Después de la feria según Lucas

Lucía Carolina nos cuenta en el Ejercicio como Lucas, un maduro al que fascinan los travestis jóvenes,es atraído por el empleado de un amigo, le telefonea una tarde aburrida y acaba pasando su mejor noche.

Siendo las 5:30 de la tarde Don Lucas termina de disfrutar una rica comida.

Don Lucas

-Gracias doña Mari la comida le salió muy buena.

Doña Mari

-Gracias señor, disculpe mi hijo me habló para ir a la feria con su esposa y los nietos.

-Si usted no dispone otra cosa me gustaría retirarme.

Don Lucas

-Muchas gracias, creo todo ya esta listo, y que bueno que se va a divertir;  gracias por venir el día de hoy y  nos vemos el lunes.

Don Lucas es un buen hombre que vive solo, ya que  nunca se casó, pues no le interesan las mujeres y aunque ha tenido varios amigos discretos, en estos últimos tiempos se encontraba solo.

Va al estudio y enciende su computadora de última generación con un potente quemador para DVD, viendo como arranca el sistema sonríe mientras piensa.

-Si Marquitos supiera, uyy que bueno está ese chiquito, si no estuviera tan joven, pero mejor me conformo con verlo cuando me quema los cd. ¡Pero que hermoso está el chiquito!

Así el señor empieza a navegar, dirigiéndose a páginas que muestras imágenes de jóvenes travestis, pero sin darse cuenta no deja de pensar en el dichoso Marcos

-Como se verá Marquitos así  vestidito y maquilladito.

-Esa me recuerda a Marcos.

Marquitos, Marquitos, Marquitos.

Después de algún tiempo checa su fino reloj y ve que son más de las 7 de la noche y sigue hablándose.

-Me hubiera ido con Julio, esas fiestecitas se ponen buenísimas, pero tenía que ir hoy a ver esos terrenos ni modo.

-El estar viendo estas tonteras solo me la pusieron dura, y me recordaron a ese chamaco.

-¿Y si le hablo?

-Seguro no está o se ha de estar arreglando para salir, pero.  ¡Quiero hablarle¡

-Ya sé, le hablo y luego me hago una en su honor.

Don Lucas toma su celular, y marca ese número, el cual un día sin motivo alguno, le  ofreció Marcos sin más explicaciones.

Se oye tres veces el tono de llamado y después se escucha la  voz de Marcos

-¡Hola!

La vos del muchacho se escucha rara algo nerviosa, aun así él le responde

--Hola Marcos, soy Lucas el que va a quemar al web de don Julio.

Marcos de una manera más natural, le responde

Si dígame Don Lucas ¿Qué se le ofrece?

Don Lucas

---No abrieron verdad.

Marcos

--Es sábado de gloria no, no se abrió hoy.

Don Lucas

--Oye mijo me pasaron un cd y lo debo regresar mañana quiero quemarlo ¿qué hago?

Se presenta un silencio, y de pronto el muchacho responde

--Acá tengo mi computadora, si no le importa venir con gusto se lo quemo.

Don Lucas

--Mijo eres un Sol, sé donde vives ¿Te puedo caer en media hora?

Y Marcos responde.

--No se preocupe, ¿para qué son los amigos?

Y cuelgan

Don Lucas y dice para sí

-¡Qué dulce y tierno eres!

-¡Eres un encanto!

Y reaccionando se lleva una mano a la cabeza

-Ahora que hago, no existe ese disco, cual quemo.

Y empieza a revolotear entre su gran colección de cd, y dice tomando uno de estos

-Mira que encontré, éste hace años no lo oigo, nos encantaba para bailar mmm vamos a copiarlo…total.

Apaga la computadora, se dirige a su cuarto para darse un rápido baño, ya con ropa limpia y oliendo a loción sale de la casa hacia la de Marcos.

