Despertando al lado de mi madre

Son las 8 de la mañana, despierto con un dolor de cabeza increíble, producto de un exceso de alcohol la noche anterior, pero no estoy solo, una mujer completamente desnuda esta durmiendo a mi lado, …. ¡ Mi madre! …… y al verla, como un golpe, llega a mi mente todo lo ocurrido.

Todo comenzó cuando llega una tarjeta de invitación, al matrimonio de una prima, que vivía en el sur. Inmediatamente mi padre dijo que no asistiría, por serios problemas que tenía con mi tío, cosa que todos ya sabíamos, pero mi madre se moría de ganas por asistir, y como no manejaba, me tomo como chofer y acompañante.

Llegamos a la pequeña ciudad donde vivía mi prima, y como previamente habíamos quedado de acuerdo por teléfono, con otra tía de ahí, nos alojamos en su casa. La casa no era muy grande, pero nos habilitaron una habitación donde dormiríamos yo y mi madre en un sofá que se transformaba en cama.

Llegamos el mismo día del matrimonio, luego de conversar un poco con esos parientes que no veíamos hace tiempo, nos comenzamos a arreglar para asistir a la iglesia, y luego a la fiesta.

Salimos de la casa y nos dirigimos a la iglesia. Mi madre usaba un vestido negro ajustado, con medias negras y a pesar de su edad, se veía fabulosa. Luego de la ceremonia, nos dirigimos a la fiesta. Por mi edad, me sentaron separado de ella, con otros primos y a ella con otros tíos. Luego de la comida me coloque a bailar con unas amigas de mis primas y mi madre por otro lado con mis tíos.

En medio de la fiesta, noté que mi madre estaba sentada sola en una mesa, bebiendo un trago. Me acerque a sacarla a bailar. Al principio no quería, pero por mi insistencia, acepto y nos dirigimos a la pista. Justo nos colocamos al lado de su hermano menor que es un trompo para bailar, y como la música estaba tan buena no paramos en mucho rato. Afortunadamente estábamos al lado del bar, y bebimos hasta decir basta.

Ya era muy tarde y varios invitados se habían marchado y aunque la música aun estaba buena y mi tío con su pareja seguían bailando, mi madre me dijo que estaba muy cansada y que paráramos un rato. Nos sentamos en la mesa y me di cuenta que ella, bueno, al igual que yo, estábamos bastante ebrios y nos reíamos por cualquier cosa. Me dijo que no se sentía muy bien y nos marchamos a la casa de mi tía, con ella y su marido, que también estaba bastante pasado en copas.

Al bajar del auto, me tomo del brazo para afirmarse y poder entrar a la casa. Nos despedimos de mis tíos y nos fuimos al dormitorio que nos había dejado.

Yo entre a al dormitorio y todo se me daba vueltas, a si que en un minuto, ya me había sacado mi traje, y con solo ropa interior, me había acostado. Mi madre, con notables síntomas de estar ebria, comenzó a desvestirse. Lo primero que hizo fue sacarse el vestido negro, quedando en un conjunto negro de encajes, espectacular, con medias negras. Yo tratando de disimular, mi excitación la miraba y me reía de su estado, pero mi excitación, y mi verga, subió como un volcán

Ella trataba de sacar su camisa de dormir desde su maleta, pero no estaba en buenas condiciones, a si que como no la encontró ( o no la vio ) , me dijo que se acostaría así como estaba, solo se sentó en la cama y se sacó las medias. Antes de acostarse se dirigió a apagar la luz. Mi mirada se centró en su culo, sin perder ni un detalle de cada paso que daba hasta llegar al interruptor. Sus calzones negros, se introducían en los pliegues de su culo, que termino por calentarme de sobremanera. Lamentablemente esa visión duro solo unos segundos, luego todo quedo a oscuras. Sentía como mi madre a tientas, chocando con los muebles, se dirigía a acostarse a mi lado.

Dándome la espalda, al poco rato se quedó dormida, mientras yo, con una lluvia de pensamientos obscenos, no podía de dejar de pensar, con el pedazo de mujer, semidesnuda que se encontraba a mi lado. Mi mano inconscientemente se metía entre mis piernas y apretaba mi erecta verga a punto de explotar.

Juro que trate de evitarlo, pero mi cuerpo pudo más que mi mente, y en un movimiento, me puse completamente apoyado de frente contra la espalda de mi madre, y una mano en sus caderas. Ella no dio ninguna señal de darse cuneta lo que estaba provocando en mi cuerpo y lo que me estaba haciendo sentir.

Mi verga apoyada contra esas nalgas y mis dedos jugando con el borde de su calzón, sintiendo la tibieza de su piel. Pensaba lo afortunado que era mi padre de dormir todos los días con una hembra como esta, me imaginaba como sería ella para la cama, no importaba solo quería sentir mas y mas su piel. Mi mano bajo hasta su pierna ….. que delicia , suave, muy suave, con una textura exquisita.

Una y otra vez mi mano bajo y subió por esas deliciosas piernas, haciéndome casi explotar de la calentura. Pero ella ni siquiera se movía, su reparación me indicaba que estaba profundamente dormida lo que me llevo a realizar mi siguiente movimiento.

Puse mis manos sobre su vientre y la atraje más a mí. Ya era imposible que ella no sintiera el tremendo pedazo de carne que se apoyaba en sus nalgas, y la presión con que mis manos la atraían hacia mi.

