Desde que te conocí
Para GUAPA...
Desde que te conocí.
Decir que desde que te conocí mi vida cambio por completo seria la salida fácil; el camino corto. Tantas cosas me pasaron, tantas cambiaron desde que te encontré, que no se merecen ningún atajo.
No sé muy bien por dónde empezar porque no nos falta nada en esta historia: risas, romance, erotismo, ilusión, sorpresas, y por supuesto sexo (¡y del bueno!). Si fuera una película, ¡no me la querría perder!... Claro que no todo es perfecto, como siempre decimos, algo tiene que balancear tantas cosas buenas... ¡y eso es que vivamos a 10 horas de avión una de la otra!
Pero bueno, yo fui, vos viniste, encontramos la forma de estar juntas algunas veces. Es incómodo, sí, pero en la medida en que lo podamos solucionar, no es un problema. Claro que si tengo que elegir, te quiero acá conmigo todo el tiempo...o me quiero allá con vos, da igual. Pero mi hipótesis es que se rompería el balance, y correríamos el riesgo de perder las risas, el romance, las sorpresas, la ilusión o el erotismo... por el sexo no me preocupo, sé que no corre peligro...
Como te dije hace poco,” tu buena ortografía me atrajo textualmente”. Así fue como te encontré... Buenas historias, bien contadas, y sin HORRORES DE ORTOGRAFIA. ¡Un oasis en el desierto! Te escribí, me contestaste...charla va, charla viene, y en algún punto cambiaste esa T por una S, y me pusiste la vida de cabeza. Planeaba mi día para que nuestros horarios coincidieran y así conectarnos un rato (¡nunca menos de3 hs!)... Descubrimos los mensajitos de texto internacionales; pagábamos recibos telefónicos 5 veces más caros que antes de conocernos; nos volvimos grandes cineastas con el Windows Movie Maker... ¡Pero definitivamente nuestro eterno agradecimiento es para Skype! ¡Una maravilla de la comunicación!...
En fin, así fue como nos fuimos “enamorando desde lejos”, cosa que iba en contra de mis creencias de que una no puede enamorarse de alguien que no siente, no toca, no huele... En mis planes (¡porque claro que tenía planes!) no estaba llegar a tanto... ¿Quien querría complicarse la vida con una relación a distancia? Y en mi caso era, a la distancia... ¡Y CON UNA MUJER!... Según lo planeado, ésto no iba a pasar de un “cachondeo virtual” que alimentara mis ratones, nada más. Pero a vos se te despegó rapidito la etiqueta de “fantasía”; te quedaba demasiado chica creo (además de que nunca te hizo mucha gracia)... Y hasta ahí llegaron mis planes. Todo lo que pasó después, todo lo que pasa ahora, no lo vi venir; pero no pasa un día en que no me sorprenda queriéndote más y más...
Y pasó un tiempo y por fin nos vimos. Y cualquier duda que pudiera quedar desapareció ese 29 de julio del 2011, un viernes muy frío en Buenos Aires... Era un hecho, ¡ESTABA TOTALMENTE ENAMORADA DE VOS!... ¿Qué tal? ¿Y ahora?... Porque la visita era por 2 meses nada mas (pero que gracias a la burocracia para renovar el pasaporte terminaron siendo 3). No estaba en mi mente volver a Argentina todavía, y estaba segura que iba a ser difícil dejarte ahí... ¡y lo fue!
¡No recuerdo haber extrañado así a alguien! No fue ni lindo ni fácil...Pero por suerte nos volvimos a encontrar; esta vez viniste vos a las tibias aguas del trópico. Pasamos más tiempo juntas, y confirmamos que somos más que compatibles... ¡complementarias diría yo!
Redescubrí lugares en los que ya había estado antes, pero que con vos me parecieron mucho más bonitos, y conocí otros que fueron testigos de un viaje alucinante. Entre tantas otras cosas, celebramos tu cumpleaños con un día increíble en una playa preciosa del Pacífico, y con una cena inolvidable frente al mar... Y me enamoré más y más de vos, todo el tiempo...
Hace un poco más de 4 meses que te fuiste, pero si todo sale bien, en pocas semanas celebramos mi cumpleaños en el mismo lugar, en la misma playa... Cuando alguien me pregunta que voy a hacer ese día, le digo que ya tengo un compromiso. Así que no hay otra opción, no tengo un plan B... ¡LO VOY A CELEBRAR CON VOS!... Andá preparando la valija...
Amor, hoy hace un año de que te sentí por primera vez, que te besé, te toqué, de que nos hicimos el amor... No hay nada escrito acá que no te haya dicho antes, pero fue en esta página de relatos donde te encontré, y es acá donde quiero dejar testimonio de mi amor por vos.
Todo esto que escribí no tiene la ternura de “Hay veces que me gustaría”, ni la pasión de “Encuentro”... pero así es como me cambiaste la vida desde que te conocí...
Te amo hermosa.