Después-Final

Todo empezó con Antes. Siguió con Durante. El final es Después.

Después de todo el tiempo que ha pasado, tengo que reconocer que se ha hecho duro. He pasado situaciones de todo tipo. Me he sentido ridículo, humillado y usado constantemente. Vivo en un permanente control sin nada de intimidad ni la más mínima posibilidad de tomar decisiones, de ningún tipo. Tengo que pedir permiso para cualquier cosa. Los momemtos de descanso son mínimos. "Los justos para mantenerte sano", suele decir mi Ama. Las tentaciones con Natalia se han sucedido durante estos más de tres años. La he suspirado y deseado día sí día también. El hecho de no tener relaciones con ella, de ningún tipo, hace que el deseo sea más intenso que nunca. Es mi fruta prohibida. Y he tenido castigos por ello.

Me han follado en cualquier sitio de casa, menos en la habitación de matrimonio de Natalia. El catre en el que a veces duermo, se ha convertido en uno de los nidos de pasiones. La áspera manta que cubre el somier está llena de manchas de semen de no sé cuántos hombre. Si me pusiera a pensar, seguro que recordaría a cada uno de ellos, pero no voy a hacerlo. Mi propia leche, derramada casi sin placer, también la cubre, aunque solo ocasionalmente.

Mi habitación, cubículo, perrera, en fin como se la quiera llamar, sigue igual. Incluso sin cortina ni persiana en la ventana. Menos mal que da al pequeño jardín y prácticamente nadie puede ver la decoración ni lo que pasa dentro. A no ser que alguien del edificio de enfrente y que viva en el primer piso o superior se asome a su balcón o ventana. Poco probable, pero seguro que ha pasado en alguna ocasión.

En el jardín, sobre el césped, sí que he dormido alguna vez. Eso sí, cubierto por una pequeña tienda tipo iglo. "Por si se asoma algún vecino menor que no deba verte", añadía mi Ama cuando me daba la orden de hacerlo. En verano he pasado alguna hora metido en esa tienda de lona semitraslúcida, sudando horrores por el bochorno que hacía dentro. Cuando eso pasaba, durante el día o la noche, salía al jardín minimamente vestido, por aquello de los menores, con una bolsa y una cadena en la mano, la unía al collar y al gancho que había clavado en el césped, me desnudaba y volvía a vestir con la parte superior de un picardía transparente como única prenda, amontonaba la ropa decente y la dejaba fuera, en la entrada a mi provisional aposento. "Así tus vecinos pondrán la imaginación en funcionamiento". Las palabras de mi Ama, siempre tan acertadas. Lógicamente, cuando todas las personas del edificio supieron de mi naturaleza sumisa y del sometimiento en el que vivía, acertaron mejor en sus conclusiones, sobre todo después de la visitas que Victor me hacía y a las que se unieron otros vecinos y vecinas con quien también intimó Natalia, en el sentido más literal. En cuanto a lo que me afectaba, que era todo, incluido lo que hacía mi ex mujer, tragué semen y orina. Más de una vez acabé regado de ella, sobre todo por una pareja que vivía en el segundo piso y que disfrutaban como locos vaciando su líquido en todo mi cuerpo, incluso en alguna ocasión él había mojado desde su balcón, con su meada, la tienda del jardín conmigo dentro. Después de eso se follaban desenfrenadamente sobre mi catre orinándose sobre la áspera manta. Como es de imaginar, siempre les invitaba mi Ama, empezaban con una lluvia dorada, mamada, enculada o lo que fuese y terminaban con la humillante improvisación con la que me usaban.

Poco después de la visita de mi hermana y hermano, que siguieron disfrutando de ellas y del placer que me obligaban a darles como si sus parejas no se lo dieran ("no tiene nada que ver", se excusaban ante mi Ama), apareció por casa la hermana y la madre de Natalia, más que porque las hubiese invitado mi Ama, fue por lo que había empezado a llegarles. Su sorpresa no justificó que se unieran a las otras personas que ya sabían del cambio y que se fueron sumando al uso que quisieran darme.

  • No me lo podía creer, hija -. Le dijo su madre después de saludarse las tres. Estaba a cuatro patas en la habitación con el culo lleno y pinzas metálicas en los pezones, inmovilizado por cadenas que me obligaban a tener las piernas dobladas y las manos encadenadas al suelo.

  • Pues esto no es nada, mamá -. Sentí la vergüenza de Natalia en sus palabras -. Pero te aseguro que estoy disfrutando lo inimaginable. A fin de cuentas, solo estoy con él por interés.

