Despues de la disco, no hay nada como seguirla...

Historia de sexo despues de unas horas de conocer a esta linda niña.

Bueno esto que me ocurrió, pasó hace apenas unas semanas.

Fui a una disco con unos amigos y amigas de la universidad, ya que una de mis amigas estaba cumpliendo años y queríamos celebrarlo en un buen lugar, bastante popular y de buen ambiente y buena música. Ese día casi todos tenían parejas, yo iba a ir con mi novia, Daniela, pero ella andaba algo enferma y el frió de la noche podía hacerle daño, así que se quedo en su casa. La verdad esa idea de ir solo no me gustaba, pero fui para no quedar mal con mi amiga. Una vez allá, pedimos vodka y empezamos a tomar y a bailar, todos estaban con sus novias o novios, menos un amigo, una amiga y yo. A Santiago (mi amigo) y a mi nos tocaba turnarnos para bailar con Sofía (mi amiga), pues todos a medida que pasaba el tiempo se concentraban en sus parejas. Sofía se fue temprano como era su costumbre, así que Santiago y yo nos resignamos a quedarnos solos.

Mas tarde notamos que había 3 niñas que tenían entre 19 y 22 años y además estaban solas en una mesa, habían bailado con otros tipos, pero no tenían pareja, por lo que decidimos sacarlas a bailar y así pasar un buen rato. Santiago se acerco a una trigueñita bastante linda que tenia una blusita bastante escotada, y se fue a bailar con ella. Yo opte por bailar una de las niñas, ella es blanquita, tiene el pelo negro y liso, tenía una boca pequeña y un rostro lindísimo. Usaba una blusita verde claro no tan escotada como la de su amiga pero dejaba ver bien sus pequeñas pero firmes teticas, tenia un pantalón blanco pegado que dejaba ver su bien formado culo, además se podía notar el hilo que usaba bajo este. Empezamos a bailar y a hablar mientras lo hacíamos, Su nombre es Adriana y tiene 19 años de edad, ese día no quería salir pero sus amigas insistieron mucho así que por eso estaba allí.

No se que paso pero con ella las palabras empezaron a fluir muy fácilmente, así hablamos bastante y hubo cierta química, por lo que la invite a sentarnos en la barra a tomar algo, ella accedió a sentarse a hablar conmigo, pero no quiso nada de tomar. Seguimos hablando, con nuestros rostros bastante cerca para poder escucharnos el uno al otro a pesar del alto volumen de la música, podía sentir su olor a vainilla y su delicioso aliento, le miraba sus apetecibles labios y sentía profundas ganas de besarla.

En unos minutos no podía resistir mas, así que la mire fijamente a los ojos mientras hablamos, ella trataba de evadir mi mirada profunda, como si ya supiera lo que yo planeaba y empezó a emanar inseguridad en ella, como si se sintiera débil, entonces supe que ella quería que la besara pero, a la vez sentía miedo de ese mismo deseo, así que sin bacilar mas me acerque un poco mas de lo normal y le di un beso en la mejilla, ella no hizo nada y solo me miro a lo ojos que aun mostraban ese temor, así que fue acercando mis labios a los suyos, y nos dimos un profundo y duradero beso, que empezó a moverme el piso. Su pequeña boca tenia un delicioso sabor y su húmeda lengua se encontraba con la mía explorándose mutuamente.

Cuando nuestro largo beso termino, dirigí mi mirada hacia la pista y vi que mi amiga (la que cumplía años) se dirigía hacia mí. Me dijo que a la 2:00 am nos iríamos a la casa de uno de mis amigos a seguirla, a lo que le dije "Si, listo", "Ok" me respondió mi amiga. Adriana miro su reloj, y se me acerco y me dijo "Es la 1:00 am, osea que nos queda 1 hora" a lo que yo le respondí "o mas si quieres acompañarnos".

Ella sonrió y me dijo "No, me da pena con tus amigos, no los conozco", "No importa, te los presento" le respondí yo. "Pues no se, tocaría hablar con mis amigas, no me gustaría dejarlas" dijo ella, "No creo que haga falta, ellas también pueden ir" le dije señalando hacia la pista donde Santiago bailaba y se besaba con la niña trigueña. Note que la otra amiga estaba bailando con un tipo. Finalmente cuando nos fuimos, las niñas accedieron a ir con nosotros a seguir la fiesta en el apartamento de un amigo. Desde que salimos de la disco, el olor de Adriana me estaba volviendo loco, sentía unas tremendas ganas de saborear su cuerpo, de tocarla, de besarla….., su linda boca, sus teticas, su culito, todo de ella, me estaba produciendo un morbo insoportable que no sabia cuanto tiempo mas resistiría.

Al llegar a la casa de mi amigo, tomamos un rato, y yo seguía besándome con Adriana, no quería dejar de saborear sus labios, mientras las demás parejas seguían en lo suyo, besándose y hablando, con la música que a un volumen regular se escuchaba al fondo y la luz, que poco a poco se hacia mas tenue ( el dueño del apartamento la ajustaba). Empecé a deslizar mis manos por la cintura de Adriana, y pude tocar su suave piel, mientras saboreaba su lengua con la mía en un continuo jugueteo. Quería tocarle las tetas, y me aguantaba hacerlo pues no quería asustar a la niña, pero a la vez mi deseo trataba de dominarme, era una lucha constante. Hubo un momento que no pude mas y lo hice, sentí que el ritmo de la respiración de Adriana cambio fuertemente y se acelero, al mismo tiempo que sus besos se hicieron aun mas profundos y su húmeda lengua recorría la mía. Sus senos eran firmes y apetecibles, y mi verga estaba firme y yo no aguantaba más.

