Deseo que desees (2)

2º dia de la historia de Ricardo

Deseo que desees II

Espero que les guste esta entrega, espero sus comentarios

Ricardo hojeaba frenéticamente un libro de psicología, hasta que finalmente llegó a la página que buscaba, decía así: "Los principales mecanismos de defensa son: Represión. Éste es el mecanismo de defensa más importante (...) conciste en poner una <> a los sentimientos desagradables e inconfesables, de tal modo que se los sumerge en el inconciente, dónde, sin embargo, continúan activos. Este mecanismo de represión es inconsciente él mismo(...)" Iba por buen camino, buscó nerviosamente un poco más, encontrando "El superyo. (...) equivale a una especie de <> que resulta de la interiorización de prohibiciones familiares (...)"..... Eso era lo que estaba buscando!

Quizás...no, bueno, a esta altura ya no lo se....si pudiera de alguna manera.......no creo...............tal vez si.........activar la represión del superyo a los recuerdos... podría controlar la memoria de los que me rodean!

Nervioso, se levantó, buscando ideas para una prueba, y se decidió por algo inofensivo, salió al pasillo y se encontró con su madre, y le dijo –hola ma, me encanta hacerme la paja- concentrándose inmediatamente en introducir un deseo tan fuerte de no haber escuchado eso, que el superyo actuara, arrastrando al recuerdo al inconsciente. –Hola, cardo, tienes más ropa sucia? No podía contenerse de la felicidad, pero decidió no arriesgarse y comprobar- que te dije recién? –"hola ma", frase que me gustaría oír un poco más seguido, pero por qué preguntas pavadas?- Por nada- respondió sin poder reprimir una sonrisa pícara. Empezaba a ver que sus limitaciones iban achicándose cada vez más, pero aún así era demasiada información para un solo día, así que se acostó y al segundo cayó dormido.

Cuando desperté, me sentía como un hombre nuevo, pero no sabía el porqué, mientras me afeitaba caí en cuenta de qué día era y como la noticia de que me hubiera ganado la lotería, recordé el día anterior, al momento bulleron en mi cabeza las mil cosas que podría hacer, y las fantasías que realizar ahora estaban al alcance de mi mano, solo bastaba estirarla un poco. Partí hacia la U hecho unas pascuas, no podía evitar introducir en cada tía que se me cruzaba el deseo de cogerme, observando sus reacciones, sorprendido por su variedad, habían desde las que simplemente levantaban una ceja hasta las que prácticamente se sacaban la blusa como casualmente, en esto llegue a la U, y el día pasó en lo mismo, hasta que a la salida me encontré con una chica que estaba buenísima, su culito parado y sus bien formadas tetas me tenían caliente hace tiempo, pero nunca me había dado bola, bueno...ahora.. Me concentre y le introduje simpatía conmigo, al momento se acercó a hablarme...

Repentinamente, sentí unas ganas de acercarme a hablarle a ese chico tan apuesto y simpático que iba en mi clase se hizo irresistible, asi que no dudé en acercarme, procurando parecer lo más sexy posible a ese muchachote. Él me miró con picardía, y me dijo – te apetece pasear un poco?. Encantada respondí que sí, sabiendo que me llevaría a un jardín abandonado al que no va nadie y pocos conocen en la facultad, donde más de alguna vez le había hecho sexo oral a algun novio, y estaba pensando en darle el mismo tratamiento a ese tío tan simpático y que tanto me calentaba. Para mi sorpresa, empezó a caminar en dirección opuesta, pero a mi ya me habían entrado las ganas, así que con un guiño le dije- Sígueme!- guiando al despustado chico.. que raro, ni siquiera conozco su nombre...

