Deseo insaciable ...

Relación sexual, sábado noche.

La noche es fría, oscura y sobrecogedora viene acompañada de viento y de pequeñas gotitas de lluvia que apenas se dejan sentir en la piel, al contacto con la misma. Aún así, las cuatro han decidido salir, desean saciar su deseo contenido ya desde hace unos días, puesto que cada día se hace más difícil encontrar un personaje, que quiera ser durante unas horas su víctima, su juego y éste dispuesto a acabar la noche siendo tan sólo el cadáver sentimental, de una de ellas.

Entran en su primer bar de copas de la noche, todas con sus maravillosos cuerpos esbeltos, vestidas de forma sencilla, pero con un toque sofisticado realzando sus figuras, ajustadas, marcando cada una de sus curvas, mostrando pudorosamente cada uno de sus encantos. Sus hermosos cuellos al descubierto buscando presas fáciles que quieran apagar su sed, que quieran acabar con sus instintos más banales. Cualquier espectro de la noche que lleve consigo dos copas de alcohol bastará para llevar a cabo su misión.

Justo de frente a ellas un grupo de cuatro chicos; todos excepto uno parecen estar prisioneros del alcohol.

_ ¡La noche es nuestra chicas!; ha dicho Renata, muy segura de sí misma, mientras invita a sus amigas a dirigirse hacia ellos.

Ahí esta él, Luz no ha podido mirar hacia otro lado, es jodidamente guapo; Es un chico alto, con buen cuerpo, de cabello corto y oscuro. Llama la atención sobre todo su mirada oscura, profunda e incluso podría decirse arrebatadora, tanto que desprende el peligro de que quien la miré fijamente puede quedar perdido en ella.

Luz se queda mirando sus ojos él se da cuenta, se sonríe, a la vez que retira su mirada; su sonrisa es bonita, sincera, franca, parece la sonrisa de un chico que como norma básica tiene; no mentir.

Luz aparta la vista de sus ojos, y más discretamente lo mira con atención, de la cabeza a los pies. Es el chico que más destaca del grupo. Parece que todo el tiempo se está riendo o sonriendo. Tiene las manos bonitas, el pelo corto y negro hace más visible su piel blanca, casi tan blanca que Luz puede sentir la sensación de frío que dejará en ella tras haberla tocado. Si Luz creyera en lo imposible, diría que es exactamente lo que anda buscando.

Luz lo mira con cuidado, tampoco quiere que se de cuenta que ansía su sabor, observa que el chico hace lo mismo, a cada instante se vuelve hacia ella tratando de llamar su atención, de mirarla con detalle y no perder ni un segundo de su cuerpo, de su forma de moverse, de su forma de mirar.

Las cuatro se dirigen hacia ellos con pasos firmes, seguros y sin pausa. Cuando de repente Luz dice;

¡Chicas! ¿No pensaréis que se lo vamos a poner tan fácil no?.

Luz y sus grandes ideas; Ha replicado Ruth.

_ Tiene razón Ruth, pongámonos de frente a ellos sin más, será más divertido; ha dicho Yolanda.

_ Prestad atención chicas; ¡Allá voy!; dice nuevamente Luz.

Luz se ha vuelto a poner un poquito de perfume en sus muñecas y en la nuca, y se dirige directamente hacia él; éste siente el cosquilleo producido por la anticipación del encuentro. Luz se acerca segura de si misma, pero en realidad pasa por su lado como si él no estuviera ahí, tan sólo deja un olor dulce, tentador, tan penetrante que su presa no puede evitar sentir el deseo de poseerla. Sin volver la vista atrás sigue hacia delante en dirección al baño.

El chico se queda sorprendido, no está acostumbrado a que jueguen así con él, pero reacciona rápidamente y se acerca a Luz antes de que se aleje demasiado. Le toca levemente en el hombro y le saluda. El contacto de su mano en el hombro de Luz, la ha puesto en guardia, puesto que su mano se ha posado con fuerza en ella, casi demostrando toda la seguridad de la que dispone.

