Deseo Oculto - Capítulo I: El encuentro.

La historia de Polar y su amigo Peter da un giro inexperado al conocer a su pareja, Alessa.

Mis amigos comenzaron a llegar aproximadamente a las 20:30 tal cual lo acordado. Peter, que tanto tiempo hacia que no veía, llegó con su nueva novia, Alessa. Él, dueño de una bodega importante de Mendoza que exporta a Europa, con una sede en Barcelona, en el distrito de Les Corts. Ella, un simple misterio con una salvedad, era italiana.

Nos abrazamos con la alegría de adolescentes que no se ven desde años, lo cual era verdad, y que hizo que nuestras parejas se rieran de la franqueza del saludo. Luego de un instante  nos presentó a su conquista, a su amor verdadero como él la describió.

Rápidamente noté que estaba elegantemente vestida, muy europea, tapado negro cruzado, a la moda. Cuando entramos a la casa, se quitó el abrigo y observé lo bien arreglada que estaba. Falda de cuero color granate, medias gris carbón y zapatos de tacón stiletto. Hermosas piernas pude notar en una rápida mirada. Su cabellera prolijamente arreglada con una coleta, le daba un toque chic que me fascinó. En ese preciso instante me di cuenta que había observado mucho y que esto no era habitual en mí.

Comenzamos una picada de embutidos de Syquet  de Tandil, buen vino Malbec y Cabernet que mi amigo Peter trajo de su bodega, panes de L'épi Boulangerie y un sinfín de exquisiteces que mi mujer, Melissa, había especialmente preparado.

La cena transcurrió rápidamente, quizás  monopolizada por temas aburridos. Fue  ahí cuando para mi sorpresa, comencé a observar como  Alessa me miraba con atención, tal vez demasiada.

Su mirada bajaba cada vez que yo la miraba, sus piernas cruzadas y su suave y sensual movimiento de un pie me ponía incómodo. Ella lo notó, y siguió como si nada, jugando con su zapato. ¿Será flirteo pensé?... No, imposible me contesté a mí mismo. Y lo dejé pasar.

Fuí por unos café en capsulas a la cocina y ella se ofreció a ayudarme. Me preguntó cuánto hace que conocía a Peter, si éramos muy amigos, si habíamos viajado, etc. Preguntas de curiosa, claramente, sin ninguna otra explicación.

Por la noche, tuve sexo con mi mujer, y en un flash mental recordé a Alessa mientras lo hacíamos con Melissa. Debo reconocer que no es la primera vez que se me ocurrió algo así, pero esta vez quedé dubitativo. ¿Por qué será esto? ¿Qué me está pasando?  Y luego de un sinfín de debates morales admití que era imposible que Alessa me atrajera.

Pero….siempre un pero. Honestamente si bien no la veo como algo fuera de lo común y si sumamos a que mi esposa es mucho, pero mucho más atractiva, la situación me generó algún que otro conflicto ya que tal vez un  deseo oculto salió a la luz. ¿Será la rutina? Me pregunté.

A eso de las 4:00 AM me desperté de un sueño, muy explícito debo reconocer, en el que la principal protagonista era la mujer de mi querido amigo, pero no estaba nada seguro ya que fue una transición de dormido a te estoy despertando con sorpresa. Si, Mel me estaba haciendo una felatio exquisita…

Le dije: ¿Qué estás haciendo?

-          ¿no lo ves tonto? Es que te sentí duro y vi que tu amigo estaba listo para más acción…

-          No, déjame que no doy más…

-          Mmm, tu amigo dice que no es verdad. (mientras jugaba a la viborita con la punta de mi espada)

-          Mel, ya estuvimos jugando…..

-          Si… y ahora te toca premio… me dejaste muy húmeda y quiero que entres por la otra puertita…

-          Al escuchar esto, el edging que estaba haciendo me falló y sin poder contenerme acabé en sus hermosos labios…

-          Pero que haces!!! Yo esperaba más acción... tontito…. Mientras ella se pasaba por su boca a mi amigo, pero sin ocultar decepción…

-          Tendremos que dejarlo para otro día, ya es tarde… Mel, lo siento.

-          Te odio, te va a salir muy caro, mientras se fue para el baño a decentarse con una risa cómplice.