Después de esquiar

A pesar del cansancio, un interesante juego de cartas cambia el rumbo de la noche.

Tras un día agotador dando tumbos por las pistas de esquí, sólo por las verdes que son más asequibles, volvemos al motel con el cuerpo hecho pedazos, llenos de golpes y torceduras (consecuencia de ser novatos en esto del esquí).

Tras una ducha caliente, que a todos nos sabe a gloria, bajamos a cenar al comedor del propio hostal pues no tenemos fuerzas ni ganas de ir en búsqueda de un restaurante. Por sorpresa se nos unen las dos nuevas amigas de Juan y David, las que la noche anterior hicieron las delicias de uno y el enfado del otro. Pronto se crea un ambiente muy amigable, las bromas y chistes se suceden, para pasarlo muy bien todos juntos.

Tras bebernos unas cuantas sangrías, en medio de un gran jolgorio, el encargado del comedor nos echa … amablemente…pero no invita q que continuemos la fiesta en otro sitio. Nosotros los "machos"... casi que daríamos la noche por amortizada, aunque ganas no nos faltan, nuestros doloridos cuerpos no da mas de si… y esperamos que el dormir a pierna suelta nos devuelva el vigor necesario

Las chicas son las únicas que mantienen ciertas ganas de marcha, han tenido un día menos "doloroso" que nosotros ya que ellas ya sabían esquiar y no han sufrido los tropezones que hemos tenido nosotros.

Una de ella propone:

-        "Subamos a la habitación y juguemos a las cartas".

Nadie parece hacerle caso hasta que añade:

-        "puede ser  muy divertido y...muy picante", “ya veréis…”, dice al tiempo que se estira la camiseta hasta que sus pechos quedan muy resaltados debajo de la tela.

A nosotros se no ponen los ojos como platos viendo como se me marcan los pezones encima de dos meloncitos que a duras penas quedan debajo de la tela.

Dejamos atrás todas nuestra dolencias y cansancio para apuntarnos a lo que puede ser una velada interesante con estas chicas que no tienen nada de mojigatas. En la habitación que hace de sala-comedor nos colocamos todos alrededor de la mesa.

Maite nos explica las reglas del juego:

-        "Es parecido al juego de las prendas...cada uno escribe en un papel lo que quiere que haga el que pierda...se juntas todos los papeles sin saber que dicen...y se reparte una carta a cada uno"

-        "Si alguien saca un cinco se tiene que beber un vasito de pacharán...el que saca la carta más alta saca uno de los "deseos" escritos...y el que saca la más baja debe realizarlos". Comprendido?, pues empecemos”, dice muy decidida y entusiasta.

Al principio el juego parece un poco soso. Nadie ha sido muy atrevido y ha puesto en la lista de peticiones esos "deseos" que siempre tenemos en mente aunque nos cuesta reconocer. Finalmente sale la siguiente:

-        "Si es chica se debe sobar las tetas y si es chico se debe tocar la polla durante un minuto delante de todos…insinuándose a otro/otra"

Esta primera petición más atrevida le toca cumplimentarla a Maria.  No se encoge lo más mínimo, con gran soltura se toca las tetas con mucho morbo, con lentitud y disfrutando de sentirse admirada y deseada por todos nosotros e enviada por las otras chicas pues realmente tiene unas bobis muy bonitas.

La cosa se anima. Continuamos...

-        "Le debe quitar la prenda que elija a quien quiera"

-        "Debe enseñar el culo"

-        "Debe cerrar los ojos y dejarse tocar por todos durante un minuto"

Así pasamos un buen rato, bebiendo cuando toca, jugando cuando las cartas nos sonríen, y sufriendo un poco cuando nos toca ser los paganos.

Poco a poco el clima se va caldeando, todos estamos expectantes a ver qué es lo que viene a continuación, a quien le tocará y en que nos podremos beneficiar cada uno. Algunos estamos ya medio desnudos y otros algo bebidos, pero todos con una marcha increíble.

Juan saca la carta más alta y elige unos de los papeles con un deseo escrito:

-        "Debe elegir a una pareja. En la habitación a solas, el/ella será su esclavo/a durante cinco minutos” Ufff, esto ya tiene bastante entidad. Creo que a todos nos habría gustado ser o amos o esclavos en este juego.

