Desnuda en público (parte 2)

Merche y Ana son contratadas de nuevo para un evento durante el fin de semana con el resto de amigas. En este evento comenzará a surgir una historia de amor

Desnuda en público (parte 2)

Estábamos llegando a casa y la sensación de caminar desnudas desde el hotel nos estaba encantando tanto a Ana como a mi.

  • Esto es genial Merche, ir desnudas por la calle pero sin llamar la atención, la gente se fija en nosotras por los dibujos que llevamos pero no creo que se den cuenta de que vamos desnudas.

  • Ya te digo Ana, es una sensación que yo nunca había sentido, además como es de noche y no hay mucha luz pasamos mucho más desapercibidas. Bueno a ver si llegamos a casa que estoy muy cansada, el día ha sido largo y lleno de emociones y tengo ganas de tumbarme en la cama.

  • Yo también tengo ganas de descansar Merche pero aún tenemos tarea hasta que nos quitemos toda la pintura. En cuanto lleguemos nos metemos a la ducha y a ver si sale fácil y no tardamos mucho en quedarnos como nuevas.

Llegamos a casa, dejamos las bolsas en el Salón y me fui rápidamente a la ducha, Ana en seguida fue detrás de mi y nos pusimos debajo del agua. Ana comenzó a frotarme sobre los hombros.

  • Parece que no sale del todo mal aunque vamos a tardar un poco, dijo Ana.

Yo comencé también a frotarle los hombros y poco a poco iba saliendo la pintura.

En ese momento Ana bajo sus manos sobre mis pechos y yo sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo, a medida que los frotaba el cosquilleo iba a más y me quedé en un estado de relajación que enseguida notó Ana.

  • Merche porque has dejado de quitarme la pintura, así no acabaremos nunca.

  • Perdona Ana, me había quedado en babia le dije y continúe frotando los hombros y bajé a sus pechos.

Ana bajó sus manos a mi estómago y yo seguía pensando en lo que había sentido un momento antes y le dije

  • Parece que aún tengo algo de pintura aquí Ana, mira a ver si sale.

Y Ana volvió a darme un repaso sobre mis pechos.

Aquello me gustaba y está vez además, del cosquilleo comencé a notarme algo mojada en mis partes íntimas.

Le pedí a Ana que se girará y limpié su espalda, a continuación me tiro yo e hizo ella lo mismo conmigo y continuó limpiando mi culo, después limpie yo el suyo y comencé a bajar por sus muslos hasta las rodillas.

Ana a continuación comenzó a limpiar mis piernas y muslos llegando a rodar mis partes íntimas. En ese momento yo comencé a limpiarme intentando que ella no se diera cuenta de lo excitada que me encontraba y afortunadamente así fue.

Pasé a limpiarla a ella y no le importó el que yo pasará mis manos sobre su vagina ya que en ningún momento ella hizo ademán de limpiarse ella misma. Después continuamos limpiando el resto de las piernas y nos secamos y nos fuimos cada una a nuestra habitación

  • Buenas noches Ana, descansa.

  • Igualmente Merche, descansa tu también, me lo he pasado genial que lo sepas.

Me fui a la habitación y me eché en la cama. A pesar del cansancio no conseguía conciliar el sueño y no paraba de pensar en lo ocurrido en la ducha. Nunca había pasado por mi cabeza que pudiera sentir algo así con una mujer y estaba confundida pero sabia que ese cosquilleo no era un simple cosquilleo.

Dejate de tonterías Merche, pensé... olvidalo además Ana no había sentido nada y durante todo el día había estado tonteando con el artista que le había realizado la pintura.

Al día siguiente nos levantamos y mientras desayunabamos comentábamos la experiencia del día anterior. De mi cabeza seguía sin irse la sensación que había experimentado mientras Ana me quitaba la pintura por lo que le dije.

  • Te ví en actitud muy cercana con tu pintor Ana, ¿te gustaba el pipiolin verdad?

  • ¿Pero tu le viste Merche? Es que estaba como un queso.

  • Pero era muy jovencillo para ti Ana.

  • ¿Me estas llamando vieja? Que tengo solo 25 años.

  • No, no pero ese chico... Tendría los 20 años recién cumplidos...

  • Bueno, yo no le iba a poner pegas, me gustan yogurines, jajajaja, dijo Ana.

