Desescalada -ii-

El secreto de la felicidad, o, por lo menos, de la tranquilidad, es saber separar el sexo del amor. Y, si es posible, eliminar el amor romántico de tu vida, que es el que hace sufrir. Así se vive más tranquilo y se goza más, te aseguro.

Irene debía de haber hablado con Adriana y me miraba con disgusto, pero no se atrevió a decirme nada y tampoco a preguntarme. Paloma regreso y todo había ido bien y cuando pregunto a Irene como había pasado el fin de semana, esta le contesto que normal. No voy a negar que me había quedado un poco rayado, todo fue inesperado y muy raro, pero no había que dar más vueltas a la peonza. De todas maneras los días que venían iban a ser complicados en el trabajo. Tenía una reunión importante en un estamento público y una reunión empresarial con un equipo de personas de un país extranjero. Teníamos desde el principio muchas posibilidades, pujábamos por el contrato, una empresa inglesa, una alemana y la nuestra.

El mismo lunes que pasábamos a la Fase 1, tenía una reunión con la responsable de un centro muy importante. No me hacía nada de gracia esa reunión, primero por el lugar donde se iba a desarrollar, segundo porque no me apetecía nada llegar a ningún acuerdo y tercero, porque esa semana y posiblemente la siguiente no pararía de tener reuniones de una manera o de otra. Sabía que la reunión que me prepararon era con dos mujeres, Vicenta que era la que dirigía todo y Dolores. Llegue con tiempo y cruzaba los dedos para no tener ningún encuentro que me hiciera cumplir una de mis pocas promesas. Pase el primer tramo sin más. La primera sorpresa, esperaba que alguna estuviera bien, por lo menos alegrarme la vista y la verdad… no fue así. Pero esa no fue mi primera sorpresa, la primera sorpresa fue ver a Adriana.

Su cara lo decía todo a pesar de llevar mascarilla, era una sorpresa como lo era para mí. Fuimos a una sala grande, donde podíamos estar a mas de dos metros cada uno y nos pusimos sin mascarilla. Vicente me dijo su cargo, el de Dolores y a Adriana la llevaban como “comparsa” porque no entendía su presencia. Antes de empezar y después de los saludos… “Me da alegría volver a verte Adriana, ¿Tiano cómo va?” ella me contesto que todo bien y la cara de sorpresa ahora estaba en Vicenta y Dolores.

Sabían que era de Madrid y en vez de ir al grano, ser directas, quisieron dar un rodeo y se pusieron para mi entender un poco “pesaditas” por querer saber cómo había desembarcado en Valencia, lo intentaron de varias maneras, sé que con toda su buena intención y lo zanje con una frase que no es mía… “La cosa más insignificante puede cambiarte la vida. En un abrir y cerra de ojos, cuando menos te lo esperas, ocurre algo por casualidad que te embarca en un viaje que no habías planeado y rumbo a un futuro lamas imaginado. Quien sabe dónde te llevara, es la aventura de nuestra vida, nuestra búsqueda de la luz, pero a veces para encontrar la luz hay que atravesar las más profundas tinieblas” se quedaron mirando sin saber que decir y les añadí… “Y ahora mismo para mi Valencia es estar en las tinieblas… ¿Alguna duda mas? Porque estaré encantado de resolverlas”

Y ya entonces empezamos a hablar de lo que interesaba y de lo que había ido dispuesto a decir que no. No tenía ningún interés a admitir personal para nada. Aunque Victoria y otros me habían insistido, porque cuando estábamos en otros sitios si lo hacíamos, pero esta vez no quería. Fui a la reunión por no dejar mal a Victoria y otra persona, que habían entablado las conversaciones sin yo saberlo. Sabía que la petición era para unas seis personas. Perdí la noción del tiempo escuchando lo que me decían. Miraba de vez en cuando a Adriana que estaba mirando donde poder esconderse. Lo único que recuerdo con detalle fue lo último que me dijeron… “Bueno y esto es todo… ¿Qué te parece?”

“Pues la verdad que no sé lo que me parece… pero voy a ir a lo que creo que es importante. Adriana… ¿A ti que te parece?” lo hice con muy mala leche. No se esperaba esa pregunta, pero estuvo muy acertada y respondió bien. Me sonreí y les dije… “Pues si Adriana dice que está bien, por mí no hay ningún problema” . Ahora venia el número de personas, si se podía llegar a siete u ocho, de nuevo le pregunte a Adriana y esta vez estaba preparada… “Pues creo que siete u ocho serian pocos, tú puedes admitir a más. Por lo menos a veinte” . Me quede pensativo un momento porque me puse a hacer cálculos a toda velocidad y dije hasta quince puedo, mas no. Alegría en la cara de Vicenta y Dolores.

