Desesperacion bajo la lluvia...
Un desengaño, una espera de algo que no llega, un reencuentro de dos amigos que quizas hara cambiar sus vidas por completo, ¿Te atreves?...
Desesperación Bajo La Lluvia
Esa tarde llovía. Oh, si. La lluvia caía de forma desmesurada, de forma que el ruido que hacían las gotas al chocar contra el cristal de mi ventana, en el silencio de la casa...Acabaría volviéndome loca. Me sentía tan triste, tan...abandonada, si esa era la palabra "abandonada" del mundo y de todo...Lo mío era una tristeza que hacia ya días que me desgarraba el alma. Pero no era bueno para mi quedarme en casa, así que me vestí y salí a la calle.
Dicen que uno se viste como se siente, y creo que en parte es verdad. Yo me sentía mal, me sentía tan...enfadada, tan...indignada, tan...tan poca cosa bajo aquella lluvia...Llevaba puesto un vestido negro de manga corta que se ajustaba perfectamente a mi pequeña cintura, también un abrigo negro bajo muy discreto y unas botas altas negras, de las que parecía que en algún momento me dejarían caer. Mi enorme melena pelirroja parecía ondularse más con cada gota de lluvia que le caía, y en mi cabeza...Dentro de mi cabeza, las ideas se agolpaban haciendo que se me cortara la respiración a cada paso, sentía una gran presión en el pecho, sentía ganas de llorar, ganas de...de destrozarlo por lo que me había hecho, ganas de...
Y entonces fue cuando lo vi...(No a David, sino a Dani)
Iba tan guapo vestido...y su sonrisa era la más cálida y dulce que había visto en mi vida. Una mirada suya bastaba para llenarte de fuerza o para hundirte en la peor de las miserias. Dani, era...simplemente era él...
Habíamos ido a clase juntos, durante cuatro años el fue mi pretendiente más incansable, quizás fue por eso, por ser tan perfecto que cada vez que estábamos juntos mis mecanismos de autodefensa se activaban sin darle lugar a una tregua. En realidad, Dani no me gustaba, en serio...Si, era amable, guapo, atento, atractivo...Pero era sólo un amigo, mi mejor amigo...al menos en aquella época. Luego nos separamos y como ocurre siempre, cada uno siguió su camino...Triste, ya que no tenia noticias suyas desde hacia casi dos años...
-Deberías saber que las flores por muy bonitas que sean, no deben regarse con tanta agua así a la ligera, Cassandra...-dijo acercándose a mi con una leve sonrisa y poniendo su paraguas entre los dos para no mojarnos.-A veces no es bueno...
-Dani...-dije fingiendo que no lo había visto venir.-Ho...hola...
-Hola...-dijo besándome dulcemente en la mejilla casi con un susurro.-Vaya, has...has cambiado mucho...-dijo mirándome detenidamente esbozando una sonrisa.
-Si...-baje la cabeza algo avergonzada.-Todos cambiamos...
-Estas preciosa...-volvió a sonreírme con entusiasmo.
-Tú tampoco estás mal...-intente sonreírle lo que pude pero la tristeza me podía más.-¿Y como te va todo?...
-Bien, muy bien...-me cogió suavemente del brazo haciéndome subir a la acera, ni siquiera me había dado cuenta de que estaba en la carretera, mirándolo.- Al final, entre en la facultad de medicina,¿No te lo dije?...-sonriendo.-No hay examen que se me resista...-dijo soltando una risita.-Ahora estoy viviendo con Ángel, el hermano de Patricia...¿Te acuerdas de ellos?...-parecía tan feliz y encima era como si quisiese restregarme toda esa felicidad.
-Si, ya me acuerdo...-en realidad intentaba no mirarlo mucho, ya que no sabia como enfrentarme a su mirada.
-Pues ella se ha casado con Fran y ahora tienen una niña preciosa, deberías venir a verla algún día...-y llegados a ese punto de la conversación, él pregunto lo inevitable.-¿Y a ti como te ha ido todo?...
-Bien, genial...-sonreí algo triste, no se si él me conoce demasiado bien o que pero no hizo más preguntas, en ese momento.-Bueno, me ha gustado mucho verte...-no sabia cuanto tiempo más iba a poder controlar las lagrimas así que preferí cortar la conversación.-Ahora tengo que...irme...-sin darle tiempo a contestar eche a andar.-Ya nos veremos...
