrona, no se preocupe- dijo un tanto burlona, lo cual determinó mi humor para los próximos días y pobres de los que me tuvieran que trabajar conmigo.

-Si quisiera escuchar que todo está bien, solo hubiera hablado por teléfono para evitar el viaje, no le pago para eso Ingeniera no lo olvide. ¿Ya pegó los horarios? ¿El listoneo está terminado? ¿Las bodegas están completamente limpias? ¿La finca está organizada para la comida que darán al día? Estamos a días Ingeniera y usted solo tiene 7 cuadrillas, ¿tiene algo que decir o va a ponerse a trabajar?- dije evidentemente enojada.

-Todo estará listo a tiempo Arquitecta- dijo aún molesta.

-¿Para todo tarda tanto Ingeniera o es que de verdad no tiene la capacidad de sacar esto adelante? Creo que mejor veré como aún tengamos uva, no sea que entre sus múltiples ocupaciones solo encontremos pasas. Venga conmigo José, con permiso Ingeniera.-

Me fui de ahí a todo galope. José tardó en seguirme el pasó y es que yo estaba poco menos que me llevaba el carajo y sus amigos. Algo pasaba que, por teléfono o e-mail éramos seres cordiales, pero en persona pasaban estas cosas, no nos tolerábamos, éramos amables por educación, pero a la menor provocación explotábamos para mal, solo hablar de trabajo para los trabajadores ya no era extraño estas conversaciones subidas de todo, creo que hasta corrían apuestas para ver si yo perdía el estribo y la despedía, los otros apostaban a que ella renunciaba.

La noche llegó y con ello la irrupción de Alexa a mi despacho, entregándome la información solicitada. Los días pasaban y aunque todo estaba calmado, la tensión se sentía. Desayunamos, comíamos o cenábamos en completo silencio y era un alivio para mí ser cuando ella se retiraba. Consideré revisar su contrato y encontrar una salida para despedirla, pero para mi suerte (y desgracia) hacia excelente su trabajo y tenía a mis padres encantados, así que el único motivo que tenía para despedirla, era que no la toleraba. Sí, de un carnal deseo, pasamos a cierto desprecio.

La cosecha se dio era exquisita, las cosas marchaban mejor y no tenía queja alguna sobre el trabajo que Alexa hizo, tenía que reconocerla.

-Todo va bien, esto camina solo, pero hay que vigilar los traslados, ni muy rápido, ni muy lento. Lo ha hecho bien Ingeniera, no me dejó en quiebra.-

-La ventaja de tener tanto dinero Arquitecta es que puede comprarse otra finca y empezar de nuevo-

-Puedo comprarme diez fincas y regalarle otras diez para que aprenda a trabajarlas. Pero quiero esta así que no la arruine, va bien. Esperamos mejores resultados en Francia. Descanse.- Me retiré a mi habitación.

-Un simple gracias, bastaba. No tiene que ser tan desagradable a todas horas- eso dolió.

-Usted lo ha dicho. Puedo, pero no quiero. Pasa que usted saca solo lo peor de mi Ingeniera ¿qué le vamos a hacer? Buenas noches- punto para mí.

-¿Por qué simplemente me despide y ya?- dijo tras de mí, mientras subíamos las escaleras.

-¿Por qué simplemente no se va usted por su cuenta y ya? Al no despedirla le hago un favor, pero no espero que me agradezca o que entienda. Sería pedir mucho.- dije un poco hiriente.

-Soy agradecida, pero al parecer usted carece de tal habilidad.- Respondió con evidente molesta.

-El suplicio se acabará en unos días, si usted hace bien su trabajo, me verá sólo lo estrictamente necesario. Y no es cosa de habilidad, es de educación lo cual tengo de sobra. Hasta mañana-

-Pues no parece. Descanse Patrona.- que ella me llamara así en su tono sarcástico, me reventaba.

-¿Sabe qué? ¡Basta!-girándome hacia ella -No podemos seguir así, es ¡desgastante! Muy a su pesar aquí, en la ciudad y en Francia, ¡soy su jefa! Y va a hacer lo que yo le ordene, cuando yo le ordene y si no le parece pu...-

-¿Va a obligarme?- dijo desafiante.

