Desperte tarde al sexo VIIII

Mi primera y unica relacion lesbica.

Quede traumatizada por culpa de aquellos chicos que despues de follarme los dos a la vez me dejaron tirada como a un perro, a pesar de que mi coño seguia hirviendo a la minima, no tenia ganas de volver a hacerlo con nadie, calmaba mis calenturas pajeandome y metiendome en el chocho cualquier cosa, llego a entrar dentro de mi hasta un bate de beisbol por la parte ancha. Ni siquiera me anime a follar durante la boda de mi hija, y eso que tuve muchas oportunidades con los amigos del novio.

Sin embargo mi vecinita Yudi se estaba convirtiendo en una experta en el sexo, era ella quien me contaba sus polvos, y seguia empeñada en chuparsela al cabron de mi marido, quien por cierto cada vez espaciaba mas sus salidas a los puti-clubs.

El dia del cumpleaños de la chica decidi regalarle a mi marido, cuando este se durmio (como siempre que apretaba la calor) desnudo, la llame, solo tuvo que quitarse el batin para quedarse desnuda tan solo con unas pequeñas braguitas, sus pezoncitos delataban su excitacion, pequeñitos para sus tetas, rosaditos, estaban erizados.

Fue al dormitorio, subio a la cama y sin quitarse las braguitas se arrodillo colocando su chochito sobre la mini-picha de mi marido, le beso y empezo a moverse frotando los sexos, el cabron tuvo el mejor despertar de  su vida, yo estaba situada a espaldas de ella y no podia verla bien pero adivinaba que Yudi se corria por los gemidos de placer, mi marido aguanto las corridas de la chica sin correrse, ella se puso entre sus piernas y empezo a chuparle la mini-picha, desde mi posicion yo que ya estaba cachondisima al ver gozar a la vecinita veia su culito delicioso levantado y en medio de los muslos, aparecia el bulto de su chochete cubierto por la tela de sus braguitas, comence a tocarme gozando como una cerda, no me di cuenta cuando el cabron acabo en la boca de la chica.

Salimos del dormitorio juntas y vi como le caia por los lados de la boca, semen que no habia podio tragar, en aquel momento recorde que yo nunca habia probado el semen de mi marido, lami su boca y nuestros pezones se rozaron, fue como una chispa que encendia el fuego, nos besamos enredando nuestras lenguas y baje mi mano a sus chorreantes braguitas, frote su raja, mientras me comia las tetas meti la mano dentro, la penetre con dos dedos y con el pulgar le frotaba la pepitilla cuando empezo a soltar jugo me arrodille le baje las braguitas y me solto chorros de zumo de hembra en mi boca, ella tambien se arrodillo me beso y me tumbo en el suelo, metio su cabeza entre mis muslos y me comio el coño, me corri tambien en su boca varias veces. Subio lamiendome el vientre, entreteniendose en mis tetas hasta llegar a mi boca, nuestros pezones se juntaron frotandose entre ellos y luego ella logro que nuestros clitoris se unieran, nos corrimos a la vez como locas, gritando de gusto, ya mas que satisfechas se tumbo a mi lado y abrazadas nos quedamos dormidas en el suelo.

Cuando desperte ya se habia ido, vivia con sus padres y les habia dicho que venia a mi casa, no podia pasar toda la noche conmigo.

A pesar de lo que disfrutamos esa noche no lo hemos vuelto a repetir, a los dos meses mi marido fallecio y ella empezo a salir con un chico en serio.