Desperté esa mañana muy temprano
Mi hermano Mauro me pasó el shampoo para que Yo le frotara la cabeza y como estaba de frente a mí, puso una mano a cada lado de mi cintura para detenerse y su verga bien parada rozaba la mía que al sentir el calor de ese pedazo de carne...
DESPERTÉ ESA MAÑANA MUY TEMPRANO
Desperté esa mañana muy temprano, pude sentir como el sudor empapaba todo mi cuerpo; hacía un calor infernal y tan temprano pensé Yo.
Estábamos a penas a principios de Marzo y todavía faltaba mucho de este verano.
Me llamo Fabricio, tengo 18 recién cumplidos y estoy rondando el 1.80 mts. de altura; peso unas 160 libras bien fibrado, piel trigueña clara, ojos cafe claros, pestañas largas, labios medianos, cejas bien pobladas y unas pantorrillas que te hacen voltear a verlas, mi trasero es mediano y paradito con unas apetitosas curvas, además de 9” de un sabroso trozo de carne llamado pija.
Salto de mi cama a la carrera para llegar al baño primero que todos en casa y al decir primero que todos me refiero a la recua de mis hermanos y mi padre.
Mi padre es viudo y desde que soy muy chico así lo conozco, tiene una que otra “amiguita”, pero nunca nada serio.
Mis hermanos son de 19 años, 8” de verga, 1.80 mts., 160 lbs., nalgón y el otro de 20 años, 10” de pollón rico y hermoso, 1.85 mts., 170 lbs. Musculado, medio nalgón; muy parecidos a mí en lo físico.
Mi padre de 45 años, 1.87 mts., 180 lbs., fibrado, nalgón bien paradito, y 11” de puro músculo masculino para ofrecer.
Como decía, tenía que apresurarme para que no me ganaran el baño y de tanto correr y quitarme el bóxer a la carrera, para tomar la toalla y con la paloma al aire; correr por el pasillo y cuando por fin llego al baño resulta que Tomas está sentado en el sanitario expulsando un perro muerto será, porque apesta a mortandad.
Joder Tomas, ¿qué comes? que parece un muerto destapado lo que tiras.
Jajajajajaj ja ajaja ajajajajaja se carcajeaba en mi presencia y a toda boca jarra dice: “Ese es un desahogo de todo un macho, no las florecitas que hechas tú de mujercita”, jajajajajajajajajajajaa ja ajajaja
De la ducha asoma la cabeza mi padre Enrique y dice: “A mí, me tiene a punto de arrojar este animal y por el otro extremo de la cortina de baño asoma Mauro y dice: “A este huevudo, lo que le ocurre es que ayer se fue a tomar guaro con los aleros y lo está sacando por el trasero”.
Bueno panda de cabrones, dije Yo, ¿a qué hora se levantaron que me ganaron el baño?
Pues hará unos 15 minutos que nos encontramos aquí, vente y entra; así ahorramos más tiempo.
Ya desnudo como venía no tuve otra que entrar, como siempre el Mauro con la paloma tiesa como piedra, mi padre son la purrúnga a medio levantar y Yo con el moco flácido pero a punto de pegar un buen salto con lo que estaba por rozar.
Entré de un solo a colocarme bajo el chorro de agua, mi padre quedó atrás mío y comenzó a frotarme la cabeza con el shampoo y luego con un jabón de barra a frotarme la espalda y un poco más abajo de allí.
Sus manos pronto estaban sobando mi par de cachetes de culo y metiendo la barra de jabón y una de sus manos en mi raja.
Mi hermano Mauro me pasó el shampoo para que Yo le frotara la cabeza y como estaba de frente a mí, puso una mano a cada lado de mi cintura para detenerse y su verga bien parada rozaba la mía que al sentir el calor de ese pedazo de carne frotándose a cada movimiento que le imprimía en la cabeza superior en la inferior se repetía.
Mi padre por otra parte, se agachó para frotar mis piernas y pantorrillas y como estaba en cuclillas, por debajo de mis piernas podía ver su verga que ahora estaba bien tiesa y colorada.