  • Y tu Merche, ¿le echaste el ojo a alguno de los pintores? La pena es que te toca una de las mujeres.

  • Creo que fue mejor Ana, con la vergüenza que pasé en los primeros momentos si llega a tocarme uno de los hombres igual habia salido corriendo.

Pero yo seguí intentando sacar más información a Ana y le pregunté

  • Y Sara, que maja era la pelirroja, enseguida se puso a ayudarme y me hizo sentirme como en casa, yo al ver el cuerpazo que tenía me daba más vergüenza aún desnudarme y que nos compararan.

  • Si, la verdad que todas se portaron fenomenal y en especial Sara, pero tampoco era para tanto su cuerpo.

  • Me dijo que me llamaría hoy para tomar algo y charlar un rato las tres.

Y como si Sara nos estuviera escuchando, en ese preciso instante me entró un mensaje al móvil.

  • Anda es Sara, a ver que dice.

"Si podeis os espero a las 12h para tomar algo en el bar que hay justo enfrente del hotel donde estuvimos ayer. Un beso guapas"

Inmediatamente le contesté que allí nos veríamos.

  • voy a ducharme rápido que se nos hace tarde, le dije a Ana.

  • Tienes razón, en cuanto salgas me avisas Merche.

  • Después de lo de ayer, ¿vas a estar esperando? Pasa y tardaremos menos.

  • Me parece bien Merche.

  • Nos metimos a la ducha y enseguida comencé a acariciar su espalda provocando el roce de sus pechos con los míos. Notaba como mis pezones se ponían duros y volvía ese hormigueo del día anterior pero Ana se mostraba indiferente, por lo que baje mis manos hasta sus glúteos y los palpe con fuerza buscando su reacción.

  • Oye Merche, te estás excediendo.

  • Un poco de alegría Ana que vamos a ver a Sara de nuevo.

Pero en vistas de que Ana no reaccionaba no quise forzar mas la situación. Salimos de la ducha, nos fuimos cada una a nuestra habitación a vestirnos y salimos camino del bar que le había dicho Sara.

Cuando llegamos allí estaba Sara, nos dimos dos besos y nos sentamos en la terraza a tomar algo.

  • ¿que tal lo pasasteis ayer chicas?

  • Genial, contestó rápidamente Ana.

  • Si, muy bien, yo al principio lo pasé bastante mal creía que no sería capaz de desnudarme pero gracias a la ayuda de todas vosotras se me hizo mucho más fácil. Tengo que reconocer que formais un grupo increíble.

  • De eso quería hablaros, hemos estado comentando en el grupo que tenemos todas que vosotras también sois un encanto de chicas y nos gustaría que vinierais a otros eventos que tenemos con nosotras, os puedo asegurar que una vez que te quitas la vergüenza a estar desnuda te lo pasas en grande y ganas bastante más dinero que en otros eventos más normales, a los que también vamos. Y de hecho, este fin de semana nos han invitado a un evento que dura desde el viernes por la mañana hasta el domingo en una casa rural y queríamos saber si os queréis venir para decirlo.

  • Yo me apunto sin dudarlo dijo Ana.

Yo antes de decirle que si pregunté:

  • Siendo el fin de semana completo, ¿pagaran bien, no?

  • Vamos con todos los gastos pagados y en total nos pagan 900€ por el fin de semana completo Merche, ¿a que no está mal?

  • Con esas condiciones creo que hay poco que pensar, nos apuntamos las dos, dije rápidamente.

  • Me parece genial chicas, ahora se lo diré al resto de compañeras y si os parece os añado al grupo que tenemos todas para hablar de cualquier cosa.

  • Fantástico Sara, estoy deseando que llegue el viernes y pasarmelo fenomenal y encima ganando un buen dinero.

Nos despedimos de Sara nos volvimos a casa.

  • ¿que bien nos va a venir ese dinero eh Ana?

  • Ya te digo Merche, si conseguimos continuar trabajando con ellas se nos van a olvidar pronto las penurias económicas.

  • Ya lo creo que sí.

Fueron pasando los días y llegó el viernes, con los nervios ninguna de las dos dormimos en condiciones y nos levantamos pronto ya que teníamos que estar en la puerta del hotel a las siete de la mañana, allí nos recogería un autobús para llevarnos a la casa rural que por lo que comentaron las compañeras estaba a hora y media de camino.

