Despedida (2)

Despedida

(Capitulo II)

Las palabras

En el cielo esta el ser más poderoso, eso se me ha dicho y siendo una niña, rezaba, pedía, imploraba… e olvidado aquello….

-Hoy siento invadir a mi alma la tristeza y el dolor ¡Dios! , * perdón por olvidar, perdón por no rezar, perdón una y mil veces por que sé …, se qué es tan grande este dolor que el único que podrá ayudarme eres tu*.

-Te veo, lloras, se que te duele mi sufrir, también se que lo intentaste…Si, claro que lo se , pero no pudo ser y aun cuando yo muero en este momento tu no me Amas.

-Verdad….

Tus palabras Vera

-Yo

-Te quedas en ellas, no continuas hace un momento dijiste que hablarías que es lo único que nos quedaría pero te quedas callada por qué, yo te he dicho que no.

• Que no que no solo eso nos quedaría y mis palabras te han hecho guardar silencio.

Sabes, no lamento lo que vivimos, es verdad que lo extrañare y que tal vez llore cuando lo recuerde, y que mi corazón se ara pequeño cuando te imagine tocándola, diciéndole las palabras, aquellas frases que llegaron hasta lo más profundo de mi ser , se anidaron allí y ahora no se quieren ir.

Tus palabras son hermosas, son capases de transformar al mundo, son las más bellas melodías que mis oídos han escuchado, la forma en que tu boca las pronuncia , el sonido que producen , parasen "olas del mar de una noche en que la luna se asoma e ilumina y le sonríe a la marea".

¿Como las detienes en ese precisó momento?, ¿como las pronuncias?, esa forma de arrastrarlas,…sí, el "vaivén de las olas es el sonido perfecto para comparar con tus palabras", así son tus palabras, frase que endulzaron mi alma, que la alcanzaron y que hoy, "hoy esas misma palabras me están diciendo adiós".

-Perdón, perdón….

-Repites, varias veces, tocas mis rostro, levantando mí barbilla me miras a los ojos, recoges mis lágrimas entre tus manos. Al hacerlo me estremezco, los recuerdo salta a mi mente, me hacen volver al pasado, ese ayer en que tus manos me hicieron tuya, la forma en que tocaban mi piel, cuando mi piel se encendía, mis ojos brillaban cuando llegaban al cielo.

• Sí, yo creí llegar al cielo con tus carisias, y con tus besos hablarle a Dios.

Tu hacías que mi mundo diera vuelta, que girara lentamente, que creyera que ese era él amor, me "ilusionaste cuando te detenías en mi pecho y dormías ahí", muchas noches te quedaste junto a mí , después de las apasionadas noches amándonos, dormías a mi lado, cuantas noches me quedé en vela , sólo para mirarte , sólo para verte respirar y gravar en mi mente tu rostro, tu figura desnuda, detallar tu cuerpo, y sabes ¿Por qué?… por qué en lo profundo de mí alma la razón se hacia presente, diciéndome que tal vez…"eso sería lo único que tendría, después".

-No me equivoque.

-Al fin salgo de mis pensamientos, los minutos parasen eternos pero no suficientes para despertar del letargo en el que estamos, letargo de dolor, de sufrimiento, de pena.