Despues de jugar con Terri

Mi experiencia con Terri

Desde pequeña he estado rodeada de perros, ya que mi mama trabaja en un refugio de animales. Una tarde llegó un perrito, de estos que son chicos, su dueña se iba de viaje y quería que nosotras lo cuidáramos; mi mama en un principio no quería, decía que esto no era hotel, pero al final accedió.

Obviamente a Terri, así se llamaba el perrito, no lo podíamos dejar ahí, así que lo llevamos a la casa. Terri era muy juguetón saltaba y corría por todos lados. Yo me entretenía con el, pero lo que tenía de extraño es que después de jugar un buen rato el se acercaba a mi y comenzaba a olerme y a darme lengüetazos entre mis piernas. Eso provocaba que me empezara a excitar, así que tenía que sacarlo, me iba a mi pieza y me masturbaba.

Una tarde mi mama me dijo que cuidara a Terri por que ella tenía que ir a trabajar y que llegaría tarde. Casi me pase toda la tarde viendo televisión, hasta que a Terri le vinieron las ganas de jugar. Empezamos a correr y a salar, hasta que ya no podía mas, me recosté en el sillón y Terri también se subió. Y empezó a olerme y a pasar su nariz por entre medio de mis piernas.

-Terri ya córtala, deja de hacer eso

Le dije en tono alto, para que entendiera; pero siguió con lo mismo. Todo esto empezó a calentarme mucho, mire la hora eran las 6 de la tarde y mi mamá llegaría cerca de las 11. Mire fijo a Terri y me di cuenta que su pene estaba rojo, me acerque con cuidado, para que no se fuera a enojar, y se lo toque; estaba caliente, húmedo. Yo también me empecé a humedecer con todo esto. Así que tome a Terri y nos fuimos a mi pieza, cerré con llave, por si a mi mama se le ocurría llegar mas temprano.

Deje a Terri en la cama y me baje los pantalones y los calzones, todo esto me tenia muy caliente; me acerque a Terri a su pene grueso, lo tome entre mis manos y empecé a masturbarlo, el perro empezaba a jadear, así que me senté con las piernas abiertas frente a el, y lo llame. Empezó a darme con su lengua en mi vagina dioooxxx que delicioso, su lengua gruesa pasaba desde mi culito hasta mi vagina. Pero yo quería su pene dentro mío así que lo tome y guié su pene hasta mi vagina, primero despacio, y luego fue como si le hubiesen dado cuerda; empezó a darme embestidas, sentía todo su pene dentro, era algo delicioso. Seguimos asi hasta que yo me corri, pero Terri aun queria mas y en forma de agradecimiento tome su pene rojo, duro, húmedo y se lo empecé a mamar

Cuando llego mi mama, se dio cuenta que el perro estaba mas tranquilo de lo común. Yo le dije que habíamos jugado toda la tarde, por eso estaba cansadito