Deseo en la oscuridad

Noche sensual y de desenfreno con una vieja amiga

Subí las escaleras del metro para salir al exterior del subterráneo. El aire gélido de la noche olía a tormenta . Las nubes inquietas se arremolinaban encima de la ciudad , derramando una tenue cortina de lluvia  que me  empapaba levemente .

Avancé sin prisa pero sin pausa a lo largo de la calle. La lluvia empezaba a humedecer el mobiliario urbano. Las farolas alumbraban en la oscuridad, melancólicamente, rodeadas de agujas plateadas que descendían hacia la calzada, mientras el ruido de los coches al pasar sobre le pavimento mojado rompía el murmullo del pequeño aguacero al caer.

A lo lejos te vi llegar; una figura morena  que  avanzaba hacia mi. Ibas con tu cazadora oscura cubriendo tu esbelto y sensual torso , mientras una bufanda preservaba tu delicado cuello y tus apetitosos labios, de las inclemencias del tiempo. Unos ajustados vaqueros azules dejaban entrever tu esbeltez, tu belleza femenina, rematando tu gracilidad con unos zapatos negros de tacón.

Te miré a esos ojos verdes que me vuelven loco mientras te sonreía. Mi mano derecha  se posó en tu mejilla izquierda mientras te besaba en la otra  al saludarte. La embriaguez de tu perfume y de tu olor copaba mis sentidos con una fragancia seductora, que me incitaba al deseo . Mi mano izquierda se posó en tu cintura , mientras notaba un estremecimiento recorrer mi cuerpo .

Nos dirigimos a una discoteca de las cercanías. Estabas animada. Necesitabas salir y divertirte, tu cuerpo pedía marcha . Nos adentramos en la sala bajo la atenta mirada de dos vigilantes . La música sonaba de fondo mientras cruzábamos el umbral .

Una vez dentro la oscuridad nos envolvió, las luces relampagueaban al ritmo de la música;  te quitaste lentamente la cazadora dejando a la vista tus encantos ultraterrenos; Una ajustada blusa verde y transparente encajaba como un guante de seda en tu bella anatomía dejando entrever tus encantos en forma de un sugerente escote . Tu cuello de cisne , rodeado por una pequeña cruz plateada te daba un toque de distinción, junto a la cascada de plata que descendía desde tus oídos en forma de pendientes.

Una vez dejadas nuestras pertenencias nos dirigimos a la barra . El lugar estaba repleto de gente; chicos y chicas jóvenes se divertían, flirteaban, bebían y bailaban en derredor nuestro.  Te pediste un ron con cocacola mientras yo hacia lo propio con un vodka con lima. Después te dirigiste a la pista diciéndome que te siguiera mientras me mostrabas  una sonrisa picarona .

Observé como te adelantabas mientras no perdía detalle tus respingonas nalgas, que me invitaban a soñar con oscuros pensamientos de pasión y fantasía.

Una vez allí empezaste a moverte sinuosamente al ritmo de la música ;una canción ochentera que me gusta mucho; Relax , de Frankie goes to hollywood.

Me tenías hipnotizado. Mientras tu cuerpo se movía, daba pequeños sorbos a mi bebida absorto en contemplarte ; de vez en cuando me  mirabas y me sonreías mientras seguías moviéndote como una sirena en el mar.

Poco a poco empecé a contagiarme de la música , dejándome llevar, bailando cerca de ti. Nuestras bebidas se terminaron, pero nuestro ánimo se acrecentó. Cada vez que me acercaba a ti y bailábamos tan cerca, me costaba mucho refrenarme para no prenderte y devorarte allí mismo dejando en libertad el fuego que llevo dentro y que eres una experta en avivar.

Al poco tiempo llegó tu canción, tu favorita, la de New order, bizarre love  triangle ….

No pude más , estabas de espaldas a mí cuando te agarré de la cintura y seguía tu baile,. Tú me dejabas hacer mientras posabas tus manos sobre las mías y seguías el juego . Volví a sentir tu olor, tenía tu cuello cerca y no pude evitar besarlo mientras aún nos contorneábamos al son de la música .

Tu mano derecha subió a mi cabellera, acariciándome , mientras mis manos recorrían tu piel, por tu ombligo, por encima , por debajo… hasta que no pude más y te volteé hacia mi. Tu mirada tierna contrastaba con mi mirada fija y atenta, segura de si misma cuando probé tus labios .  El tiempo pareció detenerse al son del estribillo de la canción; mis manos bajaron hasta tu deseado trasero atrayéndote hacia mí mientras no dejaba de explayarme en la suavidad de tu boca; el jugueteo de tu lengua me hacía enloquecer, haciendo que mi excitación aumentara al máximo mientras te apretaba contra mí y te hacia notar la calentura de mi entrepierna.

