Después de comérmela, me meto los dedos

Antes de este, recomiendo leer el relato anterior (“Por hacerme la simpática, me la comí” http://www.todorelatos.com/relato/84957/ .)

Entré al vestuario y me dirigí a mi taquilla a cambiarme de ropa; mientras que me quitaba la ropa de trabajo me vino a la mente todo lo que había sucedido durante la tarde y noté como se humedecía más mi coño.

Me senté en el banco que tenemos y al hacerlo noté como el tanga se pegaba al coño, bajé mi vista y vi que literalmente estaba chorreando, eso me excitó y aparté a un lado la prenda para verme el coño. Noté que me olía mucho y me metí un dedo, lo saqué y estaba lleno de flujos. Dirigí el dedo a mi nariz y luego me metí el dedo en la boca para saborearme a mí misma.

Al hacerlo, me volví a calentar y dirigí dos dedos al interior de coño para empezar a masturbarme. Mientras lo hacía escuché como se abría la puerta del vestuario y tal y como estaba me dirigí al baño, por suerte están al lado de mi taquilla, y me encerré en uno de ellos.

Me senté y empecé a acariciarme el clítoris mientras pensaba en las pollas que había comido hacía escasos minutos. Al recordarlo, dejé mi clítoris y me metí dos dedos tan dentro como pude y a moverlos de dentro a fuera como si una polla me estuviera penetrando. Mientras, con la otra mano empecé a acariciarme las tetas por encima del sujetador y al hacerlo noté una pequeña mancha, lo olí y dirigí el dedo a mi boca. Era un poco de semen de Juan que me había caído encima del sujetador. Al tragármelo, noté como mi coño se contraía y me metí otro dedo más. Teniendo tres dedos y moviéndolos como una loca, noté que estaba a punto de correrme y dirigí la otra mano a mi clítoris; el cual comencé a acariciar como si la vida me fuera en ello.

Aquello hizo que viera las estrellas y noté una fuerte contracción de mis músculos vaginales y como una descarga eléctrica me recorría toda la columna. Mira que me masturbo muy a menudo (hay veces que lo hago hasta 3 y 4 veces al día), pero lo que sentí en ese momento hacía tiempo que no lo notaba. De lo que me llegué a correr parecía que me estuviera meando, ufffff que gustazo.

Después de calmarme un poco y de poner la ropa en su sitio, abrí la puerta y me dirigí a mi taquilla para vestirme, miré mi reloj y vi que eran las 21:15. Me había estado masturbando durante 15 minutos en el baño y no me había dado ni cuenta, y lo peor era que mi marido me estaba esperando en la puerta para irnos a cenar. Me arreglé todo lo rápido que pude y me dirigí a la puerta de salida y allí estaba él con una sorpresita para mí.

CONTINUARÁ…..

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