Después de 4 años (real)

1095 días ausentes de sexo femenino y 365 días desde mi ultima vez en la cama con un tipo...

Después de 4 años (Historia real)

¡Cuatro años! ¿Saben cuanto tiempo es? 1460 días desde mi última relación sentimental y con una mujer, pensé mientras hacía las cuentas… 1095 días ausentes de sexo femenino y 365 días desde mi ultima vez en la cama con un tipo, bastante frustrada en realidad, ya que siempre me he considerado una nena bonita, simpática y muy tierna… el problema no era la falta de sexo, ya que siempre hay algún chico por ahí enviando señales, y propuestas, el problema estaba en que no quería volverme acostar con hombres, no por que no sintiera placer con ellos, sino por que simplemente no iban conmigo, prefiero mil veces la dulzura de unos labios de mujer… que me hacen lubricar de una sola vez, al pene de un hombre que a lo sumo tendrá que esforzarse demasiado para excitarme.

Pasados esos infinitos 4 años, de masturbaciones, fantaseando con diosas que sólo habitaban mi cabeza, con mis compañeras de Universidad heterosexuales, y con las nenas malas del mundo gay (siempre me ha dado miedo eso de ir a antros en búsqueda de mujeres… ya que las pocas veces que lo intenté, nunca avance de la primera cita… y tendré que confesarlo mi corazón es frágil como una gelatina de fresa), Me lancé al ciberespacio en búsqueda de mi diosa cibernética, a pesar de haberlo considerado como última opción, una opción desesperada en realidad… y claro de esas diosas hay muchas en la red, pero lo difícil es quedar con alguna y que quiera algo de verdad.

¿Y saben? La encontré sin esforzarme demasiado, quedamos de vernos en un bar, y claro yo con el miedo del primer contacto, pero pasada la prueba de fuego donde nos conocimos

  • Mucho gusto!, Sara.
  • Hasta que al fin nos vemos! Como sabrás me llamo Camila.

Camila resultó mejor en vivo que en webcam, su pelo liso y negro, sus ojazos tremendamente seductores, su labios gruesos y aguados, muy femenina! Oliendo a durazno!, con sólo verla se me aceleró el corazón… y al observar su trasero que realmente me asombró de lo bien puestecito, paradito y al parecer durito, me dieron ganas de darle una nalgada… lastima que venga con chaqueta (pensé mientras le sonreía con una sonrisota estilo close up! Y una mirada de: estás buenísima), continuando con el scandisk pasó la prueba, yo me sentía algo aturdida, mis sentidos estaban algo alterados

  • Pero vamos Sara no nos vamos a quedar acá afuera.
  • Si, tienes razón vamos.

Me agarró del brazo y subimos las escaleras del lugar, nos sentamos y estuvimos hablando de todo, me contó que hacía unos meses había roto con su novia, que se sentía muy sola, y lo que más me sorprendió fue que me confesó que era la primera vez que se conocía con alguien del ciberespacio, yo le dije lo mismo, ambas brindamos (habíamos comprado unos cocteles de Vodka) por la coincidencia… entre trago y trago el calor el calor se me empezó a ir para otro lugar, sentía que ella me miraba seductoramente, y yo no paraba de morderme inconscientemente el labio inferior, pero ahí en ese bar no podía pasar nada, era un lugar straight , lo habíamos acordado así, por si alguna se defraudaba o algo así… mejor dicho para poder salir corriendo si algo malo sucedía… Pero lo lamenté en realidad, pues desde hacía más de una hora no tenía sino ganas de sentir su boca y su lengua, y ya estaba bastante excitada de solo imaginármela entre mis piernas… así que sin contenerme le propuse.

  • ¿Qué tal si vamos a mi apartamento?, está a unas pocas cuadras.

Ella sin chistar, aceptó.

No más al llegar al ascensor me empujó contra la pared y me dio un beso, el efecto fue el mismo de siempre, instantáneamente estaba mojando mis pantis, y más cuando pasó su lengua por mi cuello, al llegar al apartamento apenas pudimos entrar de lo calientes que íbamos.

La lleve al sofá y la recosté, ella me quito la chaqueta y la blusa… para su sorpresa yo no llevaba sujetador, y claro al contacto con sus dedos sentí una corriente desde la punta del pezón hasta mi vulva, que ya latía… necesitaba urgente unos dedos!.

Pero no quería ser tan obvia… así que sin dejar de ser cortes y guardando la poca compostura que me quedaba, encendí el estéreo, coloqué música electrónica y fui por más vodka a la nevera, al regresar ella me esperaba sentada desnuda y yo por poco dejó caer los vasos con el trago.

  • Ven para acá.

Me dijo mientras se tocaba la vagina.

  • Te voy a bajar la calentura.

Le dije, mientras me acomodaba dentro de sus piernas… cogí un cubito de hielo lo metí en mi boca, y comencé a pasarlo por sus muslos, al llegar a su vagina ya no había hielo… sólo ganas de mamarle, de chuparle y de acariciarle con la lengua… la miré y ella con los ojos cerrados y su boca entreabierta me dijo que se lo hiciera de una vez por todas

Su vulva estaba mojada, y al primer lengüetazo, me agarró la cabeza y la apretó fuerte contra su sexo, seguí acariciando su clítoris de manera frenética, mientras ella movía sus caderas al vaivén de su placer.

  • Nena ahí, si, dale no pares… por favor no pares, ah! ah!...

Continúe mientras con mis manos palpaba sus tetas, al intentar introducir uno de mis dedos, me frenó.

  • No, no me gusta que me penetren sólo dame lengua… chúpame… que bien la mamas… dale nena

Y yo con mi boca y su vagina, apenas podía aguantar las ganas de masturbarme… quería que ella lo hiciera.

  • Ah, ah… si, si así, más rápid… AH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!....

Me apretó fuerte la cara, y sentí como le salía mas liquido apenas podía contenerse, sus piernas temblaban, después de unos segundos me alzó y me sonrió, la abracé, ella me dio un pequeño mordisco en el cuello y sin darme tiempo de relajarme introdujo sus dedos en mis pantis.

  • Que bien se siente… estás muy mojada

Me dijo acariciando de arriba abajo mi vulva, me abrió las labios y empezó a buscar mi clítoris, que ya estaba hinchado y bastante pronunciado, no paraba de moverlos, de arriba abajo, haciendo círculos, y golpeando…Nos besamos, nuestras lenguas simularon estar en las vaginas, me comenzó a chupar, me estaba comiendo la boca de la forma en que seguramente me comería la vagina, me dio tanto morbo que me corrí en sus dedos… la apreté fuerte y me dejé caer encima de ella.