Ya completamente fuera de mi, y sabiendo el riesgo que corría, suavemente, muy suavemente, comencé a bajar mis manos hasta chocar con el comienzo de su calzón. Solo escasos centímetros me separaban del sexo de mi madre. Toman el ultimo aire , comencé a levantar muy suavemente esa delgada tela hasta que mis dedos, avanzando milímetro a milímetro, se encontraron con el comienzo de su vellos.

Suavemente comencé a jugar con ellos, enredándose entre ellos y bajando mas y mas. Sentí como su respiración cambiaba y esperaba en cualquier momento un reproche, que una de sus manos me detuviera, pero nada, seguía ahí de espaldas a mi, sin dar acuso de mis movimientos.

Fuera de toda cordura, con una de mis manos, baje mi slip a media pierna y dejé libre mi verga que ya no resistía mas estar dentro de ellos, y se la apoye descaradamente en medio de sus nalgas.

Mis dedos siguieron avanzando, lenta, muy lentamente por debajo de esa prenda intima, hasta que se encontraron con dos hermosos y gruesos labios, que fueron separados muy suavemente hasta sentí la humedad del sexo de mi madre.

Eso ya fue demasiado para mi y apegándome fuertemente al culo de ella, mi verga que ya no aguantaba mas, comenzó a descargarse, botando mi leche caliente mientras uno de mis dedos , se sumergió en esa humedad cavidad. En voz muy baja, mi madre mencionaba mi nombre y me pedía, con una respiración muy agitada que me detuviera, pero al darse cuenta que mi leche caliente se esparcía entre sus nalgas, paso una de sus manos por sobre mi y me atrajo mas a ella, comenzando a echar mas atrás su culo para que el contacto fuera total.

Siento como ella en la oscuridad, se desnuda completamente, al igual que yo. En al misma posición, de espaldas a mi, me toma sus manos y las lleva a sus pechos desnudos.

Con mi verga ya flácida, sin fuerzas, toda mojada, al igual que su calzón, y mis manos apretando sus hermosos pechos, sin decir palabra, nos vence el sueño, y nos quedamos dormidos.

Ahora despierto, y la veo ahí a mi lado, completamente desnuda, con sus hermosos pechos expuestos y no puedo resistir las ganas de besarlos.

Ella despierta al sentir mis labios sobre sus pezones y sin decir nada, me deja actuar y solo acaricia mis cabellos. Su deliciosa piel nuevamente despierta mis instintos y no puedo parar de besar cada parte de su cuerpo, continuo besándola, bajando la sabana y dejándola completamente desnuda.

No puedo detenerme, beso cada parte de su cuerpo, sus nalgas, sus piernas, mis labios recorren su piel, sintiendo su olor, su sabor en mis labios, la deliciosa suavidad de su piel.

Se que era mi madre, mi progenitora, que íbamos contra toda ética impuesta por esta sociedad, pero el placer que sentía no me dejaba reaccionar y separando sus piernas, puedo ver esos hermosos labios que ayer solo había tocado en la oscuridad, y ahora estaba ahí, carnosos, hermosos, deliciosos, a escasos centímetros de mi boca …… y ella no hacía nada por detenerme, al contrario, su respiración se agitaba mas y mas y sus caricias sobre mi cabello eran cada vez mas fuertes, y me llevaban hasta donde yo quería llegar

Besando el interior de sus piernas y ya con los gemidos más notorios de mi madre, seguí besando y avanzando por sus piernas, hasta que mis labios se encontraron con sus labios vaginales.

Un tremendo suspiro salio de su interior al sentir el contacto de los labios de su hijo, rozando su sexo. Seguramente nunca en su vida imagino estar en una situación así, y como me lo confeso mas tarde quiso detenerme, pero su excitación y calentura, no la dejaban reaccionar y solo podía sentir el placer que sentía al tener la lengua de su hijo, penetrando mas y mas su húmeda vagina.

Mi lengua siguió entregando placer al sexo de mi madre, una y otra vez, a punto que estuvo a segundos de acabar en mi boca, pidiendo muchas veces que me detuviera, pero yo sin hacerle caso, continué saboreando ese delicioso manjar.

Con un fuerte movimiento me saca de sus piernas y tomándome fuertemente la verga la lleva a su boca, dándome la mejor chupada de mi vida.

La imagen de ver a mi madre, haciéndome sexo oral, con mi verga metida en su totalidad en su boca, me tenía realmente en el cielo. Con mucho esfuerzo logre no acabar en su boca, hasta que casi suplicando le pedí que me dejara penetrarla.

Ella se levanta y se coloca sobre mi. Dirijo mi verga y sin ningún esfuerzo esta entra hasta el fondo del cuerpo de mi madre. Sus ojos cerrados y su lengua mordida, me indica lo mucho que lo estaba disfrutando.

Con sus manos apoyadas en mi pecho y las mías en su cintura, comienza a moverse muy rápido haciéndome gozar de una manera increíble. Ya casi no aguantaba, cuando ella me dice ---- ¡ Ahora ¡ … ¡Dámelo!

Nuestros movimientos se aceleraron y sentí como un chorro caliente me mojaba completamente mi sexo y mis piernas, mientras mi madre con sus ojos cerrados y una sonrisa en sus labios me indicaba que alcanzaba su orgasmo, al mismo tiempo que yo, ya completamente entregado, descargaba todo mi semen al interior de esa mujer que 19 años antes , me había dado la vida.

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