Deseos desencadenados ( part 1 )

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…. tras un largo periodo de tiempo, nada hacía presagiar, que iban a conocerse en persona, y acabaría siendo sumisa.

Marco, era un hombre separado que dirigía un negocio enfocado al turismo, eso hacía que viajara mucho.

En cuanto a Laura era una mujer casada, que trabajaba como empleada en una cafetería.

Laura a sus 43 años, seguía manteniendo buena figura, de hecho, no le faltaban candidatos, aunque siempre era muy discreta.

Físicamente es delgada y bajita, de piel blanca, con un tamaño de pechos bastante generoso, que además junto a unas piernas bonitas y el cabello no muy largo y teñido de rubio, hacían que fuera apetecible.

Marco, es un hombre de 45 años, alto, con buena figura debido a que nunca dejaba de hacer ejercicio.

De piel morena, y aunque su rostro no enamoraba ,con cualquier vestimenta, dejaba claro una silueta proporcionada, y robusta a la vez.

Marco y Laura, habían pasado mucho tiempo, experimentando una vida ficticia a través de la red, en las que el deseo y la fantasía,se dejaban llevar a cada momento, no si dejar de lado el gran amor que sentía Laura.

Un buen día y por sorpresa, Marco se quedó con un nuevo negocio, muy cerca del lugar donde residía Laura. Se trataba de una casa rural en un entorno de naturaleza, junto a un lago artificial, que hacia las delicias de quien buscase tranquilidad.

Laura no aguantaba un día más, su marido Luis estaba de vacaciones y no podía verse sola, a lo que Marco la provocaba en las conversaciones, para hacer que fuera con el , bajo algún pretexto.

Laura dejándose llevar ,accedía inmersa entre nerviosismo y excitación, llevando a cabo una de tantas, fantasías en las que Marco la había puesto tantas veces, y en las que ella misma había descubierto unos deseos hasta ahora ocultos.

Con la excusa de ver el lugar, Luis recogía a Laura al salir de trabajar , para ir a comer a la casa rural.

_” Vaya horas Laura para comer ! , además de uniforme, cuando te da por algo,

_” Bueno, lo se, no pasa nada, por un día .

Sentados a la mesa y atendidos, Laura con nervios ,apenas disfrutaba de esa comida aun siendo deliciosa.

_ “ ¿ qué pasa Laura ? , tantas ganas por venir y ahora no comes.

_ “ lo hago, no hay prisas, no me agobies

En un momento dado, y bajo un descuido, la camisa de Laura era victima ,al derramarse parte de comida sobre ella, cosa que a Luis le puso de mal humor.

Ya en recepción una chica se prestó para acompañarles en la visita.

Comenzaron en la planta baja, y en un momento dado,apareció Marcos, bajo la mirada nerviosa de Laura..

Después de presentarse como director, les ofreció ver el exterior, no sin antes invitar a Laura para acompañarle y así dar una solución para el desliz de su camisa, a lo que esta entre nervios y excitación, accedió de inmediato, dejando así a su marido y su acompañante en la visita fuera.

Marco, aligerando se dirigió hasta un piso superior, entrando así en una habitación.

Cogió la mano de Laura precipitadamente hasta acercarla a un gran ventanal de unos dos metros, desde el suelo, con unas lunas tintadas que daban al jardín, donde podía divisarse a su marido observándolo junto a la chica de recepción.

Sin mediar casi palabra, Laura, se vio de frente a la ventana, mientras Marco la abrazaba a la vez que mordía su cuello, entre los gemidos de Laura.

_” Estabas deseando ser mía eh ! ( su camisa era abierta bruscamente dejando liberadas sus tetas, a la vez que ella trataba de sujetarse con las manos sobre el cristal, después de recibir un buen azote, que hizo avanzar su cadera )

_” ..sii, soñaba con este momento, me tienes loca ! .. ¿vas a follarme delante de mi marido ??..estoy muy caliente ! Haz lo que quieras conmigo

Sin perder un momento, Marco terminaba de quitarle el pantalón, mientras sujetaba de la cintura a Laura teniendo su cuerpo en el aire.

El tiempo era escaso, las grandes manos de Marco, apretaban sus tetas una y otra vez, a la vez que sus dedos frotaban sus pezones, que desde hacia rato estaban duros como rocas.

Mordía su cuello, mientras ella llevaba su mano hasta la entrepierna, cogiendo así su pene, el cual sabía de sobra que estaba por encima de la media.

Marco acariciaba su rajita con el, sin perder un segundo, hasta de forma lenta la introdujo levemente, para de improviso y de forma brusca, la introdujese hasta el fondo.

Laura apoyaba sus manos sobre el cristal inclinando su cuerpo a la vez que seguía viendo a su marido durante cada embestida, cosa que la hizo terminar en un breve espacio de tiempo.

Pasado unos breves minutos, Marco ponía fin dada la situación, aun las suplicas de Laura por seguir.

_” ¿ te ha gustado verme ?

_” Mucho, ha sido una experiencia

_”La primera, aunque habrá muchas más.

En ese momento se dirigieron hasta un cuarto, donde Marco tenía uniformes del negocio.

_”Vendrás a trabajar aquí

_” peroo…. Así ! ¿tan de repente ?

_” Solo te lo diré una vez

_”De acuerdo, lo solucionaré