Finalizamos todo con buenas palabras y querían sacarme el compromiso de cuando se normalizara todo, que pasara por allí más a menudo y se podría ver alguna cosa más de mi colaboración. Les fui muy claro, que no había que tentar a la suerte y lo deje en eso, no em comprometí a nada. Nos quedamos charlando Adriana y yo en la sala. Estaba muy cortada y así me lo hizo ver.

- Esta mañana lo que menos me prensaba era encontrarte y mucho menos aquí.

  • Me ha pasado lo mismo. ¿Y tú que hacías aquí?

- Vicenta se dedica a lo mismo que yo y quería mi asistencia para ver por donde ablandar al “madrileño” que venía. Que se habrán llevado una sorpresa porque se creían que el hombre que vendría era uno de mas de 60 años. Que suelen ser de esa edad.

  • Ya decía yo, no le encontraba sentido.

- ¿Estas más relajado que la última vez? ¿Has cambiado de opinión o por lo menos de actitud?

  • Mas que relajado estoy tranquilo conmigo mismo. Mi opinión sigue siendo la misma y mi actitud sigue por el mismo sendero. Como les he dicho a las que se han ido, Valencia para mi es el centro de mis tinieblas y no quiero que sean las tinieblas de nadie más. No quiero hacerte daño. Y vernos solo para follar no creo que fuera bueno para ti.

- Oye que soy mayorcita y se lo que es bueno o malo para mí. Y no vayas de prepotente… ¿Quién te ha dicho que yo quiera volver a follar contigo?

Le di la razón y desviamos la conversación. Me pregunto si estaba por aquí por horas o que. Le dije que estaría uno o dos días más y que luego me volvía al campo. Que podría venir e irme en el día, pero las demás reuniones eran a las ocho de la mañana. Terminamos de hablar y se vino andando conmigo y me pregunto porque era reacio a ir por allí… “Porque hice una promesa de decir un hola y un adiós, en la misma frase” la respuesta de ella… “Siempre con tus enigmas y si te pregunto no me vas a contestar” en ese momento pasábamos por unos aseos. Empuje la puerta del de mujeres y meto dentro a Adriana, nos metimos en uno de los habitáculos y nos liamos a morrearnos. Parecíamos pulpos metiéndonos mano. Iba a ser un polvo accidentado. Suena el móvil, Vicenta que le pregunta si puede pasar a verla, Adriana aguantándose le contesta que en un cuarto de hora.

Se oye que alguien entra dos mujeres y luego otra más, empujan las distintas puertas y la nuestra, Adriana dice ocupado, con un hilito de voz. Una pregunta… “¿Eres Adri?” Adriana le contesta que si y la otra le dice que es Mercè. Mientras hablan le quito las braguitas, me coloco un preservativo y hago que se vaya sentando sobre mi polla. Se muerde los labios, se ha puesto roja. Una pregunta graciosa… “Adri, ¿Quién era el macizo de la chaqueta azul?” como puede les explica quién soy. Una le pregunta pero tan bueno estaba y la misma le responde… “Pues es el futuro padre de mis hijos” las otras le contestan que estaba casada y ella riéndose les dice que no era problema.

Adriana estaba muy cachonda, me estaba empapando. Le preguntaron si no salía y ella les dijo que estaba con la tripa descompuesta y las oímos marcharse. Empezamos a follar con más ganas y otra vez suena el móvil. Veo que es Tiano y le corta. Vuelve a llamar, lo coge y esto es lo que ella dice…

“Tiano ahora no puedo. Tiano que no puedo ahora. Tiano que estoy con Carlos y me está follando, ¿Lo entiende ahora?” me gusta tenerla encima, sentir como se clava mi polla y como estira sus piernas, como tratando de sentir mas la penetración. Quiere aguantar, contenerse, pero en el momento que toco su culito se empieza a excitar mas y me dice al oído… “Como me gustaría que ahora mismo me azotases… que fueses duro” sabía que era una invitación para que lo hiciera, pero no quería no enterarme si entraba alguien y pase de hacerlo, no por falta de ganas.

Se apoyo mas sobre mí y ya no había marcha atrás, se empezaba a correr y pego su boca en mi chaqueta, oía su grito apagado en mi hombro y como me mordía. Se quedo abrazada a mí… “¿Como lo haces para hacerme llegar antes de que lo hagas tu? Como sea da igual, tienes que darte prisa que si no me vendrá a buscar Vicenta” cambiamos de posiciones, se sentó y me puse de pie, me quite el condón y mientras me hacia una mamada, deja libre mi pensamiento, que volara y tuve una corrida espectacular. Ella muy previsora salió antes que yo y luego me hizo una llamada perdida y salí rápido. Me acompaño hasta donde tenía aparcada la moto. La despedida estuvo algo “tensa” mas por su parte que por la mía.