  • Hola princesa, me llamo Antonio.

  • Hacia mucho tiempo que no veía una chica tan tentadora como tú.

(Le dice sin dejar de sonreír ni un momento).

_ ¿Princesa?, no querido. No hay princesas en mi cuento, contesta Luz irónicamente mientras intenta seguir hacia delante con paso firme, pero sin lograrlo puesto que antes que de un paso Antonio vuelve con su ataque;

_ Bueno eso será porque eres demasiado para que ningún príncipe se atreva a acercarse.

¿Que suerte que yo no lo sea verdad?

_Cierto, si fueras príncipe te habría besado, para convertirte en rana y todavía no lo he hecho.

_ Bueno, no imagine que además de tentadora fueras tan atrevida.

_ No imaginas muchas cosas, querido.

_ Imagina por un segundo que me convierto en sapo en lugar de rana, cuando lo hagas. ¿ Correrías ese riesgo?

(El chico no deja de mirarla a los ojos y sonreír constantemente, parece que tiene mucho sentido del humor, o ¿ qué se quiere reír de ella?, o tal vez es sólo la confianza en sí mismo la que le hace actuar así).

_ Correría el riesgo, pero no me tientes. Un placer soy Luz, “tu ángel o demonio de esta noche“, ¿Tú decides?

_ El placer es mío, por supuesto me encantaría que fueras mi demonio.

_ Querido no pidas lo que en realidad te daría miedo.

Tras los besos, Luz se dirige al cuarto de baño, dejando a su paso un perfume tentador y ambicioso al olfato de cualquiera que se precie con buen gusto.

Después de unos minutos Luz vuelve con sus amigas, esta radiante, su sonrisa le acompaña, el negro le sienta divino, y ese toque de sensualidad que desprende su mirada, la hace irresistible a los ojos de su primer cadáver sentimental de la noche.

No han tardado ni unos minutos cuando los cuatro chicos se dirigen hacia ellas.

_ ¡Chicas, a por ellos!; ¡Ya vienen!.

Antonio intenta acercarse a Luz, pero ella le da esquinazo y empieza a hablar con Josemi, el gracioso del grupo, Luz piensa me dará mucho juego, entablar conversación con alguien que no sea él, y de esta forma conseguiré que su sangre fluya más rápidamente, aumentando así su deseo irrefrenable por hacerme suya.

Antonio se da cuenta del juego de Luz y decide entablar conversación con Renata.

Luz mira de reojo la cara de sorpresa de Antonio y se sonríe encantada mientras empieza a hablar con Josemi, a la vez que no para de vigilar como Antonio recorre el cuello esbelto de Renata con la mirada, como desea ser dueño de ese precioso cuello.

Luz se ha puesto nerviosa, no le gusta como Antonio esta mirando el cuello de Renata, con lo cual sin pensarlo mucho más se acerca y le dice;

_ ¿Qué quieres tomar? mientras deja que sus labios se posen en el lóbulo del oído suavemente.

Antonio siente un escalofrío, al notar los labios húmedos de Luz en su oreja.

Ese leve roce ha conseguido estremecerlo tremendamente. Vuelve a mirarla tratando de disimular, pero Luz se ha dado cuenta y se sonríe sin poderlo evitar.

Antonio le dice; _ ¿Qué quieres que tomé?, ¿Deseas que tome algo en particular Luz?

_ Averigua lo que quiero; contesta Luz.

_ Esta bien juguemos a tu juego, yo quiero un Ron con Coca cola y limón exprimido, pero sabes, iré contigo a buscar las bebidas.

_ Claro querido, no dude nunca que fueras un caballero, sígueme...

_ Por favor, tu primero princesa.

Antonio aprovecha el corto viaje hacia la barra para observar detenidamente a Luz, mirándola desde la cabeza a los pies observando cada detalle de su cuerpo, de su forma de caminar, el olor a perfume es embriagador, casi puede sentir el calor que Luz desprende en esos momentos, es capaz de sentir su sabor, capaz de sentir a que sabe interiormente.