El señor ve el reloj, pasan de las 8 de la noche. Toca el timbre dos veces, cuando empieza a escuchar como bajan de la escalera y se abre la puerta…

Jamás se esperaba encontrarse con la imagen con que tanto había soñado, era la diosa de sus sueños. Unos pantalones sumamente ceñidos al cuerpo y una camisa blanca que no parecía ser de varón, con la cual juraría haber visto a su hermana, perfume afrutado muy suave, así como un sutil color en los labios. ¡Toda una delicia!

Al verlo el chico entre nervioso y alegre le dice:

--Pase Don Lucas, andaba haciendo una tarea, a don Julio lo invitaron al puerto y mejor cerró, pero pase ahorita lo hacemos.

Aunque Don Lucas tiene mejor información sobre su amigo, únicamente dice

--No hay problema mijo, pero vi hace rato a mi compadre que trae este cd ¡Que está de poca! Pero a medio día sale de la ciudad.

Marcos

--No hay problema ahora lo quemamos mire acá tengo cds limpios.

Marcos cierra la puerta de la entrada y se dirige hacia la escalera indicándole al invitado que lo siga; el señor no da crédito al espectáculo que se le esta presentado al contemplar ese gracioso y esbelto cuerpo conducirlo; ver el movimiento de esas nalgas que tanto se ha imaginado.

Una vez en la recámara el chico se acercó a la computadora y mete el disco a quemar, en ese momento escucha a Don Lucas

--¿Y tu que haces acá? ¿No vas a ir a la feria?

Marcos

Todos los cuates salieron de la ciudad, me quede sólo y así no es divertido

Se abre la unidad de cd pidiendo el cambio de disco.

Don Lucas

--Uy mijo si eso es ahora imagínate yo, que todos mis cuates se fueron casando y me quedé solo.

Marcos

--¿Y por qué no se casó?

Don Lucas

--Nunca hallé a la persona adecuada y en la vida pasan muchas cosas.

Marcos

--¿A qué se refiere?

Don Lucas

--Cosas de la vida que en su momento entenderás.

Una vez que el proceso de quemado ha finalizado, el señor ve como Marcos vuelve a empujar el cd y lo pone a reproducir; observa como, al comenzar la rítmica melodía, el muchacho comienza a moverse con la gracia propia de una dama, esto a él le provoca admiración y, ¿Por qué no? Deseo.

Sin dejar de danzar Marcos prueba todas las melodías del cd para comprobar que todo quedó bien y una vez que concluye saca el disco de la computadora, lo introduce en su estuche y  se lo entrega al señor, mostrándole una coqueta sonrisa que a Don Lucas le mueve todo, pero logra comportarse y tomando el paquete pregunta

--Mijo ¿Cuánto te debo?

Marcos

--No, solo luego me da un cd limpio y ya.

Don Lucas no se quiere separar de él, por lo que lo único que se le ocurre es decirle

--Oye, mira mmmmm yo si quiero ir a la feria ¿Por que no vamos juntos?

Don Lucas puede ver como se iluminan los ojos de Marcos, el aumento de su sonrisa, todo en él es fiesta. Y así le responde

-Me cambio rápido y nos vamos…

Aunque a don Lucas le hubiera gustado decir que para que se cambia si así está buenísimo, solo se anima a decir

--Ni que fueras vieja para tanto remilgo, así estas bien, ponte tus zapatos y vámonos

El señor solo ve como Marcos toma una cangurera y en ella mete la cartera así como su teléfono celular,  se alza la camisa para ceñírsela en la cintura; con lo cual Don Lucas confirma que la ropa que porta es de dama.

Ya que Marcos cierra la puerta ambos entran al auto de don Lucas dirigiéndose a la feria.

Mientras conducía Don Lucas no daba crédito a lo que pasaba, estaba tan cerca de la persona que amaba, si lo amaba, jamás había sentido esto que empezó meses atrás al ir a ver a su gran amigo Julio, y ver trabajando a este precioso angelito, recordó como se fue acercando a él pidiéndole le quemara cd, y ahora lo tenía en su auto dispuesto a divertirse y pasarla bien juntos, ver esa sonrisa oírlo cantar con el cd, eso era increíble.

