Desnudando a Carlos (CARTUZ) Cap. FINAL??
Todo tiene su principio y su final. No lo digo con rotundidad, pero para mí es el final. Lo mismo es el principio para otra persona. Ya sé lo que quería saber y estoy contenta porque he conocido a una persona maravillosa, con sus defectos, que los tiene, pero con un gran corazón.
Desde la noche maravillosa y de la que estropee diciendo más de lo que tenía que decir, Carlos se mantuvo como se dice ahora, con un distanciamiento social. No solo de mí, también del resto. Estaba todo el día hablando por móvil, mensajeándose. Las llamadas estaban claras, eran con relación al trabajo y sobre todo con ese proyecto que le hacía feliz, porque era en los únicos momentos que se le veía lleno de verdad. Por las tardes después de comer, era muy curioso, se ponía unos auriculares, traía tres libros y un portátil. Durante buen rato, leía un poco de cada libro, que cada uno era de un contenido muy dispar uno de otros y luego se ponía con el portátil. Si no fuera por el movimiento de los dedos, parecería una figura de cera. Ninguna expresión ni de alegría ni de tristeza, INALTERABLE.
El jueves fue distinto (jue. 16) porque no sé cuándo se leerá esta historia, que la voy escribiendo según pasa. Serían las 7 y media de la tarde. Carlos tiene con un tic de sorpresa. Abre los ojos, un ligero movimiento de cabeza, se controla, las manos las había separado del teclado. Vuelve al teclado. Se nota que está leyendo. Sus ojos cambian de expresión igual que su mirada, después de unos segundos quietos, se pone a escribir a toda velocidad. Para mira hacia el exterior. Introduce ostensiblemente su labio inferior, atrapándolo con el superior, tiene ligeros e imperceptibles movimientos de cabeza, está claro que piensa y medita algo. Vuelve al portátil, me parece que borra algo, sigue mirando fijo al portátil y lo cierra con demasiada energía. Se sale a la terraza y allí se queda apoyado sobre la barandilla. Que es lo que ha leído que le ha causado esa desazón? Que ha hecho tambalearse esa imperturbable seguridad? Lo que daría por ver ese portátil. Ray y Daniela se dieron cuenta igual que yo. De trabajo no podía ser, porque se le hubiera escapado alguna exclamación y porque Ray lo hubiera hablado en ese momento.
Daniela por lo bajini le pregunto a Ray que con la mano le dijo que se callara. Luego le indico que se fuera con él y Ray le respondió que hay momentos que a Carlos hay que dejarle solo. Lo que me decía que el sabia porque venía todo. Quise ir de lista, le dije a Ray que un amigo de verdad iría a ver qué le pasa. “A Carlos hay que conocerlo y solo hay un motivo que le provoco eso, ya sea para verle así o todo lo contrario, que se le ponga una sonrisa de oreja a oreja. No es nada profesional, así que dejarle, necesita su espacio” Daniela y yo atacamos las dos a la vez, Ray no se inmuto. Lo que fuera estropeo lo que podría haber sido una noche especial para mí.
El viernes estuvo todo el día trabajando fuera. A la 9 y cuarto llego. Los primeros minutos observe para saber cómo llegaba, llegaba con un punto alegre y fastidiado. Difícil compaginar pero es lo que vi. Tiano le dijo algo de la vecina, que llevaba revoloteando días como un moscardón y Carlos pasaba de ella claramente. Le pidió a mi marido si podía ir él. Acabaron yendo Álvaro y su mujer. Tiano se quedó para hacer la barbacoa con Ray y yo me quede con Daniela hablando, mas bien cotilleando con las cosas que habían dicho en el sálvame. Carlos dijo que se iba a dar una ducha y se ponía con la barbacoa. Se había quedado sin batería en el móvil. Puso a cargarlo y lo dejo allí, antes de irse encendió el portátil, miro lo que fuera y lo cerro con el mismo ímpetu que el día anterior. Otra vez que no le volvió a gustar y otra vez que la posibilidad de una buena noche se esfumaba. Se fue con paso decidido hacia su habitación. Como tú fue la cara que se me quedo que Daniela me agarro con disimulo la mano y me dijo que tranquila.