Mire de reojo al dueño del apartamento quien con una seña me hizo saber que podía usar su cuarto para tener sexo con la niña que acababa de conocer, aunque yo veía eso como una hazaña, ya que precisamente a la niña no llevaba mucho tiempo de conocerla, tal vez si fuera la segunda vez que salíamos, pero apenas la conocía, entonces veía la idea de tener sexo con ella como algo factible, pero aun así difícil, pues se como son la mayoría de mujeres respecto a esto.

Después de varios minutos de besos, besos de todos los tipos, apasionados, tiernos, experimentales y morbosos, y también de buena charla, tome a Adriana de la mano y le dije que me acompañara, ella acepto. Nos dirigimos al cuarto de mi amigo, entramos, y yo cerré la puerta con seguro. Adriana en seguida hizo un gesto de extrañeza, el cual yo corte inmediatamente con un apasionado beso, ella se dejo llevar ese momento, pero cuando baje mis manos para tocar su culo, la cosa fue diferente, ella hizo un leve esfuerzo y se libero de mis brazos y dejándose caer sentada sobre la cama. "No, nos acabamos de conocer" me dijo ella "Y…." le dije yo, "Y…., no, no quiero que pase nada" me dijo. "Segura que no quieres? Si no quieres que pase nada, tranquila, no pasara nada" le dije yo, con toda la seguridad que tenia.

Ella no respondió nada, y bajo su mirada al piso, y yo me abalance sobre ella besándola nuevamente. Le empecé a besar el cuello, lo cual hizo que ella dejara de lado sus complejos y que me pasara las manos por debajo de la camisa acariciando mi espalda. El sabor de su cuello era tan agradable que no me aguante y la mordi levemente, mis dientes apretaron su piel unos segundos y mi lengua la saboreo, ella gimio entre placer y dolor, y me araño la espalda. Entonces me empecé a quitar la camisa, después hice lo mismo con su blusita y sus firmes teticas quedaban solo bajo un sostén blanco. La besé en la boca mientras nuestros torsos desnudos se unieron, su piel era calida y suave, y el delicioso olor a vainilla se hacia mas intenso, era como si su piel fuera de vainilla. Empecé a besar sus pechos por encima del sostén y sentia que su respiración se aceleraba y su corazon podia sentirlo saltando mas fuerte cuando besaba sus pechos.

Y la miré a la cara, y ella estaba gozando y sufriendo, no sabia lo que pasaba, estaba perdiendo el control y yo sabia eso, y lo estaba utilizando a mi favor o mejor dicho, a nuestro favor, pues nos estabamos convirtiendo en uno a pesar de solo llevar unas pocas horas de conocernos, era como si nos conocieramos de años atrás. Ella misma se quito el sostén para mi sorpresa, y pude ver sus hermosos senos, que parecian sacados de una pintura del renacimiento, blancos y de pezones rosados y pequeños, los chupé y lo empecé a mordisquear a mi gusto, y sentia ese olor a vainilla inundando mis pulmones y mi boca. Ella abrio sus piernas y me ubique entre ellas, y sobe mi verga con su cuquita, con ropa aun, pero aun asi, delicioso.

Su cuerpo se hacia mas calido al contacto del mio, y el mio tambien. Suavemente fui soltando su pantalón, y su tanguita empezaba a aparecer bajo este, tambien esa piel blanca y suave de sus piernas, ella levanto sus nalguitas y de esta forma el pantalón salio completamente, lo saque de sus piernas y las abri. Besé su entrepierna, mientras ella soltaba suaves gemidos de puro placer, y sostenia mi cabeza sin saber si subirmela para que llegara a su sexo o bajarla para alejarme de el.

Enseguida baje sus tanguitas por su suave piel e inmediatamente pude sentir el olor de su cuquita, que era mas delicioso que el de vainilla de su cuerpo, y me hizo saber que ella ya estaba bastante excitada. Una vez retirada su tanga, dirigí mis labios a su apetecible cuquita que tenia poquitos pelos. Empece a comerme su vagina suavemente, a saborearla y el olor de sus jugos me impulsaba a querer comermela mas, ella gemia cada vez mas y apretaba mi cabeza contra su sexo. Mi pene estaba a reventar, asi que me quite mis jeans y mis boxers para liberarlo, y ella al verlo, lo tomo en sus manos y se lo introdujo en la boca, con la otra mano tomó mis testículos, que estaban calientes y se refrescaban al contacto de su delicada mano.

Siguió chupando mi verga por un ratico, pero yo queria su vagina, asi que la acoste sobre la cama y me acoste sobre ella, ella abrio sus piernas sin pensarlo dos veces y mi pene se hubico en la entrada de su vagina.

La penetre suave, y ella solto un pequeño gemido, apreto sus labios y respiro profundo; cuando mi pene estaba totalmente clavado, ella volvio a gemir y solto el aire. Empece el mete y saca, que sentia delicioso, mientras ella abria mas sus piernas para que mi pene se clavara mas profundo en su humeda vagina. Apoye solo mis manos y mis pies sobre la cama, y asi empece a dar fuertes saltos, dandole fuertes y profundas estocadas a Adriana, quien parecia estar teniendo el placer mas grande de su vida, pues sus ojos estaban ya perdidos.

Mi pene se clavaba bien adentro de esa deliciosa cuquita, desaparecia completamente dentro de ella, y yo disfrutaba mirandolo, mi pene ya estaba bañado los jugos de esa hermosa vagina, y ese delicioso olor se sentia por todos lados, ese olor de su vagina revuelto con el olor a vainilla, se sentian en toda la habitación y respirarlos solo me daban ganas de mas sexo.