Desde mi ventana

Te platicaré algo que me tocó vivir y es causa de mi adición al voyerismo

Vivía en unos apartamentos de 4 pisos, uno al frente de la calle y el otro atrás, en que yo vivía. El estacionamiento divide los edificios, pero es pequeño, relativamente, tenía una vista espectacular porque el edificio de atrás esta en una elevación del terreno, así que veía la ciudad y obvio las ventanas de los pisos 3º y 4º del edificio de en frente.

Una noche como las 10:00 pm llegué a mi apartamento y decidí no dormir pronto, me quedé en la escalera, tomando una cerveza, como el apartamento vecino estaba vacío, podía hacerlo sin molestar a nadie. Y de pronto veo que se enciende la luz en la ventana del #316, ese apartamento había estado vacío, pero ahora parecía haber gente ahí. Sorpresa!! Vi como una chica de una figura muy bonita, se quitaba la ropa (lo hacía muy despacio y con movimientos sensuales), empezó por quitarse el pantalón de mezclilla, usaba una tanguita negra, luego se quitó la blusa y el brassier, tenía sus tetas grandecitas... se las acariciaba, se sentó en la cama, yo le miraba la espalda... se paró y se quita la tanga... entonces pude ver perfectamente sus nalgas, camino en su habitación, mientras se llevaba las manos al pelo, tomó una toalla, se la enredó en el cuerpo y apagó la luz.

Pensé que se había acabado el show, después de unos 10 minutos, se vuelve a encender la luz y noté que se acababa de bañar, ahora traía dos toallas, una en la cabeza y otra cubriendo su cuerpo. Extendió en la cama la toalla con la que se cubría y se recostó, boca arriba flexionando las piernas y ligeramente abierta. Precisamente exponiendo su vagina hacía la ventana, yo me cuestionada, si ya me había visto, pero lo dudaba, porque la luz de mi apartamento estaba apagada, solo se veía un poco la luz de la TV, eso me estaba calentando, me dieron ganas de fumar un cigarro, pero si lo hacía ella podría ver la luz al encenderlo y la verdad no quería que eso ocurriera. Empezó a ponerse crema en todo el cuerpo, lo hacía como si se estuviera dando un masaje, con especial atención en sus tetas, con sus dedos estiraba sus pezones y en ocasiones se masajeaba la entrada de su vagina.

De pronto se giró boca abajo y abrió sus piernas lo más que pudo, se empezó a masturbar con sus dedos, llevando su mano por debajo de su vientre y con la otra mano se daba leves nalgaditas y se acariciaba sus senos, movía su cadera en círculos y de arriba abajo, para permitir la entrada de sus dedos en su vagina, eran tres (índice, corazón y anular) se veía con unas uñas bastante largas, pero al parecer no le lastimaba... aceleró sus movimientos y comenzó a emitir gemidos, por tener la ventana abierta podías escucharse levemente. Parecía estar teniendo un orgasmo prolongado, giraba la cabeza de lado a lado (hasta se le calló la toalla que traía) y sacudía sus piernas.

Se quedó quieta un minuto, y seguí.... se arrancó como otros tres orgasmos en esa posición. Todo el tiempo vi su espalda, sus tersas nalgas y como le entraban los dedos y brillaban por su excitación.

Esa fue la primera vez que la vi masturbarse, yo todos los días trataba de verla cuando saliera a la calle, para saludarla, pero no lo conseguía. Sabía que vivía sola y que trabajaba en un buffet jurídico de secretaria. Por mi trabajo, no podía estar en casa, todos los días a las 10:00 pm, que era cuando llegaba normalmente.

Un día estaba entrando al estacionamiento cuando ella se acababa de bajar de su chevy, me extraño que se estacionara atrás, normalmente ese estacionamiento era para los inquilinos de ese edificio, los de enfrente a la calle, tenían su propio estacionamiento, por fin la saludé --Buenas noches, le dije y ella sonrió y amablemente respondió --Buenas noches. --¿Vives en el edifico de en frente a la calle? --Si, en el 316 y Tú? --Yo en el 406 --Ah! somos vecinos... Algo planeaba, se quedó pensando por un instante y dijo --Bueno, adios Y se marchó a su apartamento.

Obviamente pronto subí a mi apartamento, entré si encender la luz, y me acerqué a mi ventana, con tan solo abrir un poquito la cortina para verla, pero nada, la luz de su ventana estaba apagada. Me quedé viendo TV y de pronto, se encendió la luz de su habitación, ahora pude ver que entraba de nuevo con dos toallas, pero pronto se vistió, se puso un short y una blusa, blanco parecía seda, porque brillaba, y apagó la luz. Me desilusioné.

Días después me la encontré de nuevo, ahora estaba en una tienda de abarrotes cercana a los edificios. Mientras yo compré algunas cosas, cereal, leche y un poco de fruta. Ella estaba escogiendo unos pepinos (mi imaginación volaba), curioso, no buscaba los mejores, sino los más delgados y largos, aún así estaban muy grandes como para masturbarse con ellos.

Ese día en la noche, yo ya esperaba que se encendiera la luz, a las 10:00 pm Estaba preparado con mis cervezas y algunas botanas, no trabaja el siguiente día. Y de nuevo nada, me fui a dormir.

Un día en la mañana muy temprano fui a llevar las bolsas de basura y me la encontré, la saludé... platicamos poco, entre las preguntas básicas, que haces, de dónde eres, etc, etc. y para despedirse, me dijo --Hoy es a las 9:00 pm, no llegues tarde. Realmente me quedé helado y como soy tímido, no pude responder nada, y agregó --¿Cuál es tu color favorito? solo respondí --Amarillo. Y se fue.

Ya te imaginarás, yo estaba puntual a las 9:00 pm en mi ventana. Se hicieron las 9:15 pm, y no aparecía... de pronto se encendió la luz y casi me muero de la emoción, estaba vestida con una brassier y tanga amarillos... y lo mejor, cuando se desvistió noté que se había depilado, se dejo tan solo una rayita vertical de pelitos.

Por ahora, lamento no poder escribirte a detalle lo que hizo, tengo que salir.

Se masturbó con un pepino bastante grande, se metió hielitos en la vagina y el ano, se introdujo un frasco de desodorante, hizo bastantes cosas... hasta que se cansó y se durmió.

Continuará