Despues del campamento con mi suegra

Todas las inquietudes del yerno despues de lo sucedido en el campamento y como todas sus dudas se aclaran.

Después del Campamento con mi suegra

(Segunda parte del Relato Campamento con mi suegra)

Después de nuestro viaje de campamento, la actitud de mi suegra había vuelto a ser un poco más normal, parecía más animada, con más ganas de vivir.

Mi suegra había empezado a visitarnos más frecuentemente, y estas visitas serian las que originarían la situación que sucedería después. Durante sus visitas a nuestra casa mi suegra parecía que se estaba volviendo más afectuosa hacia mí.

En la despedida de la visita después del fin de semana de campamento, su abrazo de despedida había sido mas apretado y largo de los que yo pudiera recordar. Una semana más tarde mientras la visitábamos una de sus manos rozaba mis nalgas levemente mientras caminábamos hacia el comedor.

Durante la cena, mi suegra se sentaba cerca de mí y respondía a todos mis comentarios con amplias sonrisas y con una mano situada sobre mi pierna.

No sabia que pensar ni como reaccionar, era esta la conducta normal de mi suegra o acaso ella estaba provocándome. Esto era algo que estaba por descubrir.

Descubrirlo se convirtió en una obsesión en la que pensaba día y noche. Las cosas llegaron a un punto que una noche de viernes cuando yo despertaba en medio de un sueño en el cual recordaba lo que había pasado en la tienda de campaña, con mi verga completamente dura pulsando contra las nalgas de mi mujer, ella también despertaba y respondía a mi excitación con muchas ganas de sexo, esa noche la poseí salvajemente como un animal desesperado, mientras en mi mente imaginaba que estaba deslizando mi verga dentro de la vagina de su madre y llenaba su raja con todo mi semen. Cuando mi esposa y yo terminábamos de coger, aun la imagen de su madre permanecía en mi mente.

Mi mujer nuevamente se dormía, mientras yo miraba ampliamente hacia el techo, no pudiendo dormir hasta una hora después.

Esa mañana no había querido despertarme temprano, cuando lo hice, mire que mi mujer no se encontraba en la cama, recordé que iba a llevar a los chicos a casa de mis padres, no había podido despedirme de mis hijos que irían a pasar el fin de semana con mis padres.

El olor a café fresco me saco de la cama, empezaba a bajar las escaleras de la cama cuando escuchaba la voz de mi suegra. Parecía que mi suegra había venido a visitarnos y mi esposa la había dejado sola mientras iba a dejar a los niños. En el momento en que entraba en la cocina, mi suegra se levantaba de su silla y me saludaba con un abrazo, me quede inmóvil mientras ella me abrazaba cada vez mas fuerte mientras empezaba a llorar. Yo podía sentir sus lagrimas mojando mi camiseta sobre mi hombro, mientras se abrazaba mas a mi. Yo con horror, sentía como mi verga empezaba a despertar ante su abrazo, entonces la separe.

Sentándonos en las sillas de la cocina, escuche como mi suegra me contaba sollozando como le habían avisado que una de sus mejores amigas había muerto. La escuche todo el tiempo y después le di unas palabras de aliento.

Una hora mas tarde, mi suegra parecía haberse recuperado y entonces nuestra conversación giraba a temas mas mundanos. Me preguntaba si yo podía ir esa tarde a cortar el césped a su casa. Naturalmente, yo le respondí que si, me gustaba ser servicial con ella, pero además mi estomago revoloteaba al pensar que estar que estaría solo en su casa con mi suegra. Mi esposa había planeado salir con sus amigas esa tarde a hacer unas compras.

Así que a las 2pm mi esposa salía de la casa, entonces yo tomaba una ducha fría y me sentaba a tomar una cerveza fría mientras me alistaba para salir a casa de mi suegra a cortar su césped. Antes de salir me tome tres cervezas, pues me sentía un poco nervio por ir.

Mi suegra me saludo en la puerta de su casa, luego pasamos y nos sentamos a hablar un rato en la cocina de su casa, mi suegra me ofreció otra cerveza, entonces en ese momento se disculpo por haberme molestado en la mañana con el problema de su amiga. Platicamos un rato mas, luego tomando un trago largo de cerveza, yo miraba su cara. Mi suegra verdaderamente era una mujer muy atractiva, a sus 57 años, se mantenía muy bien, recorrí su cuerpo con mi mirada, poniendo énfasis en sus hermosos senos. Recordando quien era, levante rápidamente la vista descubriendo como mi suegra sonreía al ver lo que yo había estado haciendo. Las palabras que pronuncio en ese momento me dejaron sin aliento.

"Mi marido miraba mis senos igual que lo hace usted, sabe, y desde su muerte usted ha sido el único hombre con el que he tenido sexo"

MI cerveza caía de mis manos, rápidamente me levantaba y tomaba una toalla para limpiar el revoltijo. Mis pensamientos daban vuelta en mi cabeza, entonces mi suegra si se había dado cuenta de que aquel día en la tienda durante el campamento la había poseído pensando que se encontraba dormida. Yo estúpidamente empezaba a limpiar la cerveza del suelo, cuando era consiente de que una mano se colocaba sobre la mía y empezaba a guiar la toalla limpiando la cerveza.

Siento el calido cuerpo de mi suegra, cerca del mío, y su sensual perfume llenar el aire, entonces levantando mi vista miraba directamente a sus ojos. Una mezcla desconocida entre su toque maternal en mi mano y su calido cuerpo inclinado contra el mío, empezó a llenar el ambiente.

En un silencio absoluto ambos nos levantamos, quedando frente a frente, separados por un poco distancia, entonces mi suegra sonriendo acercaba sus labios a los míos, un pequeño quejido escapo de sus labios al sentirlos contra los míos. Mientras nos devorábamos con ardientes besos, nuestros cuerpos se acariciaban con grandes ansias, entonces mi suegra separándome un instante me tomaba de la mano y me dirigía a su habitación, donde ambos empezamos a desnudarnos recorriendo ansiosos el cuerpo del otro, podía mirar sus enormes tetas aun firmes y coronadas con grandes y rosados pezones, su vientre apenas con pocas señales de su edad, sus piernas largas y su peluda y gorda vagina mostrándose completa ante mi.

Ella recorría con ojos de deseo mi cuerpo, el cuerpo de su viril y joven yerno que seria poseido por ella para satisfacer sus más ardientes deseos. Desnudos nos acostamos en la cama, entonces mi suegra girándose me dio la espalda, y empujaba sus deliciosas nalgas contra mi dura verga, empezando un cadencioso movimiento, justo como la primera vez que la había poseído en el campamento

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