Llegue a mi despacho y se acumulaban las visitas. Muchas de ellas las desvié para que otras personas las atendieran. Seleccione las que creía que tenía que atender personalmente. Inesperadamente apareció Victoria mientras mantenía una videollamada, le hice una señal de que me quedaba como diez minutos y ella se puso a hacer otras cosas. Termine un poco mas tarde y de ver a Victoria cuando llego, contenta, lo digo por lo que me trasmitían sus ojos, ahora venia echa una furia.

- Carlos, no me jodais entre unos y otros, esto no puede seguir así.

  • En cuanto te explique y me lo cuentes, sabre tanto como tú.

- No lo sabes, pues te lo explico. Tu amigo Francisco, nos trae de culo.

  • Perdona…. ¿FRANCISCO…?

- Si ese mismo.

  • Me cae bien pero no somos amigos y dicho esto, es imposible que Francisco tenga una mala palabra o un mal gesto. I M P O S I B L E.

- Es verdad, no es él es su mujer, la suiza. Trata a todo el mundo como si fuese una mierda, todos la huyen, nadie quiere hablar con ella, en pocas palabras es una HIJA DE PUTA. Y esto lo digo yo de la última vez que hable con ella.

  • Vale, tranquilidad que hay algo que me he perdido. ¿Qué tenéis que hablar con ella?

- Ah que no lo sabes. Pues a tu amigo se le jubilo el que llevaba su departamento fiscal y la mujer que es directora de banco, es quien le asesora ahora, hasta que encuentre alguien. Es insufrible. Y vas tú y le endiñas la visita a otros.

  • Es que creía que era Anselmo el que venía, nadie me había contado nada de esto. ¿Cuánto tiempo lleva sucediendo?

- Desde el pasado noviembre, para ser más exacta desde el jueves 28, a las diez de la mañana.

Hice que cambiaran la fecha para cuando estuviéramos en la FASE 2 y seria yo quien los recibiría. Saque de mi mochila unas carpetas que traía de casa y el correo que se me acumulaba en el buzón del piso. Me deshice de toda la propaganda y me quede con lo poco que quedo, entre todo nuevas misivas anónimas de una supuesta admiradora. Como no venían fechadas trate de colocar en orden las cinco cartas que habían. En tres de ellas había una foto. Un culito en pompa, unos pechos pequeñitos pero bonitos y unos labios con la lengua lamiendo el labio superior.

Quien fuera era atrevida si es que en realidad fuera una mujer. Osada porque dejaba un numero de móvil. Indicaba que por la mañana solo podía llamar de 10:30 a 11:30 y por la tarde a partir de las 15:20, era como un horario de trabajo, por la mañana la hora de almorzar y por la tarde la salida del trabajo. Si era así, quería decir que donde trabajara lo hacía solo por la mañana, funcionaria, banca, consultoría…

No eran ni las diez de la mañana, llame a ese número ocultando el mío y daba señal hasta que salto el contestador, con una voz programada, esperaba que si no me cogían la llamada oír un contestador con la voz de la persona. Solo podía deducir que era la misma compañía telefónica que la mía de momento, porque era la misma voz que tenía en mi móvil. Sabía que podía ver mi casa desde la suya, por lo que tenía que estar en un piso alto y muy próxima a mi vivienda. La primera persona en la que pensé era una que me hacía “rabiar” pero la descarte por las últimas conversaciones que tuvimos, luego pensé en mi vecina y su hija, pero también las descarte, por un dato fundamental, las dos eran de demasiado pecho. Lo deje estar y seguí con mi trabajo, me gustaba porque provocaba que mi cerebro funcionase aun no queriendo.

Había una reunión para encarar los próximos meses, afortunadamente en nuestro sector el COVID-19 aumento la carga de trabajo, lo que hizo que no se tuviera que hacer ningún ERTE y habría que contratar a alguna persona más. Muchos me preguntaban si estaba bien, porque tenía mala cara. Estaba de lujo, solo me faltaban horas de sueño. A mitad de la reunión cuando estábamos planificando los equipos para unos viajes importantes, me vino algo a la cabeza. Les deje seguir y me fui a mi despacho.

Saque las misivas y las leí con detenimiento. Me sorprendí del hallazgo. Había datos sobre cómo iba vestido algún día, si me quedaba bien o no la ropa… pero justo todos esos días, menos uno, no había pasado por mi piso. Lo que me marcaba que la persona donde me veía era en el trabajo. Porque entraba directamente en el aparcamiento, ya fuera con coche o con moto. Esa pista y que donde trabajamos todos tenemos la misma compañía me llevo a pensar que quien fuera, hombre o mujer, estaba allí, incluso lo mismo había estado en la reunión.