En estas estábamos cuando Tomas entra al baño y como mi padre estaba agachado en cuclillas, Tomas quedó con su pija sobre la cabeza de mi padre Enrique y este dice:” va, lo que me faltaba; una gorra de pija y huevos.” Jajajajaja jajajajja ja ajja reímos todos.
Tomas, se apresuró a tomar el shampoo y el mismo a colocárselo en la cabeza, quedando de espaldas a Mauro y rápido brinca algo cabreado y confrontando a Mauro le dice: “cuidado cabrón, esa verga tuya no la pongas en mi culito virgo, que te voy a pijiar (golpear)”. Mmmmm responde Mauro: ¿virgo? , Yo creo que alguien como tu virgo no estará, como dona lo has de tener, jajajaj JAJAJAJ jaja reimos todos.
Y en son de bromas y como toda respuesta, el Tomas le da la espalda y restriega su culazo en la verga de Mauro, frotándose de un lado a otro para hacer pasar esa riata entre sus cachetes y la raja del culo.
Mauro lo toma de la cintura, lo aprieta hacia sí mismo e imitando una penetración; da un empujón de pelvis y Yo pude ver como la punta de su verga salió por debajo de los huevos de Tomas.
Mauro continuó su movimiento imitando una penetración y su verga salía y se escondía de entre las piernas de Tomas.
Estas visiones, sumando que mi padre estaba agarrando una de mis nalgas y con la otra mano limpiaba mi raja; me calentaron a tal grado que de mi verga bien tiesa comenzó a brotar el líquido seminal.
El alboroto de mis dos hermanos, llamó la atención de mi padre que pudo ver aún más cerca la verga de mi hermano saliendo de entre las piernas de Tomas y chocar contra el par de bolas peludas de este.
Mi padre cerró su puño sobre la cabeza de la pija de Mauro y proporcionaba así una mayor paja para este.
Mi padre desde siempre ha jugado con nosotros de esta manera, pues desde chamacos acostumbramos a bañarnos todos juntos porque mi padre tenía que mandarnos a clases, bañados, bien ordenados y a tiempo.
Huuuy que rico se siente dijo Mauro, mi padre sonreía y Tomas apretaba sus piernas para sentir ese pedazo de rabo entre ellas y ahora la mano de mi padre rozando sus bolas para acariciar el glande de Mauro.
Yo me comencé a hacer una suculenta paja, lenta y apretadita para gozar mucho más el momento.
Mi padre que se apoyaba en mi glúteo izquierdo, comenzó a darme besos en el mismo y su mano a abrirse, haciendo que sus dedos entraran en mi raja y uno a uno ir pasando por sobre mi fruncido agujerito.
Yo podía sentir sus dedos rozarme, como con alguno de sus dedos; en un momento dado, hacía presión en mi ano para intentar entrar y como sus labios se posaban sobre mi nalga y se ponía a besarme un glúteo y luego el otro, para así también posarse en la raja de mi culo e introducir la lengua para raspar y saborear mi ano.
Mi verga a todo esto, estaba como llave de pila; chorreando líquido pre seminal a borbollones; aquello era un ritual que múltiples veces se repetía en las mañanas.
Mi padre optó por mamarme la verga y comenzar a meter su dedo medio en mi culito, él nunca nos había penetrado con su verga, decía que éramos muy pequeños para recibir su verga y solo nos había metido sus dedos en nuestros anos.
Mauro, atrajo hacia sí a Tomas y obligándole a torcer su cuerpo para que sus bocas se juntaran, comenzaron un beso muy cachondo en el cual la verga de Mauro todavía seguía saliendo de entre sus piernas y Yo tenía agarrada la verga de Tomas en mi mano; haciéndole una paja por lo más lenta y sabrosa; para que todo durara un poco más.
Podía sentir cada fibra de esa sabrosa pija, Tomas siempre fue el que más me enseñaba sobre sexo y como llegar a complacerle.
