Desde una terraza
Primera experiencia bisexual
En una tarde de verano me encontraba en la terraza de un bar leyendo un libro y tomando un refresco, cuando se acerco una pareja buscando una mesa donde sentarse, pero estaban todas ocupadas así que hicieron ademán de irse, entonces ella señalo la mesa donde yo me encontraba y se dirigieron hacia mí. El tipo de unos cuarenta años vestido con camiseta y bermudas, obviamente un turista y su esposa, me pregunto si podían sentarse en la mesa pues estaba solo y ellos no molestarían. Por supuesto yo acepte y les deje acomodarse el hombre tenia un cuerpo bastante atlético sin ser musculoso y la piel bronceada, ella era alta y delgada vestía un pareo a la cadera y una camiseta ceñida que remarcaba unos pechos pequeños pero muy firmes no llevaba nada debajo y sus pezones eran claramente visibles, lo que a ella parecía no importarle en absoluto, llevaba también unas gafas de sol grandes que le cubrían gran parte de la cara, me dedico una sonrisa al sentarse y a continuación pidieron sendos martinis.
Yo seguí leyendo tranquilamente y un rato después la mujer que tendría una edad entre 25 y 30 años me pregunto si era interesante el libro que leía, al rato comentábamos otras obras del mismo autor y se nos paso el tiempo rápidamente, me dijeron que se llamaban Sonia y Juan y que estaban de vacaciones, el tema fue derivando y acabamos hablando de restaurantes para cenar.
Juan pago las consumiciones y me invito a acompañarles a cenar. Yo reticente al principio acabe aceptando y nos dirigimos al hotel en que estaban alojados para cambiarse de ropa. Una vez allí me invitaron a subir aduciendo que no podían dejarme solo en la cafetería del hotel. No puse ninguna objeción y subí con ellos.
Ya dentro en la habitación Sonia se quito el pareo quedando en tanga y mostrando un culo que rozaba la perfección, ya me había fijado en el en el trayecto al hotel pero ahora en toda su magnitud me dejo boquiabierto, si se dieron cuenta de mi mirada a aquel culazo se cuidaron mucho de demostrarlo, Juan seguía hablándome de las visitas que llevaban realizadas por la zona y Sonia se dirigió al baño para darse una ducha rápida. Juan me ofreció una copa y tras servirme se quito la camiseta mostrando un torso bien trabajado en un gimnasio y busco en un cajón sacando una camisa y a continuación en el armario un pantalón, de repente Sonia apareció totalmente desnuda en la puerta del baño esta vez mi sorpresa fue obvia y me quede pasmado, no reaccione hasta que Juan se acerco a mi oído y me dijo que mejor cenábamos en la habitación. Sonia se acerco con un movimiento excesivo de las Caderas, tenia también un cuerpo de gimnasio con los pechos pequeños pero que parecían caer hacia arriba redonditos y con los pezones grandes y tiesos debajo de su vientre plano un triangulo de vello negro coronaba su coñito. Mientras ella se acercaba Juan me quito la camiseta desde detrás de la silla en la que me encontraba, Sonia se agacho delante mío y me saco los pantalones dejándome en calzoncillos lo que no podía esconder la terrible erección que tenia. En ese punto Juan se acerco a Sonia y se quito las Bermudas dejando al aire una polla enorme, por lo menos eso era lo que a mi me parecía, y a continuación hizo que Sonia se la chupara, ella sin dejar de mirarme se la introdujo en la boca y comenzó a chupar primero la punta y después tragándose el miembro entero, yo saque mi polla de su prisión y empecé a masturbarme, aquella era la señal que estaban esperando pues Juan me invito a levantarme, yo con las prisas tropecé con mis calzoncillos que todavía llevaba por las rodillas y casi me caigo, pero pude agarrarme en Juan que me sujeto y me ayudo a incorporarme, Sonia ya tenia mi polla en su mano y como había hecho antes con la de Juan comenzó a chupar yo estaba muy excitado y enseguida me corrí en su boca, ella lejos de asquearse por mi semen en su garganta se lo trago todo relamiéndose luego.
