Deseos de estudiante

Era el momento de que Ana viera reflejado en su cuerpo todas mis fantasias de estudiante.

No me podía imaginar que esa mañana volvería a ver aquella tez morena que en mis años de estudiante me costo tantos deseos.

Su nombre es Ana, 28 años, con su piel morena exenta de defectos. Sus pechos de tamaño medio, su cintura moldeada y su trasero abombadito hacia afuera, que pasada de mujer.

Como dije, en mis tiempos de estudiante la conocí, con 18 años coincidió en mi clase, por mi cabeza corrían deseos de poder cogermela como fuera. Siempre que tenía relaciones con otras chicas, pensaba en ella, era una obsesión muy dura de llevar.

La conseguí olvidar, pero el destino hizo que la volviera a ver en ese centro comercial en el puesto de información, era su trabajo. Me quede 15 minutos como un tonto contemplando sus movimientos, cada vez que se inclinaba y ponía su trasero frente a mis ojos mi cuerpo ardía de placer, por mi mente volvieron a correr aquellos deseos de estudiante que me enloquecían hasta tal punto de querer intentar cualquier hecho que ella nunca iba a olvidar.

No podía aguantar mas, pensar que cada vez que fuera a comprar a ese centro comercial la iba a ver y sufriría mas aun que 10 años atrás… no me lo podía imaginar.

Ese día no hice nada, me fui para mi casa, e idee lo que iba a ser mi liberación sexual con Ana. Ahí estuve yo escribiendo detalle por detalle de todo lo que le iba a hacer. Paso una semana y ahí estaba yo, las 22:00 en el parking del centro comercial esperando a su salida del trabajo. Apareció por la puerta de salida y mi cuerpo se inundo de un calor agobiante. Yo me apee de mi coche y la seguí, cual fue mi sorpresa que su novio la estaba esperando en su coche. Yo no podía volver a dejarla escapar, tenia que intentarlo todo. La seguí hasta el coche, me puse una tela que cubriera mi rostro, y la agarre por detrás, con una navaja en su cuello y mirando fijamente a su novio:

O me abres atrás y vamos a donde yo diga o aquí se queda tu putita.

Sentí como Ana sudaba del miedo que tenia, el novio accedió sin mediar palabra y ella al montar en el coche se puso a llorar. Nadie nos vio porque ya no había nadie en aquel centro comercial, era ya después de un rato de su horario de cierre.

Le dije que hiciera caminar el coche y saliera de allí si intentaba algo no volvería a ver a su novia con vida. La verdad que no iba a cometer tal asesinato, no tendría valor, pero tenia que intimidarles de alguna manera. Ordene que me llevara a una casita que tengo yo en la montaña. Los dos se posaron del coche y les ordene que entraran. Allí senté a su novio, le ate bien y le amordace, no quería que perdiera detalle de lo bien que me lo iba a pasar con su chica. Al frente tenia la cama, allí la tumbe, ella seguía llorando:

Cállate zorra o sentirás a tu novio sufrir mi ira, descuartizare parte por parte su cuerpo.

Por favor no me hagas daño, que quieres que haga.

Ummmm empezamos bien, así estarás hasta que yo quiera, obedeciendo todito lo que yo te diga putita, solo quiero desahogarme un poquito contigo.

Su novio intentaba gritar, intuía que me lanzaba insultos, pero yo solo hacia mírale y reírme a su cara:

Veras como tu novia se lo va a pasar genial, relájate que no solo tú deseas disfrutar de este cuerpazo.

No podía aguantar mas, la ordene que se levantara, que despacito se fuera quitando todita la ropa. Allí quedo con su sostén y su tanga. Que cuerpazo, mi verga estaba que explotaba, me acerque a ella y le dije:

Ana, solo quiero pasármelo bien un rato, llevo mucho tiempo deseando esto, date la vuelta.

Ella no opuso resistencia en ningún momento. ¡Aquel culito que yo tanto deseaba estaba ante mi! su tanguita azul estaba pidiendo a gritos abandonar aquel traserazo. La agarre por detrás y sin bajar mi pantalón roce mi bulto contra su culito. Le empezaba a caer lágrimas de humillación. ¡Baje su tanguita lentamente a la vez que lamía sus glúteos, que ricura! Su culito brillaba con mi saliva, aquel olor me hacia excitarme mas. Recorrí todo su trasero con mi lengua, con mis manos esparcí mi saliva y lo deje limpio brillante. Era turno de mi verga, me baje los pantalones, mis calzoncillos y ahí estaba mi pene, dispuesto a recibir el mayor placer de su vida.

Le escupí en su culito, aun tenia que recorrerlo mas, con mi verga le repartí mi saliva, volvía a brillar aquel hermoso trasero. Cada vez que mi pene pasaba de un glúteo a otro hundiéndose levemente en su rajita era casi un orgasmo final.

Su novio allí estaba, lloraba de rabia por no poder hacer nada y ver que su novia estaba siendo humillada.

¿Que te pasa hombretón te gustaría estar en mi lugar? ! Tú tienes mucho tiempo para ello! ¿Déjame a mí disfrutar un poquito no? ¡Y cállate ya o tu zorrita no vivirá para contarlo!

Se resistió un poco pero al final se callo. ¿Ana también había dejado de llorar, quizás le estaba empezando a gustar aquello? ¡Que putita!

Ahora quitate el sostén, arrodillate ante mi verga y sacale el mismo brillo que le saque yo a tu culito, vamos!!!!

No hablaba solo obedecía, allí se arrodillo, cogio mi verga y se la metió en su boquita, la sacaba, la metía, la lamía, recorría todo mi glande con su lengua, yo estaba a punto de estallar, cuando quise correrme le ordene parar. Aun tenia que disfrutar más de su cuerpo.

Ponte a cuatro patitas poniendo tu trasero frente a mi verga zorra, vamos!!!

No por favor, por atrás no, nunca me lo han hecho y duele un montón.

Cállate y obedece coño! Tratare de que te duela lo menos posible, jajajajaja, vamos!!

Allí tenia su culito dispuesto a ser perforado .Lo acaricie, separe sus glúteos y aquel agujerito hizo acto de presencia, se lo llene de saliva, le unte bien con los dedos y le metí uno hacia adentro, le costaba, pero poco a poco se dilataba y conseguí meterle el segundo. Ya estaba preparado, poco a poco le fui metiendo mi verga y cuando entro del todo empezó el espectáculo. La bombee sin piedad, la levante mientras la penetraba, le agrarre fuerte de los pechos, la azote, - Vamos zorra, grita!!! - , y por fin llene todo su culito de mi leche. Que orgasmazo!

-Ahora me la dejas bien limpita zorra, vamos!

Se moría de vómitos, pero me la dejo superbrillante.

No podía dejarla ya irse aun tenia que volver a repetir, antes necesitaba orinar, y se me ocurrió orinarle la cara a su novio, gritaba como si le estuvieran torturando!

Pero si es liquido calentito tío! No hace daño! Jajajaja.

Pues si, volví otras 3 veces a someter a Ana ante mi, la penetre alante y atrás, me comió la verga otras tantas veces. Y ya por fin los aleje a los dos de aquella cabañita, no lo olvidarían nunca. Antes de irme les dije, no se os ocurra intentar nada contra mi, conozco vuestras familias. Ana, estarás a mis ordenes siempre que yo quiera, no te olvides, eres mi putita indefinida, jajaja.

FIN