De momento deja estos pensamientos y se concentra en el tránsito, pues como se va acercando al evento éste se torna más rudo y como le es posible se va abriendo paso hasta el estacionamiento de la feria en el que logra un lugar para el auto.

Una vez que ambos están fuera del auto Marcos le ofrece un billete a Don  Lucas pero él le ruega que lo guarde señalándole que lo espere en cierta área mientras se dirige a la taquilla.

Al salir de hacer fila en la taquilla, ya con las entradas en la mano ve a lo lejos a Marcos, y cerca de éste, como el hombre joven que estaba delante de él, en la fila, se acerca a una hermosa chica y se dan un   beso,  Don Lucas con gusto hubiera hecho lo mismo, pero sabe que no es posible.

De modo sereno, se reúnen  los dos, como padre e hijo para dirigirse hacia la entrada, la cual se encuentra totalmente atascada por la gente que desea entrar, hay empujones, golpes, por lo que Don Lucas busca la manera de proteger a Marcos y las yemas de sus dedos se apoyan en la cintura del joven. Marcos casi no logra avanzar y a él lo empujan de atrás para que camine, entre estos movimientos la punta del pene del señor apenas roza sus nalguitas produciéndose una corriente eléctrica en el señor, trata de retirarse pues lo que menos desea es tener problemas con su amigo pero están fuertes los apretones por lo que se repite varias veces hasta que en una de esas su masculinidad fue a incrustarse en el canalito de muchacho, cosa de segundos pero no tardó el muchacho en voltear pero ahí quedo la cosa.

Ya dentro de las instalaciones la gente se comienza a dispersar, Marcos continua caminando  ya mas tranquilo, y Don Lucas logra ponerse a la par de éste y así comenzar a disfrutar la feria.

Al señor le encanta el ganado, así que tiene cierta experiencia que aprovecha para deslumbrar al chico. El lugar se encuentra completamente lleno y para no esforzarse mucho abraza al muchacho y casi le habla al oído, le va dando estas explicaciones, a veces siente su cintura a veces su cadera, hay tanto que ver que el joven se mueve para todos lados, por lo que en uno de esos movimientos la  mano de Don Lucas se posa sobre su nalga; corriente eléctrica fluye por el señor, sintiendo un pulso sobre su pene; el señor se pregunta

-¿Qué está pasando?

Y rápido sube la mano hasta la cintura del chico, así continúa explicando el funcionamiento de una bomba de agua con la que se toparon cuando siente la tibia mano del muchacho haciéndole discretos cariñitos en el brazo, continuando así disfrutando de las exhibiciones.

Al acabar con los puestos, el señor se siente algo cansado, por lo que al ver una fuente de sodas le dice al muchacho que se muere de sed, y lo invita a tomar un refresco. A lo que él, gustoso, acepta.

Nunca le había visto esa cara, el chico estaba radiante, feliz. Esos rizos que fueron lo primero que llamó su atención la primera vez que lo vio en el web, esas pobladas cejas hermosas, sus ojos llenos de brillo pero nada se comparaba con esos labios que le llamaban a ser besados; todo en ese ser era magnifico.

Ya que se terminan las bebidas Marcos le hace saber que quiere ir a los juegos mecánicos y de igual modo lo convence a subirse a la montaña rusa. Las vueltas comenzaron y la vista en lo  más alto era increíble,  mas al inicio de la segunda vuelta ambos se quedan viendo cara a cara hasta que don Lucas se anima a buscar esos labios   que al encontrarlos fue  ampliamente recibido, esos labios dulces y carnosos, pero en determinado momento Don Lucas deja ese manjar retornado a una correcta posición, momento en el cual la canastilla pasa por la parte más baja  y una vez, cuando la rueda va tomando altura el señor vuelva al ataque y así están hasta que concluye el juego.