Por su parte mi padre ya tenía media lengua en mi agujerito posterior y pude notar como la verga de Mauro se restregaba en el culazo de Tomas.
Su restriego era potente, como si en verdad lo penetrara; en eso ocurrió algo que nunca había pasado y fue que Tomas alargó su brazo hacia atrás y tomando la verga de Mauro firmemente la colocó de tal forma que quedara en la mera entrada de su culito.
Mauro, hablándole al oído a mi hermano mayor le pregunta: ¿Tomas, estás seguro que así lo quieres? y Tomas dijo: “SÍ, así lo quiero y que sea ahora”.
No hubo nada más que decir, Mauro comenzó a empujar su verga y por las muecas de dolor en la cara de Tomas supe que lo comenzaba a penetrar.
Tomas nunca había sido penetrado por nadie.
Mi padre se levantó de su posición y observó como su hijo mayor era desflorado por su hijo medio, como Mauro tenía una cara de máxima satisfacción y Tomas una de mucho dolor.
No era cualquier cosa, eran 8” pulgadas de gruesa carne dura y potente que le entraban a mi hermano mayor.
Tomas se tuvo que apoyar con ambas manos en la pared del baño y arquear un poco la espalda de forma instintiva para poder recibir mejor a la riata de Mauro.
Mauro le abrió un poco más las piernas con un movimiento de sus pies, Tomas jadeaba abiertamente al sentir ese trabuco de gruesa carne pujando por abrirle su virgo culito.
Yo, ayudé a Tomas a abrir un poco más las nalgas y hacer que ese culito no estuviera tan apretado por el susto de ser penetrado por primera vez.
No, no había forma que la penetración se cumpliera como debía.
Mauro sin previo aviso, soltó una nalgada en uno de los cachetes de Tomas y como este no lo esperaba se asustó del nalgazo y aflojó por instinto su esfínter protector.
Mauro al sentir que aflojó el culo, de un solo dejo ir todo el leño dentro del culito de Tomas.
Tomas dio un grito a garganta viva que parecía lo estaban apuñalando.
Sí, en verdad era una puñalada trasera; justo en el mero culo y bien profunda la estocada.
Mauro, agarró a Tomas fuerte por la cintura para que no se le escapara y comenzó a besar su nuca y sus hombros, mi padre comenzó a darle a Tomas una suculenta mamada que hacía que la verga de tomas se perdiera toda en su boca y el glande se enterrara en su garganta.
Tomas no podía zafarse por ningún lado, por atrás Mauro lo tenía bien ensartado con sus 8” de buena verga y por delante mi padre lo tenía bien agarrado de su pija de 10” pues la tenía enterrada casi hasta su estómago.
La situación fue brutal.
Yo quedé relegado de la función como participante, pero no de observador; mi verga seguía siendo frotada por mi mano y esta vez a un ritmo supersónico.
Mi padre se encontraba agachado frente a Tomas al comenzar un mete y saca de esa riata que mamaba deliciosamente.
Sus nalgas duritas de cuarentón se mostraban frente a mí, casi a la altura de mi pija y sin más fui pasando la cabeza de mi pija por las nalgas de mi padre y dando golpes en su raja y cada uno de esos cachetes duros y ofrecidos.
Mi pija comenzó a lubricar aún más precúm y por instinto comencé a moverla de arriba hacia abajo por toda su raja.
Podía sentir como su ano se fruncía al pasar sobre el y como también se dilataba un poco al intentar presionar.
Eso era divino, mi hermano mayor estaba siendo desvirgado por el que me seguía y mi padre no oponía resistencia a mis adelantos con mi pija para puntearlo en el mero culito rico y suavecito que escondía entre sus nalgas.
Tomé a mi padre de sus caderas y sin tocar mi verga para nada, con el solo movimiento de mi pelvis; coloqué en la entrada de su culo la cabeza de mi verga bien lubricada con mis propios jugos y comencé a presionar; mi padre soltó la verga de Tomas y volteó a verme.
