Despedida de soltera privada

Unos días antes de la boda, mis cuatro amigas y yo celebramos la despedida de soltera. Lo que no imaginamos es que acabara así.....

DESPEDIDA DE SOLTERA PRIVADA

Estaba sola en casa cuando recibí la llamada de mi amiga Laura:

Laura: Ana, ¿Qué tal todo?

Ana: Muy bien aquí en casa que acabo de llegar del trabajo, ¿y tú?

Laura: Muy bien, te llamaba porque quería que nos juntáramos las cuatro amigas para deciros una noticia.

Yo ya me imaginaba que nos iba a decir que se casaba, pero no le quise decir nada.

Ana: Vale, yo puedo todas las tardes.

Laura: Pues el próximo viernes nos vemos en la cafetería de siempre.

Ana: OK.

El viernes, salí de trabajar y me fui directa a la cafetería, allí estaban Laura, Cristina y Eva.

Eva es una de mis amigas de toda la vida, es morena y tiene el pelo rizado. Siempre viste muy provocativa porque ella misma sabe que tiene un buen cuerpo.  Lo que más llama la atención de ella son sus tetas y su culo, ya que vuelve locos a todos los hombres, pero ninguno consigue quedarse en su cama más de una noche.

Cristina es una chica más normal, con el pelo rubio y ojos claros, con unas tetas de tamaño medio, pero un culo respingón, el cual lo mueve de forma espectacular en las penetraciones anales, ya que un día de fiesta y con una copa de más, nos contó que le encantaba el sexo anal y que su novio tenía un pollón de 23cm.

Después está Laura, es mi mejor amiga, desde pequeñas hemos estado juntas. Ella es delgada, pelo largo, moreno y liso. No tiene casi culo, pero tiene unas tetas enormes.

Y para finalizar estoy yo, morena, pelo largo y liso, una 90 de tetas y un buen culo. Creo que soy la más liberal del grupo y sobretodo me gusta el sexo.

Una vez me senté Laura soltó el bombazo, se casaba en seis meses, era la segunda de las amigas que pasaba por el altar y había que celebrarlo por todo lo alto, ya que somos muy poquitas.

Desde ese momento nosotras tres nos pusimos a buscar trajes, peluquería, esteticién y sobre todo a organizar la despedida de soltera.

Cristina, Eva y yo quedamos un día en mi casa para hablarlo las tres.

Eva: Chicas, yo para esa noche quiero un boy para la novia.

Las tres nos pusimos a reír y gritar como locas. En ese momento apareció mi marido recién salido de la ducha únicamente con la toalla atada a la cintura. Mis amigas de broma le preguntaron si quería ser el boy de la despedida de Laura. Siempre he pensado que si hubieran tenido la oportunidad de acostarse con él, lo hubieran hecho. Él es un chico que llama mucho la atención, tanto físicamente y como persona, y ahora que no nos oye nadie, os confesaré que tiene un polla que me vuelve loca, para mi esos 16 cm saben a gloria.

Mario: Chicas, sabéis que sería vuestro boy encantado… pero no os podrías resistir a lo que hay bajo de esta toalla.

Todas nos pusimos a reír y él siguió a lo suyo.

Después de toda la tarde organizando y llamando a diferentes sitios, por fin lo teníamos todo organizado y solo quedaban dos semanas para ese gran momento.

Era el sábado de la despedida, me estaba duchando en casa, cuando salí de la ducha me puse un tanga de encaje negro, y un sujetador del mismo color. Había elegido un vestido ceñido muy corto, que llevaba un escote bastante pronunciado.

Me dirigí a casa de  Eva, que es donde íbamos a celebrar la despedida. Habíamos quedado una hora antes para ultimar detalles y nada más entrar vi a mis dos amigas, iban todas con trajes similares al mío. Eva llevaba un traje rojo muy ajustado, le marcaban sus enormes tetas y su culo, y después estaba cristina que llevaba un traje con menos escote, pero le hacía un culo de escándalo.

Nada más las vi supe que esa noche iba a ser memorable, ya que llevaban dos bolsas con 3 botellas de Beefeater y una de tequila para los chupitos.

