¿Destino? capítulo 1

Sigue la historia de Raven

Anteriormente en ¿Destino?...

Quiera contestarle, de verdad que sí, pero, no pude, solo podía observar a la persona que bajó tras él. Trataré de describírselas, más baja de estatura que yo, ojitos lindos de color café, no tan redondos, de complexión normal, ni tan tan, ni muy muy;  si mi daltonismo de deja apreciar bien, cabello rubio, pero no güero, si lo sé, soy mala describiendo, pero lo que me cautivó , fue esa sonrisa, ese nervio que percibía de ella, se acercó poco a poco, paró, me miró, y me dio un abrazo tan cálido, que desee quedarme por más tiempo del que duró. Nos separamos y solo su voz pudo sacarme del trance en el que estaba.


CAPITILO 1

-Hola, soy Artemisa- me dijo, cerca, muy cerca de mí.

-Raven, yo… o sea, Raven soy- alcance a decir.

Mire sus lindos ojitos, los veía contentos, yo creo que era por aguantarse la risa, por mi bobada, después de quedarse callada de nuevo, su tío, el doc. Nos dijo, bueno me dijo que no la trajera muy tarde a casa.

Salimos y bueno, aún no tenía carro, así que apenada le comente que tendríamos que caminar, para donde sea que fuéramos, por cierto, al preguntarle a qué lugar iríamos, me dijo:

-Tú me has venido a recogerme, lo que significa que Tú eres la que debía haber planeado algo para esta cita-

Y yo, pensé, queeee?!, pero si  a mí me avisaron esta mañana, jum .…  Pero bueno se me da lo espontaneo, por suerte mía.

-          Que te parece si vamos a caminar al parque fundidora (es un mega parque, esta hermoso, hacen actividades varias), y si hay alguna exposición, evento o algo, entramos- le comente.

Lo pensó, que será, como por dos segundos, luego se le ilumino la carita y acepto.

Mientras llegábamos a la estación de metro, íbamos en silencio, me sentía incomoda no sabía que decir, de que hablar; nunca se me ha dado bien el hablar, tal vez esa es la razón por la que escribo nuestra historia, en lugar de contarla a través de un micrófono. Después de  mucho pensar termine hablando de lo siguiente:

-          ¿Qué piensas de los vampiros?

-          Eh?!- respondió.

-          Sii, qué opinas, ¿piensas de los vampiros?, ¿te gustan?, ¿te atraen?- pregunte sintiéndome aún más boba.

No me contestó de inmediato, y eso me hizo sudar…

-          Si me gustan, he leído varios libros de los vampiros de hace décadas, esos me gustan más que los de ahora.- contestó.

-          Ahh- fue lo único que puede decir, porque llegamos a la estación y corrimos para entrar al metro.

El viaje hasta el fundidora fue aún más incómodo, nos tocó sentarnos aparte, en el fondo de las sillas, donde estaba, podía sentir los latidos de mi corazón en las orejas, jamás había estado tan nerviosa, ni cuando me dio el infarto; tardamos varios minutos, hasta que llegamos.

Soy muy paranoica, así que iba cuidándola, de todo y de todos, miraba a cada persona fijamente y con cara de enojada para que no nos vieran indefensas jajaja…. Sii al decir muy paranoica me quedé corta.

Caminábamos por el parque, mirando a los niños jugar en el pasto, me gusta mucho ese parque, todo es verde, y muy amplio. Pensaba que podíamos ir por un helado, cuando sentí que su mano tocó mi brazo y se afianzo de él. Probablemente era  su forma de decirme que caminará más despacio, jejeje, sin preguntarle la llevé al puesto de helados, de ahí caminamos sin rumbo, solamente disfrutando de la compañía.

-          ¿Podemos ir a ver que eventos tendrán hoy o no quieres?- preguntó.

-          Claro que sí, vamos- le dije.

Para sorpresa de las dos, en ese momento daría inicio una charla con una escritora famosa, y al final regalarían libros, así que estábamos emocionadas, (más tarde descubriría que los libros de la sala de su casa, le pertenecen y que ama con locura la lectura), estuvimos aproximadamente dos horas, todo iba bien, hasta que a mi estómago le dio por hacerle competencia a la señora y comenzó con sus ruidos, no hace falta decir que morí de vergüenza.

-          Vamos para que comamos- me dijo, con esa carita picara que comenzaba a adorar.

-          Aún no ha terminado la plática, y está muy interesante, pero a penas termine vamos ¿sí?- contesté.

-          ¿Segura?- preguntó- asentí- ok- dijo y volteo hacia la escritora.

No pude concentrarme en la charla, NO, no era porque tenía hambre, era porque Artemisa se veía tan adorable, delicadamente hermosa, que robó por completo mi atención, con decirles que no supe a qué hora nos dieron los libros, cuando reaccione, estábamos caminando, tomadas de la mano.

-          Raven, ¿Qué se te antoja comer?- preguntó.

-          Mmmm se me antojan unas enchiladas, y a ¿ti?- le respondí.

-          Ok, vayamos a un lugar de comida y veré que se me antoja- me dijo.

Encontramos un lindo lugar, donde servían a mi parecer, las mejores enchiladas del mundo; Ella pidió unas enmoladas, se veían riquísimas, de pronto en medio de la comida, comencé a sentirme mal, mareos, y dolor, supongo que mi rostro lo reflejo, porque Ella dejó de comer y se me acerco preocupada.

-          ¿qué pasa? ¿Qué te duele?- preguntó.

-          No es nada, solo me maree un poco y me molesta la cabeza- conteste despacio, mientras respiraba pausadamente y trataba de controlarme.

-          Será mejor irnos, necesitas descansar- dijo.

-          Si, tienes razón- respondí.

Qué más quisiera que haberme quedado más tiempo con ella, deseaba decirle que hacía a mi corazón saltar, pero necesitaba reponer energías; la lleve a su casa, en el transcurso del viaje, se sentó junto a mí, tomo mi mano y se recargo en mí, nadie dijo nada, era un gran momento como para echarlo a perder con alguna babosada mía.

Al llegar a su casa…

-gracias, la pase de maravilla, fue una salida inolvidable, la primera de muchas, espero- me dijo mirándome fijamente. Sentí que los colores de mi cuerpo, cambiaban a tonos más rojizos, pensé muy bien lo que diría, para cerrar bien.

-todo lo contrario, gracias a Ti, has hecho de este día, el mejor… y si, espero que hayan otras salidas, por ahora me despido, deseándote una linda noche y un hermoso amanecer – conteste tomando su mano y depositando un beso en ella.-  ahora entra y dale las gracias a tu tío, por este hermoso regalo.

Camino hacia la puerta, y se volvió a mí, puso un beso en mis labios y huyo hacia su hogar, así, sin decir más. Tenía el corazón latiendo a mil, me di la vuelta y me fui a casa; pensaba: un beso era suficiente para sobrevivir… por ahora.


GRACIAS POR POR PASAR Y LEER, Y SOBRE TODO GRACIAS A L@S QUE COMENTARON EL CAPÍTULO PASADO.

perdón por escribir por pedacitos, tratare de escribir mas seguido y mas contenido.

Disfruten del Día :D