Cuando los dos se acercan a la barra, el gentío les obliga a apretarse, y Antonio nota el calor de Luz incluso a través de la ropa, no puede dejar de mirarla ni por un segundo, su deseo, ese perfume, ese calor, esa sensación de sed, lo tiene totalmente ensimismado.

En la barra, el uno frente al otro, Luz siente excitación y Antonio la provoca, con esa mirada oscura y profunda.

Antonio se acerca a Luz y le devuelve el roce en el lóbulo de la oreja con los labios, cuando le pregunta; ¿Qué quieres tomar tu princesa?

(Con cara de niña que no ha roto un plato en su vida). Luz se atreve a decir;

_ Bueno tomar la verdad tomaría algo de ti, pero de momento me conformaré con un Ron con lima, por favor.

Antonio se vuelve al camarero y pide los cubatas.

Antonio coge el ron de Luz y se lo pone en la mano notando el frío que sus dedos desprenden, mientras no deja de mirar su hermoso cuello, tan aparente, tan esbelto. Luz aprovecha para rozar su mano con la de Antonio, la sensación de calor excita enormemente a Luz.

_ ¿Un brindis? propone él, Por las nuevas amistades y por los amores por venir.

_ Por el deseo insaciable, brinda Luz.

Luz da su primer trago al cubata, y le dice a Antonio, acercando la comisura de sus labios a los suyos, pero sin rozarlos; _ Prueba, creo que está demasiado fuerte.

Antonio se dispone a coger el cubata de Luz cuando ella acerca la comisura de sus labios de nuevo y le dice que pruebe nuevamente. Los labios de Luz tan rojos, tan provocadores, hacen que el deseo de Antonio invada totalmente su cabeza.

_ Vale, dice Antonio.

Él la mira y le dice; estoy deseando probarlo y entonces coge el cubata bebiendo por donde está la marca de sus labios, mirándola, notando como en sus ojos empieza a brillar el deseo.

_ ¡Mmm!, a mi me encanta el sabor. Podría estar bebiendo de el toda la noche le dice mirando directamente su boca.

Luz quiere besar su boca, sentir el calor que la boca de Antonio desprende, perceptible cuando resoya su aliento, quiere sumergirse en el placer de la pasión contenida; puede ser una mezcla explosiva, tremendamente placentera, piensa Luz; mientras siente un deseo irrefrenable por sentir el calor de sus labios. Aún así, le pide que regresen con el resto.

El la sujeta de la mano con fuerza, y mirándola mientras siente el frío de sus dedos, le pregunta firmemente; _ ¿Estás segura de que eso es lo que quieres? ...

Luz, mira fijamente a los ojos de Antonio y le responde nuevamente con ironía;

_ Lo que yo quiera ahora mismo no es exactamente lo que tu podrías darme aquí y en este preciso instante, así que volvamos con el resto del grupo.

_ Bueno, todo depende de si estás dispuesta a esperar 5 minutos para obtenerlo, vivo a dos calles de aquí...(le dice con su eterna sonrisa brillando en su boca).

_ Voy a fingir que no has dicho esas palabras, con una sonrisa picara que la delata, ¡Volvamos con el grupo ahora!, se reitera Luz.

Han regresado con el resto, pero nuevamente Antonio en la primera canción aprovecha para colocar sus manos en la cintura de Luz, e invitarla a bailar. Comienzan a moverse al ritmo sensual de la música, la mano de Antonio recorre lentamente la espalda de Luz, subiendo desde la cintura hasta casi el omoplato derecho, así con un roce leve, como la caricia del ala de una mariposa, los dedos de Antonio dejan un surco por el cuerpo de Luz, que combina el frío de sus dedos producido por vaso de cubata que lleva en su mano, con el calor que estos provocan en su piel. Luz nota el aliento de Antonio tan cerca de su cuello, que es casi imposible no dejarse invadir por el deseo.

