Desesperación (Mascletà de latidos)

No la conozco, pero sé que estaba allí. Para ti, mi malak.

Truena un aviso. Flores de pólvora

engalanan un cielo vacío de sueños.

Truena un aviso. Llega la hora

de escribir garabatos de ruido en el viento.

Truena un aviso. Mueren silbidos.

Busco tu arcoiris entre los hombres grises.

Creo encontrarte y estalla un latido,

fue sólo el viento que quiso divertirse.

Cierra los ojos y observa la plaza,

huele a pólvora, azufre, sudores,

a trueno, a estallido, a trompetas sagradas,

a sueño de pirotécnicos soñadores.

Se mancha el cielo. ¿Lo ves? Yo lo veo.

Serán esas palabras que nos escribimos.

Tiembla la tierra ¿La sientes? la siento.

Será que del alma nos escapan latidos.

Truenan entre nosotros mil tracas tremendas,

imposible saber si de pólvora o latido.

Éranse una vez “mascletaes” en Valencia,

y los versos que lancé al aire compartido.

Para ti, malak ...