Y por impulso la besé y la besé con mucho enojo, con deseo, con ganas. La metí a mi recámara y al cerrar la puerta, comenzamos a perder el control, nuestras lenguas no esperaban a mezclarse y se poseían mutuamente, nosotras como podíamos nos desvestíamos y es que nuestras manos sufrían por querer disfrutar de nuestros cuerpos y tener dos manos y diez dedos nos parecía insuficiente. Había logrado mojarme en tiempo récord, pues desde el primer beso me excité. Tuvimos que despegarnos un momento para podernos quitar las botas de trabajo, en ese momento ¡Cómo las odie! Yo misma me quite el pantalón y ayudé a Alexa con sus botas, retiré su pantalón junto a su tanga y la apoye en el brazo de mi sillón. Me coloqué entre sus piernas y fue cuestión de un segundo que ella jalara mi tanga al piso, entonces la tome por sus muslos y la halé fuerte hacia mí para sentirla, al contacto gemimos y una leve sonrisa sentí por su parte al ras de mis labios, mi sonrisa era interna, nuevamente la jale hacia mí, apoyándome en las puntas de mis pies para tener más profundidad al roce, el sonido de nuestros cuerpos al chocar era música para mis oídos, los gemidos de Alexa cada vez subían de tono, intentaba ahogarlos con mis besos para no hacer tanto ruido. Poso sus manos en mi cuello para arquearse, así que cambie mis manos de lugar y las apoye en su caderas, eran movimientos más rápidos, un poco toscos y rudos, pero sin duda nos daba mucho placer, más rápido, más rápido pedían nuestros cuerpos que marcaban el ritmo, mis piernas no aguantarían mucho más, ni yo y comencé a correrme, unos segundos después, sentí los fluidos de Alexa deslizando entre mi pelvis, que seguía pegada a la de ella. Intentaba mantener mi respiración calmada, pero estaba demasiado agitada, ambas lo estábamos.

-¿De esta forma es cómo va a obligarme Patrona?-

-No me digas así, me desagrada escucharlo cuando viene de ti. En serio me molesta mucho.-

-¿Y por qué no les dices así a los trabajadores?-

-No me molesta en ellos, desde niña me llaman así. Me molesta en ti, en tu tono.- Me separé de ella y fui a buscar una bata, una especie de pena, se comenzó a apoderar de mí.

-No te enojes, no arruines el momento.- me serví un whisky.

-¿Quieres algo de tomar?- pregunté.

-Lo mismo que tú, me gusta mucho tu cuerpo, pero estás demasiado delgada, ¿está todo bien?-

-Todo bien, aquí tienes- le dí el vaso, me abracé y no supe que más decir, me voltee a mirar por la terraza.

-Me parece que te sacaré de tus casillas más seguido, me gustas demasiado en modo jefa maldita- y me abrazo por la espalda.

-Usted me está perdiendo mucho el respeto, ¿no cree?- respondí mientras ella desabrochaba mi bata.

-Pasa que usted saca lo peor de mi Arquitecta ¿qué le vamos a hacer?- reímos por el recuerdo que esa frase nos traía. Mi bata cayó al suelo, comenzó a besar despacio mi espalda y acerco su pelvis a mi trasero

-Ingeniera es... – me interrumpió.

-Esta es una zona neutral, no puedes darme ordenes.- tomó mis senos y en círculos empezó a moverlos, sus besos llegaron a mi cuello. Suspiré profundo, se sentía tan bien. -¿De verdad está todo bien Fernanda? Haz perdido mucho peso.- Sus manos recorrían mi cuerpo.

-Mi entrenador es muy exigente con las rutinas a seguir, cuida mi alimentación, no tengo ningún problema con eso y me gustan los resultados.- me voltee para que me mirara y me creyera.