El siguiente paso, meterme en el listado telefónico de la empresa y consultar el número. El programa me decía que no había ningún terminal con ese número. No lo deje, había bastante personal que no tenía móvil de la empresa. Pero ese personal había que comprobar uno a uno sus móviles. Me llevo un poco pero tampoco salió nada. Me daba igual sabía que la persona estaba rondando por aquí. A las 11:25 que ya estaban casi todos en sus puestos, volví a llamar y esta vez sí descolgaron. Miraba a todos los que veía y nadie hablaba por móvil.

- Llamada oculta, no dices nada… ¿Carlos por fin te has decidido? ( En sus primeras palabras la voz no me era extraña, pero no sabía dónde la había oído )

  • Ya está hecha la llamada, ahora dime… ¿Quién eres?

- Jajaja… ¿No pensarías que iba a ser así de fácil, verdad?

  • Pues nada, hasta aquí ha llegado esto. NI UNA MISIVA MAS.

- Espera, espera… te lo digo, pero me tienes que prometer o jurar, que no lo dirás a nadie. ( Cada vez me sonaba mas su voz )

  • Ni juro ni prometo. Adiós.

Corte la llamada, la voz me golpeaba en la cabeza, aunque la disimulaba con un tono suave tranquilo, conocía esa voz. Estaba seguro de que me había visto en el trabajo y no en mi casa. Pero también veía mi casa y algunas cosas de las que describía, me indicaban que vivía como mínimo a la misma altura de mi casa. Otra cosa que estaba ya segura es que si era una mujer. Gracias a Google maps pude hacer una criba y seleccionar desde donde se podía ver bien mi casa. Anote en un papel los nombres de las calles.

En el programa de personal seleccione solo a las mujeres y vi todas las direcciones, ninguna correspondía a las calles seleccionadas. Se acababa la jornada para casi todos y me dispuse a comerme una ensalada gigante. Me trajeron las actas de las diversas reuniones que habían tenido y entonces vi a uno de los técnicos, uno que había estado sobre el alambre de echarlo en varias ocasiones, por el trato con los demás. De vez en cuando Victoria le tenía que dar un toque porque se le olvidaba con frecuencia como debía de comportarse. No me caía a nivel personal tampoco muy bien, pero en lo suyo era bastante bueno. Daba la circunstancia de que lo había visto corriendo varias veces cerca de mi casa.

Revise las actas y leí la defensa que hacía de un proyecto, se había quedado disgustado porque no entendió que no lo vieran como él lo veía. Eche un vistazo y rápido supe donde estaba la pega. Hice una copia en un pincho (pen drive) y me fui a verle, era invadir su esfera personal, pero si tenía razón la culpa no sería mía. Iba en la moto y vi que iba corriendo en dirección a su casa, llegue antes que él y me espere. Se extraño al verme.

- ¿Ha pasado algo? ( Con cara de susto )

  • No pasa nada, tranquilo, solo venía a hablar del estudio del proyecto… siempre que te venga bien, si quieres nos tomamos un café ahí en frente.

- Mejor en mi casa, así me cambio de paso y no estoy todo sudado.

  • No quiero molestar mas de la cuenta…

- No molesta Raquel ( su mujer, seguro que la conocía pero no le ponía ni cara ni sabia el nombre ) está acostumbrada a que haya gente en casa.

Le encontraba nervioso y queriendo agradar. La corazonada, la intuición lo mismo no me llevaban a nada y estaba equivocado. Abrió él la puerta se oía de fondo la televisión y él dijo… “Raquel ya estoy aquí y traigo compañía” , apagan la televisión y oigo que dicen… “Ah sí, ¿Quién?” aparece y se queda blanca. Va descalza y lleva un pantalón muy corto y una camiseta de tirantes. Es una mujer tal vez de 1,60 no más. Su marido tiene 48 años y ella como máximo le echo 44. Regaña a su marido por no haberla avisado, que está hecha una facha vestida así y me disculpo por el… “No le culpes a él, he sido yo el culpable, que le he asaltado en la calle… y bueno… culpa mía” me hacen pasar al salón y veo sobre una mesita un móvil.

En mi móvil llevo preparado el número del móvil enigmático. Sin apenas que se dieran cuenta, mientras ella me está saludando, porque ahora el marido se dio cuenta de que no nos había presentado, marque el número cuando ella se dio la vuelta y me lo metí en el bolsillo. El móvil de la mesita se ilumino, ella se fue a él y debió ver lo de llamada oculta, lo apago y luego me miro con cierto pavor. Ya no era ella la que dominaba la situación. El marido se excusó y se fue a dar una ducha. Raquel fue por una cerveza que era lo que había pedido. Fui tras ella.

- Por favor, no le comentes nada de esto a mi marido. POR FAVOR.( Su expresión era de mucha preocupación )

  • ¿Y que se supone entonces que debo de hacer?

