Despues del si 3º

Ines sigue cauendo en un pozo sin fin de la mano de D. Ramon.

Pero Anthony no había dicho su ultima palabra…

  • Eso no significa que no podamos,...divertirnos.

  • ¿Puedo vestirme? -que el camarero entrara me ponía nerviosa en extremo.

  • No. No puedes. ¿Que opinas Jorge?¿Es hermosa?

  • Mucho.

  • Entonces debemos mantenerla así, a la vista de todos.

Se acerco mas a mi, acerco su boca a mi oreja..

  • Seras miá… haré lo que sea necesario…estas excitada ¿verdad? !no mientas!

  • Si.. -confese a mi pesar-

El camarero entro. Anthony sujeto mis brazos para que no tapara mis pechos. El camarero me miro insolente. Me sentí muy humillada por la situación.

  • Basta! - D. Ramón alzo ligeramente la voz – Dejala

  • !vaya!, nunca te había molestado que exhibiéramos a una puta…

  • Es suficiente y las normas…

  • Las normas no dicen nada de tocarla, exhibirla… solo que no podemos follarla o golpearla.

¿De que normas hablaban?

  • Creo que ya es suficiente, comportate

  • ¿Te has enamorado de ella? -Anthony lanzo una carcajada

Ramon me miro a los ojos...desvió la mirada.

  • Esta bien. Llevatelos. Pero cuerda, hoy, a las 00.00 deben estar en el muelle. No falles.

  • Estaremos alli.

  • Bien… -Anthony recogió sus pertenencias, junto con Lauren, se acerco a mi y me beso suavemente- te veré mas tarde jajaja

Me vestí rápidamente, salimos, vi al camarero, me miro y nada mas. Pronto estuvimos de vuelta en el hotel. D. Ramón me indico que quería verme en la habitación, le indico a Jorge que su presencia no era necesaria.

  • Ponte algo bonito, que me agrade. Seguro que sabes lo que me gusta.

En la habitación, le pedí a Jorge que nos fuéramos, que nos olvidáramos de aquello.

  • No lo necesitamos. Vámonos. No pueden obligarnos.

  • No lo hacen… lo hacemos porque queremos hacerlo. Yo quiero hacerlo. Disfruto.

  • ¿Disfrutas viendo que me tratan como una perra?

  • Si...y tu también. Estabas mojada, empapada, nunca estuviste así.

  • Terminaran pidiendo algo que no podremos dar.

  • Lo se… ahora vete. Te espera.

Seleccione un vestido corto de tirantes, deseche la ropa interior. No llevaría nada debajo. Mientras me lo ponía, me di cuenta de que deseaba ir cuanto antes a su encuentro.

Esta vez fue el propio D. Ramón quien abrió la puerta.

  • Has acertado. Me encanta.

  • Gracias.

  • ¿Un vino?

  • Si.

Me sirvio una copa de vino, delicioso.

  • No te sientes. Me gusta contemplarte.

Permanecí de pie ante el.

  • Me gusta tu pelo. Eres preciosa.

No dije nada. Se acerco a mi, beso mi cuello...cerré los ojos...sentí su lengua…

  • ¿te gusta que te folle? -me susurro.

  • Si..

  • ¿y lo de hoy te ha gustado? -no dejaba de besarme los hombros, la boca, el cuello.

  • El me pone nervioso

  • Pero te ha gustado…

  • Si…

  • Tengo gustos mucho mas perversos. Deseos muy… especiales. Quiero que los complazcas todos.

A mi pesar, o no, estaba totalmente mojada. Cerre los ojos.

  • Lo haré

  • ¿Sean los que sean?

  • Si

Sus manos se deslizaban por encima de la fina tela del vestido, mis pezones querían romperla. Aquel viejo me enloquecía, sabia que tocar, como hacerlo, en que momento… me conocía como nadie me había conocido nunca.

  • Hoy tendré que cederte...necesito que estés a la altura.

  • Cumpliré…

  • Seguramente Anthony querrá tenerte… y no sera delicado.

El había soltado los tirantes, el vestido caía dejando mi cuerpo al desnudo.

  • Lo se.

  • Tienes unas tetas preciosas… me encantan… como las de una jovencita.

Me abrazaba desde detrás, yo con mi mano ayuda a que su boca se pegara a mi cuello y gire la cabeza buscando sus labios.

  • Tu hija las tendrá iguales

No respondí… su mano se había perdido en mi intimidad.

  • Tiene tu pelo, tus ojos...seguro que ya vuelve loco a los hombres.

Volvimos a besarnos.

  • Por favor, no hables así…

  • ¿porque?

  • Es mi hija -gemí, sabia como tocarme

  • Si tanto te molesta, podemos dejarlo.

Me gire, bese sus labios, y comencé a desabrocharle su camisa… mi lengua y mis labios bajaron a sus pezones, a su barriga prominente… desabroche su pantalón...baje su calzon...vi aquella polla que tanto placer me daba a mi pesar.

  • Eso es, comémela...mi niña…

Dijo el nombre de mi hija… me sentí extraña, pero vi lo enormemente dura que se le había puesto. Mi lengua y mi boca se centraron en darle placer al que empezaba a considerar mi dueño pleno… pero no queria que se corriera en mi boca...esta vez no...volvi a recorrer el cuerpo de mi amante en sentido inverso hasta encontrar sus labios…

  • Hazme el amor… solo hoy. Por favor.

Me miro…

  • Te lo haré a ti y a tu hija.

Me horrorizaba...pero lo deseaba tanto...yo misma le conduje a la cama. Monte sobre su polla inhiesta y me senti libre, gimiendo, gozando...el tocaba mis senos, me decía cosas asquerosas sobre mi y mi hija…

  • Eres una puta igual que tu madre…

Yo me incline buscando su boca sin dejar de moverme… tenia su polla atrapada en mi coño… que era un rio, una fuente que fluía con locura.

  • Seréis las dos miás.

De repente, se giro, me tumbo, agarro mis brazos… abrí mis piernas… me penetro con violencia...los dos llegamos simultáneamente al orgasmo mientras el retorcía mis pezones alargando mi placer al infinito.

Se tumbo a mi lado.

  • Eres increíble…

  • Me haces enloquecer…

Nos acariciamos… despacio...aunque sabíamos los dos que lo que hacíamos era una locura.

  • Después de esta noche, tu hija y tu os vendréis a vivir conmigo.

Le mire… lo bese…

  • Como tu.. sirvienta.

  • Si.

  • Pero… lo de mi hija era…

  • La deseo… tu me la entregaras… con tiempo.

-No se si podre hacerlo...me pides demasiado.

  • Tu marido te ayudara.

  • Jorge… no lo consentirá, y yo creo que tampoco la fantasía es una cosa y la realidad otra… yo quiero ser tuya...de verdad.. haré cuanto quieras

  • Putita… tu ya eres miá… haces lo que yo quiera y cuando quiero… hasta he conseguido que me ames. Quiero mas. En cuanto al cornudo… le buscare algo en la casa, sera nuestro criado, vera tu caída, tu entrega, tu sumisión…

  • Pero esto que me exijes…

  • Lo harás...punto… y ahora...dedicate a darme placer hasta la hora de llevarte al puerto.

Lo mire, había Tomado unas cadenitas con unas pinzas...las tome de sus manos y las coloque en mis pezones. Del cajón de su mesilla saco otra cosa mas, un objeto… Comprendi para que era… lo acepte y lo introduje dentro de mi coño. Sus puntas me dieron un placer enorme.

  • Tocate