¡Dios! Estaba tan...tan enfadada, conmigo por no poder engañarlo, con él por no poder engañarme, con David, por haberse ido con esa...esa...no, ella no tiene la culpa de esto. La culpa es mía, por ser tan idiota y enamorarme siempre de los mas fracasados, por eso y por bajar la guardia cuando no debía...
Sin saber como acabe en mi portal, con las manos apoyadas en la puerta y la cabeza baja intentando calmarme un poco, la lluvia seguía cayendo, más y más, estaba completamente empapada y ahora las gotas de mi cara se entremezclaban con mis lagrimas que peleaban por salir de mis ojos.
-Cassey...-una voz entrecortada sonó a mis espaldas y una mano se poso suavemente en mi hombro.-¿Estás... bien?...-Me gire sobresaltada pegándome instintivamente contra la puerta.-Hey, tranquila...-dijo Dani, soltando el paraguas.-Soy yo...-lo apoyo en la pared junto a la puerta y se acerco un poco a mi.-¿Qué es lo que pasa?...-se le veía realmente preocupado por mi, y yo me arrepentía por ser tan estúpida y no haberle hecho ningún caso todos estos años.
-Pasa...-me tome unos segundos, para reponerme y que no me viera así.-Pasa que te he mentido...-él me miro entre sorprendido y desconcertado.-Estos dos...-las lagrimas se amontonaban en mi garganta apenas sin dejarme respirar.-Estos dos últimos años...-me miro atento.-Han sido una mierda...
-Cassey...-como diciéndome que no hacia falta seguir explicándome.
-No, no importa...-metí la mano en el bolsillo del abrigo para sacar las llaves pero no había nada.-Es que...
-¿Buscas esto?...-me dijo enseñándome unas llaves que casualmente eran las mías.-Se te cayeron en la carretera, por eso he venido...-me las fue a dar y cayeron al suelo, me agache a recogerlas y al levantarme no me di cuenta y quede frente a él mirándole directamente a los ojos.-Deberías tener más cuidado con las llaves...-me las quito despacio sin dejar de mirarme.-Puede que la próxima vez, no las encuentres...-se inclino un poco hacia delante, y me quede helada creyendo que me iba a besar pero en lugar de eso, metió cuidadosamente la llave en la cerradura y la giro hasta oír un ligero, ¡click!...El corazón se me acelero, sentía como la sangre me hervía, como el calor me invadía inundándolo todo a su paso, lo que sentía ahora ya no era dolor, era furia en estado puro, y no entendí muy bien porqué. Quizás por mostrarme tan frágil ante él...¿O era ante mi?...
-Cassey...-su voz sonaba tan dulce y serena...-¿No vas a contarme que te ha pasado?...-bajo aquella lluvia su sonrisa parecía distinta, sus ojos brillaban como nunca con un destello especial y la verdad es que tenia un aspecto encantador, lo que lo hacia aun más difícil para mi. Subimos en silencio las escaleras, cerrando la puerta de mi casa tras de si, y estuvimos hablando de todo un poco, mientras tomábamos unas copas...
-¿Y te lo dijo así sin más?...-me preguntó cuidadosamente sentado junto a mi en él amplio sofá blanco.
-Sin más...-yo miraba la copa jugando con ella entre mis manos, casi abatida.
-Pues ese tío es un idiota...-dijo dejando su copa sobre la pequeña mesa de cristal.-Si, es un estúpido y un...-conocía esa cara, esa que ahora ponía de rabia e indignación y le corte.
-Hey, tranquilo...-dije sonriendo algo triste.-No tienes que dejarle mal ante mi, en serio...
-Es que estoy tan...!Dios!...-estaba enfadado, y la verdad es que eso me gustaba.-Te juro que le partiría la cara ahora mismo...-eso no me ayudaba en nada, aunque apenas lo escuchaba.-Hay que ser idiota para estropear las cosas de esa forma con alguien que te quiere y a quien quieres, por un revolcón de una noche...-yo ya no podía más.-A ese tío le pasa algo raro...
-A lo mejor es a mi a la que le pasa algo raro...-dije por lo bajo, aunque no pensé que me pudiera oír.