Al bajarse de la rueda el panorama ha cambiado, ya hay confianza, ya los dos saben qué esperar. Se suben a otros juegos, se tocan, se disfrutan; ambos se encuentran felices.

Al andar buscando a qué juego subirse, se escucha el celular de Marcos, Don Lucas sólo observa como lo saca de la cangurera, ve en la pantalla y se aleja para contestar, el señor está divertido  disfrutando de las muecas que Marcos le hace mientras habla; una vez que cuelga, el chico se acerca a él y le comenta

-Mi Papá; organizaron una parrillada mañana y salen a medio día para acá.

En eso se escucha por el altavoz que se presentarán unos clavadistas e invitan   a la gente  para que se vaya acercando a ver el espectáculo y nuevamente se forma una multitud en torno al tanque donde se presentan los clavadistas. Don Lucas a propósito permite que Marcos se adelante, y  luego va tras él aprovechando la gran multitud para tocarlo, abrazarlo y ¿por qué no? mostrarle como lo tiene. Aunque no lo esperaba Lucas es correspondido al sentir como los largos y delgados dedos de Marcos juegan con los vellos de sus brazos además de que su  cola es la que ahora busca ansiosa su miembro.

Al concluir los clavadistas la gente se vuelve a dispersar. Pero de manera sorpresiva aparecen unos juegos artificiales, todo el mudo alza la cabeza para verlos, Don Lucas sin ningún temor a apoyar sus manos en el cuello de Marcos ofreciéndole algún tipo de masaje con los dedos; una vez que estos terminan ve en su reloj que ya son las 2:30, por lo que le pregunta a Marcos

-¿Que más hacemos?

Marcos ve la hora

--Tengo hambre, la Pizzería que esta cerca de la casa trabaja las 24 horas, vamos a casa y pedimos una por teléfono.

El señor se queda sorprendido, la invitación es tan directa que no puede negarse, y le responde

--Me parece bien, no tardan en cerrar aquí.

Y así ambos se dirigen al estacionamiento en busca del auto.

La felicidad  de Don Lucas es grande, anda con su gran amor, pero andan como una pareja de enamorados, sus sentimientos son correspondidos, disfruta de la ternura de este ser tan divino.

Al llegan donde coche, Don Lucas considera su deber abrirle la puerta a su frágil doncella, así como esperar que quede cómodamente sentada para cerrarlo, después dar la vuelta al carro  y al abrir su puerta es recibido por la gran sonrisa de Marcos y comienza a platicar

-- Lucas … que bueno que fuiste por mí, estuvo muy divertido todo, te fijaste…

Para Lucas es un placer escuchar esa voz, se podría decir que se siente realizado, pleno.

Al hacer cambio de velocidades con la palanca de piso roza la pierna del chico pero ya sintiéndose en confianza deja caer su mano sobre la extremidad y empieza a acariciarla, a darle muy leves apretones con sus dedos; él esperaba cualquier respuesta, pero solo vio como Marcos se  puso de lado y empezó a pasar sus dedos por su calva.

Marcos pregunta continuando con las caricias, casi al oído

--¿Lucas de qué te gusta pizza?

Y pronuncia la primera que se le presenta en la mente sin ninguna reflexión

--La hawaiana es riquísima…

Marcos vuelve a sentarse correctamente para sacar su celular, marca dos botones y empieza a hablar

--Hola Doña Esperanza, soy Marcos, podría enviarme una Pizza  hawaiana a la casa, creo llegar en 30 minutos, así que no hay prisa

--si la grande, ajá…si con todo…

-- Gracias.

Marcos cuelga y le dice a su acompañante.

--Ya está, como me llevo con Manolo, conozco a  su mami, Doña Esperanza, así que cuando lleguemos no tardaremos tanto en esperar la cena.