Mis manos notaban la suavidad y tersura de tus nalgas por encima de tus vaqueros; tus pechos se estrechaban contra el mío , notando tus dos bellezas apretadas contra mi, transformando mi caliente sangre en lava líquida . Mi mente solo deseaba una cosa en ese momento , mi deseo de tenerte, de poseerte, me nublaba la razón mientras no dejaba de besar con fruición tus labios .

Lentamente subí mis brazos  hasta abrazarte y sentir tu espalda estremecerse bajo las palmas de mis manos  mientras  no dejaba de besarte . Me correspondiste. Estábamos pegados el uno al otro, la oscuridad de la pista , levemente interrumpida por los focos de luz, era nuestra cómplice.

Cuando te separaste de mis labios y te alejaste , quedé en el limbo de las sensaciones por un momento, hasta que contemplé tus ojazos verdes que portaban una mirada lasciva y juguetona.  Te diste la vuelta mientras me agarrabas las manos y no dejabas de bailar y pegabas tu trasero a mi paquete; Nos movíamos al unísono subiendo , bajando mientras bailábamos al ritmo de otra nueva canción ; esta vez Depeche mode con su “i feel you” que contribuía a calentarme más si aún cabe con su  sugerente melodía.

Mis manos te agarraron nuevamente de la cintura, y no pude reprimir el deseo de subirlas hasta tus firmes pechos.  Era como acariciar la gloria. Por fin notaba el tacto, aunque fuera por encima de tu blusa , de tan deseado manjar. Toda la noche me traía loco ese escote junto con el resto de tus encantos y por fin los tenía entre mis manos .

Me pareció escuchar un gemido entre tus labios mientras empujabas tus nalgas hacia atrás y comprobabas la dureza de mi miembro tan cerca de tu tesoro..

Tu cabeza se inclinó hacia atrás, con los ojos cerrados , esperando recibir un beso que no tardé en darte. Uno más apasionado y húmedo que el anterior.

Estaba fuera de mi, no podía más. Te solté los pechos y te cogí de la mano en dirección a los servicios. Por suerte al llegar allí no había mucha gente ; con disimulo nos metimos en el baño de mujeres , encerrándonos en uno de los lavabos, mientras no podía parar de besarte y comerte ,cada vez con más ansia y fruición.

Tu mano acariciaba mi paquete , mientras yo hacia lo propio con tu tesoro mientras que con la otra te sujetaba la cabeza para sentir más intensamente nuestros besos pasionales.

Decidí desabrocharte los vaqueros, bajándotelos de un tirón mientras me mostrabas un hermoso tanga negro que llevaba un corazoncito de brillantes colgado de la tira lateral.

El olor a excitación y la humedad te delataban. Lentamente bajé tu ropa interior para encontrarme con tu sonrosado sexo palpitante y abierto como una flor. No tardé en devorar con fruición tan exquisito manjar mientras tus suspiros emergían de tus labios y tus manos me agarraban la cabeza haciéndome seguir el ritmo de tu placer.

Cuando tuviste suficiente y tu excitación alcanzó un nuevo cenit , me subiste  y me besaste mientras bajabas mis pantalones negros y mi boxer oscuro, liberando mi miembro al que acariciaste con intensidad mientras no dejabas de besarme.

Te diste la vuelta mostrándome tu hermoso trasero desnudo, deseando que nos uniéramos en un solo ser; te cogí de la cintura mientras te atraía hacia mi y enterré mis dieciocho centímetros de carne en tu interior mientras nos movíamos frenéticamente como si hiciera meses que  hubiéramos estado sin hacerlo.

Desnudé tus pechos , mientras comprobaba la dureza de tus pezones entre mis dedos. Tus nalgas se apretaban contra mi para sentirme más intensamente. Mis manos se posaron en tus hombros para atraerte hacia mi y sentirte más adentro , tus labios chupaban el dedo índice de mi mano derecha, aumentando el morbo  y la excitación del momento.

Después de notar como llegabas a un intenso orgasmo me separé de ti  y me senté en la taza, invitándote a que me cabalgaras como una posesa, cosa que no tardaste en hacer . Al tiempo que acogías mi miembro en tu interior me obsequiaste con un intenso beso que me hizo estremecer intensamente . Empezamos un movimiento  de vaivén nuevamente. Tus manos empujaban la pared de detrás de mí para darte mayor impulso, mientras mis manos manoseaban tus deseados pechos, que me vuelven loco, mientras los comía , chupaba y succionaba como si no hubiera catado ninguno en mi vida.

Continuamos teniendo un placentero sexo salvaje, bajo la égida de nuestros gemidos y suspiros. Otro orgasmo se acercaba. Tu humedad iba en aumento, la intensidad del movimiento y la fricción aumentaban, mientras me pedías que aumentara el ritmo y cogiera y comiera con fuerza tus pechos . Me hiciste alcanzar nuevas cotas de placer, cuando los dos nos fundimos en un orgasmo conjunto, inundándonos mutuamente de nuestros jugos del amor.