Se miraron las tres, con desaprobación de lo que estaba pasando. Natalia y su madre entraron en el salón. Su hermana entró en mi habitación, tomó una fusta que había sobre la cama, me levantó la cara por la barbilla y me preguntó cómo podía haber hecho aquello. Se colocó y empezó a azotarme, primero suave, para probar, y aumentó la fuerza a medida que caían más azotes. Paró cuando las marcas aparecieron violetas. Dejó caer la fusta al suelo y se fué. Desde entonces, voy un día a la semana a limpiar su casa en profundidad, día que aprovechan para azotarme con zapatillas las nalgas y polla, dejan caer suciedad en el suelo para que lo limpie con la lengua y follarme con útiles de cocina, sobre todo con el mango de un rodillo de amasar. Disfrutan con ello diciendo que es por lo que he hecho. "Hay que dejarles rienda suelta", dice mi Ama que autoriza esas visitas y me exige detalles de todo. Incluido que el padre de Natalia se va nada más verme entrar en su hogar.

Con mi ex mujer apenas hablo. Solo cuando ella me pregunta algo. Cuido de que no le falte nada. Me tengo que preocupar de que todo esté hecho en casa con el poco tiempo que me queda para ello, por lo que tengo que hacerlo, sobre todo, por las noches, sin ruidos que pueda molestarla, mientras ella descansa, folla o duerme con su amante de turno, hombre o mujer. Muchas de esas noches, oigo los gemidos de placer que salen de su habitación de matrimonio, en su cama. Algunos días ella no hace más que provocarme, pegando su cuerpo al mio por la espalda dejando algún pellizco o azotes en las nalgas. "Ya sabes lo que te estás perdiendo, inútil". Y coge mi dura polla, la agita y se aparta de mi, no antes de susurrarme "no vas a volver a disfrutar de este cuerpo. Para eso tengo otras pollas. Quiero verte sufrir por tenerme tan cerca.... y tan lejos". Sé que lo hace para eso, para hacerme sufrir, humillarme y que los celos me dejen sumido en la frustración. También sé que a mi Ama le gusta ese juego de Natalia, que disfruta con el poder que le da prohibiéndome cualquier relación con ella. Por eso, esos manejos de mi ex mujer siempre van acompañados por algún castigo "por no haberlo evitado". Y me envía a sus dos sumisas, que me dejan atado durante horas en posiciones inimaginables, mientras ellas se gozan en mi catre. Me follan con el único movimiento que ellas imprimen, me azotan todas las zonas libres de las ataduras y que, sin saber cómo consiguen llegar a ellos, siempre incluyen los huevos, dejándome casi sin sentido.

Natalia tiene una especial relación con Ana y Pedro. Se ven muy a menudo y se disfrutan con mucha frecuencia. Anoche, sin ir más lejos, volvió a casa con ellos después de ir a ver a mi Ama. Sí, después de más de tres años, mi Ama le ha pedido conocerse en persona. Me dejó perplejo cuando me dijo que salía a su encuentro. No supe si preocuparme o alegrarme de que, al menos, ella sí que pudiera verla. No tenía ni idea de lo que podría significar eso ni de ese interés por verse. Y, lo más curioso, es que mi Ama no me ordenó ninguna tarea concreta.

Mientras se van sucediendo éstas palabras, puedo oir cómo se están disfrutando los tres, Natalia, Ana y Pedro, en la ya mencionada habitación de matrimonio, de solo uso y disfrute de mi ex mujer y la compañia que a ella le apetezca. Mi Ama nunca me ha permitido ni ordenado ser espectador del espectáculo. Ni Natalia me lo ha insinuado. La imaginación da mucho de sí, sobre todo si el sexo que tienen es con la puerta abierta, aunque sea en el piso superior.

De lo que sí he sido casi siempre testigo celoso es del momento que llegan a casa, se acomodan en el salón, esperan que les sirva lo que les apetezca tomar, sustituyendo las copas vacías por llenas las veces que hiciera falta y ver sus cuerpos desnudos dándose las primeras caricias o besándose con deseo los tres. Incluso he podido excitarme observando a Ana sentada en el sofá con las piernas abiertas mientras Natalia, en el suelo, le comía el coño y Pedro follaba, de rodillas, a mi ex mujer desde atrás imponiendo el ritmo y empujando su boca al sexo de su amiga, a pesar de que eso no era necesario por la intensidad que le aplicaba Natalia.