Paso muy poco tiempo, apareció de nuevo y abrió la puerta de la terraza, “Adriana pues ayudarme un momento?” serio y contundente, me levante y fui con él. Entramos en su habitación, de las argollas del techo que estaban bien camufladas cuando no se usaban, estaba colocada la cuerda con las dos agarraderas de muñeca. No estaba de la mejor manera, tenía una blusa y mallas y un calzado con cuña, que sé que le gusta. Sabía lo que quería y coincidía con lo que quería también. Extendí mis brazos y me atrapo mis muñecas, fue tirando hasta que mis brazos quedaron casi completamente estirados. Según me inmovilizaba las muñecas mi cuero se derritió y notaba los espasmos de mi entrepierna y como mis fluidos empezaban a brotar. Estaba en plan “animal” y lo que eso me ponía. Como lo hizo no le sé, me rasgo y rompió las mallas, luego las bragas, que si hubiera llevado falda eso no hubiera ocurrido. Saco el látigo de la otra vez y empezó a darme en mis nalgas. Le vía por los espejos, su cara era distinta y me daba con mas rabia y esa rabia, el verle así me producía mas satisfacción.
Mi nalgas ardían, paro y me acariciaba y me daba placer esas caricias, en ese momento le pedí que deseaba que me azotara con sus manos, quería notar piel con piel y porque esas manazas serian rotundas, me agarro del pelo, me echo la cabeza para atrás y me dijo que esas manos eran para solo un culito. Se puso delante mirándome, metió sus dedos por entre los botones de la blusa, acaricio mis pezones, porque no llevaba sujetador y de pronto, de un par de tirones los botones saltaron. Cayeron al suelo y me empezó a lamer los pezones, parecía que me los iba a sacar. Que brutal estaba siendo todo y en ese momento vi en uno de los espejos reflejada la cara de Daniela que no se perdía nada y no sabía el tiempo que llevaba mirando, pero reconozco que me puso, si hubiera sido Lidia me hubiera molestado.
Se puso un condón y fue una penetración por detrás brutal y cuando digo por detrás no fue por el culo, me estaba follando normal y cada empujón que me daba, porque me tenía agarrada si no volaría. Estaba tan metido en su mundo que no se enteró que había tenido dos orgasmos. Me desato, me llevo a la cama y le dije que ya que no se atrevía a follarme sin condón, que por lo menos se corriera en mi cuerpo que quería sentirlo. Se tumbo encima y con él me encantaba esa postura, porque veía su cara, porque podía besarle, porque veía tensado su cuerpo y porque lo sentía plenamente dentro de mí. En cada penetración de la suyas, que eran seguidas y muy fuertes, su polla además de meterse profundamente, me “machacaba” el clítoris. Me corrí de nuevo y ya eran tres orgasmos, se salió se quitó el condón y me seguí tocando. Estaba excitadísima, su cara cambio, se contuvo para estar mudo, aunque se le hincho el cuello, que manera de correrse, me lleno por todos los sitios, que manera de “disparar” parecía una manguera suelta lanzando agua por todos los lados, eso no lo limpia unos pañuelos de papel.
Me quede extasiada, relajada y adormilada, como en trance. Él se fue a duchar, salió vestido y me dijo que si me traía algo para ponerme y que le disculpara por el destrozo, le sonreí y le dije que me tenía que prometer una cosa. No lo dudo, no quiso prometerme nada porque las promesas hay que cumplirlas y no quería estar atado a promesas. De todas maneras se lo dije, quería que la próxima vez se corriera, que dijera lo que quería decir y aunque no fuera mi nombre. Hubo un momento en que su expresión se modificó un poco, nada unos segundos y se fue sonriendo. Me levante fui al baño y no me limpie mucho, porque olía a recién follada y a él. Quería que me oliera en cualquier momento. Me metí en su vestidor y me puse una sudadera original de Alaska. Me mire en un espejo y lo que si me vi era despeinada. Fui a mi habitación y estaba peinándome cuando entro Daniela.
*Perdóname que no quería mirar. Fui porque creí que te iba a dar la bronca por algo.
*Que mentirosilla que eres, fuiste a cotillear y te quedaste, pero que no me importa, me gusto verte.
*En serio fue sin querer.
*Serás guarra y mentirosa, seguro que si te metiera mano, estarías todavía mojada, chorreando.
*Serias capaz. No te creo.
*Es una expresión, claro que no te voy a meter mano, pero lo se seguro.
*Después de ver a Carlos, me rio del famoso Grey.
*Jajajajaja, el Grey ese un pitufo al lado de Carlos.
*Luego decía que Ray era rudo, un juego de niños. De dónde saca esa fuerza este hombre? Y lo que echa, que me dices?