Para mi sorpresa la chica comenzó a guiarme por un jardín medio deshabitado, y, entrando por una grieta casi imperceptible en la pared, desapareció ante mis ojos, curioso, la seguí y me encontré en un jardín abandonado que no había visto nunca, completamente rodeado de paredes antiguas, donde sólo una ventana sucia yacía abandonada en un 5º piso, me sorprendió llegar a este lugar, y comprendí al momento (deam!, me parece tan extraño todo lo que me está pasando, no logro acostumbrarme) a que me había traído la tía por su mirada devoradora. Al momento me guió hacia un asiento de piedra que estaba por ahí y me hizo sentar con un gesto de que no me moviera, yo divertido, me apoyé contra la pared dispuesto a observar. Esto era genial, la chica tomaba todas las iniciativas, pensar que sólo le hize sentir por mi simpatía...es verdad, lo admito, algo más, pero no le introdje deseos de hacer todo esto. Ante mis ojos, Pia (la llamaré así) comenzó a moverse seductoramente, sacándose primero el chaleco, luego la blusa y la faldita que llevaba, dejándome admirar su apetecible figura y comenzó a bailarle a un árbol, aparentemente sin intenciones de proseguir despidiéndose de sus ropas, Yo ya estaba muy caliente, así que rápidamente le introduje el deseo de desvestirse enterita y la puse muy, pero muy cachonda.

Casi al instante, Se sacó con movimientos dignos de una estríper su sostén, dejando ver sus hermosos pechos, lo que me dejó más caliente, luego procediendo a sacarse la braguita que tenía, dejando por fin ver el misterioso triángulo negro. A esa altura, ya casi no me controlaba, asi que me saqué las ropas rápida y burdamente, liberando al fin mi polla que empezaba a resentirse con la presión, con mis ropas hize un colchón, indicándole con una mirada que se tendiera en ella, pia no dudó ni un segundo para tenderse como si estuviera tomando sol, libre, hermosa, yo rápidamente comencé a recorrerla con mis labios, haciendo coincidir el contacto de mis besos con introducirle más excitación, así la recorrí entera, haciéndola acabar con un gran gemido, acabando yo también, ya que sentía todo lo que le hacía como si me lo hicieran a mí. En ese momento, pasé a la acción, poniéndome encima de ella, y comenzando a penetrarla lentamente, haciendo que cada centímetro que avanzara mi pito por su vagina le hiciera sentir más placer, comenzando luego a penetrarla con cierto ritmo, pero la posición me hacía difícil el trabajo, asi que retiré mi pene ante la sorpresa de ella, y la ayudé a levantarse, indicándole con señas cómo quería que se pusiera, así que dobló su cuerpo por la mitad apoyando sus manos en el suelo con sorprendente flexibilidad y comencé de nuevo...

Cada segundo de roce de su pene era el mayor placer que había sentido nunca en mi y me excitaba más, queriendo acabar en seguida, pero sin llegar a eso..

A mi todavía me quedaba un rato y veía que la mina ya se iba de nuevo, así que la calmé un poco, comenzando también a penetrarla más rápidamente, sintiendo su placer y el mío en una sensación que nunca había experimentado, me abstraje a sentir solo eso, continuando los movimientos, adentro, afuera, adentro, afuera, adelante, atrás, contrae, relaja, así una y otra vez, no se cuánto tiempo habré pasado así, pero no quería que la sensación se acabara, pero pronto no pude contenerme, acelerando más y más las penetraciones hasta parecer frenético y terminando con una corrida espectacular de ambos al mismo tiempo, todavía sintiendo el placer de la relación, me recosté en el colchón que había improvisado, disfrutando todavía lo que recién había pasado... Pia murmuró algo sobre un trabajo pendiente, retirándose no sin antes dedicarme una muy afectuosa mirada que casi hace que se me pare nuevamente. Echado como estaba, , observé las hojas de los árboles que estaban encima mío...

Ricardo cayó en un sueño profundo, desnudo como estaba, y lo vió una pareja que venía con fines parecidos, yéndose entre temerosos y divertidos por la imagen. Despertó horas después, ya anochecía, con un frío que lo carcomía, se vistió rápidamente, dándose cuenta del tiempo que había pasado esperó que nadie lo hubiera visto en ese estado y, disimuladamente salió del escondite, enfilando rápidamente el paso a su casa, sin poder evitar hacer que todas las chicas que se le cruzaran lo desearan desesperadamente, divertido por sus miradas de deseo reprimido, llegó finalmente, apresurándose hacia el baño a darse un baño caliente, pensando emocionadamente en la cita que tendría el próximo día con Catalina, empezando a imaginar mil posibilidades de cómo podría terminar la cita, se durmió pensando en ella y soñó con ella toda la noche. Se despertó nervioso y con una idea fija en la cabeza, no quería utilizar sus poderes en la cita de hoy, quería que todo fuera mérito suyo, con este pensamiento en la cabeza, comenzó su día.