El brillo de tus ojos en ese momento era algo indescriptible. Tu mirada de placer y satisfacción era la mejor recompensa que podía tener , más allá de mi propio placer.

En ese momento de sexo intenso, de polvo salvaje , nos miramos fijamente a los ojos .

Ese tipo de miradas que solo se cruzan las personas cuando saben lo que piensa el otro, la mirada que se asoma a lo mas profundo de nuestro ser . Una mirada de complicidad , de ternura, de un deseo irrefrenable de no querer dejar de contemplar jamás , como si hubiéramos sido conscientes de que esas miradas  hubieran perdurado durante toda la eternidad.

Tácitamente nos besamos con ternura, con suavidad, como si fuera el beso inmaculado de unos adolescentes primerizos , un beso que iba más allá del deseo, del placer, de un polvo salvaje , de un flirteo excitante del que habíamos sido partícipes y cómplices toda la noche.

Compusimos nuestras vestiduras mientras nos limpiábamos y arreglábamos para volver a la pista de baile.

A pesar de lo sucedido, mi deseo hacia ti no disminuyó ni un ápice , al seguir contemplando tu encanto y tu desenvoltura al ritmo de la música, mientras nos dábamos muestras de afecto al bailar cerca.

Cuando terminó la  música y las luces se encendieron, la discoteca se fue vaciando poco a poco . Nos cogimos de la mano y nos sonreímos sin decir nada , mientras recuperábamos nuestras pertenencias y salíamos fuera.

La lluvia aún persistía y el frío se intensificó. Te estremeciste y temblaste, mientras te pasaba un brazo por encima para darte calor.

Nos dirigimos a tu casa para resguardarnos de los elementos; subimos a tu piso, empapados por la lluvia.  Nos secamos mientras observaba con deleite como te quedabas en ropa interior. Nunca me cansaría de contemplar  tu belleza ; de forma coqueta y sensual te ibas secando mientras me sonreirás y me quitabas la camiseta y el pantalón, dejándome en ropa interior  a mi también.

Cogiste tu cámara y empezaste a hacerme fotos , con mi cabellera mojada, descendiendo sobre mis hombros. Despertaste en mi el deseo nuevamente y la excitación, haciéndome poner  poses cada vez más provocativas hasta que me retrataste desnudo . Cuando terminaste , me pasaste la cámara mientras te movías de modo sugerente.

Era mi turno de plasmar tu belleza femenina . Lentamente cambiabas de posición , a cada cual más coqueta y sensual, hasta que poco a poco te ibas desprendiendo de la poca ropa que te quedaba.  Una foto de frente con tus atributos ocultos , tu mirada de niña traviesa con un dedo en la boca, luego de espaldas , mirando de lado y hacia abajo mientras te mantenías erguida y la sensualidad de tu espalda y la redondez de tu trasero me hacían la boca agua.  Luego otra de rodillas en tu cama mientras tus manos sopesaban tus pechos y tu mirada lasciva se clavaba en mi objetivo.

Luego te quitaste el sujetador , dejándome fotografiar tus pechos de pezones  desafiantes mientras te estirabas en la cama, hasta que por último pude plasmar la belleza de tu cuerpo desnudo cuando te despojaste de tu última prenda. La belleza  y sensualidad que desprendías hacía que mi sangre volviera a hervir . Esas deseadas fotos no tenían punto de comparación con contemplarte de cerca.

Dejé la cámara en un rincón mientras me acercaba a ti, recostándome a tu vera mientras nos volvíamos  a besar y repetíamos, de manera más íntima  y sosegada, nuestra noche de pasión y sexo .

Cuando terminamos y  te quedaste dormida, las primeras luces del nuevo día  se escapaban de entre las tormentosas nubes y lamían la ventana de tu habitación.

Tu cuerpo desnudo iluminado bajo los tenues rayos del sol del amanecer te daban una apariencia sublime; tu cabellera suelta rodeaba tu cabeza como una corona oscura. Tus ojos cerrados, privaban el mundo de la belleza de tus dos joyas verdes engarzadas. Tus labios carnosos invitaban nuevamente a besarlos, como si haciéndolo se rompiera el hechizo del sueño como si de la bella durmiente se tratase. Tu respiración acompasada, hacia subir y bajar lentamente tus pechos desnudos ; Tus piernas bien torneadas, tu sexo , tus muslos, todo contribuía a un cuadro de profundo erotismo y sensualidad del que no pude evitar plasmar con tu cámara.

Cuando terminé me acosté junto a ti y nos cubrí con una manta . Lo último que vi antes de caer dormido fue tu bello  rostro durmiente, lo último que sentí fue el calor de tu cuerpo junto al mío mientras pasaba mi brazo por encima de tu cuerpo. Deseé detener el tiempo de nuevo para conservar ese momento , mientras me preguntaba con desazón y melancolía si todo lo sucedido esa noche fue el mayor de mis sueños o la más bonita realidad….