E inesperadamente Marcos le da un gran beso en la mejilla que le mueve todo.

Cuando el señor estaciona el coche frente a la casa, le pide a Marcos que le espere  pues él le abrirá la puerta, la calle esta desierta por lo que se anima a llevarla da la cintura hasta la puerta de la casa. Marcos saca las llaves y ambos entran, al cerrar la puerta Marcos gira sobre su eje quedando ambos frente a frente para comenzarse a besar pasa su lengua por esos labios tan maravillosos, juega con ellos y por ultimo mete su lengua en la boca del muchacho, siente ese espigado cuerpo lo provoca aun más. Desea tocarle la cola por lo que su mano comienza a descender y ya cuando se encuentra cerca de su cintura se escucha un timbre, por lo que suavemente la comienza a soltar, aprovechando para decirle

--Me dejas pasar al baño.

Marcos le señala una puerta. Para luego ir a atender el timbre, el señor se dirige a la puerta señalada

Al lavarse las manos se ve al espejo y se dice

--Lucas, ésta es tu noche, jamás se repetirá, así que aprovecha al máximo.

Sus pensamientos son detenidos por la voz de Marcos que le dice

--Lucas voy arriba, ahí esta el bar, por favor  sírvete lo que desees.

Y secándose con su pañuelo sale.

La estancia es cómoda y acogedora, reflejando un buen gusto, se observa un pequeño bar,  al que se acerca, encuentra una botella de brandi, toma una copa para servirse un poco.

Estaba disfrutando de su copa cuando algo lo hace voltear hacia lo alto de la escalera  donde encuentra una imagen espectacular. Si la primera vez que vio a Marcos esta noche lo había impresionado, esta vez se ha quedado sin palabras, una verdadera mujer.

Marcos lucia un vestido rojo que le entallaba muy bien, con un peinadito muy femenino y sus labios de un color rojo resaltaban su bello rostro, haciéndolos ver mucho más deseables. De la manera gentil Lucas le ofrece la mano al muchacho conduciéndolo al sofá que se encuentra en la sala y solo logra decir

--Te ves hermosa ¿Marcos?

Y este Le responde

--No. Así  soy Liz.

Y ambos se volvieron a unir en un gran beso, el dulce sabor del labial era exquisito, pero lo eran más las caricias que el joven le brindaba, el calor de su aliento la tersura que sentía al acariciar su descubierta espalda.

Lucas desea tener así a Marcos para la eternidad pero de repente siente como éste sin dejar de besarle se le va despegando y comienza a abrirle la camisa, para así a tocar su velludo pecho.

De pronto Marcos deja sus labios y se dirige a su torso, el señor siente riquísimo como el muchacho besa y muerde sus pezones, a la vez que pasa su mano por su pecho. Hacia tiempo que Don Lucas no sentía tanto placer.   Las caricias en su estomago son increíbles, pero en ese mismo instante siente como el brazo del muchacho roza su pene, la sensación es mayor.

Marcos se da cuenta de su reacción y Lucas siente como sin dejar su cuerpo, las manos de Marcos van desde su panza hasta las piernas, las acaricia varias veces, como titubeante, mas de repente Lucas siente como la mano del joven le toca el pene, siente como lo frota, le da pequeños apretones. Lucas ve como Marcos se comienza a levantar, busca sus labios y se dan un gran beso, momentos después Marcos se para y se hinca entre sus piernas para continuar jugando entre los pantalones de Lucas.

Lucas ya no resiste, él mismo se zafa el cinturón, se abre el pantalón y se levanta para quitárselo; ve como los ojos de Marcos buscan los suyos en la mirada de él se refleja emoción y sorpresa.

Momentos después Marcos pone lentamente sus dedos sobre su pene y lo comienza a manipular e inclina su cabeza. Una fuerte descarga eléctrica tiene al momento que la lengua de éste roza su glande, y continúa con un jugueteo con la lengua sobre el mismo. El señor solo gime y se revolotea del gran placer que está sintiendo, son una delicia todos esos besos sobre su miembro. Las manos de Lucas se apoderan de dos rizos del muchacho y juega con ellos mientras disfruta.