*Jajaja Jajaja, una pasada, debe ser la alimentación y el ejercicio. No puede ser otra cosa. No ves que la mayoría de las veces come distinto a los demás.
Y cuando nos íbamos Daniela con mucha prudencia y tacto, “no te molestes, pero huelas a, ya sabes” le dije que lo sabía y que quería que él se diera cuenta. Durante la cena y después tomando unas copas, no se me iba de la cabeza que al final no lo hicimos por detrás. Me daba no sé qué, pero me molestaba que no lo hubiera intentado de nuevo. Se levanto a por bebida y aproveche para ir detrás, “dices que las promesas se cumplen, pues me prometiste algo y no lo has cumplido” entrabamos en la terraza y se quedó pensativo, le mire, me miro y con provocación me pase una mano por el culo. Le dio la risa y siguio hablando con los demás. Estábamos en un buen momento y ya me veía acabando la noche ensartada por su ariete. Hasta que la conversación se desvío a los niños pequeños. Un asunto que siempre que se trataba, niños pequeños=hijos, Carlos acaba desapareciendo. Esta vez no se quedó, pero no hablaba.
Ninguno por lo menos de momento querían hijos, aunque nosotros lo llevábamos intentado unos años. La conversación fluida con normalidad. Dejo de ser normal, cundo empezaron a decir que los niños eran uno coñazos, que eran una carga, Lidia y Daniela, que te destrozaban el cuerpo. Opiniones, que algunos caso eran exageraciones o burradas. Hasta Tiano les daba la razón. Ray tampoco decía nada y yo les decía solo que no estaba de acuerdo, pero ni me oyeron. A Carlos si le oyeron cuando Lidia hablo de un aborto que tuvo, que fue un alivio y que no entendía los dramas que se montaban por perder un embarazo o por un niño pequeño que se moría, que sí que daba pena, pero que tampoco era para hacer de un grano una montaña. “sois unos egoístas de mierda, no me miréis así, sois unos MIERDAS” se levantó y se fue, no entendía esa salida de tono, fui detrás a calmarle, a tartar de saber que le había sucedido. Le oía hablar y pensaba que se le había ido la cabeza. Estaba hablando con alguien a las 2 de la mañana, lo que pude oír, que el lunes llevara a las dos y que sobre la marcha lo verían.
Me miro y me dijo vale, no me digas nada, voy a pedirles disculpas. Me relajo eso, fue primero al baño. Quería tener un hijo y no ha podido todavía? Las relaciones no le han durado por que las mujeres no querían darle un hijo? No encontraba sentido, porque hoy en día y con su capacidad económica, puede permitirse una gestación subrogada. Estaban todos hablando en voz baja cuando salimos a la terraza. Carlos con cara seria, “disculparme me he excedido, aunque que sois unos mierdas egoístas lo sigo pensando, pido disculpas porque me perdieron las formas” no me pude aguantar me dio un ataque sonoro de risa, que entiende este hombre por disculparse. Ray empezó a hablar y se me paro la risa, este fue el comentario después del de Carlos, “pues que se ha quedado buena noche, no?” me dio el segundo ataque de risa. Lidia se levantó indignada y se marchó, ni dio las buenas noches, su marido se fue detrás, dándole una palmada en el hombro a Carlos. Ray se levantó con su pareja y se fue sonriendo, al pasar por donde Carlos le dio un beso en la mejilla. Algo sabia de lo que había pasado y porque, pero no se lo podríamos sacar.
Nos quedamos mi marido, Carlos y yo. Carlos se había quedado como nuevo después de soltar sus perlas, se le veía. Me apoye sobre la barandilla, deje mi culo hacia atrás y seguro que Carlos estaría mirando. Mi marido se fue rápido al baño, cuando bebe un poco más de la cuenta le da meona. Carlos se puso a mi lado, me paso la mano por detrás, acaricio mi culo y me paso las manos por mis muslos, cuando llego a mi chochito, no tenía que decirle nada, al tocarlo supo cómo me tenía y me dijo que esa noche iba a cumplir su promesa. Oír sus palabras me dieron un temblor, de excitación y de miedo, todo a partes iguales. Con lo bruto que era, me podría destrozar, en todo el sentido de la palabra, pero quería por lo menos intentarlo. Tiano me agarro de la mano para irnos a dormir y dio las buenas noches, Carlos me agarraba de la otra mano, muy prudente sin comprometer a mi marido o a mí, se fue.