Cuando llegamos a la puerta del hotel estaban casi todas las compañeras, nos saludamos efusivamente y todas nos decían que estaban muy contentas con nosotras por haber aceptado el ofrecimiento.

Llegó rápidamente el autobús, venían en el tres hombres y tres mujeres

Sara que estaba a mi lado rápidamente me dijo.

  • Estos son los organizadores del evento, con hacerles caso en lo que nos pidan el fin de semana volverán a llamaros como al resto y nos lo iremos pasando genial.

  • Ah creía yo que serían los mismos que la sesión de body painting.

  • No Merche, no os comenté, en esta ocasión no es una sesión de body painting, es una sesión fotográfica desnuda pero es igual de divertido.

  • Ufff si me llegas a decir eso antes Sara... Y las dos nos reímos.

  • Ana , me está diciendo Sara que el fin de semana no está dedicado al body painting sino que será una sesión fotografica posando sin ropa.

  • A mi me parece bien Merche, por lo que nos pagan yo hago lo que me digan, además ya nos hemos visto todas desnudas y no tenemos nada que esconder.

  • Si, la verdad es que es así, le contesté.

Subimos al autobús y tras cerca de hora y media de viaje, llegamos a una casa rural en medio de las montañas, no había ninguna otra casa cerca y se respiraba un ambiente de tranquilidad y de naturaleza ideal.

Bajamos del autobús y una de las organizadoras nos dijo:

Pasado dentro Elisa, la encargada de la casa rural os dirá la habitacion que os corresponde a cada una, son dos habitaciones para cinco chicas. Tenéis 30 minutos para dejar las cosas, daros una ducha rápida y os esperamos aquí en el jardin, ya sabéis como en otras ocasiones venid ya sin ropa que no la vais a utilizar hasta el domingo que nos volvamos a Bilbao.

  • Mire a Ana con cara de circunstancias pero ella al verme me sacó la lengua y se río.

Fuimos dentro y Elisa nos dijo la habitacion de cada una. Afortunadamente en mi habitación estabamos Ana, Sara y yo además de otras dos compañeras. La habitación era inmensa y tenía cinco camas a lo largo y no literas como pensé en un primer momento. El baño no estaba integrado en la habitación y había que salir al pasillo donde había dos baños que daban servicio a las dos habitaciones donde estabamos las chicas, el resto de habitaciones de la casa rural estaban al otro lado de la entrada y supuse que es donde se alojarian los organizadores del evento.

En un visto y no visto pude comprobar cómo Ana se había quitado ya toda la ropa y salió corriendo a ducharse. El resto de chicas siguieron el mismo camino y Sara en cuanto vio que yo remoloneaba un poco se me acerco y me dijo

  • Vamos yo te ayudo.

Y me desabrocho el short mientras yo me quitaba el sujetador. Cuando quedé desnuda le ayude a ella y una vez desnudas las dos le di un cachete en el culo como agradecimiento por su ayuda.

  • Vamos a ducharnos Sara

Y ambas nos dirigimos al baño. Cuando entramos allí estaban todas desnudas esperando.

  • Menuda fiesta tenéis, les dije.

  • Esto no es nada, el fin de semana acaba de empezar.

  • Había perdido el miedo por momentos y me encontraba cada vez más integrada en el equipo. Según fueron saliendo del baño donde se metían de dos o incluso tres en tres, quedamos Sara y yo que nos metimos juntas y nos dimos una ducha rápida.

Vamos todas al jardín dijo Ana. Y el resto la seguimos obedientemente. Pasamos por delante de Elisa que nos decia

Pero que chicas más monas y más majas.

Enseguida me di cuenta que no era la primera vez que celebraban un evento de este tipo en esta casa rural.

Salimos al patio y nos pusimos todas juntas enfrente de los organizadores, Ana iba desde hacía un rato a su bola y yo me puse con Sara en primera fila. El buen ambiente se respiraba, alguna de las que estaba detrás me daba cachetes en el culo y yo me giraba mientras ellas se reían.

Comenzó a hablar uno de los organizadores.

Bienvenidas a todas espero que lo paséis bien durante todo el fin de semana y si trabajais duro como otras veces sabéis que tendreis mucho tiempo libre para disfrutar de la piscina, dar paseos por el campo o hacer lo que os apetezca a cada una.

No quiero dejar de dar la bienvenida a las dos chicas que nos acompañan hoy por primera vez y que espero que disfruten tanto como el resto y vuelvan en posteriores eventos, por favor un aplauso para Ana y Merche.

