Desnuda ante el espejo

Daniela, tras tomar una droga experimental, se encuentra bajo el control de su tío , sometida a su lujuria

DESNUDA ANTE EL ESPEJO.

Daniela está atravesada por la verga de su tío Benito. Las turgentes tetas oscilan ante la mirada lujuriosa del hombre que tumbado en el suelo goza del cabalgar de la joven.

- Desmonta –

le ordena con voz en la que se mezclan el deseo y la vanidad.

La muchacha se levanta, la pija del hombre queda al descubierto empapada de los flujos femeninos. Junto a ellos , desnuda , masturbándose Pilar sonríe:

- Esta droga es una joya. Se la das a quien quieras y haces con esa persona lo que se te antoje. ¡ Menudo regalo te ha hecho tu compinche sudafricano!

- Lo bueno de poder entrar en un experimento así, es que obtienes productos que no se ponen a la venta en las farmacias . Son de esas empresas que están al borde de la ley aunque casi todas las veces dependen de los gobiernos.

Daniel parada junto a ellos, con la vista perdida, caliente, espera que le digan qué debe hacer.

- Quedan veinte minutos de tenerla controlada. Vamos a aprovechar para darnos un gustazo.- recuerda metódica Pilar, la socia ginecóloga de Benito.

- Ponte en cuatro como una perra.-

Daniela obedece, Benito se coloca tras la mujer , pasa un dedo por la concha, lo moja en la feminidad que casi chorrea y embadurnado se lo mete en el ano, ella se mueve hacia adelante ante el estímulo trasero.

Saca el dedo y tantea con la punta de la verga el coño empapado. Después la introduce de un golpe. Desliza sin dificultad. La agarra por las caderas y empieza un mete y saca rápido disfrutando del final de la cogida. Siente como desliza hasta lo más profundo de le feminidad, sus huevos golpean en los muslos de la joven. El hombre jadea de placer. Siempre le ha excitado su sobrina, desde que le empezaron a salir aquellas tetas en la adolescencia, las ha ido viendo crecer, y ahora el bamboleo de los dos senos, libres, movidos por el ritmo de la cogida, le parece un regalo de los dioses.

Sabe que no aguanta más, la deja clavada en fondo y sólo mueve las caderas hasta que el guante de la vagina envolviendo su pija hace que comience a escupir el semen.

Cuando acaba saca su arma de la funda y la lleva a la boca de la joven para que la chupe limpiándola.

- Daniela, vuelve a ponerte en el sillón de trabajo.

La muchacha obedece, se sienta y levanta las piernas hasta que los muslos reposan en las agarraderas. Pilar va hacia ella y se abalanza a chupar y lamer el sexo de la joven, que comienza a gemir como una posesa hasta que estalla en un orgasmo que la hace temblar. La ginecóloga se retira con la boca llena de los flujos femeninos. Besa a Benito y con una toalla húmeda comienza a limpiar la concha de Daniela.

Benito se retira mientras su sobrina se viste y se recuesta en un diván. Quedan solas las dos mujeres.

- Ahora te vas a despertar. No podrás contar a nadie lo ocurrido.Dado el experimento que he comenzado con vos, debes verme todos los días....para hablar, diciéndome la verdad. Si no puedes venir, lo haremos por teléfono cuando estés sola. El seguimiento dura una semana. Antes de volver en ti, contéstame a unas preguntas. ¿ Te ha gustado la experiencia?

- No, ha sido asquerosa pero me ha excitado.

- ¿ Te ha parecido grande la pija de tu tío?

- No. La pija más grande que conozco la tiene mi novio.

Pilar que considera que Benito está bien armado, repregunta curiosa.

- ¿Cómo es la polla de Pablo?

Cuando Daniela le muestra con las manos el tamaño del miembro de su pareja, Pilar no puede menos que sonreír con cierta envidia. Una joya piensa. - DESPIERTA....Diez, nueve...uno .YA.

Daniela se agita e intenta ponerse de pié. Mira a Pilar con miedo, mientras baja del artilugio, le da la mano y se marcha rápido. Vuelve a entrar Benito ,sonríe a su compañera.

- Según lo que nos han indicado no hay problemas, pero si es interesante que sigas para ver como le afecta. Al fin y al cabo lo hemos importado como producto experimental. La niña es una joya, me encanta aprovecharla ahora que esté en sazón. Esos melones en poco tiempo caerán, ahora son un desafío a la ley de la gravedad.