Le conté a mi marido lo que había. Si em decía que no o veía cualquier gesto raro, no iría. Se quedo muy serio, hasta que el dio la risa y me dijo que me esperaría despierto y le dije que no le prometía nada. Me dio un apasionado beso y me fui. Al llegar Carlos estaba desnudo sobre la cama, su polla reposaba sobre su cuerpo. Cerré bien la puerta y me quite la sudadera. Fui al baño y cuando iba hacia la cama me hizo pararme, quería que me tocara. Me dio corte allí en medio, me empecé a tocar y cuando vi que su polla reaccionaba me toque con mas “vicio” y me encantaba su mirada. Me fui acercando y me fui a por su pola, no se la iba a lamer, quería primero sentir como crecía dentro de mi boca. Era algo excepcional el gustazo que daba notar como se llenaba la boca y como cogía temperatura, algo increíble. Una vez bien dura, si me puse a lamerle por todos los sitios, a meterme sus testículos en la boca, grandes y hermosos y sin un solo pelo.
Me levanto como a una pluma y se puso a comerme mi chocho, como me volvía loca esa lengua. Era una polla en pequeño pero con mas elasticidad. Me toco pararme, porque estaba tan excitada que me llegaba el orgasmo, me apretaba contra su boca y se la inundaba. Me aparto y me puso boca abajo, con la cabeza en la almohada. Iba a entender perfectamente el término “muerde almohadas” y me empecé a tensar, mis nervios empezaban a florecer. Carlos em acariciaba todo el cuerpo, me masajeaba tan bien, que lo iba consiguiendo. Se estiro y cogió un bote grande, era lubricante, bastante aceitoso o lo parecía. Me fue lubricando mi culo, al principio con mucha tensión y luego me fui relajando, pero no del todo, porque una cosa era un dedo y luego lo que tenía el angelito entre las piernas. Me paso el bote y miro su polla, no me dijo nada, se puso un condón, algo que me molesto y empecé a embardunarle la polla. Me encantaba como resbala su polla entre mis manos.
Me la coloco entre mis glúteos pero sin forzar nada y hasta em notaba la tensión en mis glúteos, iba a pillar unas agujetas de campeonato. Seguía pensando que iba a llegar, mucho rollo y en el momento que la tuviera a punto, haría como Tiano, la diferencia era muy evidente y eso era lo que más me preocupaba, además de lo brutito que era. Me aconsejo, que era más una orden, que me tocara que eso facilitaría las cosas. Seguía resoplando. Se estiro otra vez y cogió una raqueta de ping pon, o eso me pareció cuando la vi. La sentí en mis nalgas, me desconcertó esos “raquetazos” y me vino bien porque me relaje. Su polla se resbalaba, note como la coge con su mano, la puso en la entrada de mi culo. Empujo muy poco, me puse a hacer lo que me aconsejo Daniela, sopla muy de seguido, te relajara, pero no te pases no vayas a marearte. Deje de respirar de esa manera, porque Carlos no se movió, no intento nada, era como si me hubiera dado un puntazo y nuca mejor dicho, dejándola encajada no del todo. Seguía acariciándome todo la espalda, los hombros y el cuello, que artista era con las manos, me estaba relajando él.
Se agacho, me mordía los hombros, me besaba la nuca y cuando estaba más relajada, otro empujoncito y ahora si sentí como me la había encajado bien. Fue un dolor seco, que se fue diluyendo. De momento no notaba ningún placer por tenerla allí. El placer lo notaba por mis dedos y por la boca de Carlos. Me hizo parar, que no fuera tan rápida con mis dedos, que fuera muy suave, con lentitud. Era un mago, hacia lo que me decía y el placer era otro. Era muy bueno haciéndolo y digo lo de que es un mago. Porque me distaría con sus manos, con su boca como he dicho y poco a poco iba avanzando, sin darme apenas cuenta. Si notaba como mi culo iba atrapando su polla, como me iba calentando por dentro y como empezaba a aparecer algo de placer. Cada vez que le preguntaba y fueron muchas veces, si faltaba mucho, él me decía que bastante, que no me preocupara. Hasta que de pronto siento su piel, su cuerpo pegado a mi culo. Que cabronazo, lo ha conseguido me la ha metido toda, había tardado más de media hora, ni me había enterado prácticamente.