En ese momento me empecé a poner colorada y cuando mis compañeras me empujaron para que me pusiera delante de ellas para decirles unas palabras más aún. Menos mal que Ana estaba en su salsa y empezó ella.

  • Sois todas geniales, os quiero

Y yo les dije:

  • Gracias por vuestra acogida y perdonadme que estoy un poco nerviosa.

En seguida se acercaron a abrazarme y a intentar serenarme.

Bueno chicas una vez hechas las presentaciones detrás de la piscina podéis ver que está Luis el fotógrafo que os realizará esta primera sesión.

Caminamos hasta donde estaba Luis que comenzó con una foto grupal, nos colocó a 5 chicas de pie y las otras cinco delante en cuclillas, yo me puse delante pensando en no mostrar mi chichi en las fotos pero enseguida comprobé como Luis cuidadosamente nos colocaba de tal manera que las que estabamos en cuclillas tapabamos con nuestras cabezas el coño de las compis que estaban de pie.

Sara que también estaba a mi lado en cuclillas me decía.

  • Ya has visto, no nos van a hacer fotos porno, se busca un erotismo pero sin llegar a ciertos límites, en pocas fotos mostraremos algo más que el pecho, el resto siempre quedará para que el que observe la foto tenga que fantasear con su mente.

  • Aquello me tranquilizaba, solo de pensar que alguna de esas fotos pudiera llegar a la vista de mis padres o de algún conocido me preocupaba.

Después de la primera sesión de fotos, hicimos un descanso, Elisa había colocado unas mesas en el otro lado del jardín con comida para picotear... Mientras picoteabamos yo me quedé mirando a Ana, estaba hablando con Luis el fotógrafo y con actitud muy cariñosa, que decir tiene que Luis estaba encantado con que una de las chicas le estuviera embaucando de esa manera.

  • Merche, ya veo lo que te pasa, dijo Sara mientras se acercaba a mi.

Te gusta Luis y ves que tu amiga Ana le está echando las zarpas jajajaja

  • No, no es eso Sara.

  • ¿Entonces? Se te ve en los ojos que estas coladita.

  • Si, pero no por él.

  • Ahora entiendo, dijo Sara con cara de sorpresa. ¿Y ella no te corresponde?

-Así es, el otro día al volver de la sesión de body painting nos duchamos juntas y sentí un cosquilleo por todo el cuerpo cada vez que sus manos acariciaban mi cuerpo, le he lanzado indirectas de todo tipo pero ella sólo tiene ojos para los hombres, ya la ves está en su salsa.

  • No te puedo asegurar nada pero si quieres yo te puedo ayudar.

  • ¿Y como vas a hacer eso? Además tengo mis sentimientos enfrentados, es la primera vez que siento algo por una chica y no se si esto tiene sentido.

  • Claro que si Leyre, haz caso a tus sentimientos. Creo que todas nosotras hemos sentido lo que estas sintiendo tu y de hecho cuando tenemos eventos como el de este fin de semana siempre hay alguna de nosotras que da el paso, en esta ocasión tienes tu todas las papeletas.

Sara me guiñó el ojo y me dio una palmadita en el culo.

  • Venga deja de mirarles y come algo, tranquila que llegará tu momento.

Hice caso a Sara y me puse a comer algo y sobretodo a beber que hacía bastante calor en el jardín y estábamos pasando mucho tiempo al sol.

Volvimos a tener otra sesión de fotos hasta entrada la tarde, como en la anterior sesión las fotos destilaban erotismo pero sin pasar de ese punto, Luis dijo que por hoy era todo y el resto de la tarde teníamos libertad para hacer lo que quisiéramos.

Todas optamos por quedarnos en la piscina, unas se metieron a ella y otras nos quedamos tomando el sol.

  • Dejame que te de la crema solar Merche, me dijo Sara, vamos a ver si tienes alguna opción con Ana...

  • Sara comenzó a extenderme la crema por todo el cuerpo y haciendo especial hincapié en mis pechos y después en mi coño, me pidió abrirme bien de piernas para que todas nos vieran.

  • Ahora tu Merche, dame crema a mi, igual que he hecho yo centrate sobretodo en mis pechos y en mi coño, yo observaré la cara de Ana.