- Tendremos que hacer más ensayos, mezclando placer y ciencia, pero yo esperaría para ver la evolución de tu sobrina, para estar seguros que no nos metemos en un lío-

Daniela está sola en el departamento que comparte con su novio. Se ha duchado para limpiarse de las babas de Benito. No puede quitarse de la mente lo que ha vivido, siente asco de haber sido utilizada. Siempre ha sabido como es su tío, un vicioso, un degenerado mandón, pero nunca creyó que podía hacer lo que le ha hecho. Se la ha cogido una y otra vez, sin que ella pudiera resistirse, tenía la voluntad anulada. Quiere contárselo a alguien pero NO PUEDE, algo dentro de ella lo anula. Decide salir , necesita estar con gente, su novio anda de viaje en Rosario por dos días, por eso aprovechó para ir a hacerse el chequeo ginecológico, necesita relajarse. Se acerca a ver a su madre, vive a pocas cuadras de su departamento. Su madre ha rejuvenecido , se la ve más sensual, más feliz desde que fue a España para que Santiago la presentara a su familia.

Llama al timbre, cuando oye que dicen que pase, abre la puerta, tiene llave. No le gusta lo que se encuentra, su madre no está sola, con ella está Raquel, la mujer de su tío Benito. Se besan y abrazan las tres mujeres, no tiene más remedio que sentarse con ellas y tomar mate. Mirando a su tía tan hermosa, con tanta sensualidad escondida, no puede menos que recordar lo que decía su marido mientras la cogía: Tiene las tetas de mi mujer cuando era joven , pero mejores y mas duras. La raza ha mejorado.

Le preguntan por la boda, cómo lleva la preparación. Marisa, su madre, quiere deslumbrar un poco a su cuñada, es ella la que se ha empeñado en hacer una macro fiesta. Se la ve contenta, feliz.

Alguien ha entrado, es Santiago la pareja de su madre, a la que besa en los labios, después lo hace en la mejilla a Raquel y a ella abrazándolas.

- ¡ Sorpresa! ¡ Sorpresa! Un invitado que invita.

Es Benito , el que entra tras el español, se lleva una sorpresa cuando ve a Daniela en aquel salón. Ésta no sabe donde meterse, quiere huir, más cuando su tío la agarra de la cintura y la besa en la frente, siente un nudo en el estómago que se acrecienta cuando el hombre da un pico a su madre, de la que ha oído mientras la cogía: La hija está mejor que la madre. Me la tengo que follar como a esta. Cuando me la calcé estaba dormida y no es lo mismo. Mira la cara de vicio que tiene esta putita.

- Benito nos ha invitado a cenar en Tomo I, no sé que le pasa que anda más contento que una pascuas- dice Santiago mirando a Raquel y a Marisa, duda al ver la cara de Daniela- Bueno, tan feliz como está , aunque sea caro, seguro que no le importa invitarte a ti también , Daniela, que estás sola esta noche.

- Apruebo la moción, no te puedes negar sobrinita. Si pones pegas tu mamá y tu tía te llevan a rastras.

Daniela se da cuenta que no tiene escapatoria, le gustaría contar lo que aquel degenerado le ha hecho en la tarde pero NO PUEDE. Su única defensa es juntarse con Santiago y evitar que el vicioso de su tío encima aproveche para tocarla.

Salen del departamento , en el coche las tres mujeres detrás, los hombres delante. A Benito se le nota exultante, Daniela se da cuenta que tiene la felicidad del macho que ha poseído a todas las hembras de la reunión. Piensa en cómo se lo tomaría Santiago, seguro que le partía la cara. Llegan al restaurante. Tiene el lujo de lo clásico, pese a estar en la 9 de julio no llegan los ruidos de la popular avenida.

La sientan entre los dos hombres, las mujeres enfrente cambiadas, su madre frente a su tío, su tía frente a la pareja de su madre. Ella está muy molesta, pero no puede marcharse. La comida es deliciosa, aunque apenas prueba bocado.

- ¡ Ay mi niña! ¡ Cómo se ve que estás enamorada y no tienes a tu lado a tu Pablo!

Lo que ha dicho su tía debe ser lo que piensan todos, menos Benito que le hace una caricia en la mano y añade con una sonrisa de tigre lleno:

- No te preocupes , repetimos otro día y puede venir tu novio.

