Desenfreno en la calle de la Corrida nº69 04.

El enchufe estropeado...: Qué gozo da tener un portero que sirve para todo...!!! Literalmente...

CAPÍTULO 4º

EL ENCHUFE ESTROPEADO

Miércoles, 13 de Noviembre de 2013. En el Segundo B, la joven recién casada Eva se dispone a ponerse a planchar ahora que está sola en casa cuando se da cuenta de que el enchufe donde tiene pensado conectar la plancha huele a chamuscado.

-¡Pues vaya faena! –Masculla mientras frunce el entrecejo y mira alternativamente el enchufe estropeado y el ingente montón de ropa que tiene sobre la mesa de la salita-. Y ahora Adrián está trabajando –añade frunciendo aún más el ceño y soltando un bufido.

Todo parece perdido para la guapa recién casada cuando, de repente, suena el timbre del telefonillo.

Es Felipe, el portero, para avisar de la llegada de un paquete de correos.

-Felipe, ¿tu no tendrías idea de cómo arreglar un enchufe averiado, verdad? –Inquiere Eva dando a su voz el tono más meloso y sensual que es capaz de conseguir.

-¡Por supuesto! –Exclama el negrazo lanzando una estridente carcajada, tan fuerte que hace que la joven se aparte el teléfono de la oreja-. Ahora mismito subo y se lo arreglo.

Y así es, cinco minutos más tarde, el negro Felipe sube al Segundo B cargado con el paquete de correos y una pequeña caja de herramientas.

-Pasa, Felipe, pasa –invita Eva, mostrando al portero su más cordial sonrisa-; el enchufe está aquí mismo, en el comedor –dice señalando el objeto averiado en cuestión.

Luego, y desde la pequeña y coqueta cocina, añade:

-¿Te apetece algo de beber, una Coca-Cola, una cerveza…?

-No, gracias –Felipe, sin más dilación, se agacha ante el enchufe averiado, y comienza a manipularlo con sus herramientas.

Diez minutos más tarde vuelve a incorporarse con una enorme sonrisa de triunfo en su oscuro semblante.

-¿¡Ya está!? –Exclama la dueña del piso, sinceramente sorprendida.

-Sí. Ha sido algo fácil.

-¿Y cómo te puedo pagar?

-¿Mmm? –Los saltones ojos del bueno de Felipe se clavan en el escotazo que luce la guapa vecina del Segundo B, mientras su tranca de treinta centímetros se tensa contra la tela del pantalón de chándal que lleva para andar más cómodo-. No se preocupe por eso, doña Eva –logra continuar mientras hace un esfuerzo casi sobrehumano para apartar la mirada del tremendo par de tetas de la joven recién casada.

-Si vuelves a llamarme doña Eva… -Amenaza la chica divertida, mientras sus ojos se posan en el colosal paquetezazo de la entrepierna del portero cubano.

Luego, todo ocurre muy deprisa…

Ni corta ni perezosa, Eva lleva su mano al colosal paquete de Felipe, mientras las manos del negro hacen lo mismo con sus enormes mamellas.

-¡LA MADRE QUE ME PARIÓ! –Exclama la joven una vez ha dejado libre la bestial tranca de carne, negra como el azabache, del portero-. ¡ES MÁS GRANDE QUE LA DE MI MARIDO!

-PUES ES TODA SUYA, SEÑORA EVA –logra articular el negro Felipe mientras la dueña del Segundo B comienza a pajearlo y a sobar sus gordas y oscuras pelotas-. TREINTA CENTÍMETROS DE CARNE NEGRA DE LA MEJOR CALIDAD –añade luego, una vez que Eva ha comenzado a lamer su negro cañón, tieso como un palo y duro como el acero.

-¡JODERRR! –Exclama la guapa vecina palpándose la entrepierna-. ¡AÚN NO HEMOS EMPEZADO COMO AQUEL QUE DICE, Y YA TENGO EL COÑO CHORREANDO!

-¡MMM, UN RICO CONEJITO BLANCO! –Felipe ríe salvajemente para luego, de un tirón, arrancar la escueta minifalda, apenas un cinturón ancho, y el ínfimo tanga de Eva, y tras empujar a la joven contra el sofá, hundir su cabeza entre sus muslos y comenzar un delicioso cunilingus, que hace que Eva se deshaga en gemidos y grititos de puro éxtasis sexual.

-¿LE GUSTA LA LENGUA DEL NEGRO FELIPE, SEÑORA EVA? ¿LE GUSTA SENTIRLA SOBRE SU CLÍTORIS? –Murmura el portero mientras mete uno de sus enormes dedazos en la rajita de la muchacha y empieza a moverlo dentro de la misma, provocando otra serie de orgasmos en la cachondísima Eva.

-¡SÍÍÍ, JODERRR! –Chilla la vecinita alzándose del sofá y agarrando el tremendo manubrio negro con sus dos manitas blancas-. ¡QUIERO QUE ME FOLLES, JODIO FELIPE! ¡QUIERO QUE ME METAS TU POLLÓN HASTA LOS COJONES Y QUE LUEGO TE CORRAS EN MI BOCA! ¡QUIERO LAMER HASTA LA ÚLTIMA GOTA DE LECHE DE TUS HUEVAZOS!

Y, dicho esto, se pone a cuatro patas y…

-¡QUÉ DAÑO, HOSTIA PUTAAA! –Gime cuando el negro Felipe comienza a penetrarla al estilo perro con su descomunal pollón y empieza luego a bombear, atrás y a adelante con ritmo cadencioso y sensual mientras Eva sigue gimiendo y jadeando siguiendo el paso de las embestidas, mientras sus grandes mamellas se bambolean adelante y atrás con cada sacudida.

-¿LE GUSTA ESTO A LA SEÑORA BLANQUITA, EH, LE GUSTA? ¿LE GUSTA COMO EL NEGRO FELIPE SE LA FOLLA CON SU GRAN RABO NEGRO?

-¡SÍII, JODER, SÍ! –Chilla Eva mientras el enorme portero la levanta en vilo y la lleva hasta la mesa del comedor, donde la obliga a darse la vuelta para poner su verga entre sus tetazas para hacerse una cubanita con ellas.

-¡LE VOY A FOLLAR ESAS GORDAS MAMELLAS, SEÑORA EVA! ¡VOY A PONER MI POLLÓN ENTRE ELLAS Y ME LAS VOY A FOLLAR! –Exclama mientras la joven recién casada estruja sus melones con el enorme cipote negro entre ellos.

-¡SÍ, OH, SÍ! –Jadea la muchacha sintiendo como un nuevo y poderoso orgasmo recorre su cuerpo-. ¡FÓLLAME BIEN MIS GRANDES MAMELLAS, JODIO NEGRO CABRÓN! ¡FÓLLALAS Y DAME TU LECHE CALIENTE!

-¡YA ME CORRO, YA ME CORRO! –Brama el cubano mientras se agarra la tranca con ambas manos y comienza a soltar chorros de lefa espesa y caliente, que caen sobre las domingas de Eva y sobre su carita.

-Bufff… -Sonríe la guapa muchacha mientras termina de lamer los restos de semen de la punta del enorme y negro capullo negro-. Creo que ya sé a quién llamar cuando se me estropee alguna otra cosa.