Desenfreno en la calle de la Corrida nº69 09

Atrapados en el ascensor...: Por fin, la dulce Albita Peláez obtiene lo que tanto ansia...

CAPÍTULO 9º

ATRAPADOS EN EL ASCENSOR

Jueves, 28 de Noviembre de 2013, las 20:20 de la tarde. La joven Albita Peláez y su vecino, el apuesto y guapo Alejandro Blasco, el dueño del Segundo A, protagonista asiduo de los calientes sueños de la hija de los presidentes de la finca.

―Hola, Alex –saluda la niña al tiempo que clava sus preciosos ojos castaños en el paquete de su vecino.

―Hola, Alba –responde Alejandro, sintiéndose levemente aturdido por el desparpajo de la guapa adolescente y sin poder él tampoco apartar sus ojos del provocativo escote que luce la chiquilla.

―¿Llegas ahora de trabajar? –Inquiere Albita mostrando sus brackets en simpática sonrisa, pero sin apartar la mirada de la entrepierna de su joven y atlético vecino.

Alex se dispone a responder, cuando el viejo ascensor da una fuerte sacudida y queda atrancado entre el patio y el primer piso, para sorpresa y susto de los dos jóvenes convecinos.

―¡Menuda jodienda! –Exclama Alejandro al tiempo que estira su mano hacia el botón de alarma, siendo detenido al instante por la chavala, que vuelve a sonreír, aunque esta vez con una pica de lascivia y picardía.

―Vamos, Alex –susurra aupándose sobre la puntera de sus deportivas para alcanzar el oído derecho de su vecino―; no te hagas el tonto conmigo… Sé que lo estás deseando hace tiempo…

―¿D―desear, el qué? –Tartamudea el muchacho mientras Albita Peláez le desabrocha el pantalón y saca los veinte centímetros de gruesa polla al descubierto.

―¿Qué va a ser? –Ríe la chiquilla, al tiempo que propina varios besitos al hinchado capullo―. ¡FOLLARME COMO LA PUTITA CALIENTAPOLLAS QUE SOY!

―¡JOOODER, ALBITA! –Jadea Alejandro dejándose caer contra una de las paredes del viejo y estrecho elevador―. ¡LA COMES MEJOR QUE MUCHAS DE MIS NOVIAS!

―¿VERDAD QUÉ SÍ? –Ríe la mocosa sacándose el grueso falo de la boca y endiñándole un escupitajo que luego vuelve a lamer para gozo de su vecino―. MIS PROFESOR DE MATES ME VA A SUBIR LA NOTA GRACIAS A ELLO.

―¿E―ERES VIRGEN? –Logra balbucear Alejandro mientras la niñata se desabrocha los shorts y se baja las braguitas de “Monster High”, mostrándole su rajita cuidadosamente depilada y le responde entre divertidas carcajadas:

―¡PUES CLARO QUE SOY VIRGEN! ¡ESTABA RESERVANDO MI COÑITO PARA UNA POLLA COMO LA TUYA!

―¡JODER, JODER, JODER! –Gime el muchacho mientras observa como su joven vecinita se abre el chichi con los dedos y le muestra su ya lubricado clítoris―. Imagino que sabes que me la juego si nos pillan…

―Tranquilo –vuelve a reír Albita―. Les diremos a todos que fui yo quién te violó.

Dicho esto, se acerca al cada vez más sorprendido Alejandro y, de un salto, se cuelga de su fuerte cuello, quedando su joven y virginal coñito a la altura justa para ser penetrado por el grueso pollón del vecino.

―¡VAMOS, CABRÓN, METÉMELA HASTA LOS HUEVOS! –Jadea la pequeña calientapollas dejándose caer poco a poco en el grueso mástil de carne, soltando un gemido, mezcla de dolor y placer, cuando el cipote de su guapo y atlético convecino rompe su himen―. ¡DIOSSS, QUÉ GORDA LA TIENES, HIJOLAGRANPUTAAA! –Grita la niñata en tanto gruesos lagrimones ruedan por sus sonrosadas mejillas y empieza a botar sobre la gorda verga de Alex, que nota la sangre del coñito recién estrenado de la joven putilla recorriendo su tranca.

―¡BUFFF! –Resopla Alejandro mientras aferra las firmes y duras nalgas de la chavala para hacer más fuerza con su verga en el interior de su jovencísima y cachondísima amante―. ¡ERES TODA UNA GUARRILLA!

―¿A QUÉ TE GUSTA FOLLARME? –Ríe otra vez la caliente chiquilla mientras se baja del pollón del vecino y vuelve a meterse éste en la boca para propinarle otra experta mamada antes de ofrecerle su culito estrecho y virginal con estas palabras―: ¿TE APETECE ROMPERME EL OJETE, SEMENTAL?

―¡SÍÍÍ! –Casi ruge Alex mientras se agarra el cipote a la altura de los cojones y lo enfila hacia el orto de la chiquilla.

―¡UFFF! ¡ASÍ, ASÍ, RÓMPEME EL CULITO CON TU ENORME TRANCA! –Gime Albita Peláez mientras su guapo y atlético vecino le taladra el ojete con sus gordo pollón, causándole a un tiempo un dolor casi insoportable y un placer indescriptible.

―¡ERES UNA NIÑA MALA, ALBITA! –Ríe Alejandro al tiempo que palmea las prietas nalguitas del jovencísimo putón.

―¡Y ESO TE ENCANTA, CACHO CABRÓN! –Jadea la chiquilla al tiempo que su coñito se deshace en el que es su sexto orgasmo.

Y por fin…

―¡ABRE LA BOCA, SO PUTAAA! –Brama Alejandro Blasco sacando su polla del estrecho culito de la niña y acercándola a la cara de su vecinita, que obedece al instante, tragándose sin dudar hasta la última gota de semen espeso y caliente, en el preciso instante en que el ascensor, con un profundo quejido, vuelve a ponerse en marcha.