Despues de presentarme
Poco a poco les platicare mis vivencias, hasta llegar al punto que da origen al nombre de Maestra Reprimida.
Gracias por sus comentarios a mi primer publicacion, todas las criticas son bien venidas, Poco a poco les platicare mis vivencias, hasta llegar al punto que da origen al nombre de Maestra Reprimida. me hare el firme proposito de atender sus recomendaciones para que las publicaciones subsecuentes sean de su agrado.
Comente en mi primer publicacion que me hice lectora de Todorelatos apenas hace algunos meses, he disfrutado y me he identificado con algunos Autores y las experiencias que nos comparten, paso muy poco tiempo en que me lleno el interes por escribir y compartir mis propias vivencias, pero mi actividad como Maestra y la convivencia con mi hija no me daban la libertad y mucho menos la privacidad que se requiere para ello. Hoy dia, aprovechando que son vaciones y que mi hija se fue a pasar la vaciones con su papá ( de él platicare mas adelante ) aprovecho mi soledad para escribir y compartir con ustedes un poco de mi.
Bueno, comencemos con esta segunda publicacion, a mis 13 años comenso a despertar mi apetito sexual, mi gusto por darme placer con mis deditos en mi juvenil panocha se fue haciendo un exquisito habito, al principio los descuidos de mis padres eran la causa de que yo me diera cuenta accidentalmente de sus locas y cachondas sesiones de sexo, despues, era yo quien procuraba buscar la manera de espiarlos y disfrutar de las candentes escenas que presentaban a la hora de estar cojiendo, particularmente se me fue haciendo un vicio disfrutar de la manera tan depravada y lujuriosa en que mi madre disfrutaba de las cojidas que mi padre le daba.
A mis 13, ya tenia yo mis periodos de menstruacion, de tal manera que, aunado a la calentura que me provocaba ser testigo de las candentes escenas entre mi padre y madre, tambien comence a experimentar una terrible calentura en mi joven panocha despues de terminar mi periodo, y cuando esos dos factores se juntaban mi cuerpo era un verdadero infierno, mis manos y mis dedos no eran suficientes para saciar tal calentura, comenzaba frotando mi vagina con un dedo, mis jugos hacian que mis dedos resbalaran con facilidad, descubri un punto que al frotarlo me provocaba un inmenso placer que casi me hacia gritar y que tenia que reprimir mordiendo mi almohada. despues ya no era un solo dedo, sino dos, despues tres, y despues ya no solo me frotaba, instintivamente descubrí que al meterme mis dedos el placer era aun mayor. y asi, solita y por instinto puro fue que aprendi el delicioso placer de la masturbacion.
De los 13 a los 15, mi vida emociona,l sexualmete hablando fue un vedadero caos, los temas propios de la adolecencia, mi apetito sexual estimulado por ya varios factores, las platicas en la escuela con las chicas, el porno en internet, el ver a mis compañeros en los fajes a escondidas en las horas libres en la escuala, y por supuesto las escenas de sexo entre mis padres. Mi cuerpo me exigia conocer en carne propia que se sentia vivir tal experiencia, mis masturbaciones ya no eren suficientes, mi vagina era un volcan pidiendo a gritos una verga que apagara tal calentura, queria saber que se sentia tener una verga dentro de mi virgen panocha, pero mi estilo de vida parecia decirme que ese momento estaba muy lejos de mi, situacion que lejos de tranquilizarme, generaba que mi libido y mi apetito sexual crecieran y estuvieran a flor de piel.
Y así con esa voragine emocional, llegue a mis 15, ya tenia novio, y pense que con él podria saciar mi calentura, pero fue una verdadera frustracion darme cuenta que era un joven muy ingenuo y educado, que solo se limitaba a los besos, y sus acciones mas atrevidas era acariciarme los pechos sobre la ropa, y en una ocasion en que quise motivarlos a ser mas atrevido, puse sus manos sobre mis nalgas, pero ahi las dejo estaticas, y cuando le murmure al oido " acaricialas", solo me las pareto muy fuertemente como si quisiera exprimir naranjas.
Yo queria un hombre que me hiciera sentirme mujer, queria un macho que me hiciera sentirme una hembra, a mis 15 ya tenia mi propia recamara, y con verdadera ansiedad esperaba la noche para encerrarme y darme placer con mis propias manos, metiendo mis dedos en mi mojada panocha, acaricando mis pequeñas tetas y pelliscando mis pesones. cerreba mis ojos y mientras me masturbaba, en silencio repetia las palabras que utilizaban mis padres.
M. Estoyyyy muyyyy calienteeeee, por favor cojemeeeee, por favor llename de vergaaaaaa mi amorrrrr....
P. si mi amor, voy a hacerte miaaaaaa, voy a darte lo que me pidessss....
M. Todooooo?...todo lo que yo te pidaaaaa?
P. si mi amor, tu pidemeee lo que quierassss, voy a complacerte en todooooo...
M. puesss entoncessss cojemeeeeee, cojemeeeeeee todaaaaaaaaaa, apagameeeee....metemeeeee tu vergaaaaaaa
P. por donde la quieresssssss?, por donde quieres que te metaaaa mi vergaaaa?
M. por donde tu quieras metermelaaaaa.....hasme lo que tu quierasssss, cojemeeeeee como tu quierassss, estoyyyyy muy calienteeeeeee, metemela por mi panochaaaaa o culeameeeeeeee, perooooo dameeeee muchaaaaaaaaa vergaaaaaaaaa, cojemeeeeeeeeeee....
Y asi, solo asi, imaginando ser la protagonista de esa rica escena, con mis propias manos lograba tranquilizar un poco ese enorme deceo sexual que me consumia.
Para celebrar mis 15, mis padres solo hicieron una cena muy familiar, a la cual asisitieron solo familiares muy cercanos, entre esos familiares habia un hermano de mi papá que frecuentemente nos visitaba, y lo mas curioso es que sus visitas eran mas frecuentes cuando mi padre no estaba en casa. cuando yo cumpli 15, mi madre tendria 36 años y mi padre quiza 41, pues era 5 años mayor que mi madre, el tio que nos visitaba era muy joven, era el hermano menor de mi papá y tendria quiza unos 25 años.
Mi padre trabajaba en una empresa de refacciones o maquinaria o algo asi, y frecuentemente de la empresa lo mandaban de viaje a supervisar almacenes de sucursales que estaban en diferentes estados de la Republica, cuando salia de viaje simempre tardaba por lo menos dos semanas. y era en esos periodos en que mi tio nos visitaba y se quedaba tres o cuatro dias en casa.
La cena de mi festejo fue un sabado, el lunes inmediato mi padre salio de viaje, y el miercoles por la tarde llego mi tio. Lo que descubrí en esa visita, marco de por vida mi forma de ser en los tiempos subsecuentes.
Pero de esa experiencia les platicare en una proxima publicacion.
Maribel.