Despues de 3 años

Despues de 3 años nos vimos por primera vez. Para desatar nuestra pasión.

Lo conocía desde hacía más de tres años pero nunca antes habíamos quedado en ninguna parte. Hablábamos todos los días, y a veces mucho y otras veces porco, pero siempre por internet.

Siempre me había gustado, pero por miedo a su rechazo nunca se lo dije, incluso llegué a mentirle y decirle que yo era otra persona, de eso me arrepiento aunque no se si me llegará a perdonar del todo alguna vez.

Un día, decidí quedar con él en persona, por primera vez.

Estaba neviosísima, pero me puse lo mas guapa que pude, solo para que me viera bien. Así que me puse mi faldita de cuadros y mi camiseta negra de tirantes super escotada que también se ve el ombligo, además de una corbata blanca, con mis botas.

Quedamos para ir al cine, yo subiría a pie y él iría con su coche hacia allí.

Yo llegaba un poco tarde, y corriendo y muy acalorada me presenté. Nos saludamos y entramos hacia el cine.

La película era muy aburrida, tanto, que decidimos empezar a conocernos mejor. Él me empezó a besar el cuello que enseguida me quité para besarle sus tiernos labios. Le besé, le besé hasta que le pegué un pequeño mordisquito. Él me quitó la boca y siguió besándome en el cuello. Estaba excitadísima.

Me levanté, le cogí la mano y salimos corriendo hasta el aparcamiento. Fuimos con el coche hacia un lugar oscuro y empezamos a desencadenar nuestra pasión.

Nos empezamos a besar de nuevo, cuando él me quitó la camiseta. Yo no llevaba ni sujetador ni nada, así que empezó a lamerme los pezones. Yo me puse a cien. Puse mi mano en su sexo y empecé a masturbarle. Él hizo lo mismo.

Yo lo único que tenía en la mente era el "vamos a hacerlo" tenía unas ganas impresionante.

Tras haberme levantado mi faldita, le bajé el pantalón y empecé a chuparle el pene de arriba abajo, hasta que le puse el condón. Acto seguido me subí encima de él y noté su penetración, tanto me gustó que grité como pude. Botábamos y gritábamos de placer los dos hasta que al final acabamos. Nos quedamos los dos abrazados, bajo un manto de estrellas.