Deseando llegar a casa
Antes de salir de casa, he imaginado tantas cosas y he pensado tanto en ti, que casi no puedo aguantar las ganas de acariciarme de lo caliente que me he puesto mientras me vestía.
Hemos quedado a cenar en un restaurante de esos en los que la luz es tenue y en todas sus mesas hay una vela haciendo que el ambiente sea aún más sugerente.
Antes de salir de casa, he imaginado tantas cosas y he pensado tanto en ti, que casi no puedo aguantar las ganas de acariciarme de lo caliente que me he puesto mientras me vestía.
La velada ha pasado muy rápida entre risas y disfrutando de tu compañía. Llevo puesta una falda y unas medias que van sujetas con un liguero, pero aún no lo sabes. Deseo tanto llegar a casa y estar contigo a solas... Entramos en el piso y me apoyándome en la pared de salón, te atraigo hacia mí. Nos besamos. Me encanta sentir tu lengua dentro de mi boca. Desabrochas mi blusa y sin necesidad de quitarme nada más, te das cuenta de que puedes tocar mis pechos directamente. Mirándote con ojos de deseo te pregunto si te gusta. Te retiras un poco de mí y observas que mi sujetador nuevo tiene dos aberturas que estratégicamente dejan al descubierto mis pezones. Estoy deseando ver como me los tocas y me los chupas. Me gusta mirarte mientras lo haces.
Me pides que separe un poco las piernas y metes tu mano entre ellas. Sonríes al darte cuenta de que el tanga que llevo va a juego... ¿Te lo imaginas? Negro con una abertura en medio para ponértelo más fácil. Estoy deseando sentir tus dedos acariciando mi coño, verte como los mojas con tu saliva, llevándotelos a tu boca y que después me toques.
Acaricio tu polla por encima del pantalón y no tardo nada en desabrochártelo porque no puedo aguantar más. Quiero sentir tu polla caliente y dura en mi boca, así que me pongo de rodillas y comienzo a humedecerla con mi lengua, a chuparla, a pasármela por mis labios, saboreándola, metiéndomela entera en la boca una y otra vez...
Haces que me levante, te agachas y noto tu aliento entre mis piernas. Al momento siento tu lengua en mi coño, empiezas a lamérmelo y yo comienzo a gemir. Estoy empapada, tan caliente que no pienso en otra cosa que no sea en sentir tu polla dentro de mi. Parece que me lees el pensamiento. Te levantas y me das la vuelta, me pones de cara a la pared y aprovechando la raja del tanga, me metes los dedos. Primero despacio, haciendo que te desee aún más... y después rápido y fuerte... así hasta que me corro... mmm... me dejas sin aliento, pero quiero más.
Te llevo hacia la mesa y me apoyo en ella. Quiero sentir la sensación de echar un polvo contigo, mientras sigo con la ropa interior puesta y sobre todo con las medias, el liguero y los zapatos. Méteme tu polla y fóllame como sabes que me gusta. No quiero que pares hasta que vayas a correrte. Quiero que lo hagas dentro, aunque también que me da mucho morbo que lo hagas sobre mi coño manchándome un poco el tanga, sintiendo como resbala entre mis piernas... Te deseo.