En eso estaba, en esos recuerdos llenos de gemidos y pasión de los que yo no podía formar parte y de los que ni siquiera sé si los hubiese aceptado si no hubiera provocado yo mismo la situación. Desde luego gozaba y me sentía feliz del camino que había tomado mi vida, llena de entrega y sumisión, dominado y controlado cada segundo, azotado, pinzado, atado.... Cualquier decisión que mi Ama tomase la recibía con total devoción con el único deseo de que aquello no terminase nunca, a pesar del dolor que pudiera sentir en muchas ocasiones, de la humillacion y hasta vejación que ya eran parte de mi rutina de la que casi todas las personas de mi entorno y familiar ya conocían, incluidos mis padres que nunca quisieron ver ni formar parte de aquello. Vivía en mi limbo, feliz, celoso dispuesto para lo que quisiera mi Ama.

Hasta que la voz de mi Ama sonó en los móviles colgados en la pared. Natalia ya estaba en casa, en su habitación de matrimonio con Ana y Pedro, gimiendo sin cesar, diciéndose palabras soeces que añadían más intensidad al sexo desenfrenado al que se entregaban. Me ordenó dejar todo lo que estaba haciendo, sentarme en mi catre y mirar la pantalla de cualquiera de los móviles.

  • No quiero que me interrumpas - añadió, aunque sabía que no lo haría. Quería asegurarse -. "Ya sabes que he estado con Natalia. Por fin nos hemos visto y hemos pasado un rato muy agradable. Es más guapa en persona que por la pantalla. Y una gran mujer. Pensaba que no accedería a verme, a fin de cuentas, he roto vuestro matrimonio, vuestra idílica vida. Pero se ha presentado preciosa.

En fin... Sigo con el final -. El tono era firme y dulce. Pocas veces se había mostrado así -. Espero que la cuides y te muestres con ella como lo has estado haciendo conmigo. A partir de ahora solo vas a servirle a ella. No sé en qué condición ni me pienso entrometer, aunque sospecho, por lo que hemos hablado, que pocos cambios vas a tener. Te he cedido, mejor dicho, devuelto a ella.

Esto también es triste para mi, pero siempre has sido de Nati. Pese a todo lo que te has esforzado, todo lo que me has cedido, lo que has aguantado y aunque pensabas que estabas consiguiendo verla solo como a una mujer... me he dado cuenta siempre de que no lo conseguías. Y eso era la base de lo que estábamos construyendo: tu más absoluta entrega. Tu corazón ha sido de ella en todo momento. El amor ha superado tu sumisión a pesar de cuanto has hecho y ofrecido para vivir como querías.

Has sido feliz, me has sido fiel, pero no ha sido suficiente para ti. Aunque no te lo creas, con todo lo que te he cambiado y hasta donde he conseguido someterte, siempre me has importado. En todo esto, además de entrega y devoción tiene que haber amor. La mejor forma de conseguirlo es la vuestra. Amor incondicional, con todos los cambios necesarios para mantener esa llama que no habéis dejado que se apague. Una lástima, pero así ha sido. Desde este momento no me perteneces. Desde ahora vuelves con Nati".

Se desconectó dejándome desconcertado sin saber qué decir. No me esperaba aquello, aquel cambio tan drástico a todo. Pensaba que mi Ama estaba satisfecha dominándome con todo lo que había introducido en mi vida, con lo servicial y dócil que estaba siendo. Pero era evidente que, de alguna forma, no tanto como ella deseaba. Era cierto que no conseguía dejar de sentir celos de Natalia y de los amantes que estaba teniendo, haciendo cosas impensables, disfrutando de más libertad de la que había tenido nunca. Y mi Ama, de eso se había dado cuenta. Me sentí frustrado por haberla decepcionado, aún cuando mi entrega era total y sin condiciones, porque estaba viviendo como había soñado.

Pensé que quizás Natalia volvería a acercarse a mi o que me permitiría hacerlo. Pero no hacía más que darle vueltas a lo que había dicho mi Ama, que sospechaba que no habrían muchos cambios. Si finalmemte era así, tampoco tenía nada que reprocharle a mi ex mujer. A fin de cuentas yo lo había provocado todo.

Me quedé con la duda de continuar triste, diría que desemparado. O aliviado por no seguir haciendo daño a Natalia, aunque a aquellas alturas, no tenía tan claro que estuviera haciéndoselo.

Mi ex mujer entró, desnuda y sudando a mi cubículo justo cuando acaba de levantarme del catre. Me miró fijamemte con su sonrisa más sensual. Recordé que acaba de follar con Ana y Pedro.