Juan elige a Cris. Ambos se sonríen y se van hacia la habitación y cierran la puerta después de hacernos un poco de burleta a los que quedamos a la espera.

Aprovechamos para seguir bebiendo y gastar bromas entre nosotros. Tratamos de adivinar que habrá escrito en los papeles restantes y con quien nos tocará jugar. El tiempo parece haber pasado y no salen, Maite pone el oído en la puerta y dice:

-        "Me parece que se están pasando...", con cuidado entreabre la puerta y todos podemos ver a Cris a cuatro patas sobre la cama y como Juan se la mete por detrás.

Al principio ellos no se dan cuenta, cuando lo hacen, todos llevamos unos instantes contemplando como la polla de Juan se hunde entre las nalgas de Cris hurgando en su chocho.

Muy excitado y sorprendido, Juan se corre abundantemente. Xevi, casi de un empujon aparta a Juan y ocupa su lugar aparentemente con el consentimiento de Cris que no ha querido quedarse a medias. La eyaculación prematura de Juan no le deja mas remedio que dejarse encular por otro de nosotros si quiere llegar a su ansiado orgasmo.

Cris grita de placer vencida por el ímpetu de Xevi. Los demás, casi embobados dejamos que nuestras manos acaricien los cuerpos de quien tenemos al lado y el propio.

David y yo nos entretenemos sobando las tetas y el culo de Maria. Mientras que Maite se entretiene manoseando la polla de Nikko.

Xevi continua con su frenetico mete-saca, mientras que Cris va arqueando la espalda arriba y abajo como un gato. Maria se levanta del sofá donde estábamos los tres y se coloca delante de David y de mi.

Durante unos instantes se acaricia las tetas, apretándoselas de un lado a otro. Nosotros aprovechamos para quitarnos los calzoncillos y le ofrecemos nuestras pollas con un ligero masaje. Ella se detiene un momento para bajarse las bragas y mostrarnos su chocho.

Se arrodilla delante de nosotros, y primero una y después la otra, nos coge las pollas y empieza un ligero masaje. Nos dejamos hacer mientras que acariciamos sus hombros y sobre todo sus tetas. Nikko, se deja hacer una mamada por Maite y no deja de mirar como su novia juega con nosotros.

Xevi y Juan se van turnando sin dejar descansar a Cris, que está gozando como nunca a juzgar por sus gritos y quejidos.

Maria tras jugar con nuestras pollas un rato, las ha chupado un poco, las ha llenado de saliva y se ha sentado encima de mi dándome la espalda. Mi polla ha entrado suave y limpiamente en su chocho jugoso.

Ella se apoya sus manos en el antebrazo del sofa y en una silla, lo que le permite levantarse hasta que mi polla prácticamente se sale, para luego dejarse caer y notar como esta se incrusta en su interior.

A medida que su movimiento se hace más animado, sus tetas se bambolean arriba y abajo como si tuviesen vida propia. Nikko y a David les encanta la escena, y que no pierden detalle de las idas y venidas de los pezones de Maria.

David se acerca a Maria mientras se va pajeando; al llegar junto a ella, esta le retira la mano y continua con unos movimientos rápidos y precisos. Un chorro de leche sale disparado de la polla de David hacia las tetas de Maria.

Esta, tras apretar minuciosamente para sacar hasta la última gota, se pone las manos en el pecho y se extiende tan preciosa crema por encima de las tetas masajeándolas como fuerza.

Su excitación debe estar llegando al límite, pues reanuda con muchas su cabalgada sobre mí, abriendo sus piernas para que mi polla entre lo más posible.

Se queda como suspendida en el aire, con solo la punta dentro. Noto como se estremece y como una serie de contracciones de su chocho me aprisionan. Finalmente se deja caer sobre mi haciendo que mi polla se clave hasta lo más profundo.

María queda inmóvil y yo me corro plácidamente. No sé si mañana iremos a esquiar o nos quedaremos en el motel para recuperar fuerzas, de momento queda bastante noche por delante.

Deverano