-Pues pareciera que pretende matarte de hambre. No le hagas caso y come bien.-

-Ayúdeme con eso Ingeniera.-

La besé mientras pasaba mis dedos en su vagina, que se contrajo por lo inesperado que fue sentirme ahí. Los llevé a mi boca y los chupaba con doble intención, probarla y ver su reacción. –Muy rico, pero creo que necesito comer un poco más.- Y fue que entre besos nos fuimos a la cama, era yo quien dominaba en ese momento. Me encanta recorrer el cuerpo de mi Ingeniera con mis labios, que al contacto erizaban su piel, me encantaba saberla mía y que eran mis caricias lo que mojaba su entrepierna, su respiración era pesada y profunda. Baje por su abdomen siguiendo su olor de mujer, cuando llegué al origen exhalé lo más que pude, quería impregnarme de ella. Besé tímidamente su monte Venus haciendo que ella gimiera. Ella me dijo que debía comer, así que siguiendo su consejo mi lengua comenzó a explorarla, era salado con un toque dulzón al final. Me la comía con mucho respeto, pues era un manjar como los vinos que me ayudaba a producir, selectos y únicos. Su clítoris estaba hinchado y deseoso de mi boca igual que yo, lo tome entre mis labios y lo apreté lo suficiente para sacar de sus labios mi nombre –Fer... Ahh! Fernanda- introduje dos dedos y sus manos comenzaron a jugar con mi cabello. –Oh Dios, mmm, qué rico, más rápido, ahh mi amor, ohohohmmm- seguí besando su clítoris, mis dedos entraban y salían de su cuerpo y se movían dentro de ella, sabía que se vendría pronto sus caderas estaban poseídas y sus manos me aferraban más (aún era posible) y de repente todas sus sensaciones, se redujeron a ese único placer que vivíamos y sus líquidos comenzaron a fluir. Mi boca intentaba tomar todo lo que salía, pero era insuficiente, Alexandra aún no volvía de ese lugar al que yo había lograda transportarla, comí todo lo que me ofreció hasta dejarla completamente limpia.

-¿Satisfecha?- Me preguntó.

-Me mantendrá entretenido el estómago, ¿quieres probar?- la besé.

-Mmm muy rico-

-Bueno, no me gusta presumir, pero creo que saqué lo mejor de tí- dije pícaramente. Nos reímos.

-¿Cómo te sientes?- preguntó ella.

-Bien, estoy agotada, necesito dormir y descansar.-

-Entiendo, te dejo descansar, buenas noches.- y se levantó de mi cama.

-Alexandra tranquila, no te corrí. Solo respondí a lo que preguntaste. Ven, anda. Deja el drama.- me levanté para jalarla y traerla a mi, quedamos nuevamente en la cama. –Usted, es bastante necia.- y la abracé por la espalda..

-No más que tú.- Acomodo sus nalgas en mi pelvis y tomó mis brazos, llevándolos a sus pecho. – ¡Dios! Terminé más cansada y aún hay mucho por hacer, necesito realmente descansar.-

-Terminando la cosecha toma tus días personales, vete a alguna playa y relájate. Alexandra, me estoy quedando dormida, intenta hacer lo mismo.-

Morfeo me llevó antes de saber si ella respondió a lo último que dije. Me desperté cuando Tita tocó a mi puerta pues tenía una llamada de mis padres, descubrí que estaba sola, no había rastro de su ropa, ni su cuerpo. Tomé la llamada y después de charlar con ambos, me di un baño y bajé a desayunar. A decir verdad, esperaba despertar con ella, pero bueno fui yo quien la abandono la primera vez. Por las mañanas tenía que revisar muchos documentos, con lo que descubrí de Bauer padre decidí emprender una cacería de brujas y hacer auditorias en cada uno de los departamentos, cada uno de los empleados, sé que en un principio dije que no habría despidos y que solo pediría más de su parte, pero los cargos fuertes, estaban en una zona de confort y no eran productivos en un 75%, junto a mi mamá llegamos al plan de que hablaríamos con papá y después de eso, caía Bauer y Cía, remataba con los ineficientes. Era un efecto dominó.

-Arquitecta, buenas tardes, sabe ¿dónde está José?- dándome un beso en la mejilla, cosa rara. Quedé sorprendida.

-Sí, en la casa comiendo. Es tarde. ¿Usted ya comió?-

-No, para eso lo buscaba. En fin, ya que la veo, le envié a los candidatos para que me apoyen en Francia, los conozco a todos personalmente y en cuanto usted este disponible se hace la entrevista, sus padres los ven la semana entrante, quedo pendiente a nuevas indicaciones.-

-En cuanto lo vea, le doy una respuesta, ¿por qué quito las cuadrillas moradas, que están haciendo en el azul claro?- dije cuestionando el porqué de los cambios.

