Desde que amanece apetece
La mejor manera de empezar un dia de trabajo.
Por fin se sacó el carné de moto. Era bastante hábil para conducir, con lo que en cuanto cogió un poco de soltura se compró una.
A él no le hacía ninguna gracia lo de montar en moto, pero bueno, comparando la hora que tardaban en trasporte público con la media hora que se tardaba en la moto, pronto se animó.
El primer día que fueron con ella a Madrid, el estaba un poco cortado, con lo que se agarró en la parte de atrás por no sujetarse en ella, pero en el segundo frenazo lo pensó dos veces y la cogió por la cintura, ella pego un respingo pero no hizo ningún gesto, es mas, por el retrovisor a él le pareció que sonreía, a medida que empezaba el atasco la moto de desvió al arcén y empezó a adelantar a los coches, el disimuladamente iba subiendo mas y mas la mano hasta llegar a rozarle un pecho, esta vez ella tampoco pareció inmutarse lo mas mínimo.
No era el mejor momento para continuar con ese juego, eran las 7:30 de la mañana, estaba todo lleno de coches y ella tenía muy poca experiencia. Empezó a llover, y ante el miedo de poder resbalar, el volvió a bajar las manos hasta la cintura y se agarró fuerte. Entre lo que llovía y lo que salpicaban los coches, llegaron al trabajo muy mojados. Era muy pronto todavía y no había mas que una clase de ingles cinco plantas mas arriba.
Estaban tan mojados que no tuvieron mas remedio que intentar secarse en el baño de la oficina. Entraron en el baño mixto de la planta baja, estaban literalmente calados hasta los huesos, a ella se le trasparentaba la camiseta y él no podía dejar de mirarle los pechos, ella al darse cuenta dijo "se ve lo mismo con blusa que sin ella, me la voy a quitar y por lo menos de secara antes", se la empezó a desabotonar de espaldas a él y casi dentro de la cabina, él no podía aguantar mas y con un leve empujón la metió dentro y cerro la puerta, se empezaron a besar y en ese momento oyeron que alguien entraba en el baño. Llamaron a la puerta, y ella contestó para decir que estaba ocupado. Era un momento de bastante tensión, porque reconocieron la voz de la señora de la limpieza, la mas cotilla. Esperaron a que saliera del baño contigüo y al cabo de un momento salieron ellos, había sido demasiado riesgo.
Como seguían empapados, ella se puso la camisa pero sin botones, dio al aire caliente del secador de manos y se acercó lo suficiente para intentar entrar en calor y secarse. Él no podía dejar de mirar, con el aire, la blusa se movía alrededor de su cuerpo y de nuevo volvió a sentir unos deseos irrefrenables de tenerla.
Con el aire dándole en el pecho, los pezones se le pusieron erectos y esta vez fue ella la que no pudo aguantarlo, le agarro a él por el cinturón y le metió en la cabina esta vez la de caballeros, mientras le besaba, en un visto y no visto le bajo los pantalones y metió la mano por dentro de sus calzoncillos, el aprovechó para desabrocharle el sujetador y ver por fin los pechos con los que tanto había imaginado, los beso suavemente.
Demasiado tiempo imaginando como podría ser, como la tocaría y ese momento había llegado. Hacía tiempo que no la tocaban con tanta sensualidad y delicadeza y empezó a gemir. Ella se dio la vuelta y quedó de espaldas a él, que aprovecho para desabrochar el pantalón de ella y meter la mano por dentro de su ropa interior, bajo muy poco a poco la mano hasta alcanzar una zona húmeda y caliente, al acercar mas los dedos, los labios se separaron y llego a acariciar el clitoris que parecía a punto de reventar, ella ya no podía silenciar sus gemidos, y con una mano hacia atras le agarro torpemente su miembro, a continuación se dio la vuelta y se agacho.
Se acercó el miembro a la boca, primero besó la punta, muy suavemente, luego empezó a lamerle, lentamente, y poco a poco se la metió en la boca, primero toda y luego mientras que le masturbaba con la mano, chupaba la punta. El estaba a punto de correrse, la retiro con un gesto suave y la levanto, ella se quito la ropa que le quedaba y mientras se seguían besando, ella se la cogió para acercarsela a su avertura hasta que estuvo dentro y empezaron a moverse rítmicamente, él no podía parar de acariciar y masajear los pechos y los pezones de ella.
La postura para ella era un poco incómoda, porque estaban en el retrete, y no había mucho espacio para maniobrar, así que ella se apoyó en la taza del wc con el culo hacia él. De esta manera, él podía agarrase a su cintura mientras que se daban placer.
ahora si que la tenia a su entera disposición, mientras una mano pasaba del cuello al pecho izquierdo y vuelta al cuello, la otra mano acariciaba su clitoris de manera compulsiva, después de un rato sin poder parar de empujar, el se retiró corriendose en su espalda, pero ella no había terminado y él siguió esta vez con las dos manos, mientras con una metía dos dedos timidamente, con la otra intentaba abarcar todo.
La incorporó un poco, se arqueó y la empezó a chupar un pecho mientras con una mano le tocaba el otro pecho y con la otra mano frotaba su clitoris. Ella no pudo aguantar mas y para no hacer ruido se tapó la boca con las dos manos.
Se limpiaron y se volvieron a vestir con una sonrisa y con cara de complicidad salieron del baño primero ella y luego él, de esta manera si que merecía empezar un día de trabajo.