Desenfreno en la calle de la Corrida nº69 08

Dos Viudas y un portero...: Qué sufrido es el trabajo de los porteros...

CAPÍTULO 8º

DOS VIUDAS Y UN PORTERO

Lunes, 25 de Noviembre de 2013. ¿Recordáis que hace unos capítulos, Maruja y Angustias, las dos amigas viudas del Primero B discutían por culpa de un hombre? Pues bien, hoy vuelven a ello…

Acaban de subir de comprar y al llegar a casa, Maruja explota.

―¿¡SE PUEDE SABER POR QUÉ COÑO MIRABAS CON TANTA INSISTENCIA AL PORTERO!? ¡NI QUÉ FUERA LA PRIMERA VEZ QUE LO VES!

―¿¡YA VAMOS A EMPEZAR OTRA VEZ CON LOS REPROCHES, MARUJA!? ¡A MÍ TODAVÍA ME GUSTAN LOS HOMBRES, Y MI COÑO SE DESHACE CADA VEZ QUE VEO UN BUEN PAQUETÓN, COMO EL QUE TIENE FELIPE ENTRE LAS PIERNAS!

―¡TÚ LO QUE ERES ES UNA VIEJA CALIENTAPOLLAS, ESO ES LO QUE ERES!

―¡Y TÚ LO QUE NECESITAS ES UNA BUENA POLLA EN ESE COÑO RESECO TUYO!

―¿¡QUÉ COJONES HAS DICHO, MALA PUTA!? –Chilla Maruja abalanzándose sobre su amiga con las uñas por delante, dispuesta a destrozarle la cara con ellas.

Y en un momento, como dos gatas salvajes, las dos amigas se enzarzan en una cruenta pelea donde no faltan los arañazos y los más brutales tirones de pelos hasta que, alertado por los gritos y los insultos, el pobre y sufrido Felipe sube al primer rellano, encontrándose con el lamentable espectáculo.

¡SEÑORAS, SEÑORAS! ¿¡QUÉ PUÑETAS ESTÁN HACIENDO, POR EL AMOR DE DIOS!? ¡QUÉ SE VAN A MATAR! –Sin dudarlo un instante, el enorme portero agarra a las dos viudas del brazo y las obliga a entrar en su piso, antes de que ningún otro vecino salga a ver lo que pasa.

Una vez dentro del apartamento, y tras haber logrado separarlas, el bueno de Felipe pregunta a las dos amigas por los motivos de su pelea.

―¡TÚ ERES EL JODIDO CAUSANTE DE NUESTRA RIÑA! –Exclama al instante Maruja, para sorpresa del pobre Felipe―. ¡TÚ Y TU MANÍA DE EXHIBIR TUS ENORMES ATRIBUTOS MASCULINOS DELANTE DE LAS MUJERES!

―¡P―pero, señora! ¿¡Qué coño está usted diciendo!? –Exclama el portero visiblemente ofendido por las duras palabras de la madura cincuentona, mientras Angustias se desternilla de risa y, para su pasmo y asombro, se levanta del sofá, se acerca a él y empieza a sobarle la entrepierna, al tiempo que dice dirigiéndose a su amiga:

―Tú déjala, cariño. Lo que le pasa a Maruja es que desde que se murió su Wenceslao no ha estado con ningún hombre, y se ha convertido en una estrecha insufrible.

―¿¡QUÉ YO SOY UNA ESTRECHA!? –Grita Maruja alzándose también del sofá y empezando a desabrochar los pantalones del bueno y sorprendido Felipe, sacando al aire su tremendo badajo ya medio enhiesto―. ¡OS VÁIS A ENTERAR DE LO QUÉ ES CAPAZ DE HACER ESTA ESTRECHA! –Y, dicho esto, comienza a lamer el bestial pollón hasta lograr que alcance su máxima expresión, es decir, treinta centímetros.

―¡LA MADRE DE DIOS! –Jadea Felipe mientras acaricia los cortos y canosos cabellos de Maruja―. ¡QUÉ LENGUA TAN DELICIOSA!

―¡DÉJAME UN POCO A MÍ TAMBIÉN, AVARICIOSA! –Ríe Angustias empujando a su amiga y agarrando ella también el enorme rabo del portero que, un instante después, disfruta de una fabulosa mamada a dos bocas, sintiéndose el hombre más afortunado del Mundo.

―¿QUIERES VER CÓMO SE LO MONTAN DOS VIEJAS VICIOSAS, CARIÑO? –Inquiere de repente Maruja, mientras comienza a acariciar las enormes mamellas de la pelirroja Angustias.

―¡LO ESTOY DESEANDO! –Replica Felipe mientras sacude su verga ante las caras de las dos cachondas maduritas.

―MMM… SEGURO QUE SÍ, SEMENTAL –Ríe Angustias mientras ella y Maruja se besan en la boca y sus manos acarician sus maduros cuerpos con ansia, sobando enormes tetas e introduciéndose en calientes y húmedas rajas―. ¿QUIERES VER COMO LE COMO EL COÑITO A MI AMIGA?

―¡SÍÍÍ! –Exclama el semental negro dejándose caer en un sillón cercano, en tanto Angustias abre los labios del chumino de su compañera y empieza a acariciar su clítoris con su lengua, provocando varios orgasmos seguidos a la caliente Maruja.

―¿QUIERES FOLLARME COMO LA PERRA QUE SOY MIENTRAS LAMO LA RAJITA DE MI COMPAÑERA? –Inquiere Angustias contoneando su rotundo trasero ante la cara del alucinado y cada vez más cachondo portero―. QUIERO QUE ME METAS TU POLLÓN HASTA LO MÁS HONDO, CARIÑO… MMM… SÍ… ¡JÓDEME BIEN FUERTE, MACHOTE!

Felipe no se hace repetir la suculenta sugerencia de Angustias, y con una sonrisa de oreja a oreja se arrodilla y comienza a penetrarla muy despacio para no hacerle excesivo daño con su descomunal verga.

―¿TE GUSTA ASÍ, VIEJA ZORRA? –Inquiere mientras sus manazas soban los melones de la madura pelirroja―. ¿TE GUSTA SENTIR MI POLLÓN EN TU ESTRECHO Y HÚMEDO CONEJO?

―MMM… SÍ… ME ENCANTA COMO ME FOLLAS, NEGRAZO… ME ENCANTA SENTIR TU POLLAZA EN MI CHUMINO… ―Gime Angustias sin dejar de masturbar y lamer el chichi de la cada vez más caliente y excitada Maruja, que se retuerce de gusto en el sofá.

Y así, tras diez intensos minutos de frenético metesaca, y caricias y lamidas de coño, el portero saca su tranca del chocho de Angustias y con un bestial berrido acerca ésta a las caras de las dos maduras insaciables de sexo y…

―¡TOMAR LECHE, VIEJAS FURCIAS! –Brama mientras comienza a correrse intensa y abundantemente sobre las fabulosas tetazas de doña Angustias mientras Maruja va lamiendo los chorreones de lefa caliente de sobre los pechazos de su amiga.

―¿Ves como follar de vez en cuando no está tan mal, querida Maruja? –Inquiere burlona Angustias una vez el portero ha salido del piso, dejándolas solas.