La doble intención del mensaje la hace temblar angustiada. Su madre y su tía van al baño, Benito las mira el trasero al andar. Daniela piensa en lo que ha dicho su tío: A mi cuñada, la voy a coger por el culo bien cogida. Siente asco y repugnancia con el vicio del hombre que la sonría sabiendo lo que piensa pero también que no puede denunciar nada. Vuelven las mujeres del brazo, las ve como víctimas de un sátiro, como es también ella, un sátiro que bebe tranquilo un café, señor de deseos y sexo.

Lo ha pasado mal toda la cena, aunque su madre le ofrece dormir en su casa, Daniela necesita estar sola en su departamento. Le gustaría hablar con Pablo, su novio, pero sabe que tiene una noche de salida con amigos. Se mira en el espejo mientras se desnuda. No puede evitar recordar lo que le ha ocurrido esa tarde.

Ha ido a un revisión donde Pilar, su ginecóloga. Ha tomado un vaso de jugo de naranja y al rato se le ha ido la mente cuando estaba en la sillón de reconocimiento.

La voz de Pilar diciendo que se levantase y se desnudase del todo resuena en su cerebro. Lo hizo como una autómata. Se quedó parada, no hizo ademán de cubrirse cuando entró su tío Benito, que frente a ella comenzó a recorrer con la punta del índice sus senos. Los dibujaba una y otra vez . La caricia endureció los pezones convirtiéndoles en dos fresas que destacaban en las montañas erguidas de sus pechos.

- ¡ Qué tetas tiene! No las hay así en el mercado. Mira como vibran.-

Las movió arriba y abajo empujando con el dedo.

Daniela se dejaba hacer, no podía resistirse. Ante su ojos apareció Pilar desnuda. Morena, baja, de poco más de 1,50, con un cuerpo delgado, cuidado , con pechos erguidos, pequeños como dos manzanas, el pubis depilado.

- Son una joya. Además ahora están en sazón. En unos pocos años, se caerán. Los músculos cederán y si quiere mantener ese orgullo tendrá que pasar por el bisturí.

Su tío no paraba de tocarle las tetas, estaba cegado, las acariciaba , las sopesaba, las recorría una y otra vez.

- ¿ Quieres que te la caliente un poco para que la puedas coger bien?

- Ponla a punto mientras me desnudo.

Pilar se pegó a Daniela y la besó en la boca, su lengua jugó con los labios de la joven hasta que entró en su interior buscando la mayor intimidad. No pudo evitarlo , respondió al beso. Nunca había besado a otra mujer así, no debería pero le gustó. Luego sintió sus dedos acariciando su pubis, se concentraron en el clítoris, que se esponjó agradecido a la atención experta de la médica. La joven ardía de lujuria, no podía evitarlo, respondía a las caricias y su concha estaba mojada.

Pilar se separó de ella y la dejó ante su tío que se había desnudado. Alto, fuerte, con el cuerpo musculado por la gimnasia diaria , totalmente depilado, a Daniela le pareció todo él una verga enorme que iba a poseerla. El hombre se tendió en el suelo, la pija apuntando al cielo, Pilar hizo que abriera la piernas, poniendo un pie a cada costado del hombre tumbado.

- Móntale , haz que su pija te penetre hasta el fondo.

Daniela obedeció, sintiendo como el palo duro iba entrando en ella. Se quedó quieta, empalada.

- Muévete despacio , quiero ver como oscilan tus tetas.

Empezó una lenta cogida, su tío no quitaba los ojos de sus lolas que temblaban elásticas. Llevaban un rato largo, ella estaba cada vez más caliente, pero algo en su interior le impedía venirse.

- Ahora ¡rápido! ¿ Verdad que te gusta?

Daniela obedeció, subía y bajaba deslizando en su su vagina la polla de su tío, no podía dejar de mirar a Pilar, que desnuda , frente a ella se masturbaba con un falo enorme, negro de latex. Tenía que responder, tenía que obedecer, su mente estaba en manos de ellos, no podía mentir.

- No, no me gusta pero me excita.

Fue entonces cuando la mandaron descabalgar, ponerse en cuatro para que Benito acabara de soltarle la leche, ella estaba hirviendo de lascivia pero sólo pudo soltarla en una explosión larga y potente cuando Pilar le devoró la concha.

Daniela se da cuenta que los recuerdos la han llevado a estar masturbándose , desnuda, frente al espejo, no puede evitarlo. Se ha descubierto sucia, viciosa, sumisa, no le gusta nada, pero la excita.

Este relato pertenece a la serie de Santiago y Marisa, Daniela la hija de ésta ha sido protagonista de La delantera prodigiosa, Los dientes de la ratita e Ilusiones de mujer.