Su cara era una mescla de lujuria y aprobación, Yo solo atiné a puntearlo un poquito más, aquello era sabroso; nunca había tenido a mi padre en tal situación.
La punta de mi glande comenzaba a desaparecer en medio de esos pliegues que comenzaban a estirarse a medida Yo ejercía presión en ellos para poder entrar en el culito de mi padre.
¡!!! Enrique !!!!!, dije Yo; ese es el nombre de mi padre.- Mi padre volvió su cara hacia mí y con un movimiento de cabeza asintió para darme permiso de hacer lo que estaba deseando como loco realizar y era comenzar a taladrarle el ano.
Su ano, comenzó a ceder a mis leves insinuaciones de penetrarlo, se fue abriendo y acariciando mi glande como si fuera un guante de seda que me acariciara la verga.
Un poco hacia adelante y unas milésimas hacia atrás.
Que fenomenal, estaba penetrando a Enrique, a mi padre y eso era celestial.
Mi glande entró y mi padre soltó un bufido que supe era de el dolor y de la satisfacción de ser penetrado por mí.
Comencé un mete y saca lento, mi verga iba penetrándolo a paso lento pero seguro; podía sentir como a cada movimiento sus esfínter me apretaban y soltaban todo el cuerpo de mi verga para volver a permitir que entrara, pero mucho más adentro.
Las paredes del culo de mi padre eran un satín al rozar con la cabeza de mi pija y cada vez más eran un terciopelo más mullido y cálido que lo hacían vibrar.
Sentí como dentro de él, como una cortina interna pareciera romperse para darme paso a mí y como él al mover sus nalgas en forma lateral, en forma circular y de arriba hacia abajo; hacían que mi pija fuera acariciada mucho más.
Yo estaba en la gloria sintiendo todo el interior de mi padre acariciando mi pija y viendo como Tomas era taladrado por mi hermano Mauro.
Yo comencé a tomar un ritmo mayor y solo podíamos escuchar los bufidos de Tomas y de mi padre Enrique al sentir en sus entrañas nuestras vergas y como a cada entrar y salir nuestros movimientos eran más fuertes y el chocar de nuestros escrotos contra sus nalgas hacían un sonido de aplauso por esas tan sabrosas enculadas.
Los ritmos crecieron, los bufidos aumentaron sus volúmenes; mis manos se aferraron más a la cadera de mi padre y Mauro se sostenía de los hombros de Tomas con mayor intensidad y fui Yo el primero en descargar todo dentro de mi padre.
Mauro escuchó como gritaba Yo al dejar salir mi leche en el interior de nuestro progenitor y preñar tan sabroso culo de toda la lefa que pudiera contener.
Tomas por su parte sin haber tocado su verga desde hace rato, comenzó a pintar toda la pared de un manto blanco, abundante y potente que salía de sus entrañas a través de esa riata bien parada del gusto de estar clavado por su hermano menor.
Todos comenzamos a correr por igual, unos con el rabo tieso y los otros con la pija enterrada en sabrosos agujeros de carne y placer.
No sé cuanto durarían las descargas, para mi fueron horas; pero fue excepcional.
Al salir del ano de mi padre, pude verlo aún dilatado y acaricié con mi dedo índice un poco su interior hasta que este se frunció a su alrededor.
Mi padre me volteo a ver y con mi dedo aún dentro de él, tomó mi cara y me comenzó a besar en la boca para luego decir: “gracias, ¿Té gustó?
Sí, fue lo que dije en un suave murmullo al tiempo que mi cara se escondía en su hombro.
Mauro por su parte, reposaba sobre la espalda de Tomas; quien sostenía ambos pesos contra la pared mientras el chorro de agua caía sobre ellos y nos pringaba a nosotros por igual.
Terminamos nuestros baños, el timbre de la puerta sonó, seguro era mi compañero de clases que venía a traerme para ir a estudiar.
La historia tiene sus partes reales y sus personajes mucho más, pero han sido cambiados por aquello del bla bla bla bla.
LUDAVAGI
Espero les haya gustado.