Desde hace tres años con Sojo

Fue por pura coincidencia que me inicie en el mundo de la experiencia Zoo, y hoy la describo como una experiencia maravillosa.

Hola, queridos lectores de todo relatos. Mi nombre es Ángela F. mi apellido me lo reservo, bueno, antes tengo que decirles, como soy, en lo personal, de mente muy abierta, pertenezco a un club de swinger el cual tenemos aquí en nuestra ciudad de Mérida, Venezuela, en el club tenemos diversos placeres, los cuales os iré describiendo a medida que pase el tiempo, soy rubia, y mi esposo catire, de mente muy abierta como yo, somos de una estatura promedio 1,68 mis medidas, 88 57 88, ojos azules. Pero para cualquier cosa podéis ver la foto de mi perfil.

Todo comenzó, hace tres años cuando mi marido y yo hacíamos el amor en la sala de nuestro chalet, yo estaba amarrada totalmente abierta de piernas y untada con crema de caramelo, que aquí llamamos arequipe, tenia mi sexo relleno y embarrunado de esa crema, los pliegues de mis labios mayores y menores estaban atascados de crema, esas son las locas secciones de sexo que hacemos mi marido y yo en la soledad de la montaña, nos comemos y amapuchamos de placer, bueno en lo que él fue a la cocina a buscar una cucharita para hacerme el amor oral y comer de aquel caramelo con sabor a mi, se coló Sojo, mi mascota Gran Danés blanco con manchas negras de 2 años y medio para el entonces, yo me quede fría de la sorpresa, mas cuando este empezó a lamerme con cariño mi cara y fue bajando por mis senos con su lenguota áspera y salivosa, yo ya estaba excitada antes, pero aquello fue eléctrico, me corrió como nos corre a todas las chicas cuando son bien estimuladas en sus puntos sensibles, ríos de corriente placentera, se me endurecieron los pezones mas de lo que ya los tenia, y como Sojo fue chupando con su lenguota, todo los puntitos de arequipe que mi marido pensaba comer, esto me encrespó mas aun de placer, empecé a sudar, y acelerar el ritmo cardiaco, respiraba entrecortada, pero fue cuando llego a mi depilado monte de venus, y totalmente cubierto de caramelo, que se me hizo un shot mental de placer, sentir esa lengua cu rugosa y ensalivada quitando todo el dulce y sentir su aliento caliente, sobre mi piel, fue bárbaro, fue increíble, trate de cerrar las piernas por cierto temor pero le deje seguir, el placer era mayor y la pasión no le detiene a una en el sentido común.

Fue en ese momento que Sojo llegó en pleno a mi sexo, y empezó a quitar y comer con velocidad lo que encontraba a su paso, sacó y sacó dulce, devorándolo, el es muy dulcero, pero que rico, se le ocurrió meter su lenguota hasta el fondo de mi vaginita, pasando sobre mi pepita, la cual vibraba con lo áspero de sus pelitos y lengua, que placer fue sentir tamaña lengua moverse dentro de mi, ir hasta lo mas profundo, recorrerme internamente, me vine como 4 veces, cerré mis ojos y apreté mis labios, mordí mi boca, me aturdí solo escuchaba un profundo silbido y mi mente estaba en otro lado, fue de lo mas rico y placentero que desde ese entonces había probado, que rico y sabroso cuando una termina con profundo placer, cuando volví en sí, mi esposo solo se estaba masturbándose en la puerta de la cocina y yo con Sojo arriba de mi, lamiéndome la cara como queriéndome despertar, y sin saber que inocentemente me había acabado de dar tan inmenso placer, en otra oportunidad les cuento como me inicié en forma total en una vida de placer Zoo, me considero una chica zoo de verdad, si desean compartir conmigo les animo a escribirme, sobre todo a quienes son chicas, como mujer les puedo indicar muchas cosas que hay que tomar en cuenta a la hora de hacer el sexo con una mascota. Ciaoo.