-¿Pero que dices?...-levanto la vista alucinado para mirarme.-¿Tú te has visto bien?...Eres guapa, inteligente, divertida...-se le seguía llenando la boca cuando hablaba de mi, después de todo este tiempo.-Eres un sueño de mujer, y cualquiera se moriría por estar contigo...
-Lo dices por animarme, porque eres mi amigo...-le mire agradecida.
-En realidad...-se me quedo mirando fijamente, acercándose despacio hacia mi cara.-No debería decirlo, por serlo...-besándome dulcemente.
-Dani...-dije apartándome un poco de él.-Esto...esto no está bien...
-Shh...-dijo apartándome un poco el pelo de la cara y volviéndome a besar está vez con más pasión.-Dime que no me quieres y me iré de aquí...-los dos sabíamos perfectamente que en esos momentos yo era incapaz de decírselo, la verdad era que no estaba segura de nada.-¿Lo ves?...-le mire sabiendo que tenia razón.-Me necesitas Cassey...me necesitas igual que yo a ti...
-Siempre lo has sabido,¿Verdad?...-Ninguna dijo nada, sólo nos quedamos en silencio mirándonos como si fuera la primera vez que nos miráramos de verdad, como si fuera la primera vez que nos hablábamos en silencio...en la intimidad, como si fuera la primera vez que nos rozáramos fingiendo que fue por descuido. He de reconocer que yo temblaba como una hoja en ese momento, no se si por el frió, por lo mucho que me había empapado bajo la lluvia o por sentirlo tan cerca de mi, la ansiedad, la sensación de necesidad, que jamás había sentido por nadie...(ni siquiera por David) se hacia más patente a cada segundo que pasaba a su lado.
Notaba como mi respiración se iba acelerando, al igual que mi corazón que parecía quererse salir de mi pecho, y él sabiendo esto acerco sigilosamente su mano a mi espalda acariciándome con sus tersos dedos, lo que hizo que me estremeciera literalmente, fue tal el escalofrió que me recorrió todo el cuerpo que casi me caigo del sofá, eso hizo que me pusiera a cien...
-Dani...-no podía articular palabra casi...-Dani, creo que es mejor que lo dejemos ya,¿Vale?...-me levante y camine hasta la puerta de mi habitación, pero él no se dio por vencido y me siguió.
-¿Y si no quiero?...-me dijo con una voz sensual que hizo que me ruborizara al instante notando como me rodeaba por detrás con sus fuertes y cálidos brazos, el calor que desprendía era tal que en ese momento desee que terminara ya, que hiciese conmigo lo que quisiese pero que no me dejara con esta incertidumbre. Cerré los ojos sintiéndolo tan cerca...me moría porque me hiciera suya allí mismo, pero no obstante la imagen de David no hacia más que acudir a mi mente llenándome con una sensación increíble de inseguridad y culpabilidad.
-Eso me da igual...-dije separándome de él, en realidad me moría porque me tocara pero yo algo me decía que no estaba bien eso que estábamos haciendo.
-Nunca bajas la guardia,¿Verdad?...-me dijo afirmando más que preguntando.-Ni siquiera en el dormitorio...-se me quedo mirando.-No me extraña que David se fuera con esa...-eso me disparo, fue como una descarga de rabia contenida, odio, adrenalina y deseos de venganza unidos a querer demostrarle que se equivocaba.-Perdona, yo no...- le di una mirada algo dolida pero orgullosa y fui hacia él casi sin pensar lo que hacia, besándole larga y apasionadamente.-Esa es mi niña...-dijo tras unos segundos intentando recuperar el aliento, yo sin mediar palabra sonreí con malicia y lo cogí de la camisa llevándolo a la cama y tirándolo allí, en un segundo su camisa había pasado a la historia, al igual que mi vestido que con un simple gesto se deslizo por mi cuerpo hasta caer a mis pies, me subí a la cama arrancándole los pantalones casi con desesperación y volviéndolo a besar.-Cassey...-creo que nunca me había visto de esa forma y eso le asustaba un poco. Yo haciendo caso omiso me dedique a acariciarlo en silencio, mientras con mi boca recorría cada pequeña parte de su perfecto y marcado torso, notaba como algo debajo de mi se movía, estaba desesperado por hacerlo, por deslizarse dentro de mi, pero ahora era yo quien decidía y decidí hacerlo sufrir un poco más. A medida que el calor subía nuestras respiraciones se iban convirtiendo en pequeños gemidos de placer, era como si nos faltase el aire con cada movimiento que hacíamos, tenia los dedos fríos, y mi cuerpo estaba algo húmedo por la lluvia, mi pelo tenia un olor especial y un cierto aire mágico por la humedad de la noche.