Deseo cumplido

Como hice realidad mi sueño

Hola amigos de Todorelatos:

Hace tiempo que empecé esta historia, pero por problemas particulares hasta ahora me a sido imposible continuar, os pido perdón, como hace mucho tiempo os envío la primera parte y en breve, dos o tres días la segunda parte.

Como todo tiene su comienzo empezaremos por principio.

Mi nombre es José y en la actualidad tengo 59 años, un niño todavía.

Era el año 90, en que era asiduo lector de dos revistas de relatos eróticos y contactos de gran tirada nacional, que pertenecen a la misma editorial, una semanal y otra mensual que todavía se editan y como no, continúo leyendo.

En esa época, yo trabajaba como autónomo, en una archiconocida cadena de grandes almacenes, de técnico instalador de aparatos de electrónicos, llevando a un empleado de 18 años recién cumplidos.

De tanto leer los relatos, pensé que podría intentar poner en práctica y disfrutar con la persona a la que quiero, de momentos como los que solía leer y si la otra 3ª persona puede ser de confianza, mucho mejor.

Cada vez que follaba con mi esposa de 34 años, en esa época, le comentaba que si le gustaría estar con otra persona más en la cama, su contestación era:

*ESTAS LOCO

Pero a pesar de ello, yo insistía, aunque no todas las veces que follábamos, pero si a menudo, para no hacerme cansino y obtener un rechazo total.

En principio, logré que se dejara fotografiar desnuda, masturbándose o follando conmigo. Un gran paso para mí.

Con algunas de esas fotos, puse un anuncio en las mencionadas revistas sin que ella lo supiera, como es lógico, ocultando nuestros rostros, (hay que hacer constar que no somos nada del otro mundo, sino unos más del montón).

Un día, estando trabajando con el chico, le enseñé el anuncio sin que el supiera de quién se trataba y le comenté...

Te gusta este coño

  • Claro que me gusta

¿Qué harías con él?

  • Vaya pregunta más tonta, pues echarle varios polvos.

¿Lo dices de verdad?

*claro y hasta le abriría el culo.

Pues yo conozco a quién pertenece y si quieres te la presento, pero con la condición, de que tengo que estar yo delante y follárnosla los dos.

*¿Que dices?, no sé si podré hacer eso.

Tú no te preocupes, que veras que bien lo pasaremos, este sábado no, pero quedaremos para el siguiente. Ya hablaremos el viernes anterior para quedar.

  • vale como quieras.

El tomarme esos días, no era más que para tener tiempo a preparar a mi mujer.

Cuando llegué a casa esa noche, saludé efusivamente a mí esposa.

*Vienes muy alegre – Me dijo.

Le conteste que sí.

Después de cenar te contaré el motivo.

Al terminar de comer y tras recoger la mesa, dije que si quería saber el porqué de mi alegría.

  • claro que sí.

Y fui a buscar la revista, para enseñarle la publicación.

¿Qué te parece el anuncio, ha quedado bien?

*¿Estás loco, como te has atrevido?, esas fotos eran solo para nosotros, para nuestra intimidad y disfrutarlas juntos.

Pero cariño, si nadie puede reconocernos.

  • Aun así es un disparate.

Además, así tú puedes escoger, y no ser la escogida, y serás tú la que podrás elegir a la persona que mejor te caiga.

*Es una locura, pero si alguna vez me decido, cosa que dudo..., tendría que ser con alguien que me guste mucho y que me inspire confianza.

Estuvimos hablando de ello ya sin enfados

durante varios días, pero sin pleno convencimiento por parte de ella.

Pasaban los días y mi empleado todavía

desconocía que el coño de la foto era el de mi esposa.

El miércoles antes, le dije a mi mujer, que vendría el sábado a cenar el chico, lo que no le extraño ya que había venido algunas a comer, le puse como pretexto que se había quedado solo el de fin semana. A ella le extraño, pero le comenté que era por hacerle un favor.

Lo que ocurría, es que a ella le gustaba estar cómoda con la mínima ropa e irse a las 12 de la noche a la cama.

Pero lo que no sabía ella, es que habría tres novedades, una la de tener un invitado de noche, la otra que iba a desvirgar a un chico y la tercera que iba a estar en la cama con dos hombres para ella sola.

El viernes le comenté al compañero, que le esperaba en mi casa el sábado a las 9 h. de la noche, por lo que me pregunto qué pasaba con mi mujer.

No te preocupes, todo está solucionado.

El sábado, el chico fue puntual, y mi mujer, estaba acabando de preparar la cena sin imaginarse nada de lo que iba a suceder, con su bata de estar por casa muy liviana, de botones y sin ropa interior, como era su costumbre.

A mi amigo, con la confianza que le tenía, le dije que por favor me montara el vídeo en la tv. de la habitación de matrimonio, mientras que yo ayudaba a poner la mesa, A esta altura, supongo que ya empezaba a imaginarse algo, pero no sabía exactamente el qué, porque la que estaba en casa era mi esposa y no había nadie más.

Pasamos a la mesa a cenar normalmente, con algunas bromas, más subidas de tono que de costumbre por parte mía.