Empezamos a preparar la mesa. El día de antes habíamos ido al sex-shop y habíamos comprado piruletas con forma de polla, servilletas con las posturas del Kamasutra, y una botella de cava con la forma de una buena polla. Nos sentamos las tres en el sofá con la botella de tequila y tres vasos de chupitos, todo estaba listo, solo faltaba que llegara la futura novia.

Eva: tías, tengo muchas ganas de follar hoy. Espero que cuando vengan los boys tengan ganas de guerra.

Cristina y Yo: ¿has dicho boys?

Eva: (Riendose) Si, cuando llamamos el otro día y cogimos solo a uno me pareció que esta es la última noche de libertad para la novia, así que después llamé y elegí a uno más. Pero estaros tranquilas que yo lo pago. Seguro que os gustará.

Las tres nos pusimos a reír, y empezaron a caer los primeros chupitos hasta que sonó el timbre y apareció la novia.

En ese momento apareció Laura, llevaba un traje de color negro muy cortito, pero lo más alucinante eran sus pechos, se había puesto un escotazo la tía que casi se le veían las aureolas, y encima iba sin sujetador esto hacía que sus pezones estuvieran muy marcados en la fina tela del traje.

Nos pusimos a aplaudir como locas a la futura novia. Ella dejo las bolsas que llevaba con la ropa y se sentó con nosotras.

Laura: Cabronas, ya lleváis casi un cuarto de botella vosotras.

Yo: pues es solo la primera de 4, y esta es solo para chupitos.

Seguimos con los chupitos y ahí es cuando empezamos con las confesiones.

Eva: llevo dos semanas sin follar, y necesito una buena polla dentro de mí.

Cristina: pues yo he follado esta mañana, pero si te digo la verdad, ahora un buen polvo tampoco vendría tan mal.

Yo: Cristina, ¿aún eres una diosa del sexo anal? ¿O té pasó esa época? (nos reímos todas).

Cristina: ¿con este culo tu qué crees?

En esos momentos se levantó del sofá y se levantó el vestido hasta las tetas. Llevaba un tanga de color rojo pasión casi trasparente. Se giró y nos enseñó el culo, mientras se daba dos cachetes que sonaron por todo el salón.  Empezamos a gritarle y a silbarle como locas mientras se sentaba y se ponía el traje bien.

Yo: pues yo follé ayer y creo que hoy con lo cachonda que llegaré a casa me lo volveré a follar.

Eva: Si yo tuviera un marido como el tuyo, no lo dejaría ir a trabajar, estaría todo el día follando.

Yo: pues eso hacemos los fines de semana, follar todo el día. ¿Y tú Laura?

Laura: pues yo hace media hora, estaba arrodillada en mi casa con la polla de mi marido en la boca, ya que antes de su despedida lo tenía que dejar seco, a ver si va a coger y se folla a la stripper esa.

Eva: ¿se la has chupado hasta el final?

Laura: Hasta el final y tragadito.

Seguimos con las risas y las confesiones en la mesa mientras cenamos. Ya se notaba que todas íbamos muy borrachas y aún faltaba el postre. En ese momento llamaron al timbre. Laura se quedó un poco parada, las demás la miramos y la invitamos a abrir. En ese momento aparecieron dos chicos guapísimos y muy bien de físico. A uno sí que lo conocí, ya que lo habíamos visto en la web. Pero el otro era el que había elegido Eva. Los dos llevaban una pequeña maleta de viaje, nos saludaron a todas y nos dijeron que se llamaban Kevin y Nacho y nos pidieron un sitio donde se pudieran cambiar.

Laura: Hijas de puta. Habéis contratado dos boys. Esta no os la perdono.

Eva: pues puedes hacer con ellos lo que quieras. Son los dos para ti.

Yo: que lastima, ¿para nosotras no habrá?

Eva: con lo que esconden, creo que habrá para las 4.

Las risas sonaron por todo el salón y los cubatas iban cayendo. En esos momentos se abrió la puerta y asomó la cabeza uno de ellos. Nos pidió que pusiéramos un CD que nos dio,  que nos sentáramos en el sofá y la novia se sentara en una silla delante de nosotras.