- No lo sé, pero mi marido me mataría y mas con usted o contigo.

  • Ya sé que le caigo de regular a mal. ¿Verdad?

- Pue sí.

  • ¿Por qué lo has hecho?

- La verdad que no lo sé y ahora menos. Posiblemente por aburrimiento, porque llevo ya tiempo sin trabajar.

  • Pero… ¿Por qué conmigo?

- Como mi marido esta mas con la cabeza y el resto de su cuerpo en el trabajo, como no me hace caso y porque te tiene mucha manía… pues lo mismo por eso. (Su expresión no se relajaba )**

  • ¿Y ahora qué?

- ¿Cómo qué y ahora qué?

Saque sus fotos se las deje encima de la mesa de la cocina y ella las cogió rápida. Ahora si se relajó un poco y más cuando añadí que no tenía ninguna copia y era verdad. Llevaba la bandeja con vasos, bebida y dos cuencos con aperitivos. La deje pasar delante, dejo todo sobre la mesa y agarre su culito, lo acaricie y estaba bien durito. Se me quedo mirando, su mirada estaba con excitación y miedo. “No te preocupes que por lo menos hoy no va a pasar nada y si pasa será porque tú quieras” no quise decir nada mas ni insistir, sobre todo porque llevaba desde el día 21 de mayo con un malestar generalizado, estaba con la tripa fatal y en esas circunstancias lo mejor es dejar el sexo apartado.

Salió su marido y estuvimos una hora hablando de trabajo. Quede en continuar el día siguiente pero ya en el despacho y me despedí. Insistió en que me quedara a cenar… “Os lo agradezco mucho, pero de verdad que no puedo. Estoy a base de arroz blanco, un poco de jamón york y agua con limón y bicarbonato. Que debí de comer algo en mal estado y no estoy muy bien” . No era mentira era totalmente la verdad. Cuando llegaba a mi casa, me encontraba tan mal, que tomaba lo que he dicho y me metía en la cama. Menos mal que esa dieta blanda parecía que algo me estaba haciendo. El móvil lo apagaba cuando llegaba, no me metía en internet y ese día el teléfono fijo de mi casa sonaba sin descanso.

Por las mañanas me solía levantar un poco mejor y escuche el contestador, era mi amigo-hermano Ray. En cuanto llegara al trabajo le llamaría. No paso as, a las doce cuando tuve un pequeño descanso le llame. La conversación fue breve, ya estaba en Valencia con Daniela por trabajo, que se vendrían a mi casa de Valencia mejor que a un hotel con todas las historias de cómo estaban los hoteles. Le mande que se pasara si quería por las llaves y me dijo que en cuanto acabaran la reunión de trabajo. Antes de las dos de la tarde apareció Ray.

-Hola hermano. Tienes que dormir mas, follar menos y no trasnochar tanto que se te nota el cansancio.

  • Jajaja… de follar poco y la última vez si te lo cuento, en un aseo público y deprisa y corriendo.

- Pues esta noche si lo hacemos bien, Daniela nos puede dar una buena sesión, para dejarnos para el arrastre. Pero nos lo tenemos que currar.

  • Ray no me importaría, pero no me encuentro bien de la tripa y no quiero que en plena faena se ponga peor y… ya sabes. Menudo papelón. ¿Cuánto os vais a quedar?

- En principio el fin de semana, el martes dos tengo que estar en Alicante que tengo firmas en el notario.

  • Pues sí que tenéis reuniones…

- Que va solo esta. Lo que pasa que luego tenemos el cumpleaños de Adriana, que ha invitado a Daniela y me ha tocado. ¿es que tu no vas?

  • No me han invitado y tampoco me quita el sueño.

- Me extraña mucho. Ahora si has hecho como con mis mails, mis whatsapp y mis llamadas, que no me has contestado a ninguna…

Cogió mi móvil y se puso a revisar mis whatsapp, enseñándome uno de Tiano que decía… “Carlos el viernes 29 es el cumpleaños de Adriana y lo celebramos en… ella no sabe que te lo estoy pidiendo, pero sería una gran sorpresa para ella. Por lo menos venir felicitarla, aunque solo estés cinco minutos” le conteste que no podía asegurárselo y Ray me insistía para que fuera. La verdad que no me importaría, pasar y felicitarla, pero eso cinco minutos. Pero es que no em encontraba nada bien. De todas maneras esperaba que se me pasara en unos días. Aunque me empezaba a preocupar por que llevaba mucho para un simple malestar de estómago.

Hable con un médico amigo nuestro, puse el altavoz nuestro que trabaja en Alicante. Le detalle todo lo que me pasaba y su respuesta fue… “Sería necesario verte, palpar la tripa. Pero por lo que em dices, sospecho y digo sospecho, que puede ser un cálculo en un riñón. Que es un dolor muy jodido, como un parto. Una vez que te he dicho eso, lo mejor es que fueras a un médico YA y que te vieran” me comprometí que iría sin falta la semana siguiente.