Ya están a solas, el deseo es inevitable, las ganas de beber el uno de la boca del otro se hace necesaria. Aprietan sus cuerpos mirándose a los ojos fijamente sin necesidad de decir palabra alguna. Sus labios se encuentran tras buscarse lentamente, se rozan, es una sensación eléctrica que los recorre, y empiezan así a comerse la boca el uno del otro apasionadamente.

Luz tira de la camisa de Antonio hacia ella, y tira suavemente del labio inferior de él con sus dientes para luego decirle;

_ Salgamos de aquí.

La calle pasa como en un sueño mientras ellos paran cada pocos pasos a besarse, a comerse a sentirse cerca el uno del otro, y sin darse cuenta están en un portal, Antonio saca las llaves y abre la puerta, invitando a su princesa a subir.

Antonio levanta en sus brazos a Luz y la lleva directamente a la cama, ninguno de los dos quiere esperar un minuto más.

Antonio pasa a recorrer el cuello de Luz, su boca muerde su boca tirando del labio inferior, por que eso le gusta, dejando a su paso un surco húmedo en él, su lengua busca el lóbulo de la oreja de Luz, y lo sujeta con los dientes tirando de él lentamente, mientras lo froto con la punta de su lengua. Los poros de la piel de Luz comienzan a dejar salir todo el deseo contenido. La mano de Antonio se mete bajo la blusa de Luz y empieza a recorrer su espalda suavemente desde la zona lumbar mientras nota como su respiración se agita. Va subiendo poco a poco por ella, hasta que sus manos alcanzan su sujetador.

Luz desea profundamente que las manos de Antonio se posen en sus tetas, y sin que se de apenas cuenta con un movimiento casi imperceptible ha soltado el clip, que las esconde. Inmediatamente Antonio da la vuelta a Luz, apretándola contra él, mientras le recorre el cuello y los hombros y con sus manos aprieta sus tetas por encima de la blusa, primero suavemente y luego con mas fuerza aprovechando que el sujetador va cayendo dentro de la blusa por si solo, llega a rozar los pezones sobre la tela., para pellizcarlos después lentamente.

Su respiración es agitada, sus manos desean sentir la textura sedosa de la piel de Luz y sobre todo sentir su excitación. Las manos de Luz se colocan encima de las de Antonio y ambos notan como sus cuerpos se aprietan. Luz nota que algo esta creciendo bajo el pantalón de Antonio mientras éste, se aprieta contra su culito.

Comienza a desabrochar su blusa para que pueda sentir el calor de sus manos directamente en su piel, el deseo lujurioso de sentir su polla cerca pone mas caliente a Luz. Antonio ha acabado con los botones y comienza a lamer y morder si hombro con cuidado, admirando su cuerpo con sus manos acariciándo apasionadamente y recorriendo con su boca cada milímetro del cuerpo de Luz, cubriéndo con besos lentos hasta que la tumbo encima de la cama y empieza a besar sus tetas.

Antonio hace pequeños círculos sobre ellas hasta que acaba sobre sus pezones y los muerde tirando de ellos, pasando a bajar por su cuerpo lentamente, besándole el ombligo, lamiéndolo y llegando a su pantalón. Suelta los botones de su pantalón con su boca, y coloca sus manos en las caderas de Luz. Las manos de Luz aprietan la cabeza de Antonio contra ella. Antonio comienza a bajar el pantalón suavemente; hasta que acabo en sus pies y empieza a besarlos subiendo por sus piernas, mordiéndole los muslos y apretando con sus dientes hasta que llega a sus braguitas; sopla sobre ellas para que note lo mojada que esta, aplica su lengua notando la humedad notando el sabor delicioso que tiene, y empieza a apretar su lengua con el botoncito de su clítoris, apretándola contra sus labios separándolos a través de la tela.