-¿Qué pasa?...-le mire entre desafiante y divertida.-¿Asustado?...-él no atinaba a decir nada y yo volví a besarlo de nuevo.-Ahora mismo podría hacerte cualquier cosa y a ti te gustaría...-fue a acariciarme pero le agarre los brazos frenándolo, le mire a los ojos y fui deslizando mi boca a ras de la piel, sin tocarla apenas, anhelando hacerlo y al llegar al borde de sus bóxer oscuros ajustados los mordí, levantándolos un poco lo justo para bajar una mano y quitárselos casi por completos de golpe.-Vale, ahora si...-me dijo como auto cediéndose el turno. Dani me dio la vuelta en un rápido movimiento quedando encima de mi, y hundiendo su cara en mi pelo, acercándose cada vez más a mi cuello y recorriéndome enterita con los dedos. Solo de pensarlo se me erizaba la piel. Me besaba con pasión, con desesperación, como si se nos acabara el tiempo de un segundo a otro y eso me gustaba, me hacia tener poder sobre él, yo jugaba con ventaja, yo en estos casos siempre juego con ventaja, y él lo sabe y yo lo se, y quizás eso es lo que le atrae tanto de mi, quizás que soy la única persona a la que no puede poseer completamente y eso le corroe por dentro...
Comencé a notar entre mis piernas el calor de su miembro, mientras me movía despacio y acompasadamente sin llegar a sentirlo dentro de mi, la sensación era delirante, lo oía gemir como nunca antes, sentía como un liquido caliente se deslizaba despacio por entre las piernas y eso él lo noto, llevo una de sus manos hacia mi muslo derecho y la apoyo allí firmemente abriéndome un poco más las piernas, se alzo un poco hacia arriba mientras que con la otra sosteniendo mi mirada y también mi agitación, hundía sus dedos suavemente en mi interior, primero lentamente después con más entereza, eso me arranco un grito de placer y me hizo arquear la espalda en la medida de lo posible, al verme así sonrió satisfecho y saco sus dedos ya empapados con mi dulce néctar, sorprendentemente se los llevo a la boca chapándolos detenidamente con deseo y pasándomelos por los labios, deslice mi lengua alrededor de mi labio superior y nada más notar su sabor, fue como si algo explotase dentro de mi llevándome casi a los limites de la locura. Pero ansiaba más, yo quería más...Yo necesitaba más. Así que le bese larga y apasionadamente, saboreando de su boca algo que me pertenecía por derecho, algo mío, algo personal...
-Te necesito...-le susurre al oído, mordisqueándole suavemente la oreja.-Te necesito dentro de mi...
No tardo nada en atender a mis suplicas y poniendo sus manos suavemente en mis rodillas separo más aún si podía mis piernas, se inclino un poco más hacia delante introduciéndomela poco a poco en mi pagina rosada y reluciente de fluidos, al principio despacio pero luego moviendo las caderas más acompasadamente mientras que sus manos no dejaban de tocarme, afuera la tormenta rugía con fuerza y el agua golpeaba violentamente los cristales de mi ventana haciendo un ruido insistente, la tormentosa y cálida noche dio paso a un día aún mejor. El sol entraba por mi ventana inundando con su luz todo a su paso, incluido mi cuerpo desnudo cubierto con una ligera sabana blanca, desperté poco a poco con una sensación de paz y tranquilidad de la que carecía hacia muchísimo tiempo y en la cama encontré una nota.
-Siento no haberme podido quedar pero le prometí a Kevin, mi sobrino llevarlo al partido de la Universidad, espero sinceramente que estés mejor y que me hayas perdonado el comentario que te hice, no iba en serio así que perdóname por favor, eres una chica realmente fantástica y de si algo estoy seguro es de que te quiero, ¿Nos veremos pronto?... Bueno, eso depende de ti, yo rezo porque si, pero de igual forma, gracias por regalarme una noche maravillosa, la estaba deseando desde hacia casi seis años,¿ Y quieres saber una cosa?...
PD: Si, mereció la pena esperar...