En ese momento Eva se levantó y puso el CD. Laura no quería sentarse en la silla pero entre todas la convencimos.

Salieron los dos boys, uno iba vestido de policía (Kevin) y el otro iba vestido de bombero (Nacho).

Empezaron a bailar alrededor de Laura, ella parecía avergonzada y no los tocaba ni nada, nosotras alargábamos las manos para tocarles el culo, mientras silbábamos y les decíamos de todo. Estábamos todas desatadas. Queríamos guerra, y estaba segura que esa noche la íbamos a tener.

Kevin el policía saco unas esposas y ató a la novia con las manos por detrás a la silla, ella al principio se resistió, pero después se dejó llevar.

En esos momentos ellos ya estaban sin camisa. Para que engañarnos, estaban los dos muy buenos y muy marcados. Se les marcaba hasta el último musculo.

Los dos se pusieron delante de nosotras, dándole la espalda a la novia, al mismo tiempo se quitaron los pantalones. Pero lo que vimos nos dejó alucinando a Cristina, a Eva y a mí.

Se quedaron los dos en tanga, a kevin más o menos sabíamos lo que tenía y se le marcaba un buen paquete en ese tanga diminuto de color blanco, pero a Nacho…… el tanga parecía que se le iba a romper. Se le marcaba un paquete enorme, yo creo que unos 18cm más o menos.

Cristina se aproximó a mi oreja y me dijo: joder vaya paquete que tienen los dos.

Yo: Joder Cristina si tú lo dices y estás acostumbrada a 23cm, yo que no lo estoy.

Nos reímos las dos y seguimos mirando el espectáculo. Kevin sacó un bote de nata y le puso un poco en el canalillo de Laura, le abrió un poco las piernas y se puso delante de ella. Empezó a chupárselo con delicadeza, pasaba la lengua por toda la nata hasta no dejar ni rastro, mientras tanto, Laura tenía la cabeza hacía detrás y resoplaba. Nosotras aplaudíamos y también queríamos. En esos momentos Nacho se acercó con el bote y lo puso en sus abdominales hasta llegar casi a su pubis,  se acercó a mí. Yo me lo pensé y me dije a mi misma “una noche es una noche” empecé a lamerlo de arriba hasta abajo, no dejé ni rastro de nata, y eso que no me gusta, pero entre el alcohol y el espectáculo estaba un poco cachonda. Hizo lo mismo con Eva y Cristina y se fueron a por Laura. Sacaron unas pequeñas toallas, Kevin se puso delante de Laura dándonos la espalda, le rodeó la cabeza con la toalla, Nacho le quitó las esposas a Laura y le indicó que le bajara el tanga.

Eva: ¡Cómeselo todo Laurita! ¡Disfruta…!

Laura nos enseñó por detrás de él el tanga, es decir su trofeo. En esos momentos Kevin dejó caer la toalla al suelo, y lo que vimos nos dejó boquiabiertas. Laura estaba con la polla de Kevin en la boca. La tenia agarrada por la base con la mano y con media polla en la boca. Cuando se la sacó empezó a reír. Le pudimos ver la polla a Kevin, más o menos unos 17 cm, pero era muy gorda, Laura no podía meterse más de la mitad dentro.

Todas empezamos a reír, gritar y aplaudir.

En esos momentos Nacho se dirigió por detrás de Laura con las esposas en las manos y se las volvió poner y con la toalla rodeó la cabeza de Laura y se puso delante de ella. Todas sabíamos lo que en esos momentos iba a pasar, pero Nacho invitó a una de nosotras a bajarle el tanga por detrás. Me levanté y de un solo tirón se lo baje hasta los pies, y me retiré dándole una palmada en el culo. Nacho empezó a mover las caderas y pudimos saber que Laura le estaba haciendo una mamada, la tía se lo estaba currando porque solo oíamos a Nacho disfrutar de ese momento. Laura le hizo un gesto con la mano a Kevin para que se acercara. El chico dio unos pequeños pasos y se puso al lado de su compañero. Eva se levantó y le quitó las esposas a la futura novia, de repente, Laura cogió una polla en cada mano y empezó a masturbarlas.