Los jadeos de Luz se escuchan, no es precisamente silenciosa que digamos; Luz le pide a Antonio que siga, que apriete sus labios que recorra cada rincón de su cuerpo. Antonio aparta la braga de Luz con sus dedos y empieza a recorrer los labios de su coño con su lengua haciendo pequeños círculos lentos pero cada vez metiéndola mas y mas profunda hasta que ya no puede meterla mas adentro y empieza a moverla haciendo giros, entrando y saliendo sin parar; Luz vuelve a pedirle, que le meta la polla, le pide que la folle, y el deseo no les deja esperar más, quieren sentirse.

Antonio se desnudo delante de Luz, se quita la camisa, el pantalón haciendo un pequeño streptease para ella, y luego el bóxer ajustado dejando su polla caliente y dura al descubierto delante de ella. Los dedos de Luz recorren los labios de su boca dulcemente provocándolo. Antonio se acerca a su cuerpo, roza nuevamente su clítoris moviéndose con lentitud, sujetándola con fuerza colocando su polla entre los labios de su coño mojado, su boca se acerca de su boca para besarla y penetrarla profundamente y de golpe mientras sujeta sus manos y gime en su boca de deseo; Antonio sin pararse a pensar en nada dice; _ Me encanta notarme dentro de ti, caliente, mojada, ardiendo de deseo. Empieza a moverse sin parar, y sin dejar de besarla.

Antonio se mueve en su interior apretándola cada vez mas contra él, rodeándola con sus piernas, mientras ésta le pide, que no deje de follarla, que la lleve al orgasmo; Luz grita que quieres correrse. _Mmmmm. Me estas volviendo loco; dice Antonio.

Mientras entra y sale de ella, juega con su dedo pulgar en su culito, empieza a acariciar su ano a la vez que la folla fuerte y le muerde el hombro, Luz se aprieta contra la polla de Antonio, mientras no deja de moverse. Antonio le pide a Luz que se frotes el clítoris quiere notar como se corre, quiere ver como se masturbas para él.

Antonio no saca su polla del coño húmedo de Luz , nota como esta entra y sale mientras se acaricia. El dedo de Antonio sigue jugando con su ano; Luz grita; _ ¡Me corro! Antonio nota como Luz se estremece con su polla dura dentro. Luz vuelve a decir; _ ¡Correte Antonio, córrete conmigo!, _Lo voy ha hacer, pero antes te pregunto; ¿Dónde quieres que lo haga? Por que estoy a punto. Luz se gira mirándole fijamente a los ojos ofreciéndole sus tetas, quiere ver su cara mientras se corre. Mirándole a los ojos acaba corriéndose sobre ella, salpicándola, mientras roza sus pezones con su polla.

Abrazados y sudorosos dejan que el sueño los embargue, esperando que un nuevo roce tal vez a mitad de la noche, los devuelva a la pasión, esta vez con calma disfrutando ahora que el deseo inicial ha desaparecido. Esta vez no usarán la imaginación. Puesto que ahora lo que quieren es algo más que follar.

Antonio ha despertado, siente una molestia leve en el cuello como si alguien le hubiera mordido apasionadamente, siente algo diferente, algo que no ha sentido nunca, tiene sed de Luz, sed de pasión, sed de tenerla a su lado. Siente mucho frío. Al girarse Luz no esta, tan sólo unas gotas de sangre en la almohada junto a una nota de papel sellada por un beso y encima una rosa roja plagada de espinas punzantes.

“FUI TU ANGEL DURANTE HORAS Y TU DEMONIO POR SEGUNDOS. TE DIJE QUE NO DESEASES LO QUE NO ESTABAS SEGURO DE QUERER. BUSCAME ENTRE LAS SOMBRAS, MI PERFUME TE GUIARÁ, APAGA TU SED DE SANGRE CADA DIA A MEDIANOCHE, VAGA ETERNAMENTE A MI LADO Y ENCONTRARÁS TU DESCANSO.”