Una vez terminada me cogio de la mano y me llevo al baño, era un baño enorme y al fondo había un Jacuzzi, hacia el nos dirigimos y ella me invito a entrar, no quise ni pude negarme y cogiendo un preservativo que tenia preparado me lo puso y a continuación se sentó encima de mi pene introduciéndoselo sin problemas pues mientras nos chupaba las pollas había estado jugueteando con su coñito metiéndose algún dedo y estaba perfectamente lubricada, comenzó a cabalgarme despacio primero, rápido después y nuevamente despacio para salirse y colocarse al borde de loa bañera con el culo en pompa. Me lance a comer aquella delicia que me ofrecía lamiendo desde el clítoris hasta el ano sin dejar de acariciar las nalgas, ella comenzó a gemir ostensiblemente demostrando que le gustaba lo que hacia y me pidió que se la metiera rápido, como un autómata obedecí y tras bombear un rato sentí como se contraía y sus gemidos alcanzaban un ritmo sobrecogedor. mientras ella tenia un orgasmo yo me corrí y agotado me salí de ella, mi polla atrapada dentro del condón comenzaba a quedarse flácida cuando ella de un tirón arranco el preservativo y me limpio de semen consiguiendo que volviera a endurecerse después golosamente chupo el interior del condón y sin dejar de sonreír lascivamente se fue a la ducha y me dejo recuperarme en el jacuzzi.
Al cabo de un rato Juan entro y me ofreció un albornoz diciéndome que ya habían subido la cena, Sonia se había puesto un vestido vaporoso con un escote en la espalda que llegaba casi hasta las nalgas y Juan una camisa amplia y unos pantalones piratas. comenzamos la cena y la conversación se torno otra vez mundana, como si nada hubiera pasado, lejos de sentirme turbado me encontraba cómodo y respondía con naturalidad las preguntas que me hacían, de repente Sonia me sorprendió preguntando si alguna vez había chupado una polla, le dije que no y ella insistió si era por falta de oportunidad o si era porque me daba asco, me lo pensé antes de responder, y ella adivinando mi duda le pidió a Juan que se acercara, este se levanto y una vez a su lado se quito los pantalones, Sonia mirándome lascivamente me dijo si no me parecía una polla hermosísima, yo seguía callado sin saber que decir, por una parte me daba pudor responder que si pues no querían que pensase que era homosexual, pero realmente aquella polla todavía flácida me estaba pidiendo que la chupara. Juan con la misma sonrisa que antes había tenido Sonia se me acerco y cogiéndome la mano me la acerco a su polla. La situación era tremenda tenia una polla, que estando flácida me parecía enorme, en la mano y me encontraba paralizado entre el pudor y el deseo.
Como casi siempre el deseo fue mas fuerte y sacando la lengua comencé dando una lamida mientras con la mano retiraba la piel del capullo, me introduje el mismo en la boca y chupe con glotonería luego me la introduje entera y soltando mi mano comencé a trabajarla solo con la boca sintiendo como crecía y se endurecía al rato ya me era imposible tenerla toda dentro y su grosor casi era demasiado, pero seguí metiendo y sacando de mi boca el tremendo rabo de Juan que me repetía lo bien que lo hacia.
tras un rato así Juan saco de mi boca su aparato y se tendió en el sofá invitándome a continuar Sonia se recostó en el suelo observándonos con lujuria en los ojos, nuevamente comencé a lamer el capullo recorriéndolo con mi lengua con movimientos circulares bajando luego hasta la base del pene y chupando los duros testículos, Juan gemía contento con mis evoluciones y mirando a Sonia como ella me había mirado antes me metí el pene al completo en mi boca, sentí como llegaba mas allá de la campanilla y comencé el mete-saca hasta que con un tremendo grito de placer Juan lleno mi boca con su esperma, al principio comencé a retirarlo de mi boca pero recordé que Sonia se había tragado todo sin desprenderse de ella y intente lo mismo, pero la cantidad de semen que yo había depositado en ella no tenia ni comparación con la riada que me inundaba en esos momentos trague tanto como pude pero gran cantidad se me escapo por la comisura de los labios. Sonia se masturbaba y estaba a punto de tener un orgasmo y provocándola lamí todo el esperma derramado dejando el pene de Juan limpio y flácido sobre su vientre. Sonia me aplaudió y me felicito diciéndome que hacia tiempo que no veía a Juan disfrutar tanto de una mamada y me invito a continuar con la cena, me quite el albornoz me quede desnudo y me senté Juan recuperado hizo lo mismo.
