Despertar

Lo último que imaginé fue despertar así...

DESPERTAR

Lo último que imaginé fue despertar así...

Desperté lentamente en la oscuridad... Me siento tan torpe y amodorrado que casi desearía continuar durmiendo, pero esos golpes sordos que escuché interrumpieron mi sueño; no sé de dónde provenían, pues mi habitación está perfectamente insonorizada, recuerdo vagamente un extraño sueño donde mi amada Vicky me miraba con una expresión malévola que deformaba sus finas facciones y susurraba "Por fin me libré de ti", después de lo cual me daba la espalda y besaba apasionadamente mi amigo Julián; en el sueño yo no podía moverme por mas que lo intentaba y tampoco podía hablar, pero lo más extraño es que poco a poco todo se fundía en una oscuridad profunda y tranquilizadora, de la cual me sacaron los extraños golpes que escuché.

Esta debilidad que siento debe ser culpa de mi larga enfermedad, misma que ha minado lenta pero consistentemente mi cuerpo y espíritu, últimamente he sufrido varios desmayos que me dejan postrado en cama por varios días, y obligan a mi amada a permanecer en vela a mi lado; por mas que le suplico que deje que los criados se ocupen de mí, ella se niega a ello argumentando que no me cuidarían con el amor que ella lo hace, hasta el grado de ocuparse personalmente de que coma y tome mis medicinas, a pesar de que día con día me es mas difícil comer algo y todo lo que llevo a mi boca tiene un regusto amargo que me hace desear vomitar.

Mi debilidad me ha separado de los largos paseos a caballo que realizábamos cada fin de semana y de la administración de mi negocio de construcción, pero Vicky ha tomado con una firmeza que no conocía en ella las riendas del negocio y por lo poco que sé todo va viento en popa.

Ahora me siento mucho mejor, y por más que trato no escucho ningún ruido, ni siquiera el del aire acondicionado, creo que voy a levantarme y prender la luz, para llamar a alguno de los criados para que me traiga algo de agua y vuelva a prender el aire acondicionado, porque el ambiente se siente viciado y caliente...

  • ¿Pero qué diablos? ¿Dónde estoy?

Esta no es mi cama, estoy perfectamente vestido y este lugar... es demasiado pequeño, apenas puedo moverme es como... no, no puede ser...

  • ¡¡ESTOY EN UN ATAUD!!

El pánico hace presa de mi, comienzo a arañar los muros de mi prisión, mientras grito, esperando que alguien me escuche... De pronto me doy cuenta... Esos golpes sordos que me despertaron... Era el golpe de la tierra cayendo sobre el ataúd... Pero yo aún estoy vivo...

  • ¡¡AUN ESTOY VIVO!! ¡¡SAQUENME DE AQUI!!

Por favor... Alguien... Escúchenme...

  • ¡¡NO QUIERO MORIR!!