Cuando ya estaba acabando, Sara me susurró sigue un poco que hemos captado la atención de Ana, continúa pasando tus manos por mi pubis.

Así lo hice y Sara comenzó a gemir para provocar una mayor atención de Ana. El resto de chicas susurraban en grupitos viendo la situación.

Cuando acabé, Sandra y yo nos tumbamos al sol y me dijo.

  • Ana no nos ha quitado ojo, luego nos iremos de paseo y continuaremos con el plan.

  • De acuerdo Sara.

Cuando empezó a pegar un poco menos el sol y tras casi dos horas tumbadas en el césped, Sara dijo

  • Vámonos de paseo, levanta.

Me levante y Sara dijo al resto de chicas

  • Merche y yo nos vamos de paseo, alguna se apunta.

Excepto dos de ellas el resto se vino de paseo entre ellas Ana por lo que los planes de Sara permanecían intactos.

  • Ana, Merche, os llevaremos hasta el río para que lo conozcais y si alguna se anima puede incluso darse un baño, lo que no os aseguro es que no haya gente, suele venir gente del pueblo que hay al otro lado del Monte.

  • lo que acababa de decir Sara volvía a ponerme nerviosa y con pocas ganas de ir de paseo, no me apetecía que más gente pudiera verme desnuda además pensaba en que seguro que había algún grupo de jóvenes y en cuanto nos vieran desnudas no se cortarian en decirnos todo tipo de improperios.

Pero fuimos caminando y caminando hasta que llegamos al río, afortunadamente no había nadie, fuimos hasta una pequeña explanada que había en la orilla y nos estuvimos bañando un rato, el agua estaba fria bastante más que la de la piscina por lo que enseguida nos salimos del agua. En ese momento apareció una cuadrilla de jóvenes que venían a bañarse al río, evidentemente ellos iban con sus bañadores y al vernos se mostraron sorprendidos aunque al menos su reacción no fue la de una manada en celo. No dejaban de mirarnos e incluso alguno trataba de darnos conversación y nos invitaban a volver al agua. Al ver que no aceptabamos se metieron ellos al agua y desde allí continuaban mirandonos sin reparo.

  • Leyre, ha llegado el momento, te voy a besar apasionadamente para que Ana reaccione

  • ¿Estas loca Sara?

  • Tu dejate llevar y disfruta del momento, confía en mi.

Sara se levantó, se sentó encima de mi que permanecía tumbada e hizo que me sentase, me agarro con sus dos manos por el cuello y comenzó a besarme.

Era la primera vez que me besaba con una mujer pero no hacia más que confirmar mis sospechas y comencé a sentir un hormigueo por todo el cuerpo a pesar de que no era en Sara en quien pensaba.

Ni que decir tiene que el resto de chicas estaban todas pendientes de nosotras, incluida Ana.

Tras el beso, Sara comenzó a jugar con mis pechos y yo notaba como mis pezones se ponían duros.

  • Un poco más Merche, estoy observando a Ana por el rabillo del ojo y no pierde detalle.

Continuó Sara con el juego durante unos minutos y después se tumbó nuevamente a mi lado, yo me recoste también

  • Veras como no tarda mucho en venir a buscarte Merche

  • ¿Tu crees? La respondi sin mucha convicción.

  • Confía en mi.

Y estaba en lo cierto, no habían pasado ni cinco minutos cuando Ana se nos acerco

  • ¿Merche, nos damos un baño antes de volver?

Yo no sabía que contestarla cuando note la mano de Sara empujandome como diciendo, vamos, ve con Ana a bañarte.

Me levante y Ana y yo nos metimos al agua.

  • ¿que tal lo estas pasando Merche?

  • Bien, ¿tu que tal Ana?

  • Bueno, me he dado cuenta durante este tiempo... Que eres algo más que una amiga y no quiero dejar pasar la oportunidad. Cuando me comenzaste a tocar en el baño el otro día sentía algo en mi interior que no sabia que era y por eso fui tan cortante pero lo he pensado estos días y no se si es tarde... Te he visto muy compenetrada con Sara.

  • Lo de Sara ha sido un calentón pasajero, las dos sabemos que no somos el tipo la una de la otra. Yo a quien realmente quiero es a ti.

En ese momento Ana comenzó a acariciar me debajo del agua y llegó con sus manos a mi coño, metiendome un dedo y después otro. Yo le deje llevar y por dentro daba la gracias a Sara por lo que había conseguido.