Ray empezó a darme el coñazo para que fuéramos a urgencias y la discusión se acabó cuando me llego un whatsapp de este amigo médico. Donde me indicaba el nombre de un médico, donde tenía que ir y fecha y hora para el martes 2 de junio. Al enseñárselo ya paro de seguir insistiendo. El viernes por la mañana fui a comprar un detalle para Adriana, si me encontraba bien lo llevaría en persona y si no, pues lo llevarían Ray y Daniela. Me fui pronto del trabajo, me di un largo baño con agua caliente y después dormí una pequeña siesta. Porque me despertó un fuerte dolor.

Hice lo que nunca hago y que no se debe de hacer. Recordé que tenía unos calmante potentes para el dolor, que me mandaron hacía tiempo por otra cosa y que nunca me tome, porque no me gusta los calmantes ni nada parecido. Pero me encontraba tan mal, que me tome una capsula. Paso un rato y parecía que el dolor remitía, pero se quedaba sin irse del todo y acabe tomándome otra capsula. Me quede dormido y antes de las siete de la tarde me despertó Ray con una llamada de móvil. Algo que me pareció un poco estúpido teniéndome a unos metros. Me encontraba estupendamente, en comparación a todos los días anteriores. Seguía notando una leve molestia pero a las diez podía estar en la cena de cumpleaños ( mas que cena era un picoteo frio )

Fui a decirle a Ray que iría al cumpleaños. Llame a la puerta y no estaba bien cerrada por lo que se abrió. Estaba Daniela haciéndole una mamada a Ray. El me vio y ella estaba tan absorta en lo que hacía que ni se dio cuenta. Al verme me dijo… “Pasa hermano, no has podido llegar en mejor momento. (Le dio un sonoro azote en el culo a su pareja ) esta putita no se conforma con un rabo solo, está deseando uno como el tuyo” ella miro me sonrió y no dijo nada. Se la siguio mamando y mirándome. Fui rápido y conciso… “Voy al cumpleaños de Adriana y esto en otro momento en el que me encuentre mejor”** y cerré la puerta.

No sé qué hubiera hecho en otras circunstancias. Me llego una llamada preocupante del trabajo, me vestí y me fui, sin molestar a Ray. Estando resolviendo el problema surgido me llamo Ray preguntándose donde estaba, le explique lo que sucedía y que trataría de ir, pero que ya no lo podía asegurar, porque se había puesto difícil. Después de muchas vueltas a lo mismo decidí dejarlo para el lunes y dije a todos que nos íbamos. No estaba bien del todo, pero bastante mejor. En moto y con el poco tráfico llegue al lugar rápido.

No se veía ninguna luz ni rastro de nada ni de nadie. Mire el whatsapp y la dirección era la correcta. Aparque y me acerque a la puerta. Timbre no había así que llame con la mano. Nadie abría. Lo mismo es que no me oían, porque si el sitio era grande, llame mas y con más fuerza, ya lo único que me quedaba era tirar la puerta. Abrió un tío regordete y con cara de preocupado, le dije que no dijera nada que era una sorpresa para Adriana. Su cara cambio y me dejo pasar. Salude a Adriana y le di un detalle como regalo. Su cara era de alegría y quiso no aceptar mi regalo, me disgusto, le dije que me iría y cunado dijo que era muy bonito, que muchas gracias, le di otros dos besos avisándola que por eso me vengaría.

La fiesta se desarrolló dentro de lo normal, a excepción de cuando apago las velas, que la felicite en lo que parecía la cocina dándole un beso muy carnal. Que ella acepto, fue húmedo y largo. El suyo con mucho sentimiento y el mío siendo mas sexual, que sentimental, porque no podía darle más, no sabía fingir otra cosa. Después se me enrollaron dos amigos de Tiano y Adriana, que trataban de convencerme de sendos negocios muy productivos. Ese tipo de situaciones en una fiesta me molestaban bastante, pero por respeto a Adriana y Tiano, les escuche hasta que me puse a bailar con las mujeres, porque los hombres no bailaban.

Ray tampoco y eso me extraño, se lo dije y se levantó una pernera del pantalón, llevaba el tobillo vendado. Una de las amigas de Adriana después de bailar, me pregunto sobre bailes, hablamos un poco y se fue con el del pub a ver la música que tenían. A esta mujer la llamare María. Iba vestida con minifalda, seria de la edad de Adriana, eso sí más alta, como 1,70, buenas tetas y un culito muy deseable, era muy guapa, muy casada. Era toda invitación, aunque no mejoraba el que había en mi mente, que ya se difuminaba y solo iba quedando la impresión y no la imagen. Vino a mí y nos pusimos a bailar, lo primero fue un tango, era fácil llevarla lo hacía muy bien y lo más importante, la intensidad con que lo hacía.