Aunque el señor hace su mayor esfuerzo para aguantar lo máximo de caricias, llega a su límite dejando salir un enorme chorro de semen hirviendo que a él mismo le sorprendió, pues hacía mucho tiempo no tenía esa clase de corridas.

Cuando Lucas siente que ya todo ha terminado, siente la lengua de Marcos entre su pene y sus piernas,  viendo con asombro como Marcos se come la mayoría de su corrida.

El se dejo caer sobre el respaldo del mueble y se abandono totalmente,  acariciando esos rizos, sin dejar de pensar en la gran venida que acababa de haber tenido, del mismo modo que sintió como Marcos acomodó su cabeza en su regazo y así permanecieron un buen rato.

Tiempo después, ya más relajados Lucas se levanta y se abrocha los pantalones, mientras que ve como Marcos jala una mesita sobre la que deposita la pizza, un refresco y la copa que se había él preparado y lo invita a sentarse. Los dos comieron platicando muy a gusto.

Una vez que terminaron, Lucas tomó la mesita y la colocó junto al brazo del sofá, para luego buscar a Marcos; comenzado así nuevamente los ardientes besos y caricias. Don Lucas no daba crédito a la erección que empezaba a sentir, aun con la corrida que momentos previos había tenido. Esto le da más bríos para abrazar y besar a “Liz”. Las manos de su amor se mueven acariciándole por todas partes, y en una de esas las siente en sus piernas y al instante sobre su miembro; es un placer volver a sentir esos deditos por ahí: Lucas siente como Marcos le deja de besar y poco a poco se va  parando zafándose de sus brazos, él espera otra cosa mas una vez de pie, Marcos graciosamente le ofrece la mano y lo hace pararse, ya  ambos de pie, Marcos sin soltarle la mano se enfila primeramente por  la escalera, y ya en la planta alta lo conduce a su habitación. Al entrar es imposible no ver ese reloj y  percatarse que son las 4:22 de la madrugada.

Una vez dentro, Marcos se puso frente a él, le quitó la camisa, y luego se hincó para quitarle los zapatos, se levantó dándole besos en el pecho, y por último se voltea hacia la cama, dándole la espalda.

El hombre toma al muchacho de la cintura y comienza a besar y chuparle la espalda descubierta del muchacho, sin dejar los mimos que le da a Maros, Lucas encuentra el cierre del vestido y lo baja sin ningún problema, para después ayudarlo a quitárselo.

Al ver a Marcos en lencería roja como muchas veces le ha soñado lo  abraza, lo besa siente como su pene está incrustado en la cola de Marcos y él cual no presta ninguna resistencia.

Lucas mete los dedos entre Marcos y el elástico de la panti, estirándolo para luego dejarlo caer, él se va agachando al mismo tiempo que cae la prenda. A Lucas le provocan ese par de delgadas y suaves piernas, por lo que sin pensarlo comienza a besarlas mientras se la poniendo en pie. Besa y acaricia ese hermoso par de  piernas, son suaves, totalmente libres de vello; no puede dejar de besarlas ni de acariciarlas, son completamente una delicia.

Cada vez acaricia y toca mas arriba, por lo que se va levantando poco a poco hasta alcanzar los glúteos del muchacho, ni en sus más alocados pensamientos había concebido estar tan cerca de ellos, los besa, los oprime con las manos, no resiste y les da algunos mordiscos; por ultimo separa ambas y haciendo esfuerzos mete su lengua entre ambas, primero roza  las paredes internas de la cola, para después comenzar a tocar con la lengua su abertura anal. La combinación de experiencia y lujuria de Lucas generan  que el muchacho se arquee y pierda el equilibrio, lo que provoca que caiga sobre la cama.