  • Me acaba de decir tu ex ama que ya ha hablado contigo y que vuelves a dónde te corresponde.... ¿Sabes?, ella es más preciosa de lo que imaginas, muy preciosa. En otras circunstancias me la hubiese llevado a la cama. Estoy segura de que ella pensó lo mismo.... Una pena que ya no vayas a verla, cielo -. Seguía mirándome, esperando alguna reacción mía que no llegaba -. Ayer lo pasamos realmente bien. Es una mujer encantadora, excepto cuando se pone en plan ama, como dijo ella.

Intenté acercarme para pedirle perdón por todo, decirle que entendería cualquier decisión que tomase y llenarme de su sudor con el abrazo que me moría por darle. Pero no tuve esa oportunidad. Me cogió de los huevos y me obligó a ponerme de rodillas estirando fuerte de ellos.

  • No tan deprisa, cariño. No creas que van a cambiar tanto las cosas. Has abierto mi caja de pandora y vas a disfrutarla como tanto querías -. Soltó los huevos, dejándome a sus pies -. Apenas sé nada de esto, pero con lo que he visto y la práctica contigo, voy a ser tu sueño.... Por cierto, tu ex ama me irá orientando en algunas cosas. Hasta nos ha regalado todo esto - señaló el interior de la habitación -. Y las cosas que ha usado contigo. Lo vamos a pasar realmente bien.

Me ilusioné cuando acercó su sexo a mi cara. Por fin, después de tanto tiempo, podría lamerle el coño, recordar su aroma, su sabor, aunque estuviese lleno del semen de Pedro. Una alegría infinita invadió todo mi ser.

  • Gracias - le dije.

Una vez más saqué conclusiones precipitadamente. Después de darme una bofetada que ladeó la cabeza, me empujó hacia atrás con su mano sobre el hombro, haciéndome apoyar con las mías en el suelo, dejándome inclinado hacia atrás, acercó el coño a mi boca, sin tocarlo. Pensé ilusionado "ahora sí".

  • No te precipites, cariño.... Me las das después. Ahora abre la boca y no la cierres -. Empezó a orinar, derramando su cálido líquido en mi boca. Tragué todo lo que caía dentro sin poder evitar que el resto mojase la cara, el pecho, la polla y huevos. Estuve a punto de correrme por su caliente regalo y que seguro iba acompañado de los restos del semen de Pedro -. Ahora tu ser me pertenece. Pero no hemos terminado.

Asomó Pedro por la puerta, con su polla dura por el espectáculo que acaba de ver. Me hizo tumbar de espalda, unió las manos a dos de las argollas que había en el suelo tensando los brazos, levantó las piernas estiradas y las sujetó por los tobillos a otros dos ganchos dejándolas también tensas detrás de la cabeza. El culo quedaba totalmente expuesto. No tenía posibilidades de moverme en aquella postura tan incómoda. Ni siquiera me preguntaba cómo era posible que mi amigo me estuviese haciendo aquello. ¿No tenía suficiente con las folladas de Natalia y Ana?.

  • Te recuerdo que soy bisex, amigo -. Supe lo que venía -. Nati, no creo que vaya a correrme, después del trio que hemos tenido. Mejor voy antes al lavabo a vaciar la vejiga.

Esperé un instante el "sí" de Natalia. Pero no llegó.

  • Mejor le follas. Ya que no puedes correrte más, puedes llenarle con tu orina, ¿no?. Seguro que el muy cabrón se corre y todo -. Rió y animó a Pedro.

En la posición en la que estaba no le resultó fácil meterme su polla en el culo, empezar a moverla en mi interior sin que se le saliera, hasta que se le volvió a poner dura y pudo follarme con más facilidad. Empezó a gemir como si fuese a correrse, pero fue su orina caliente lo que me llenó los intestinos. Sentí cómo aquel líquido entraba hasta el último rincón. Parecía no tener fin. Mi leche salió en una corrida sin orgasmo, goteando sobre mi pecho, cuando Pedro sacó su pene de mi interior. Me sentí rebajado, muy rebajo cuando fui consciente de lo que había pasado. Acababa de albergar, de ser el recipiente de su meada, de ser usado para acoger en mi interior la orina de otra persona.

Antes de que pudiera darme cuenta de lo que pasaba, del cambio de Natalia, que durante aquellos más de tres años había estando alimentando el placer de tenerme a su lado, apareció Ana, también desnuda, con las manos atadas a la espalda y los brazos hacia arriba. ¿Cuándo había pasado aquella transformación, si yo mismo había visto gozarse los tres?.