Cada vez que acabábamos un baile, se producía una algarabía acompañada de aplausos. Me sabia mal, sobre todo por las miradas del marido. Se puso insistente por bailar la ultima, me pregunto si sabía bailar kizomba y extendí mis brazos, nos cogimos y nos pusimos a bailar. Se arrimo por no decir se restregó más de lo aconsejable. Sabia bailarlo muy bien, no me importaría bailar una pieza más, pero vi la cara del marido, la de Adriana, la preocupación en la cara de Tiano, que cuando acabamos di por concluido el baile. Tenía unas molestias e iba ir al aseo cuando vi que iban allí Adriana y María. Las vi salir y me encamine a los aseos. Me eche un poco de agua en la cara y salí. No fue casual maría me esperaba aunque tratara de disimularlo de alguna manera…

- Bailas muy bien, que gusto encontrar a alguien que lo viva como lo vivo yo.

  • Tu bailas también muy bien y pones toda tu alma.

- Pues soy mucho mejor en otras circunstancias… ya me entiendes… ¿Verdad?

  • No lo voy a poner en duda.

- ¿No te apetecería comprobarlo?

  • No se trata si me gustaría comprobarlo o no. Se trataría más de lo que diría tu marido, que por si no te has dado cuenta no deja de mirarnos, preguntándose de que hablamos.

- Uy que va. Que nos estará mirando seguro, que se preguntara de que hablamos no, porque sabe que te estoy proponiendo follar. Aunque estos incautos no saben nada y mi marido no quiere que lo sepan, que es lo que más le preocupa, está esperando una seña mía para saber si follamos esta noche o no, seria divertido y ahí donde le ves es muy obediente.

  • Me gustan las mujeres directas y con las ideas claras, pero en este momento, esta noche imposible.

- Eso me gusta, no has dicho que no. ya verás como haremos una buena amistad.

Me fui con los demás y ella se metió en los aseos. En el momento que me uní a los demás, Adriana estaba dando por finalizada la noche. María al despedirse me dijo algo de competir como pareja de baile o algo parecido y me dio en un papel su número de móvil. Lo correcto hubiera sido darle el mío, pero no lo hice, me escabullí educadamente. Nos despedimos y les invite a mi casa a Adriana y a Tiano. Como había ido en moto me fui esperando que Ray los llevara con ellos.  Tardaron mas de lo debido en llegar pero llegaron. Tenia las bebidas preparadas, se sentaron se pusieron cómodos y cuando íbamos a empezar la charla, Ray y su pareja se despiden y que se van a su habitación, no se de quien fue la idea, pero nos dejaron solos. Adriana se movía en su asiento, estaba nerviosa o incomoda.

Tiano estaba perfectamente, saboreaba su copa mostrando todo lo contrario a su mujer, relajado y tranquilo. Era tontería seguir esperando que ellos dijeran o propusieran algo. Me toco hablar a mi… “Y en estos momentos en los que nos han dejado solos, nos queda decidir si os cojo el coche y os llevo a vuestra casa o… vamos a mi habitación y te castigamos a ti Adriana por tanta insolencia, ¿Que decidís?” , miraba a Adriana esperando su contestación y nos sorprendió a los dos, porque la cara de ella así lo expreso, la intervención de su marido, dándome la razón, animándome a que la “castigara” y a ella que se resignara. Respondió con “rabia” no hacia a mi si no hacia su marido, se puso de pie… “Vamos Carlos si este cornudo sumiso quiere ver, pues hoy va a alucinar” y se fue hacia el dormitorio. Se fue desnudando y llego a la habitación solo con los tacones, que ella sabia de sobra lo que me gustaba verla de esa manera.

Se apoyo resignada, dejando su culo enteramente a mi disposición. Lo hizo poniéndose de cara a su marido, para que la viera. No creo que le molestara ni que cogiera las palas. Cuando le di el primer palazo en ese delicado culito le dijo a su marido… “Mira como me castiga, aprende…” fui castigándola con mas firmeza y mas continuidad… “Que cerdo que eres, te pone cachondo ver como me azotan, un día te vas a enterar…” y Tiano se desabrocho los pantalones y se saco la polla, se acariciaba despacio, no se lo tomaba con prisa. Aunque no lo decía a ella le ponía cachonda ver a su marido así… “Míralo, disfrutándolo… veras cuando me folle, le voy a decir lo que no te digo a ti… AAAHHHHHHH… como me pone”