Nacho soltó la toalla y lo que vimos fue una escena pornográfica. Laura con una polla en cada mano, con las piernas abiertas y todo el tanga mojado. Las tres nos pusimos a aplaudirle y a decirle frases como:

“Disfruta hoy que puedes”, “cometelas como tú sabes”, “Deja algo para nosotras”……

Yo me levanté del sofá y me puse a su lado, quería ver la escena de cerca, Nacho se dio cuenta y se acercó a mí con el bote de nata en la mano. La verdad que de cerca su polla  parecía mucho más grande, después pude saber que eran 24cm. Si habéis leído mis anteriores relatos sabréis que me gustan así……

Nacho puso nata en su barriga, hasta llegar a la base de su enorme polla. En un primer momento me aparté, pero él me susurró al oído: ¿te atreves?

Esas palabras me pusieron mucha más cachonda de lo que estaba, pasé mi lengua por toda la nata, mientras le miraba a los ojos. Cuando me la termine le dije: por supuesto y le guiñé un ojo.

Seguidamente la puso sobre el tronco de su polla, desde el glande hasta la base. Estaba muy cachonda y dispuesta a todo, pero Eva se acercó por detrás y me dijo: Ahora me toca a mí.

La muy guarra fue introduciendo cm a cm toda la polla en la boca, sacándola toda reluciente. Mi amiga siempre nos había dicho que le gustaba metérselas hasta dentro pero ahora lo pude comprobar en primera persona.

Me giré y vi a Laura abierta de piernas, con el traje subido hasta las tetas y Kevin metiéndosela toda. Los gritos de Laura se escuchaban por todo el salón, Kevin metía su polla a gran velocidad en el coño depilado de mi amiga. Mientras tanto Cristina ya estaba desnuda en el sofá masturbándose. La fiesta había empezado.

La situación era una orgia en toda regla, en ese momento Eva se separó de Nacho y sacó de su habitación dos consoladores. Uno me lo dio a mí y otro se lo quedó ella. Nos pusimos una al lado de la otra a masturbarnos, yo sentía que me iba a correr de lo cachonda que estaba al ver aquella situación.

Nacho se sentó en el sofá y Cristina aprovecho ese momento para acercarse y meterse aquel pollón poco a poco en su mojado coño y cabalgarlo rápidamente.

Allí estábamos, Eva y yo masturbándonos, Laura a 4 patas y Kevin metiéndosela y para finalizar Nacho sentado en el sofá con Cristina cabalgándole.

Al cabo de un momento oímos como Laura se empezó a correr, al mismo tiempo que Cristina pedía que Nacho le diera por el culo, él empezó a chuparle el culo. Esa escena no me la podía perder, así que me acerque a Nacho y mientras él le chupaba el culo me metí esa enorme polla en la boca. Mientras miraba como su lengua y sus dedos dilataban el agujero de mi amiga.

Nacho me apartó y poco a poco le metió la polla a mi amiga. Era impresionante como aquella polla entraba en el culo. Mi amiga con una sonrisa en la boca dijo: Este chico dura dos minutos. Y efectivamente, al cabo de unos segundos, Nacho empezó a gritar, que se corría. Mi amiga Cristina se frotaba el clítoris con la mano, y empezó a gritar al mismo tiempo ¡Dios me corrooooooo!

El chico sacó la polla de su culo, en ese momento me quedé mirándolo, Cristina tenía el culo muy dilatado, salía un hilito de semen de él que le caía por las piernas. Cristina le dio un beso y se quedó tumbada en el sofá. Laura se acercó a ella y sentaron juntas, ahora solo faltábamos Eva, Kevin y yo por corrernos.

Kevin nos invitó a las dos a acercarnos a él. Eva y yo nos levantamos y poco a poco nos fuimos acercando, la verdad que aquel pollón era gordísimo.