Mi ex mujer se puso de cuclillas a mi lado, me enseñó un embudo metálico que sujetaba en su mano a la vez que me decía "hay que ver cómo cambian las cosas, ¿verdad cariño?". Se reincorpó y lo introdujo en mi culo.

  • Ana, ya sabes lo que tienes que hacer -. Le dijo Natalia.

Se situó sobre mis nalgas, de espaldas a mi, agachándose lo justo para que su orina cayese dentro del embudo y llenase también mis intestinos con su caliente meada. Cuando terminó le ordenaron que se arrodillase junto a mi para limpiar el coño de Natalia y llevarla a un nuevo e intenso orgasmo.

Como me había advertido mi ex Ama, las cosas no cambiaron mucho para mi. Abora que lo pienso, mi vida se está envolviendo de "ex". Lo aclaro, aunque seguramente ya os habréis dado cuenta: ex mujer, ex Ama, ex amigos y amigas, ex familia, ex compañeros.... En fin, podría decirse que todo era "ex".

Voy con más frecuencia a casa de la familia de Natalia, donde cada vez hacen menos tareas y más castigos recibo, donde además tengo que lamer los coños y culos de su hermana y su madre, mientras me follan con el palo de la escoba o de lo que tengan a mano y recibir los azotes correspondientes.

Victor, sigue visitándome cada mañana, se vacía en mi boca y desaparece. Ahora es Natalia quien no le deja follarme. Al final a él se le ha terminado de despertar el morbo y está deseando hacerlo. Pero tengo prohibido dejar que lo haga. Mis ex vecinos y ex vecinas, siguen orinando sobre mi, se cachondean cuando lo hacen y se van a darse unas buenas folladas. Natalia, mi Ama, les ha invitado a hacer un trio con Victor, pero él se niega. Parece que se ha enamorado de mi.

Mi ex compañero de trabajo viene a menudo. En ocasiones ha coincidido con Ana y Pedro y se han montado unos cuartetos que pueden durar horas, en cualquier lugar de casa, con las ventanas abiertas para humillarme. Natalia dice que es para que el vecindario se entere de que Ella puede hacer lo que le salga en gana, vamos del coño, mientras su patético ex marido solo puede oir y servir a quien se presente en "su hogar".

Como dice Natalia, hemos recuperado el sexo entre Ella y yo. Follamos siempre que quiere, aunque como añade siempre, es follar de otra manera. Me inmoviliza en el cepo o entre varias cadenas del suelo dejándome a 4 patas, o de espaldas con las piernas levantadas sobre el catre, en la cocina o cualquier estancia de su hogar mientras hago las tareas domésticas. Me expone el culo, a su disposición, y me lo llena con el arnés sujeto a su cintura, entra y sale salvajemente hasta dejarme destrozado. "¿Quién te iba a decir que volveriamos a follar, cariño?". Y me deja tirado para volver a sus cosas.

Mi Ama tiene sexo con quien quiere. En ocasiones en mi cubículo, sobre el catre. Me coloca en el cepo, mirando hacia la cama, el culo lleno con un dildo considerable, pinzas metálicas con un buen peso en cada pezón y mordaza de bola que me obliga a mantener la boca muy abierta. No me permite que deje de mirar cómo folla con pasión. "Esto es follar de verdad, inútil. Con lo cerca que lo has tenido.... Nunca más.... perro" . Jadea entre suspiros. Desde luego sabe cómo rebajarme.

Los azotes tampoco han desaparecido. Natalia a aprendido a hacerlo con una gran maestría. "Aprenderemos a hacerlo juntos", me dijo en una ocasión. Y así ha sido. Para ello utiliza una pala de madera que me cubre totalmante las nasgas, otra más estrecha de piel, una fina vara que me deja marcado durante días cualquier parte del cuerpo, unas finas tiras también de piel con un hermoso mango con el que me folla o deja introducido en el ano "a modo de cola". En cualquier sitio, en cualquier momento, puedo recibir un doloroso correctivo.