La cena discurrió sin que nadie dijese nada yo tremendamente excitado intentaba adivinar que pasaría después. Una vez terminados los postres Sonia volvió al ataque y me pregunto mi opinión sobre el sexo anal, le respondí que nunca lo había practicado, entonces levantándose me dijo que hoy lo iba a probar. Se dirigió a la habitación y al rato volvió desnuda y armada con un consolador de correas ceñido a sus caderas, abrió un pequeño bolso de viaje que tenia en una mesita y saco un tubo de crema a continuación me invito a recostarme en el sofá con el culo en pompa. Extendió una pequeña cantidad del contenido del tubo por la entrada de mi ano y después lo introdujo dentro depositando en mi interior la crema y haciéndome experimentar una sensación nueva y refrescante, a continuación se unto el pene artificial de crema y lo coloco justo en la entrada a mi culo. El consolador no era muy grande de los penes que había en la habitación era el menos grueso aunque tenia una considerable longitud. Muy despacio comenzó a introducir el pene de plástico mientras me acariciaba las nalgas y la espalda, me pregunto si me gustaba y como respuesta recibió un gemido de placer pues en ese momento lo tenia dentro completamente, la crema había cumplido su objetivo y la polla de látex entraba y salía fácilmente de su prisión anal dándome un gusto tremendo entonces ella se retiro y aunque yo proteste se despojo de las correas que sujetaban el consolador y con gran habilidad y rapidez me coloco un preservativo, sin pausa se recostó sobre el sofá ofreciéndome la visión de aquel culo demoledor y diciendo que ahora le tocaba a ella. Comencé lamiéndole el ano mientras acariciaba sus nalgas agarre el tubo de crema que había quedado olvidado en el suelo y me unte dos dedos que a continuación introduje en su culo una vez lubricada coloque mi pene frente a su ano y con un empujón introduje el capullo, ella tomo entonces el control y moviendo la cadera adentro y afuera comenzó a gemir. Estaba disfrutando como nunca con mi pene atrapado en el estrecho canal que era el ano de Sonia acariciándole las nalgas, la espalda y los pechos constatando que todo en aquella mujer era firme cuando sentí unas manos amarrándome por la cintura y un pene abriéndose paso por mi culo lentamente dando a mi ano la posibilidad de adaptarse al tremendo rabo de Juan la penetración fue muy placentera, dada la pericia de Juan sospeche que no era el primer culo que atravesaba, y me abandone a los frenéticos movimientos a los que te impulsa el placer extremo, porque sin duda, con una polla en mi culo y mi polla en un culo, estaba viviendo mi experiencia sexual definitiva. Tras unos minutos de movimientos acompasados sentí como crecía dentro de mi el orgasmo mas violento que nunca había tenido y con movimientos espasmódicos me corrí quedando casi sin sentido y sintiendo a Juan seguir bombeando a un ritmo firme. Sonia se salio y comenzó a aliviarse con los dedos en su clítoris yo seguía gozando de la enculada cuando Juan con un rugido se corrió y extasiado se dejo caer sobre mi espalda, Sonia rápidamente retiro su pene de mi culo y arrancando el preservativo lo lamió hasta que quedo limpio chupando después el interior del condón y repitiendo conmigo la jugada.
Tras el éxtasis nos quedamos un momento recuperándonos y Sonia me invito a quedarme a pasar la noche. Acepte y mirando el reloj me di cuenta que todo aquello había pasado en apenas tres horas, todavía quedaba mucha noche por delante, pero eso ya es otra historia