Despidiendome de Luis

Se bajó el pantalón, y vi su hermosa polla… Me la metió tan fuerte que casi grito… -Quiero que llegues por mi-dijo en jadeos-quiero tu culo para mi… -Ahh… Ya soy tuya -Quiero que grites mi nombre-sonrió -Lo haré… Siguió bombeando, fuerte, y me sentí en el cielo, con su caliente verga dentro de

Estaba algo concentrado en la computadora, antes de tener la pijamada de Dani lo miré, como si yo fuera una niña de su edad. Generalmente me gustaba jugar con los niños, me salía y era buena líder. Tía Ceci, estaba de nuevo en una guardia, por lo que Luis estaba de responsable. Dani no soportó mucho, y quedó dormida al menos a las diez. Lo mejor fue llevarla a su cuarto, para que descansara mejor que en el piso, o en la colchoneta. Luis estaba trabajando en algo, así que no quería molestarlo, cuando la lluvia comenzó. Era guapo cuando se concentraba, así como todos los días. Me metí en la habitación, y me quité la ropa, aunque llovía, hacia demasiado calor para ser la temporada, así que lo mejor fue ponerme la pijama que me había regalado mamá, algo sensual, un top con su short. De pronto escuché un trueno, un trueno demasiado fuerte, que me asusté, y en dos minutos, la luz se había ido. A tientas, fui a la habitación de Dani, y gracias a Dios que seguía dormida… Y entonces, me dí cuenta de que el trabajo de mi primo podría estar arruinado.

-¿Luis?-pregunté casi susurrando.-¿Guardaste tu trabajo?

-Sí-contestó, y abrió la puerta de su cuarto.-No hay gran problema con eso, de hecho lo tengo en mi memoria…

-Bien…-asentí a obscuras.-¿Tienes velas?

-Sí… Vamos por varias…

Salió de su cuarto, me tomó de la mano, y me guió hasta la cocina, Luis conocía mejor su casa, así que pronto dimos con las velas y con el encendedor. Y como no teníamos nada que hacer, nos sentamos en la sala, en la mesilla estaban las velas. Me abrazó, y yo puse mi cabeza en su hombro… Acariciaba mi cabello. No era un contacto sexual…

-¿Y qué planeas hacer cuando llegues a casa?-preguntó con seriedad

-No lo sé…-admití con sinceridad.-¿Me irás a visitar?

-Será un placer-me sonrió, y supe que lo hablaba en doble sentido.-No te voy a olvidar.

-Ni yo-reí.-Es algo… Imposible.

Era imposible olvidar el placer y morbo de haberme acostado con mi primo, mi mejor amigo… Mis pezones se endurecieron con el recuerdo.

-¿Sabes qué no olvidaré?-preguntó, y no esperó respuesta.-Tus labios en mi polla, tu cálida cuevita…

-¿Piensas solo en cogerme?-pregunté, me excitaba esa charla

-Sí, no te miento-rió, aunque sabía que pronto intentaría tener sexo conmigo…

-Ni yo… también pienso en sexo contigo-admití-pero ahora no podemos… Se puede despertar Dani

-Podemos callarnos…-sugirió

-Sabes que hago mucho ruido-confesé

-No importa-sonrió. Me encantaba.

Se aferró a su idea, y logró besarme, para calentarme más de lo que ya estaba…

-Solo una folladita no hace mal-reí cuando lo dijo

Lo seguí besando, y me desabrochó el top, se lanzó a lamer mis tetas, de inmediato.

-Extrañaré tus tetas calientes y rebeldes-dijo entre jadeos

-Jummm-suspiré-Y yo tus caricias…

Luis se paró, y me acostó en el sillón, y jaló el pequeño short, y dejó mi mojado chocho al aire, con los labios hinchaditos…

-¿Y no querías hacerlo?-preguntó, con dos dedos, tocó mi entrada… Y me metió los dos dedos.-¿Te gusta?

La pregunta era obvia, porque estaba gimiendo cuando los movía

-Mmmm… dame más-exigí

-Enseguida, princesa-sonrió, y acercó su cara a mi concha.-¿Te gusta esto?

Me metió la lengua, saboreaba mis jugos, mi entrada, mi perlita…

-Así papi-le dije como una golfa.-¡Ahhh!

Me estaba tocando mis duros pezones…

-¿Sabes que no me canso de follarte? Quiero ser tuyo…

-Ya… lo eres-respondí al borde del orgasmo

Se bajó el pantalón, y vi su hermosa polla… Me la metió tan fuerte que casi grito…

-Quiero que llegues por mi-dijo en jadeos-quiero tu culo para mi…

-Ahh… Ya soy tuya

-Quiero que grites mi nombre-sonrió

-Lo haré…

Siguió bombeando, fuerte, y me sentí en el cielo, con su caliente verga dentro de mí… Me corrí con él, de nuevo…

-¡Lamela!-ordenó cuando estaba fuera de mi.

Saborearla con su semen y mis jugos, me agradó, y la pude parar de nuevo, para masturbarla… Y comer mi ración diaria… O la última.