También recibo visitas que, por desgracia, no son de cortesía. Son para recordarme para qué vivo. Me siguen follando hombres, siempre de manera brusca, sin miramientos, por donde quieren. Trago sus leches por cualquier agujero. Me azotan mientras me penetran. Con las mujeres pasa un tanto de lo mismo. Aunque me parece que disfrutan más que los hombres castigándome. Dejan marcado todo el cuerpo, estiran de las pinzas de mis pezones, abofetean hasta que dejan de usarme. Cualquier excusa es buena para hacerlo. Tengo prohibido limpiarles el coño, aunque por lo que he visto, ellas tampoco se lo dejarían limpiar por un "cerdo como tu, que le llenan la boca de orina...", cuando ellas también lo hacen.

Hay noches que no puedo dormir. Anoche, sin ir más lejos. Natalia suele dejarme atado, casi siempre que pasa eso, en el suelo, sujeto por las cadenas en posiciones imposibles. No sé ni cómo describirlas. Los brazos doblados y forzados, cada uno hacia un extremo del suelo o de las paredes, separados o juntos, da lo mismo. El dolor recorre cada articulación. Con las piernas hace lo mismo, forzando las articulaciones. Indescriptible decir lo que se siente. Aparece por la mañana, feliz por el intenso sexo que ha tenido y que he podido oir desde mi posición. Se agacha antes de liberarme, coloca su sexo sobre mi boca, ordenándome abrirla, y vacía su orina dentro sin tocar los labios. Se que también derrama restos de semen. Me libera sin mediar palabra. "A preparame el desayuno", me ordena mientras la oigo llamar a Ana cuando me estoy recuperando de la noche que he pasado, le pide a que se arrodille y le limpie el coño, solo limpiarlo, "no quiero que este cerdo lo toque", le dice.

  • Ya vale -, oigo que le dice -. Ve con tu marido y sigue con lo que haciais -. Supongo que es follar -. ¿Verdad que es preciosa? - me pregunta. Asiento -. Pues ya ves, es como tú, aunque a ella la cuidamos, como puedes ver. Tiene prohibido que la folles, por si acaso se te ha pasado por la cabeza, cariño -. ¿Cómo se me puede pasar por la cabeza?. No puedo hacer nada sin permiso. Sé que si se me ocurriera hacerlo tendría consecuencias. Estoy todo el día controlado, aún cuando estoy solo en el hogar de mi Ama. Las cámaras se quedan conectadas y todo lo que hago puede ser visto por Natalia -. Ah! Una cosa. Cuando hayas preparado mi desayuno, te rebozas entero con los restos de orina. Hoy estarás bien perfumado.

Natalia ha visto a mi ex Ama en alguna ocasión. Le ha dado alguna directriz para que mi Ama acelerase sus conocimientos para someterme y el lugar que debe ocupar en ello. Cada vez que la ve me dice que es preciosa y que es una pena que no pueda verla. Aprovecha ese momento para recordarme que no voy a conocer mujer, refiriéndose claramente a tener sexo. Dice que es posible que en algún momento tenga su historia con mi ex Ama, que sabe que se atraen y que antes o después saltará la chispa entre ellas.

  • Hoy te hemos visto por la cam, juntas. Ha sido delicioso -. A menudo, cuando quedan, me deja en el cepo o con un hombre que me use mientras Ella está fuera. En esa ocasión, además de dejarme atrapado entre los listones, me dejó con un sumiso de mi ex Ama. Fué como un regalo que Natalia le hizo. Ese día quiso que se sintiera grande permitiendo que aquel hombre me abriese el culo y la garganta mientras ellas disfrutaban de su libertad y las copas que se estaban tomando.

Aunque hay momentos que lo dejaría todo, no quiero perder a Natalia. Y por qué no decirlo, soy feliz. Por fin vivo sometido, controlado, cumpliendo siempre con la voluntad de mi Ama. Nunca pensé que pudiera ser hasta ese extremo, pero la felicidad me llega viviendo como siempre he soñado. Encima es con la mujer que quiero. Y ella también me quiere. Me lo ha dicho en varias ocasiones. Y lo seguirá diciendo, porque es verdad.

  • Esto es solo porque eres más feliz viviendo así, siempre lo has querido. Es la única forma que tienes de tenerlo todo tal como tú lo ves. Y quiero que seas el hombre más feliz del mundo. Claro que con eso tu pandora anda libre, preocupada porque no te falte nada de lo que quieres. Eso tiene un precio que estás pagando para que seamos felices. Y para que lo seamos más, he puesto otra guindilla. He dejado de tomar la píldora, para que veas lo mucho que me importas y seamos más felices - terminó diciendo, embistiendo fuerte con el arnés, moviendo su pubis contra mis nalgas. Me derramé en un orgasmo frustrado, agradeciéndole la vida que me estaba regalando.