Al acabar, dije de pasar a la habitación para ver la película cómodamente, como excusa dije que era un poco larga y ahí estaríamos mas cómodos. Así lo hicimos, yo procuré que ella quedase entre los dos hombres.

Al poner la película, ella me dijo en voz baja

  • es porno.

A lo que le conteste:

No pasa nada somos adultos ¿no?

Ella asintió, no sin sonrojarse. Al rato de empezar la película, empecé como como lo más normal del mundo, a acariciar sus pechos, ella nerviosa decía:

Para, que esta él.

no pasa nada está viendo la peli.

Poco a poco notaba que ella se iba excitando.

Mis caricias eran cada vez más atrevidas, y empecé desabotonar los primeros botones, a lo que ella trataba de impedirlo, volviéndose a sonrojar.

*¿Qué haces?

Nada, simplemente acariciarte.

Cuando logré calmarla un poco, empecé a lamer sus pezones

  • ¿qué haces? - dijo de nuevo.

nada cariño.

*que esta él.

Tú déjate llevar.

  • ¿Qué pretendes?

Que lo pasemos bien los tres.

  • ¿Los tres?

Si.

  • ¿Como?

Hoy vas a saber lo que es estar con dos hombres a la vez.

*Pero... hoy... no..., no me esperaba nada de esto.

  • ¿Podrías haberme dicho algo?

No lo hice por si te negabas.

  • Hubiese sido lo normal.

Yo lo venía preparando desde que te dije que puse el anuncio, te aseguro que no te arrepentirás.

  • ¿Pero si es un niño?

Si y virgen, tú vas a ser su primera mujer.

*Dios, que lio, y que compromiso.

Ya sin disimulo le quite todos los botones que quedaban por soltar, y le saque la bata, mientras yo le decía a él...

A qué esperas, empieza a desnudarte, que yo lo haré en un momento.

Así lo hizo, y a continuación lo hice yo.

Para romper un poco el hielo y caldear el ambiente, comencé a besar el cuerpo de ella hasta llegar a su peludo coño, animándole a él.

Anda, dale unos besos y empieza a comerle esas tetas, que te están llamando a gritos, mira sus pezones, los tiene de punta.

Ella, ya ligeramente liberada de sus perjuicios y temores cogió la cabeza de él y acercando su boca, mezclaron sus salivas. Luego lo aparto, el tiempo justo para decirle:

*Chúpame las tetas, por favor, quiero correrme con los dos a la vez, a ver que se siente. No tardó mucho en correrse, ya que mis lamidas eran cada vez más intensas y la novedad de la situación realmente excitante y le escuche decir:

  • Me corrooo..., me corrooo, e impregnando mi boca con tal cantidad de jugos, que parecía una catarata.

A ella, casi se le había pasado bastante o toda la vergüenza, sin importarle ya la presencia de los dos hombres.

Descansamos todos poco y le pregunte que le había parecido el entremés.

*Delicioso mejor de lo que pensaba-

Pues ahora, viene lo mejor, anda métesela en el coño, le dije a él, pero primero lámeselo un poquito, para que así sepas a lo que sabe un jugoso coño.

El chaval, enloqueció con la lamida, e hizo que se corriera ella y el casi estuvo a punto.

Yo tenía mi polla en la boca de ella, que, con la locura de la corrida, casi me la muerde.

El chico, ya más animado, dejo de lamer, le metió de un solo golpe su ya más que erecto pene en el coño.

  • ¿No hubiera sido mejor que tu fueras el primero?

Le dije que no, que quería saber lo que es sentir mi polla en su coño con la leche de otro hombre aún caliente.

Ella se calló y se limitó a disfrutar y gemir, mientras yo le iba comiendo sus hermosas tetas, combinándolo con besos y metidas de polla en su boca.

De repente oí:

*Me corrooo... correros conmigo. Que quiero sentir como nos corremos al mismo tiempo.

El chico, al oír eso, no aguanto más y se corrió en el coño, y ella le siguió, yo me contuve y solo dije a él:

Sube rápido, que te limpie la polla con la boca, mientras yo me la follo con tu leche dentro, quiero correrme notándola aún caliente.

Así se la metí, y entre lo cachondo que estaba, y notando la corrida de él, tarde poco en correrme, pero no sin antes arrancarle a ella el orgasmo más fuerte que yo le he notado nunca hasta ese momento.

Ella agotada, solo dijo:

  • “Todo lo que me he perdido por mojigata, esto hay que repetirlo más veces CARIÑO”

Cuando quieras, pero esto aún no se acabado.

Bueno no me gustan los textos que continúan, pero creo que en este caso es necesario pues me estoy extendiendo mucho y quiero contar como ocurrió realmente, pues creo que merece le pena. Al mismo tiempo, puede que sirva de consejo a otr@s lector@s para que, si lo desean, lo intenten con sus parejas. En otros escritos os contaré más experiencias, pero sin que haga falta leer los anteriores relatos.

Prometido.

Independientemente de la continuación de este, que será una excepción.

Estas historias son todas reales, por eso, al corregir el texto habréis visto una gran diferencia y es que conforme voy escribiendo, voy recordando como fueron realmente los hechos.

Gracias por vuestros comentarios, me son de gran ayuda para ir mejorando mi forma de redacción.

SALUDOS.