-La uva de la parte morada sur, puede esperar aún, la azul esta madurando muy rápido, esos procesos se van a acelerar, la primera parte de ese color ya esta en la procesadora, ¿lo noto?- dijo un tanto a la defensiva

-De hecho por eso también quería verla. No se detiene ninguna recolección, sin que se me avise. ¿Entiende? Quiero a la mitad de la cuadrilla morada recolectando esa parte, no me importa si la uva espera o no, las cuadrillas de la zona blanca esta finalizando, tome a la mitad de ese grupo.

-Mi trabajo Arquitecta, consiste en cuidar la producción, coordinarla de principio a fin y responder a eventualidades para un buen termino. ¿No se supone que tengo su confianza?-

-Y la tiene, no estoy cuestionando eso. Gracias a esa acción no tendré sorpresas desagradables. Simplemente le estoy diciendo que una vez iniciado un proceso, no se detiene a menos que sea una situación extraordinaria, esto no lo es. Punto.-

-Tiene razón, no lo es, pero lo decidí a medio día.-

-Pues a medio día se me avisa, no espere 6 horas para hacerlo ¿estamos? Para futuras referencias.

-Claro, usted manda.- íbamos a empezar de nuevo.

-Tita me comentó que no ha ido a comer, no puede mal pasarse así, venga, ya es tarde.- montó a su caballo.

-Hay mucho trabajo y primero lo primero.-el aire se tensaba.

-Sé que no tengo por qué cuestionar lo siguiente pero ¿por qué te fuiste sin decirme algo? Esperaba verte al despertar.- acercándome a ella para que nadie más escuchara

-Porque dormía plácidamente que no quise interrumpirte, tenía que volver a mi habitación antes de que alguien notara que no dormí ahí.-

-Hablando de eso, Ingeniera debemos dejar ciertas cosas claras. Estamos de acuerdo que lo que pasó fue porque las dos quisimos, estuvo más que bien, solo que esto no va a funcionar, usted es mi empleada y...-me interrumpió.

-Y usted no se mete con empleadas ¿cierto?-

-Eso no es cierto y lo sabes, necesito que las Fincas funcionen y si esto de alguna manera...

-Quiero comer Arquitecta, la veo en casa.- y se fue del lugar dejándome con las palabras en la boca.

La seguí y la rebasé, así sería la primera en llegar y tendría que escucharme.

-Alexandra por favor, comamos en paz y hablemos ¿sí?-

-No le estoy huyendo, por mi parte no hay más que hablar, estamos bien, no se preocupe.-

-Patrona, tiene una visita, la están esperando en la sala- Me dijo José tras de mi

-No esperaba a nadie, ¿quién es?- dije extrañada, pues no eran comunes las visitas,.

-No sé, está en el patio con su nana, me parece que lleva rato esperándola, ya iba a ir a buscarla.-respondió.

-Gracias, pues vamos a ver quién es-. Nos apresuramos a entrar para ver quién era.

-¡Mi amor! ¡Al fin llegas!- dijo Patricia al verme, en ese momento, pedí que la Tierra me tragara. Y es que no tuve tiempo de responder, pues el saludo vino seguido de tremendo besó que tampoco pude responder.

-Patricia, ¿qué haces aquí?- pregunté intentando mantener la compostura.

-Pues te extrañaba, me di unos días para estar contigo y conocer la famosa Finca Salvatierra- dijo rodeando mi cuello con mis brazos y dándome otro par de besos. –Conocía a tu famosa Tita, es muy amable y me mostró la mayor parte de la casa. Es hermosa.-

-Tita, nos sirves la comida por favor.- y fue cuando vi la cara de Alexa, que no supe si estaba enojada, triste o qué, pero me sentía muy incómoda, todos estaban sorprendidos.

-Disculpe, me presento. Patricia Oporto, mucho gusto.- le extendió la mano a Alexa.

-Alexandra Cohen, el gusto es mío. Tita me lleva la comida al despacho, tengo mucho trabajo aún.-

-Acompáñenos a comer, por favor.- le pidió Patricia. Y yo bueno, quería largarme de ahí.

-Lo siento, pero de verdad tengo mucho trabajo. Además querrá ponerse al día con la Arquitecta, mi jefa y prefiero darles privacidad.- dijo un poco irónica, pero Patricia no lo entendió.

-Bueno, pero mañana nos acompaña al desayuno ¿verdad?-

-Haré lo posible, bienvenida y con permiso.-

Y ahí estaba yo, sin entender ¿por qué me pasaban estas cosas a mi?