Lucas ríe con ganas y de inmediato va en busca del trasero de Marcos para retomar trabajando con su lengua. Marcos sólo gime, y se mueve con cada una de las caricias, hasta el punto de arquearse, lo cual aviva el ego del señor, y lo hace saber diciendo

--¡Ay niñito como me tienes!

--Si tú supieras las ganas que  desde siempre te he tenido

Y ya que considera el señor que Marcos ya está listo para la siguiente etapa. Para la cual necesita un lubricante  levanta la mirada para ver con que cuenta y al hacerlo ve su objetivo y dice

--Mija ¿Puedo tomar de esa crema que veo ahí?

Liz apenas logra decir

--¡Si!

A toda prisa fue y regresó, al regresar ya no se hinca, tan solo se sienta en la cama y agachándose empieza a besar esa cola; mientras que con sus hábiles manos abre el frasco de crema para meter el dedo índice en  él. Este dedo  lo pone en la cola del muchacho ejerciendo presión para abrir los esfínteres, siente como Marcos le coopera pero aun así le es difícil , mas al cabo de algún tiempo cede y con esto el señor comienza un leve movimiento de mete y saca procurando hacer el menor daño. Después hace lo mismo con dos dedos y por ultimo con tres, al hacerlo ve como el joven se revuelca de placer; cuando siente que esto es suficiente, se para cambiando de lugar la crema y dice

--Ya está, mira como me tienes.

Y le ondea el potente mástil, agregando

--Dele unos besitos

Lucas se estremece al sentir como el chico besa y lame su miembro, gime con estas caricias.

Luca de manera gentil toma la cabeza de Marco haciéndole saber que esto es suficiente, y de inmediato el muchacho vuelve a  recostarse boca abajo  y Lucas se pone sobre él besándole el cuello y los brazos a del joven. A  continuación se empieza a acostar sobre el delgado cuerpo, sin dejar de mimar el cuello y los brazos del muchacho. Con su miembro comienza a buscar la cola y sobre todo la entradita del muchacho, dándose cuenta como la cola del muchacho busca su miembro.  Por lo que una vez que se encuentran Lucas empieza a ejercer presión para abrirse pasa en el estrecho orificio, aunque siente como Marcos se afloja para facilitar las cosas, aun así le es complicado irse abriendo camino; pero logra irse introduciendo.

Ya que el miembro de Lucas se encuentra dentro, se espera un tiempo para que  el muchacho se vaya acostumbrando, por lo que cuando lo considera prudente comienza un mete y saca. Primero de manera muy despacio pero gradualmente para lentamente ir aumentando su frecuencia, se logran escuchar los gemidos y la respiración entrecortada de Marcos.

Después de algún tiempo, Don Lucas recuerda su fantasía de ver a Marcos lleno de semen y se da cuenta que esta es su oportunidad para hacerla realidad. Por lo que al sentir que se encuentra próximo a venirse, se sale y aguantándose apenas las ganas, logra hincarse sobre la  cama y pone boca arriba a Marcos, ya frente a él comienza a masturbarse frenéticamente para dejar salir otra gran descarga sobre el muchacho, misma que hasta él sorprende.

Solo alcanzó a ver el gran chorro se semen que escampo de él, y como éste dejo bien embadurnado a Marcos.

Segundos después de eso el hombre se desplomó sobre la cama no dando crédito a las dos grandes corridas que había tenido a lo largo de la noche. Su respiración está muy agitada, siente que el corazón se le sale pero se siente completamente dichoso.

Ni bien  empieza a recuperar fuerzas cuando  busca a Marcos le zafa el sostén  que es la única prenda que aun mantiene y como puede lo lleva a la posición de cucharita y en esta lo empieza a colmar de besos sobre la nuca, al tenerla abrazada puede ver la hora es su reloj de pulso 5:25, la tranquilidad comienza a reinar y así se fue quedando profundamente dormido.