Después del funeral

Edipo rey...

DESPUÉS DEL FUNERAL

Realmente, comparado con otros burdeles a los que había acudido, la oferta allí era más bien pobre. Sin embargo, para él, que no buscaba mujeres que tuviesen unas grapas a la altura del ombligo, no le resultó desagradable encontrarse con un panorama de pechos caídos, carnes flácidas y estrías. Al contrario, pues eso era lo que iba buscando.

Fueron cinco las mujeres que pasaron por separado frente a él. Ninguna de ellas era una maravilla. Dudó bastante, pero al final se decidio por Margarita, de pechos derribados por el tiempo hasta casi el ombligo.

Habituada a todo, Margarita no se sorprendió cuando, mientras la estaba penetrando, él gritaba: "¡Mamá! ¡Mamá!".