Notaba que no estaba en mi mejor momento, principalmente por un poco de sudor frio que tenía, podía ser de mil cosas y no le di importancia, pero deje de azotarla y la lleve junto a su marido, hice que se sentara sobre el y Tiano trato de follársela, ella le dijo… “Ahora no, no querías que me castigase… pues hare lo que el diga, te jodes… CORNUDO” y se sentó sobre sus piernas, se puso de lado. Ni tuve que insinuar ni insistir, agarro mi polla y delante de la cara de su marido se empezó a darse un festín, solo paraba para decirle a su marido… “Mira bien, esta riquísima, seguro que te la comerías, lo estas deseando… te lo veo en la cara de cornudo”

Estaba especialmente cachonda y entregada, por eso hice que se levantara, que apoyara sus brazos sobre los hombros de su marido y empecé a follármela, haciéndolo de forma potente desde el principio, no di tregua y ella cuando sintió mi profunda penetración, beso a su marido diciéndole… “Prueba a lo que sabe Carlos” , se besaban con mucha efusividad y tuvieron que parar por mis embestidas. Cuando estaba por correrse, se que pensaba que le haría lo de siempre, parar de golpe y romperle ese momento, pero esta vez no, seguí y cuando empezó a sentir que le llegaba el orgasmo, se abrazo al cuello de su marido y le decía… “Mi amor… TE QUIERO, TE QUIERO, TE QUIERO… AAAAHHHHHH, DIOSSSSSS… QUE BUENO…”

Luego le paso como otras veces se quedo como sin fuerza. En mis brazos la lleve a la cama y para que no se relajara del todo, me puse a comerme todo su cuerpo. Es un autentico placer, sentir como una mujer se va excitando y por medio de su piel lo trasmite a mi lengua, que lame sin descanso y dibuja por su cuerpo líneas imaginarias con la lengua, para después de saborear sus pechos, sus pezones, bajar por su tripa hasta su clítoris, donde cuando llegas provocas que su cuerpo cimbree involuntariamente. Mi cuerpo se iba resintiendo y no sabia de que, pero no me impedía seguir.

Justo esta vez, cuando sabia que su cuerpo se dejaba, pare y evite que se corriera. Me miro con cara de genio. Me puse de rodillas en medio de sus piernas, la atraje hacia mi y seguro que pensaba que esa seria la postura escogida para follarla pero se equivocaba. Si empecé a follarla así, pero al rato saque mi polla, la levante un poco mas y me dirigí a follarme su culito. Se lo quería follar sin nada y ella puso cara de pena, me pidió que me pusiera por lo menos un poco de lubricante. Le dije a Tiano que trajera el bote y como ya sabia donde estaba lo trajo y me lo dio.

Le dije que pusiera la mano y le puse un poco sobre la palma de su mano. Me agarro la polla y me lo empezó a poner sobre toda ella, la cara de Adriana era de que se había desbordado con la calentura al ver a su marido y tanto interés puso, que le tuve que hacer parar porque se había entusiasmado mas de la cuenta. Se la metí con delicadeza, lo que es un trozo, luego de golpe toda dentro y no pare de follarla hasta que se corrió. No me podía parar quería correrme y puse mas ímpetu, ella logro correrse otra vez y lo único que conseguí fue llenarme de sudor como si hubiera salido de la ducha. Me tumbe, me hacia falta recuperar un poco de aliento. Cuando recupere un poco el aliento me fui a dar una ducha que me sentó muy bien y me corto ese malestar que tenía. Podía ser también falta de líquidos o una bajada de azúcar. Por eso cuando salí del baño dije que iba a la cocina y ellos se vinieron conmigo.

Y aquí empezó la odisea, por la que muchos os habéis preocupado mandándome muchos mails. Saque agua fría, bebi un vaso grande y no se cuanto tiempo después, fue poquísimo. Me puse mal, mal. No es necesario describirlo. Mis amigos llamaron a una ambulancia y francamente lo pase muy mal. Fui consciente de todo y ya está… una racha que he tenido que ha tocado a su fin, porque es imposible que se pusieran peor. Ahora a mirar hacia adelante. Buscando otro sitio donde pasar un mes de relax y como lo de ir a Extremadura ya no puede ser… a jugar con el azar para ver donde me lleva.

“En la vida solo hay una cosa segura, aparte de la muerte y las dificultades. No importa lo mucho que lo intentes, no importa lo bueno que sean tus intenciones: vas a cometer errores, vas a hacer daño a la gente )aunque sea sin intención), van a hacerte daño y si quieres recuperarte… solo hay una cosa que puedes hacer… OLVIDAR”

A los mails preocupándose, MUCHAS GRACIAS , ya esta todo de LUJO. A los otros “tipos”  mails… que vida mas tristes y para quienes vean “BUCLES” ni os engañéis ni engañéis.

Como no sé cuándo será mi próximo relato, esta vez contestare los comentarios en el día o dos días.