Se agacho, notaba su aliento en mi nuca y me decía, “ahora me estaré quieto, tú serás la que empieces a marcar el ritmo, que cuando lo considere lo continuare yo” esa palabras susurrantes, me daban la máxima confianza. Me empecé a mover con cautela y fui cogiendo confianza, me empezaba a dar placer. Carlos la verdad que no se movía, me estaba gustando sacármela un poco y echar el culo para atrás para sentirla de nuevo toda dentro. Ya empezó Carlos a marcar el ritmo. Cada vez la sacaba mas y la metía lentamente, me subía la excitación por segundos. Cambio el ritmo, la sacaba casi toda, volvía a meterla se paraba a la mitad y de pronto con un golpe de riñones la metía de una sola vez, seco y delicioso. De mi boca solo salía un AAAAGGGGGGG, tremendo. El ritmo fue en aumento y no era como cuando me follaba, pero imprimo un buen ritmo, un ritmo que me gusto. Lo mejor sentir su cuerpo sobre el mío y ese empuje. Como ir notando su aliento de excitación. Le preguntaba si le quedaba mucho y me decía que no, le decía que quería que llegáramos juntos, me decía que vale y aumentaba sus penetraciones, quise esperarme pero me corrí.
Al acabar el aceleraba mas y yo me volvía a tocar, quería estar a punto cuando él se corriese, quería conseguir venirme con él. Se corrió como se tenia que correr, sus grito fue mas que exagerado y puede oír un nombre que no era le mío y una frase. Detrás me corrí de nuevo. No quería que se quitase, pero se quitó. Prefería haber notado como se salía sola. Se tumbo bien, estaba pensativo, le miraba, ya empezaba a terminar mi puzle.
*Discúlpame, no he sido correcto.
*Ya te dije que me daba igual, me ha gustado que te soltaras.
*No quería molestarte, de verdad que no.
*No me ha molestado en absoluto, es mas, si me encontrara a esa mujer, le daría las claves para recuperarte si fuiste tú el que cortaste o para que se lo pensara bien si fue ella la que te dejo. Aunque me da que fue mutuo.
*No te montes películas.
*Carlos, por favor, no soy tonta.
*Perdona me he pasado. Últimamente he hecho muchas tonterías. Ya me entiendes.
*Busca otro termino, que porque te entiendo, pero que llames a esto una tontería, ofende un poco.
Ni me moleste en intentar pasar la noche con él, no iba a querer y ahora le entendía. “Adriana necesito que me hagas un favor, pero tienes que ser sincera, si te molesta o piensas que te puedes sentir incomoda me lo dices” me acaba de dejar preocupada, porque el tono no auguraba nada bueno, me quede escuchando. “El lunes me voy a ir a la otra casa. Y quiero que sigan todos aquí aunque yo no este, la casa es para todos. Ray ya lo sabe y mandáis todos, salvo que algo sea complicado que resolverá Ray y con él no hay ni habrá ningún problema. Lo que quiero que cuando se lo diga a los demás, que lo apoyes y sobre todo ante tu marido, que lo mismo digo que voy de viaje y así se quedan mas tranquilos, diga lo que diga, solo Ray y tu sabéis la verdad” no me gustó mucho la idea pero le comprendía y le dije que le haría el favor. Solo me quedaba una pieza del puzle.
Esa pieza la descubrí el domingo, después de que a los demás les dijera que se iba de viaje. Lo puso mas fácil así. Entre en su rincón privado y le vi embalando algo, que me hizo comprender, casi me estiro de los pelos por haberlo tenido delante de mis narices y no haberlo visto. Me senté en su sillón del escritorio y mientras hablaba con él, ZAS, jugando con el ratón, aparece un nuevo salvapantallas, como el otro con una foto tratada para que parecía dibujada, era la misma mujer, lo único que ahora variaba, aparecía un “hello” y una mujer de pie posando y sonriendo. Ahora me sonaba aún mas, de que no lo sé, si viera la foto sin tratar seguro que me vendría a la cabeza.
Y hasta aquí llegue, para mi Carlos esta desnudo por dentro y por fuera. Cuando esta historia cuando se publique mañana lunes Carlos se habrá ido y que nadie me pida que escriba las conclusiones porque no lo hare, solo le interesa a él, a mí y lo mismo a una tercera persona que este viviendo la vida loca, o no.
Mi conclusión personal, que me da mucha rabia encontrarme a una persona tan especial y saber que no podré llegar a él y mas rabia saber que se, como podría llegar, pero no tengo la “llave” que es necesaria para abrirme paso y lo más triste que hay alguien que no sabe que la tiene, que paradojas de la vida.