Hizo que me sentara en un taburete de la barra de la cocina. Una vez sentada se acercó a mí y empezó a restregar su glande por mi rajita.  El muy cabrón sabía cómo hacer que me desesperara, me estaba poniendo cada vez más cachonda y quería sentir todo ese pollón dentro de mí. Me la metía un poquito y me la sacaba, así estuvo unos minutos, estaba empapada, casi suplique que me la metiera:

Yo: Métemela cabrón, quiero notar tu polla dentro.

Kevin: desde el primer momento que te vi, sabía que eras la más guarra, y estaba seguro que acabarías suplicando que te follara.

En esos momentos de un solo golpe me la metió toda dentro, empecé a gritar y a mirar a mis amigas. Estaban alucinando, giré un poco la cabeza al otro lado y vi a Eva. Se acercó y me dio un beso con lengua, estaba a punto de correrme solo con las embestidas que me estaba dando Kevin. Mientras Eva me besaba, acercó su mano a mi clítoris y empezó a frotarlo, noté como me iba a correr, Kevin aceleró sus embestidas y Eva seguía. Empecé a gritar como nunca lo había hecho:

Yo: ¡Joder, me corrooooo! ¡No pares por favor!

Estaba sudada, empapada y encima todos mis flujos caían por mis piernas.

Kevin acercó su boca a la mía y me dio un beso mientras sacaba su polla de mi coño, el muy cabrón seguía sin correrse, pero estaba segura que Eva lo conseguiría.

Me acerqué donde estaban Cristina, Laura y Nacho. Todos ellos habían observado la escena anterior y estaban alucinados, a mí me temblaban aún las piernas.

Eva se arrodillo delante de Kevin y empezó a chuparle la polla al chico, se la metía hasta el fondo, hasta que no podía más, Kevin le cogía la cabeza y le follaba la boca. En esos momentos la levantó y la puso a cuatro patas. Eva se apoyó de la mesa y Kevin de un solo golpe empezó a metérsela muy rápido, el chico tenía muchas ganas de correrse, aceleró sus embestidas y en unos minutos oímos como Eva se estaba corriendo, estábamos alucinando con el aguante de Kevin, era espectacular, nos había hecho correr a las tres y el seguía igual, pero esto no iba a quedar así. Me acerque donde estaban ellos dos y le dije a Eva:

Yo: Eva, vamos a darle la mejor mamada que nunca le han dado.

Las dos nos arrodillamos delante de Kevin, le cogí la polla con la mano y empecé a masturbarle mientras me besaba con Eva. Me giré y pasé mi lengua por todo el tronco, la babé enterita. Eva hizo lo mismo mientras lo miraba a los ojos, el chico estaba disfrutando. Eva acercó la polla a la entrada de mi boca y me la metí hasta la mitad, apreté mis labios, le cogí las manos y se las puse en mi cabeza. Quería que me follara la boca. Empezó con un vaivén a metérmela, la notaba casi en mi garganta pero tenía que hacer que se corriera. Noté como se hinchaba y en esos momentos un chorro enorme me dio en la garganta. Quería sacarla pero Kevin apretaba mi cabeza, empecé a tragar toda la leche de aquel chico pero era imposible, salía por la comisura de mis labios, cuando me soltó la cabeza, Eva se acercó a mi boca, mientras pasaba su lengua recogiendo los restos de semen.

Kevin: Si os digo la verdad, ha sido la mejor mamada que me han dado.

Cristina: joder la casadita como la chupa.

Empezamos todos a reír.

Los chicos se fueron al baño y nosotras nos quedamos comentando todo lo que había pasado esa noche. Seguíamos desnudas y borrachas en el sofá las 4. Cuando salieron los chicos los despedimos.

Laura: Creo que ha sido el mejor polvo de mi vida.

Cristina: Yo sigo siendo la reina del sexo anal. (Riéndose)

Me levanté y me fui directa a la ducha, era la única que no me quedaba a dormir, ya que tenía a mi marido en casa esperándome.

Cuando salí estaban Cristina y Laura dormidas en el sofá y Eva fumándose un cigarro. Me despedí de Eva y me fui directa a casa.

Lo que pasó cuando llegué lo contaré en otro relato.

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